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—034.—
Un bostezo salió de los labios de Majakutsu, mientras sentía el viento helado perforar su piel, la primavera estaba por irse y, pronto, llegaría el otoño. Y mientras otoño llegaba su insufrible cumpleaños la acechaba.
— ¿Quieres que lleve tu mochila?— preguntó Shoto, acercándose a ella, servicial.
La azabache levantó una de sus cejas, aparentando sus labios mientras liberaba el aire de sus pulmones, eran aproximadamente las cuatro de la mañana, las dos clases de heroes de segundo año se preparaban para su entrenamiento, mientras la clase c de estudios generales se preparaba para pasar una semana en un resort con todo pagado.
— Vamos en autobuses diferentes.— respondió ella en voz baja, observando a Sakura y Rina, apoyándose la una a la otra para no caer al suelo mientras dormían de pie.— Pero, gracias por preguntar.
— Luego del entrenamiento podríamos vernos.— dijo el de heterocromia, ciertamente confundido por su comportamiento de los últimos días.
— Podriamos hacerlo.— respondió ella, serena, antes de bostezar.— me alegro que vayamos ahora, casi es otoño, durante esa estación el único resort al que quisiera ir es uno con baños termales.
Shoto se encogió de hombros:— En mi casa hay baños termales al aire libre.— el estudiante a héroe desvió la mirada, sin saber realmente porque lanzaba aquella indirecta a su prometida, quien captó todo de inmediato.
— Suena bien, tal vez vaya algún día de visita y podremos disfrutar de las termas.— dijo ella con una sonrisa, haciendo que Shoto desviara la mirada, avergonzado.
Ella, por su parte, buscó con la mirada a sus dos mejores amigas, quienes se apoyaban la una sobre la otra para, de algún forma, poder dormir estando de pie:— Nos vemos luego, Todoroki.— antes de que ella siquiera diera un paso, el mitad mitad tomó su mano.
— Shoto, llámame por mi nombre.— la más baja levantó sus cejas con sorpresa.— Algún día nos casaremos y tú también serás una Todoroki.
Aquello último fue dicho en un susurro, inaudible para cualquiera que no fuera su prometida, quien sonrió ligeramente ante lo dicho por el más alto:— ¿Quien lo dice? Tu serás el que cambie su apellido, Shoto.— No sabia si era la forma en que pronuncio su nombre o como insinuo que realmente estarían casado en algún punto, pero el de orbes heterocromaticos se estremeció ante tal oración que había sido susurrada en su oído, sonrojandose un poco.
Kotaro, quien se encontraba allí con un permiso de su madre, dejó salir el aire en sus pulmones, observando con una mezcla de malas emociones, todas dirigidas hacia Shoto, a quien, al igual que la primera vez que vio a Denki, imaginaba con su cuchillo atravesando su garganta, intentando convencerse a sí mismo de que aquellos eran unos rutinarios celos de hermano.
— No quiero que él tenga nuestro apellido.— susurró Kotaro cuando su hermana pasó por su lado, haciendo que ella se detuviera a observarlo por un instante y luego seguir con su trayecto hacia Sakura e Inuko.
Las zonas costeras de Japón, donde habian hoteles paradisíacos y resorts cada uno mejor que el otro, la clase c observó, la mayoría boquiabiertos, aquel gran y lujoso lugar, podrían estar en una clase normal, pero aquel momento, ellos sentían muchas emociones, y ninguna de ellas se arrepentía de su ingreso a Yūei.
Por otra parte, las dos clases de heroes, quienes habían sido dejados a mitad del camino, observaron el lugar con cansancio, jadeantes ante el trayecto que tuvieron que recorrer. Aizawa observó con pereza a sus estudiantes mientras bebía un jugo de caja.
— Por hoy, disfrutarán los placeres del resort, mañana empezará su entrenamiento.— explico el héroe Vlad, observando con extrañeza al maestro de la clase rival, quien tenía su cabeza en las nubes desde aquella mañana.
Los hermanos Majakutsu, indiferentes a aquel lugar y aquellos lujos, tomaron su maleta, siendo los primeros en adentrarse y aventurarse ante aquel gran lugar, evidenciando lo acostumbrados que estaban a estar en aquel tipo de lugares, mientras la clase de la mayor no tardó en seguirlos, observando aquel gran lugar con asombro.
Shoto se cruzó de brazos, adentrándose en el lugar mientras seguía al grupo de la clase de estudios generales, siendo seguido por Tenya y Yaoyorozu, la cual sonreía al observar la hermosa decoración y como esta había cambiado desde la última vez que había estado allí.
La azabache de largos cabellos se sentó en uno de los muebles del lobby de aquel lugar, peinando sus cabellos con sus dedos, acomodando su flequillo de tal manera que este no le molestara, procediendo a cruzar sus piernas y observar lo primero que se le cruzara enfrente, que, para su buena suerte, fueron los oscuros ojos del maestro titular de la clase 2-A.
Un escalofrío no tardó en recorrer la espalda del adulto al ver aquellos hermosos orbes color ónix observarlo con tanta fuerza en la mirada.
"Los orbes oscuros y penetrantes de la menor se encontraban observandolo mientras bajaba de a poco sus besos, trazando un camino desde su cuello hacia su abdomen, sonriendo, traviesa, al llegar a aquel lugar, desabrochado su pantalón."
— ¿Cuales serán nuestras habitaciones? — preguntó Kendo a Vlad, haciendo que Aizawa volviera a la realidad y, por ende, intentará concentrarse en algo más.
— Buenas tardes, disculpen la demora.— dijo el joven botones, sonrojado, observando a la azabache.— las mejores habitaciones están en el último piso, ahí estarán ubicados los de la clase de estudios generales, por lo que tengo entendido, las clases de heroes Irán dos pisos más abajo, son buenas habitaciones, pero no tanto como las suites de arriba.
La clase de estudios generales celebró, siguiendo a un empleado que parecía estar un poco más experimentado que el anterior, haciendo a la clase de heroes suspirar con resignación.
Por sobre los suspiros, cierto aspirante a héroe de orbes escarlata observaba a la chica de elegantes facciones subir al elevador y ser abrazada por su hermano menor, siendo este quien tenía una mano en la cintura de la femenina.
Al levantar la mirada y observar los ojos del menor, por un segundo, pudo jurar que este lo observaba con molestia, antes de cambiar su expresión a una sonriente mientras apretaba su agarre en la cintura de su hermana mayor.
La castaña, quien era arrastrada por Sakura, fuera de su cama en el hotel, miró de mala gana los alrededores, deteniendo su mirada en la asesina a la que llamaba mejor amiga.
— ¿Se puede saber por qué me hacen esto?— dijo Rina con molestia.
— Vamos a comprar vestidos de baño y unas cuantas cosas que Sakura quiere, también compraremos algo de comida para ti, es más barata comprar por fuera que comer lo que trae el refrigerador del hotel.— explicó la azabache, convenciendo a la más baja con la palabra comida.
La azabache acomodó su falda al llegar al lobby, al igual que su camisa color rosa, procediendo a caminar elegantemente hacia la salida, sintiendo como varias personas posaban su mirada sobre su cuerpo, incluso sobre Sakura e Inuko.
Shota, quien se encontraba evitando sus responsabilidades para tomar un descanso de cinco minutos, levantó la mirada y la observó, frunciendo el ceño al notar como algunas personas la observaban como buitres. El perezoso héroe se levantó del sillón, acercándose a las tres estudiantes de la clase c, tomando a su amante furtiva del hombro.
— No pueden salir sin un chaperón.— dijo él mientras un grupo de la clase b salía tranquilamente.
Ella levantó su ceja, ligeramente molesta, pero, ciertamente disfrutando la actitud que el hombre adquiría:— Gracias, Aizawa-sensei, pero creo que debería centrarse en sus estudiantes.— respondió, adoptando una postura de reto ante aquel hombre.
Katsuki, quien caminaba tranquilamente en dirección a la salida, después de todo, quería visitar los restaurantes de comida picante que encontrara en aquel lugar, se detuvo ante el llamado de Aizawa, acercándose a este con el ceño fruncido. El héroe posó su mano en la cabeza del rubio.
— Bakugo las acompañará.— en aquel momento Majakutsu se preguntó si no podían hacer más fácil su trabajo.
El rubio observó a su maestro para, luego, observar a la ex novia de su amigo con una sonrisa:— Y estaré encantado.— dijo él con una sonrisa ladina, haciendo que su maestro frunciera el ceño instantáneamente, observando como el menor abrazaba por los hombros a la azabache, quien se veía realmente molesta ante aquel hecho.
— Buenos días, princesa.— dijo el rubio, saliendo junto a aquellas tres chicas.
Ella desvió la mirada con molestia:— Buenos días, Bakugo.— el mencionado acercó sus labios a la oreja de la menor.
— Voy a disfrutar mucho estar contigo, después de todo, soy tu amante.— Katsuki tomó el rostro de la chica con una mano.
— No te des tanto valor.— dijo ella, sacándose del agarre del más alto, quien la siguió con una amplia sonrisa, mientras una mirada celosa los observaba desde la distancia.
Katsuki y Majakutsu observaron a Sakura con impaciencia mientras Rina dormía en las piernas de la azabache. Sakura llevaba alrededor de una hora buscando el bikini perfecto para colocarse mañana, cuando la clase c iría a disfrutar de un dia en la playa.
— Escoge cualquiera, Sakura, el que sea se verá bien.— la rubia suspiró, observando a su mejor amiga con molestia.
— Con el cuerpo que tienes es fácil decirlo.— se quejó, devolviendo su vista al traje de baño rosa que tenía en su mano derecha.
El rubio observó a la más baja con una amplia sonrisa:— No quiero ningún comentario sobre mi cuerpo.— se apresuró a decir ella, haciendo que Katsuki, sin borrar su sonrisa, levantara sus manos en señal de rendición.
— No me atrevería.—
Rina se levantó de golpe, olfateando el aire cual sabueso:— Hay un puesto de pizza cerca de aquí.— dijo ella, antes de desaparecer por la puerta de salida de aquella tienda.
— ¿no deberíamos seguirla?— la azabache negó con la cabeza.
— ella nos encontrará.— despreocupada, gracias a que Rina solía hacer cosas como aquella todo el tiempo, la azabache se levantó y comenzó a ojear un traje de baño negro que se encontraba cerca de los probadores.
Katsuki no tardó mucho en ver aquello como una oportunidad, tomando a la más baja de la cintura y encerrandose en un probador junto que la femenina, quien no pudo protestar, gracias a que Katsuki había unido sus labios en un apasionado beso.
Ella cedió, mientras sus lenguas jugueteaban y los cuerpo de ambos se calentaban poco a poco, Bakugo subió sus manos lentamente, desde la cintura de la chica hasta pechos, los cuales apretó por debajo de la camisa, haciéndola jadear por lo bajo.
— ¡Me abandonaron!— exclamó Sakura, haciendo que ella se estremeciera y se safara del agarre del aspirante a héroe, quien limpió el pequeño hilo de saliva que salía de sus labios con una sonrisa.
— ¡Eres un imbecil!— regañó ella, susurrando, antes de salir junto al sonriente Rubio para encontrarse con su amiga.
— ¿cuál escogiste?— dijo la azabache suspirando, sintiendo el peso del brazo de Katsuki sobre sus hombros.
— El azul, me quedará genial y va bien con mis ojos.— dijo Sakura con emoción, entregandole el bikini a su mejor amiga, quien tomó el bikini negro que había estado ojeando, pagando aquellos dos trajes de baño junto a uno aleatorio que escogió para Rina, quien entró a la tienda comiendo pizza con felicidad.
— ¿no habías metido ya un bikini en tu maleta?— preguntó Inuko, dándole otro mordisco a su pizza.
— me confundí y en realidad empaque lencería.— dijo, cosa que evidentemente había sido a propósito, observando a Katsuki de inmediato.— Y no la usaré para que tu la veas, pervertido, si eso es lo que estás pensado.
El rubio chasqueó la lengua:— Ya veremos.— el de orbes escarlata sonrió.
— Eso dijo el ciego y nunca vio nada.— respondió ella, pagando los tres vestidos de baño y saliendo de la tienda junto a sus dos mejores amigas y Katsuki.
— Iré al baño.— dijo la asesina, haciendo que las tres personas que la acompañaban levantasen la mirada mientras masticaban.
Luego de terminar con todas las compras pendientes que tenía Sakura, el pequeño grupo había decidio comer algo, después de todo, ya era casi medio día y Rina se alimentaba minimo siete veces al día, mismo patrón que la asesina seguía, después de todo necesitaba aquella energía que que brindaba la comida.
— Ten cuidado.— dijo Sakura con una sonrisa, sonriendo mientras tragaba su comida.
La azabache le regaló una sonrisa ladina a su mejor amiga:— Gracias, pensaba suicidarme de camino, me has salvado.— Rina sonrió ante el sarcástico comentario de la chica, al igual que Katsuki, mientras Sakura se sonrojaba ligeramente.
Luego de sonreír, la asesina no tardó mucho en alejarse del grupo, sin tomar mucho en cuenta las situaciones de su alrededor, las miradas furtivas dirigidas a ella, nada de eso le importaba mucho, después de todo, estaba esperando noticias de Kotaro, cuya única razón para no estar con ella era porque debía hace lo que ella le había pedido.
Instalar explosivos en la zona de entrenamiento escogida para los estudiantes de la clase de heroes.
Cualquier creería que el trabajo de un mercenario es siempre entretenido, sin embargo, en algún punto, aquello se había convertido en algo aburrido y tedioso. Es una mala manera de infravalorar las muertes que provocaba, pero, era la verdad.
Tampoco era como si realmente le importase.
Ella entró al baño, observando su reflejo en el espejo, acomodando su flequillo y cerrando sus ojos por un instante antes de humedecer su mano con agua y pasar esta por su rostro.
Si había algo odiaba de sobremanera era madrugar, y, aquel día, habían despertado a la cuatro de la madrugada para poder llegar temprano al resort. Por más que hubiera querido dormir en el autobús, el camino empedrado por el que habían pasado se lo impidió, siendo Rina, la única que había podido dormir durante todo el trayecto.
Al abrir los ojos ella bostezó, saliendo del baño al recibir el mensaje de Kotaro que indicaba que había realizado a la perfección la tarea que le había dejado.
Al salir del baño, levantó sus cejas con sorpresa al ver a su ex novio esperaría fuera del baño femenino.
— Hola.— dijo ella, confundida.
El rubio se acercó, tomando su mano y besando esta:— _________, ven conmigo.— Denki parecía no haber dormido bien en varios días.
— ¿Sucede algo?— preguntó ella, acariciando la mejilla del rubio, quien disfrutó de aquel tacto.
— Vine para que tengamos una cita.— dijo el de Quirk eléctrico con afán de recibir atención por parte de la chica de tes pálida.
— Kaminari...— al escuchar aquello, el mencionado se entristeció.
— Soy Denki, dime Denki, siempre me has dicho Denki.— el más alto abrazó a la azabache, intentando apaciguar su necesidad de besarla.
— Denki, esto, tu y yo...ya no existe.— el rubio apretó su abrazo, haciendo que ella observara a sus alrededores, buscando una manera de deshacerse de aquella situación.
— Si existe, yo soy tu novio, soy tu primer novio. Y quiero ser el último.— el se separó un momento, observando los oscuros orbes de la más baja.— Si es por el tiempo, haré lo que sea para estar siempre contigo.
La azabache comenzó a retroceder, haciendo que, gracias a que Denki la abrazaba, el avanzara junto a ella:— Todos dicen que somos una linda pareja, tenemos que seguir siendo pareja, no por los demás, pero si hacemos linda pareja debemos ser pareja.— comenzó a divagar el rubio en voz baja, cerca del oido de la azabache.
Fue allí cuando su mirada se cruzó con la de Katsuki, después de todo habia logrado retroceder lo suficiente como para estar en un lugar cercano a donde ellos comían. El rubio se levantó rápidamente de su asiento, caminando entre las personas para llegar a ella.
— Te pertenezco, déjame estar contigo.— allí fue cuando las palabras de su ex novio le comenzaron a interesar.— haré lo que sea.
La labios de Denki se posaron sobre los suyos, besandola con evidente necesidad, ella desvió la mirada por un momento, colocando sus manos en el pecho de Denki y empujando a este, justo en el momento en que Katsuki se acercó a ellos y se colocó delante de la azabache, protegiendo a esta.
— Kaminari, no es bueno que estés con ella ahora, Ashido...— el ceño fruncido del mencionado enojó a Katsuki.
— ¿Me dejaste para estar con Bakugo?— preguntó Denki de repente, frunciendo el ceño aún más, sintiéndose realmente traicionado.
— ¿Que? Denki, piensa muy bien en las palabras que dirás, recuerda lo que sucedió en la cafetería hace unos días con Monoma.— advirtió la más baja, haciendo a Katsuki a un lado y encarando a Kaminari.
— Podias por lo menos haber esperado un mes...— dijo él, adentrándose en su burbuja de tristeza.
Ella bostezó:— No estoy saliendo con Bakugo, Denki, tu maestro lo envió para que nos a acompañara porque no quería que saliéramos solas.— dijo ella, haciendo que Denki, suspirando, observara a Sakura e Inuko, quien, preocupadas, miraban la escena desde la distancia.
— Lo siento.— susurró su ex novio, jugando con sus manos.— pensé lo peor cuando lo VI abrazarte.
— ¿A ti que mierda te importa si la abrazo? Ya no es tu jodida novia.— ante aquella última declaración del de orbes escarlata Denki se entristeció aún más.
— A demas.— agregó ella, mirando mal a Katsuki, quien solo se encogió de hombros.— sabes que no nos soportamos, solo lo hizo para molestarme.
Katsuki desvió la mirada, enojado, sin embargo, se limitó a quedarse callado antes de decir algo que lo pudiera poner en una mala situación con aquella chica.
— Entonces, ¿si vamos a volver?— dijo Denki con ilusión.— porque he planeando muchas citas.
Ella suspiró:— vamos al hotel, Denki, no es el momento ni el lugar para hablar de eso.— la azabache pellizcó el brazo de Katsuki, quien puso los ojos en blanco y le dio dos palmadas amistosas a Denki en la espalda.
— Quiero ver esa lencería.— susurró en el oído de la chica, alejándose junto a Denki y reuniéndose con las dos mejores amigas de la azabache.
Ella mordió su labio, reprimiendo una sonrisa, aquella situación era sencillamente perfecta. Sakura se acercó a su amiga, colocando su mano sobre el hombro de esta y suspirando.
— ¿Cuanto tiempo esperarás para estar con otra persona?— preguntó la rubia.
Su mejor amiga la observó extrañada:— ¿Quien dijo que hay que esperar un tiempo largo para iniciar otra relación? Si Denki quiere que que guarde luto, entonces, que se muera. Parece que no me conocieras.— la rubia suspiró, enganchando su brazo con el de la más alta y caminando junto a ella.
Hola ¿cómo están?
Disculpen la demora, estoy en semana de exámenes finales y ando bien desesperada intentando entregar todo lo que me hace falta.
El próximo capítulo empezará siendo narrado por un personaje, adivinen y haré un especial de preguntas y respuestas o un capítulo especial de algo que ustedes elijan.
Que la fuerza les acompañe.
Espero hayan disfrutado el capítulo, porque mi capitulo favorito, que he imaginado hasta ahora, está por llegar lento pero seguro.
Spoiler: alguien se pondrá un collar.
En fin, no olviden dejarme su comentario, saben que adoro leerlos.
Gracias por leer. 🥀
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