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-032.-

Este capítulo puede contener escenas de violencia a referencias sexuales.

032.—

Akira observó los papeles en su escritorio, firmando algunos y encontrando vacíos legales en otros, sin embargo, eso sólo hacía para matar el tiempo mientras esperaba a un "invitado especial", una persona con la que tendría una conversación.

— Señora, ya está aquí.— la azabache amplió una sonrisa en su rostro, levantándose de su silla y comenzando una caminata hacia la sala de juntas, donde su invitado la esperaba.

Al llegar, Akira observó con una amplia sonrisa como un hombre canoso, sin embargo, bien conservado, se encontraba sentado en una de las sillas de la gran mesa de la sala de juntas.

— Bienvenido, señor Kato.—

Majakutsu caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela, su cabello se balanceaba suavemente de un lado a otro mientras la suave brisa de primavera removia los cabellos de su rostro. Mientras caminaba, observó como desde el otro lado del pasillo la clase 2-A caminaba hacia su dirección, hablando sobre su reciente entrenamientos, dirigiéndose todos hacia su aula de clase.

— ________.— susurró Denki, quien fue el primero en notar la presencia de su novia, quien solo pasó a su lado, ignarandolo.

Katsuki la observó caminar, escaneando su cuerpo de arriba a abajo, resaltando cada hermosa curva y recordando la fogosa velada que habían tenido dos días atrás, mismos en los que nadie de su clase la había visto hasta ahora.

Shoto también detuvo su mirada en ella, con razones obviamente distintas a las de Katsuki, sintiendo de nuevo esa extraña calidez en su pecho y como su corazón latía rápidamente con solo verla. El último hijo de Endeavor pensó que solo era porque ella era la madre de su hijo gatuno.

Momo desvió su mirada hacia ella por unos segundos, sonrojandose al recordar la tarde de estudio en su casa, donde ella había besando su frente, devolviendo su mirada al camino directo a su aula. Jirou imitó a Momo, limitándose a sonrojarse y darle una pequeña mirada a la chica de la clase C.

Tsuyu se asustó mucho al ver como Ochako giraba su cabeza brutalmente para ver a la chica, pensando que había roto su cuello o algo por el estilo. Por su parte, Izuku solo sonrió ampliamente al ver a la chica, sonrojandose ligeramente y siguiendo su camino al igual que Yaoyoruzu.

Mientras Sero solo la observó por un segundo, Denki había intentado ir tras ella, siendo detenido por Aizawa, quien lo envolvió en sus cintas y lo llevó al aula junto al resto de estudiantes.

La de orbes onix sonrió, disfrutando de las miradas furtivas, las cuales indicaban que su plan salía a la perfección.

Akira tomó los papeles recién firmados por el hombre que le había vendido su compañía:— Curiosa firma, señor Kato.— dijo ella con una sonrisa.

— Gracias, la practicaba mucho en la universidad.— dijo él, sonriendo.

Akira sonrió, asintiendo:— ¿quiere acompañarme a la cocina? Me gusta cerrar mis tratos preparando comida con mis nuevos socios.— dijo la mujer, tomando una de las manos del hombre, esperanzada de que este aceptara.

— por supuesto.— dijo Kato con una sonrisa.

La chica de largos cabellos se tensó al sentir como alguien tocaba su cabello descaradamente mientras ella estaba a punto se sentarse con sus mejores amigas para disfrutar de su almuerzo.

Al girarse para encarar a la persona, ella no pudo evitar detenerse al observar los fieros ojos rubíes que la observaban cual lobo frente a un cordero.

Cosa que a ella le pareció realmente cómica.

— Buenas tardes, Bakugo.— dijo ella, desviando la mirada ante el repentino acercamiento del rubio.

— Buenas tardes, princesa.— dijo él con un tono burlesco antes de irse mientras mantenía una sonrisa ladina en sus labios.

Ella no tardó mucho en sentarse, preparada para comenzar a comer, hasta que su novio apareció, sentándose a un lado:— _______, lo siento, prometo ser un mejor novio. De ahora en adelante serás mi prioridad.— al escuchar al rubio se acomodó en su silla, observandolo.— te visitaré siempre y me escaparé de algunos de mis entrenamientos para verte y que seas feliz.

Ella suspiró, observando al rubio con una sonrisa y manteniéndose en silencio, cosa que hizo sonreír a Denki, quien intentó besarla, sin embargo, fue defendido por la mano de la chica que se depósito en su pecho, haciendo que se separara de ella.

— Mi silencio no significa que esté de acuerdo contigo.— comenzó a hablar la azabache.— es solo que tu nivel de estupidez me dejó sin palabras.

Shinso amplió una sonrisa, observando la escena con ilusión.

— Eres una linda persona, Denki, de verdad. Te quiero mucho.— dijo ella con una sonrisa, acariciando el cabello del mencionado.— Pero no quiero estar con un niño que me tiene como entretenimiento y no como una prioridad, y reconozco que tú sueñas con ser un héroe, pero si realmente lo quisieras, administrarías mejor tus tiempos para poder estar conmigo. Yo merezco más de lo que tú me estás dando.

Denki observó horrorizado a la chica, notando lo que estaba pasando:— ________, espera, hablemos esto mejor. No nos precipitemos.— ella tuvo que reprimir una sonrisa al observar como Denki tomaba sus manos.

— Solo pedía un poco de atención y tiempo, y ni siquiera eso pudiste darme, prefiero estar sola a estar siempre mendigando amor.— dijo la chica, zafandose del agarré de su ahora ex novio.— Soy una mujer, no necesito estar con un niño que no puede encontrar la manera de estar en el cumpleaños de mi madre, en resumen. Terminamos.

Denki quedó estático ante aquella última palabra, sintiendo como algo dentro de él se destruía y todo habia sido culpa suya. Ella lo observó, reprimiendo una sonrisa, había estado buscando una excusa para terminar con el chico de Quirk eléctrico y, así, sus pretendientes podrían tener pase libre para coquetear con ella.

Un par de lágrimas recorrieron su rostro:— lo siento mucho, pero, así debe ser, la respuesta no es saltarte tus prioridades para estar conmigo. Te quiero, pero, ya no puedo estar con alguien así.— dijo entre jadeos, corriendo hacia la salida de la cafetería.

Todo comenzó hace diecisiete años, cuando Akira la tuvo entre sus brazos, ella era simplemente hermosa, sus mejillas rosas y sus grandes ojos negros la hacían perfecta. Ella se encargaría de que aquella niña se sintiera amada cada día de su vida.

Akira se encargaría de que estuviera feliz y segura por el resto de su vida.

Cuando ella abrió sus ojos y rió al verla, Akira no tardó mucho en tomarla entre sus brazos, enternecida:— Mi hermosa princesita...— la pequeña bebé posó su mano en una de las mejillas de su madre, observandola con toda la felicidad que un recién nacido podía tener al estar junto a su madre.

Un chillido de emoción no tardó en escucharse desde la puerta, haciendo que Akira suspiraba mientras sonreía y observaba a su pequeña hija jugar con su dedo:— ¡Nuestra hermosa bebita esta despierta!— exclamó Tiago mientras llevaba varios sonajeros en sus manos, haciendo bailes extraños para hacer a su hija reír.

— La vas a asustar con tu fea cara.— dijo Akim, entrando a la habitación, sonriendo al ver a la pequeña bebé en brazos de su esposa.— mi princesa es lo más hermoso del mundo.

Akira asintió:— es la joya más hermosa que el mundo jamás podrá ver, mi hermosa joya.— dijo la azabache de cabellos cortos con una sonrisa, poniendo a la pequeña en brazos del recién llegado Kanaye, quien la tomó con suma delicadeza.

— ¿ya hizo los movimientos de piernas para acostumbrarla al movimiento de caminar?— la pequeña observó a su padre de manera constante, haciendo que un pequeño hilo de saliva diera de su boca, mismo que Akira no tardó en limpiar.

Cuando Kanaye la apoyó cerca de su hombro para acariciar la espalda y cabeza de su hija, ella extendió sus pequeños brazos y sonrió hacia el recién llegado:— ¿Que haces aquí, Irazume? Deberias estar en la empresa.— dijo Akira mientras el albino colocaba a la pequeña bebé en sus brazos, después de todo esta queria estar con su madre.

El inexpresivo mencionado cerró la puerta de la habitación de su hija y su esposa, mostrando un pequeño tablero detrás de esta:— Según los horarios de _______, ella despierta de buen humor todos los días a esta hora después de su siesta, luego debe ser alimentada y comienzan los horarios de juego.— comentó el hombre con seriedad, observando con curiosidad a la bebé, la cual estab vestida con un lindo vestido rosa, cuyo cabello, realmente corto ya que apenas estaba creciendo, se encontraba atado con dos pequeños moñitos.

Irazume no pudo evitar sucumbir ante la ternura de su primogénita.

Akira colocó su mano en su cintura, observando molesta a su esposo, el cual intentaba buscar un sombrero para su hija:— Irazume, debes cumplir con tus propios horarios de trabajo, podrás ver a ______ cuando vuelvas del trabajo.— dijo la mujer con el ceño fruncido.

La bebé, al observar a su madre, imitó su acción, frunciendo el ceño y cruzando sus pequeños bracitos:— ¡Baba!— exclamó la pequeña, haciendo que Tiago casi muriese de un ataque cardíaco seguido de una hemorragia, no sin antes tomar una foto de su tierna hija.

Irazume abrió su boca, horrorizado:— Akira, no pongas a mi hija en mi contra.— la mencionada observó a la pequeña, quien imitó su acción, cruzando miradas con los hermosos ojos verdosos de su madre, quien sonrió.

La azabache acercó a su hija hacia el azabache, acercando a la bebé hacia el hombre:— Vamos, _______, despídete de papá.— la pequeña observó con sus grandes ojos a uno de sus progenitores.

Ella colocó una de sus pequeñas manos en la mejilla de Irazume:— ¡Abu!— exclamó la niña con una sonrisa, derritiendo el frío corazón del empresario.

La azabache se cruzó de brazos, observando con el ceño fruncido como Denki se encontraba frente a la puerta de su aula, junto con otros integrantes de diferentes clases, quienes evidentemente tenían intenciones de invitarla a salir.

— ¡Vamos clase C! Maniobra evasiva, aro del infierno.— exclamó Sakura, mientras algunas personas de la clase c se colocaban al rededor de la azabache mientras otros grupo apartaba a los estudiantes del camino de la chica, quien caminaba tranquilamente.

Al encontrarse segura, todos los estudiantes pertenecientes a la clase de estudios generales comenzaron a caminar junto a ella hacia los dormitorios, con intensiones de evitar que cualquier persona indeseable se le acercara mientras caminaban a casa.

Con pereza, la azabache comenzó a revisar su teléfono, recibiendo mensajes de un número desconocido, mismo que logró identificar como el número de teléfono de Bakugo, después de todo, al husmear en el teléfono de Denki ella logró memorizar los números de todos.

Majakutsu simplemente decidió ignorar aquellos mensajes, pasando a ver el chat que mantenía con Shoto, quien le enviaba fotos de su gato y él.

Todos los estudiantes de la clase C se pusieron alerta al ver como alguien e acercaba a toda velocidad:— ¡Hermana!— exclamó Kotaro, razón por la cual todos se relajaron y dejaron pasar al chico, quien abrazó a la mayor.

— Hola, Kota.— dijo ella sin despegar su mirada del teléfono.

— Ví como terminabas con Kaminari, nunca me cayó bien ese maldito idiota.— exclamó el menor, haciendo reír a algunos de los compañeros de su hermana.

Ella suspiró, guardando su teléfono en su mochila y procediendo a girarse hacia su hermano, colocando una de sus manos sobre la mejilla de Kotaro y acariciando esta:— No te preocupes, Kota, vamos a casa.— dijo ella con una sonrisa, provocado que su hermano menor se derritiera por dentro.

(...)

La juventud es algo muy importante en la vida de un niño, muchos de los casos de psicopatías en estos provienen de traumas durante la niñez, siendo los primeros años de vida los más importantes. Akira siempre tuvo una buena vida, estuvo en las mejores escuelas, sus padres la apoyaban en todo, intentaban hacerla feliz y complacerla. Llegando a apoyar sus amplias ambiciones.

Por más que lo negase, ella amaba a sus cuatro esposos, su corazón estaba lleno de amor, el cual no dudaba en dar. Ellos, cegados por la belleza y el encanto de la femenina, aceptaron.

Poco tiempo después tuvieron un bebé, una niña, que parecía gozar de las mejores actitudes de cada uno de sus progenitores. La belleza, la inteligencia, la perspicacia. Aquella niña era simplemente perfecta a los ojos enamorados de los cinco adultos que se juntaron para crearla.

El corazón de Akira se había llenado, sabía que, en comparación a su hija, la fortuna seria irrelevante, porque no tardaría dos veces en escoger la felicidad de esta.

Poco después nació otro niño, hermoso, inteligente. La única diferencia entre él y su hermana mayor es que, por más que lo intentara, Akira no podía amarlo.

Tiago, Kanaye y Akim se limitaban a tratarlo como a un pequeño sobrino, después de todo, aquel niño era la adoración de su pequeña niña, quien era tan sobre protegida que nunca salía de casa, razón por la cual, tener un compañero de juegos que no fuera metros más alto que ella era realmente gratificante para la pequeña.

La niña no se cansaba de intentar que su madre demostrase el mismo sentimiento hacia su hermano que cuando o hacia cuando estaba con ella, sin embargo, a menos que su hija se dividiese en dos, ella no podría amar a ningún otro niño.

Akira estaba tan llena que solo la necesitaba a ella.

Cuando su pequeña tenía tres años, sucedió algo que rompió su corazón en mil pedazos, una herida que jamás pudo sanar y un suceso que jamás se perdonaría a sí misma.

Los matrimonios por quirk no eran algo nuevo, era algo que se remontaba a generaciones, todos querían que, al tener un hijo, este fuera el más fuerte, el más inteligente, querían que fuera el mejor, por ello, parejas se casaban solo para hacer a la siguiente generación más poderos y, luego de que se desarrollara la industria del heroísmo, estos pudiesen ejercer en este, no solo siendo un héroe más, si no, el número uno.

Sin embargo, no solo personas que incursionaban en el heroísmo se incluían en la búsqueda del niño prodigio.

Villanos, antagonistas de una sociedad moralista que se rige por reglas estipuladas por alguna persona realmente aburrida, aunque la gran mayoría de ellos solo se centraban en ejercer su oficio, robar, asesinar, etc. Los más ambiciosos tenían planes mucho más grandes que conformarse con una vida en la que tenían que esforzarse para conseguir sus objetivos, no, ellos querían a un soldado perfecto, alguien fuerte con quien no puedas ejercer una contraposición.

A diferencia de los héroes, ellos no se limitaban solo a procrear, buscando la perfección, con una investigación furtiva de las particularidades de los padres, podían llegar a miles de variables para los posibles Kosei de esos niños.

¿Qué podría pensar una de esas personas al encontrar una niña cuya madre se había casado con cuatro hombres extraordinarios con diferentes tipos de particularidades y habían decidido tener en conjunto a aquella pequeña e inocente criatura?

Una madre que dominaba las mentes.

Un padre que controlaba la sangre dentro del organismo humano.

Un padre que controlaba todo lo referente al cuerpo, logrando incluso manipular las células de este y cambiar por completo el aspecto de una persona.

Un padre que controlaba el hierro.

Y un padre que controlaba la energía para crear armas, cuya velocidad y fuerza eran casi inhumanas, cuyo intelecto táctico competía contra el de una máquina y podía desviar y anular ataques de tipo emisión. Un guerrero ruso diseñado desde la cuna para matar, teniendo un excelente pasado militar en su familia.

Esos eran los genes de aquella pequeña niña de tres años que alguien había decidido arrancar de los brazos de su madre, justo en el día del cumpleaños de esta última.

Akira gritó, lloró, pataleó y, por poco, asesina a Kanaye cuando este quiso evitar que saliera de casa en aquel estado. Le habían arrebatado lo más importante de su vida, un gran pedazo de su ser, le habían quitado su felicidad y su corazón.

―Si alguien lastimó a mi hija, personalmente, me encargaré de arrancarle los ojos y se los meteré por el pescuezo para que vean a mi cuchillo abrirles las entrañas. ― dijo mujer, secando las lágrimas de sus ojos, observando a sus esposos con ira.

Dos meses pasaron hasta que Akira pudo ver de nuevo a su pequeña hija, mismos que ella sintió como si fuera años: ― ¡Mami! ― exclamó la pequeña, con lágrimas en sus ojos, corriendo hacia los brazos de su madre, quien al igual que su hija lloraba.

Silenciosa, ella comenzó a mecer a su hija en sus brazos, intentando calmarla y dormirla, mientras caminaba entre los cadáveres de los captores de la pequeña niña, mientras sus cuatro esposos y un pequeño grupo de soldados de Akim la esperaba fuera de la habitación.

Después de aquello, las puertas de la casa Majakutsu no se volvieron a abrir a alguien que no pasara antes las exhaustivas pruebas de una madre marcada de por vida.

Meses después del cuarto cumpleaños de su hija, lo único que Akira deseaba era que su particularidad nunca se desarrollara, que su hija pudiera vivir una vida normal, trabajando junto a Irazume y viviendo una vida tranquila y llena de felicidad, sin embargo, sus esperanzas de desvanecieron por completo cuando, un día en que su hija miraba felizmente su programa favorito en la televisión, los comerciales comenzaron, siendo allí donde apareció el detonante para que los poderes de su hija aparecieran.

Los ojos de la niña se abrieron, desorbitados, echándose para atrás, sintiendo como su corazón se aceleraba, como su cuerpo temblaba, deseando que una gran hacha cortase aquel recuerdo en dos. Mismo deseo que su particularidad le concedió.

La pequeña agarró su cuello, desesperada, sintiendo la falta de aire en sus pulmones: ― Mi mamá nunca vendrá por mí, me quedaré por siempre, tengo que quedarme porque nadie me ama. ― comenzó a decir ella, horrorizando a sus padres, quienes se aceraron para auxiliarla.

―¡Haz algo! ― exclamaron Akin e Irazume, mirando a Akira, desesperados, observando como su pequeña se ahogaba.

― ¡Eso intento! No puedo entrar en su mente. ― dijo Akira, llorando ante sus inútiles esfuerzos de ayudar a su hija, obsevando la escena con horror.

Kanaye no tardó mucho en correr hacia su laboratorio, agarrando un sedante que le inyectó a su hija, el cual no tardó en hacerle efecto: ― No pude usar mi particularidad… ― dijo la mujer, temblorosa, observando a su hija inconsciente.

―No es algo tuyo, Akira, intenté obligar a sus pulmones a recibir aire y no funcionó. ― Akim se pasó la mano por el rostro con molestia.

―Entre cuatro de otras posibles particularidades tuvo que heredar la mía. ― dijo el rubio, como si estuviera siendo castigado por sus pecados.

Solo luego de una larga charla, en la que Tiago se incluyó, fue cuando todos llegaron a un acuerdo. Usarían un dispositivo de anulación de quirks para que Akira pudiese entrar a la mente de su hija y husmear en sus recuerdos, viendo si debía o no borrar lapsos de su memoria. Y así fue como todo se ejecutó. El único problema en el plan, era que nadie podría adivinar que la mujer se horrorizara y se culpara tanto al ver los tortuosos recuerdos de su hija, de cuando un hombre intentó quitar su ropa y ella, al defenderse, incitó al pedófilo a comenzar a golpearla.

Ese tan solo había sido su primer día fuera de casa, siendo la manipulación y el acoso verbal lo que, poco a poco, destruía a la niña por dentro. Pudo zafarse de los abusos, pero no las palabras que se repetían con constancia en su mente, palabras con cuchillos entre cada letra y silaba, palabras que ningún niño debería escuchar.

Luego de aquello, junto con la faceta de persona amorosa, ella dejó aquellos recuerdos de su hija en el olvido, siendo inexistentes, en cierto punto.

La chica de cabellos largos metió una paleta de cereza en su boca, sonriente, planeaba no salir en dos días de su habitación, así podría hacerle creer a las personas a su alrededor que estaba realmente dolida por el rompimiento con Denki, así, este creería que no todo estaba perdido e intentaría recuperarla.

Estar soltera, en aquel momento, era lo mejor, después de todo, ya había logrado llamar la atención de varios estudiantes de la clase 2-A, los cuales solo se limitaban gracias a su relación con el chico de Quirk eléctrico. Era algo interesante imaginar lo que sucedería de ahora en adelante.

— Buenas tardes.— dijo Inuko, entrando como si aquella fuera su habitación.

La azabache observó a su amiga con el ceño fruncido:— Rina, sabes que odia que entremos sin permiso.— la castaña se encogió de hombros y se lanzó a la cómoda cama de su adinerada amiga, disfrutando el suave colchón de esta.

— ¿Que tal si me estuviera masturbando?— preguntó la de orbes onix, manteniendo el ceño fruncido.

Rina soltó una risa:— Vamos, Maja, tu no tienes necesidad de masturbarte. Puedes tener sexo con quien quieras.— la mencionada apretó sus labios, reprimiendo una risa y desviando la mirada, asintiendo con la cabeza.

— ¿Te sientes bien? Cuando salías con Kaminari se vimos realmente feliz, si estás deprimida, aquí estamos para apoyarte.— dijo la rubia con una sonrisa, regalandole a su amiga una leche chocolatada y un paquete con pequeñas galletas.— el chocolate y las galletas siempre son el remedio para un corazón roto.

La mercenaria tomó el paquete de galletas con una pequeña sonrisa, metiendo una de estas a su boca y luego tomando algo de la leche chocolatada que Sakura le había regalado, todos en la clase 2-C sabían que ella era realmente glotona, obvios efectos de su particularidad desconocida, razón por la cual, la mayoría de sus compañeros le dejaban detalles dulces, sin embargo, aquel día había recibido una montaña de comida que Inuko se encargaba de devorar.

— si me deprimiera por cosas tan insignificantes no sería una asesina.— la azabache pasó su lengua por su labio superior, observando como los mensajes nos paraban de llegar a su teléfono.

Ella echó su cabello a un lado, disfrutando la idea de que sus planes poco a poco tomaban forma y, a pesar de que lo único que necesitaba era la fórmula antiquirk de Chisaki, poco a poco, a medida que el tiempo pasaba, comenzaba a disfrutar el caos que formaba a su alrededor.

Comenzaba a disfrutar tener el control y manejar lo hilos cual titiritero.

Aún no sabía que haría luego de derrocar a su madre, tal vez manejar las empresas familiares junto a Kotaro, o simplemente vivir una vida simple y acomodada con el dinero que había obtenido al rededor de aquellos años mediante inversiones y su trabajo de mercenaria.

Tal vez cumpliría su sueño frustrado o viajaría, había una gran cantidad de probabilidades.

— Aplicaré para una escuela de diseño en París.— Inuko y Majakutsu observaron a Sakura, boquiabiertas ante la repentina declaración de la rubia.

— ¿Cual?— preguntó la azabache, aún impactada por la noticia.

La rubia sonrió, sonrojada:— en todas.— dijo ella algo avergonzada.

La castaña soltó una pequeña risa, levantándose de la cama de su amiga y acariciando el cabello de Yuko:— Cuando quedes en todas te arrepentirás.— dijo la de orbes onix, metiendo una galleta en su boca.

Sakura suspiró, adoptando una postura seria:— queria decirles que no quiero su ayuda, quiero conseguir esto por mis propios méritos, quiero conseguir esto porque tengo talento para el diseño de modas y no porque tengo un par de amigas adineradas.— dijo ella con decisión, haciendo que, por primera vez en mucho tiempo, la azabache sonriera sinceramente con ternura.

La rubia abrió sus labios ligeramente al observar aquello.

— ¿Quien dijo que te iba a ayudar?— dijo Majakutsu, cruzándose de brazos y cambiando su expresión a una burlona.

Inuko sonrió, observando como Sakura se sonrojaba, mordiendo su labio superior mientras suspiraba:— Maja, se que tu eres quien paga los servicios en mi casa cuando notas que no tenemos dinero, también sé que tu eres la inversora secreta que le permitió a mi hermanita a entrar en una buena escuela privada.— la mencionada observó a la rubia con molestia.

— ¿Que te hace creer eso? — dijo la azabache cruzando los brazos.

Inuko suspiró:— Maja, se que quieres que creamos que eres una mala persona, pero sabemos que no es así.— la mencionada chasqueó la lengua con molestia.

— Por eso, te lo pido.— Sakura tomó las manos de la azabache.— no intervengas.

Ella frunció el ceño, soltandose del agarre de su mejor amiga bruscamente:— como sea.— respondió, sacudiéndose para intentarse liberar del cosquilleo extraño que sentía en todo su cuerpo, estaba nerviosa.

— Es una superdotada muy estupida.— comentó Inuko, riéndose al ver a Sakura limpiar los mocos que salían de su nariz, desarreglando su maquillaje de ojos y pareciendo un fantasma.

Akira comenzó a cortar las verduras con rapidez, desviando la mirada de vez en cuando hacía el señor Kato, quien cortaba cuidadosamente.

— Sabe, nunca fui bueno cocinando.— comenzó a hablar el hombre. Akira sonrió, indicándole que continuará.— usted parece tener el toque de una madre, aunque se ve muy joven para tener hijos.

— En realidad tengo dos...— comenzó a hablar la mujer.— el menor se llama Kotaro, cuida bien de su hermana.

La azabache vio como la mano derecha del hombre se posaba sobre la tabla de cortar, prestandole más atención a lo que decía que a lo que debía estar haciendo:— La mayor era mi adoración, hermosa, inteligente, poderosa.— dijo la mujer con una sonrisa.

— Su nombre es ________.— cuando Akira dijo aquello, Kato palidecio, sintiendo como el cuchillo con el que Akira cortaba las verduras pasaba a su mano, cortando esta.

El hombre gritó con desesperación, observando aquello, no tardando mucho en sentir el cuchillo de Akira rasgar su estómago, haciendo que se cayera y comenzara a desangrarse en el suelo de aquella cocina.

— y no descansaré hasta ver muertos a quienes intentaron arrebatarme a mi linda joya.— dijo ella, sin corazón, soltando el cuchillo y, por ende, haciendo que este acabará clavado en el cabeza de Kato.

La mujer pasó por encima del cadáver, sacando su teléfono de su bolsillo y usando este mientras caminaba elegantemente hacia su oficina:— ocupate de un asunto en mi cocina, ahora.— ordenó ella a su asistente, colgando la llamada.

Imagen del vestido de Maja en la fiesta.

Hola ¿cómo están?

Perdón por la tardanza, ya saben, la escuela es insufrible.

Espero les haya gustado.

Hoy fue un capítulo compartido entre Akira y Maja.

Poco a poco iré hablando más sobre Akira.

Estaré publicando al mismo tiempo un capítulo de mi nueva historia de Dabi, espero vayan a leer esta y la disfruten ^^ se llama Stalker.

Espero hayan disfrutado el capítulo, no olviden dejarme su opinión en los comentarios.

Gracias por leer. 🥀

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