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-031.-

Este capítulo contiene escenas gore violentas y escenas lemon, si no te gusta este tipo de escenas no leas los últimos dos separadores.

031.—

La mujer de cortos cabellos dejó escapar el humo del cigarro, observando las brillantes estrellas en el oscuro cielo de la noche, nunca olvidaría el día de su cumpleaños, ese mismo dia, hace catorce años intentaron robar algo preciado para ella.

Luego eso, seis años después, uno de sus tres esposos la engañó el día del cumpleaños de su hija. Por eso tomó decisiones precipitadas, de las cuales no planeaba arrepentirse.

— Akira.— se escuchó la suave y grave voz de Kanaye llamarla, fría como el hielo, solo trataba con calidez a su hija.— ya es tiempo de terminar con todo esto, aún tenemos tiempo de ser una familia de verdad.

La azabache desvió sus ojos para observar a su esposo, un típico semblante inexpresivo que solo cambiaba frente a su hija o invitados frente a los que tenía que aparentar apareció:— Limitate a hacer las cosas que te ordené.— dijo ella con desdén, haciendo que el albino suspirara, rendido.

— El amor no es debilidad, Akira, no hagas que nuestra hija sea incapaz de amar. Ella sigue tus mismos pasos.— la mujer frunció el ceño con molestia ante lo dicho por Kanaye, quien imitó su acción.— la estas llevando por un sendero sin retorno.

Akira mordió su labio inferior con molestia, reprimiendo su ira:— ________ no es como yo, tampoco quiero que lo sea, ella es mejor.— gruñó la mujer de orbes verdosos.

Rendido, Kanaye apretó sus labios, dándole la espalda a su esposa:— no digas que no te lo advertí cuando sea demasiado tarde.— dijo él, antes de irse y dejar atrás a la mujer, quien devolvió su vista al cielo estrellado, recordando los hermosos ojos de su hija.

— Todos dicen que se parece a mi, pero, la verdad es que ella es idéntica a ti.— dijo ella, recargando su cabeza en una columna cercana.— ...Irazume.

— ¿Quieres que sea tu pareja en el baile de máscaras de esta noche?— preguntó Natsume, esperanzado por una respuesta positiva por parte de su compañera de clase.

— No.— se limitó a responder ella mientras leia una revista que Sakura le había pedido revisar y marcar las prendas que le gustasen.

— Y...— antes de que Kora siquiera pudiese hablar, Majakutsu negó con la cabeza, haciendo que Rina se burlara de su prima.

Con suerte, alguno de ellos lograría entablar una conversación con ella, después de todo, debía hacer muchas cosas aquella noche; centrada en su misión, que en aquel momento era ojear una revista, la azabache comenzó a jugar con el bolígrafo entre sus dedos, rozando los anillos de plata que había comenzado a usar recientemente, por sugerencia de Rina, siendo estos un regalo de su parte.

— Terminé.— susurró ella, cerrando la revisa delicadamente, cuidando de que ninguna esquina de esta estuviese doblada o arrugada.

Con delicadeza usual, ella se levantó de su asiento, dejando la revista sobre el escritorio de Sakura, quien, junto a Rina, llevaba los apuntes del salón hacia la sala de maestros. Aprovechando el tiempo libre, la de orbes ónix no tardó ni un minuto en salir del aula, con dirección a las afueras de la escuela, después de todo, según el horario de la clase 2-A en aquel momento entrenarian en el patio de la escuela.

— Tengo muchas preguntas y pocas respuestas.— dijo una voz tenue detrás de ella, razón por la cual ella giró sobre sus pies y observó al chico que previamente había ido a su casa.— ¿Por qué decidiste aceptar el compromiso?

— Debo hacerlo por mi familia.— mintió, observando a Shoto con extrañez.— ¿por qué aceptaste el compromiso? Todos en la escuela saben que tu nunca obedecería a Endeavor.

El menor de la familia Todoroki se encogió de hombros:— No puedo dejar que nuestro hija crezca en una familia con padres separados.— dijo con simpleza.— y con un padrastro tan descuidado... no quiero que Big bang Adromeda Supernova Sonic imite a Kaminari.

La seriedad con la que Shoto dijo aquel largo nombre del pobre y pequeño gato, casi hace que Majakutsu soltara una risa.

— ¿Iras al baile de máscaras? Sé que es ridículo, pero mi madre es un tanto extraña cuando se trata de celebrar sus cumpleaños.— explicó ella.— cuando tenía ocho tuvimos que aprender a usar el trapecio, ya imaginarás cómo fue ese día.

Shoto se sonrojo al ver la pequeña sonrisa en los rosados labios de la más baja:— Iré, mi padre y mis hermanos también iran, como símbolo de la unión de nuestras familias.— declaró el mitad mitad, desviando la mirada.

— ¿Y tu madre? — él cerró sus ojos y suspiró.

— Mis padres están en proceso de divorcio, sería algo incómodo que estuvieran juntos toda la noche.— dijo él, pensando que debía contarle aquel tipo de cosas por el simple hecho de ser su prometido.— ¿Almorzaremos juntos hoy? Debemos comenzar a conocernos, como dice en el contrato.

La chica de largos cabellos apretó sus labios:— primero tengo que hablar con Denki sobre esta situación.— dijo ella en un tono suave, que hizo que Shoto se estremeciera.

— ¡Todoroki!— se escuchó la voz de Aizawa gritar a la distancia.

— Debo irme.— dijo el chico con heterocromia, señalando el lugar por donde se iría.

— Volveré a clase.— dijo ella con simpleza.

Al girarse una larga sonrisa se extendió en los labios de la menor, quien caminaba en la dirección contraria a la que iba Shoto.

— Provecho.— dijo la azabache, sentándose junto a Shinso e Izuku, quienes comían plácidamente.

— Majakutsu.— dijo Izuku, golpeando levemente la espalda de Hitoshi mientras este se atragantaba con su comida ante la repentina aparacion de su ex compañera.

La azabache dividió sus palillos, observando la escena con una sonrisa mientras se llevaba un trozo de carne a la boca, saboreando el delicioso sabor de esta.

— ¿Preparados para esta noche?— pregunto ella, luego de tragar lo que tenía en la boca.

Izuki sonrió:— ¡Si! Mamá me ayudó a escoger el traje perfecto.— confesó el chico con efusividad, sonriendo mientras Hitoshi bebía agua para disipar aquella horrible sensación que tenía en la garganta.

— No me malentiendas, pero, ¿no deberías estar con Kaminari?— preguntó Hitoshi, su voz era un poco más gruesa gracias al tono bajo que usó, pronunciando el apellido de Denki con evidente molestia.

— Es complicado.— se limitó a decir ella, desviando la mirada a donde se encontraba su novio, el cual la observaba con un gesto lastimoso que, evidentemente, no movió nada en ella.— ¿Que hay de ti? Shinso-san ¿ya elegiste un traje?

Hitoshi asintió, observando el usual gesto medianamente inexpresivo de la femenina:— Lo verás en la noche.— dijo, llevándose el vaso de agua a la boca, comenzando a beber más de esta.

— Linda propuesta, ¿con quién dejarás al gato?— en aquel momento Hitoshi desvió la mirada y escupió toda el agua que tenía en la boca, desprevenido ante aquella pregunta.

— ¿Tienes un gato, Shinso-kun?— preguntó el peliverde, ladeando la cabeza con confusión.

El pelimorado asintió, limpiando el agua que goteaba de su boca y lanzando un para de servilletas al suelo para que estas absorviesen el agua que había escupido en el suelo:— ¿Como se llama?— preguntó la azabache, razón por la cual Hitoshi frunció el ceño, avergonzado por el nombre que le había puesto a su gato.

— Gatsby.— susurró, haciendo que la azabache ampliara una sonrisa juguetona en sus labios.

— Perdón, no te escuché, ¿puedes repetirlo?— preguntó, haciendo que el pelimorado se sonrojara por la vergüenza provocada.

— ¡El gran Gatsby!— exclamó, avergonzado.

Sakura e Inuko, quienes se encontraban sentadas un par de mesas atrás, se rieron ante lo que habían escuchado.

— Ingenioso, después de todo al principio suena como si fueras a decir gato, es un nombre de un personaje que puedes usar como nombre para un gato. Me gusta.— dijo el pecoso con una amplia sonrisa, observando, luego, confundido, como Ochako, a lo lejos, dudaba en si sentarse con ellos o no.

— Por cierto, quería preguntar, ¿qué hacen aquí un sábado?— preguntó Hitoshi, recogiendo las servilletas que anteriormente había tirado al suelo, poniéndola en el vaso donde anteriormente se encontraba su refresco, antes de beberlo.

— Ya que vamos a un resort en las próximas semanas, damos clases extras para nivelar el tiempo de vacaciones.— dijo ella, haciendo comillas con sus dedos ante aquella última palabra.— ¿Son duros los entrenamientos? Definitivamente yo no podría venir a la escuela todos los sábados.

Ambos estudiantes a heroes se miraron entre si, asintiendo al creer estar de acuerdo con su respuesta:— La verdad si/no.— dijeron al unísono, siendo Hitoshi quien había dicho que si.

Ella rió ante la confusión que se había formado entre los dos muchachos.

— Hola.— saludó Shoto, sentándose frente a sus dos compañeros y su prometida, con quien conversaban plácidamente.

— Buenas tardes, Majakutsu-san.— saludó Ochako, tartamudeando.

— Buenas tardes, disfruten su comida.— saludó Iida, acomodando sus lentes y sentándose a un lado de Ochako.

La azabache bebió de su refresco, sonriendo al ver como Ochako se sonrojó cuando cruzaron miradas por un instante:— Uraraka-san, es bueno verte, ¿irás a la fiesta de esta noche?— la castaña asintió, avergonzada.

— iré como acompañante de Deku e Iida.— dijo ella con una ligera sonrisa, mordiendo una galleta con amargura al saber que no sería quien acompañase a Majakutsu en el baile de máscaras.

— Yo iré solo.— dijeron Hitoshi y Shoto al unísono, haciendo que la azabache sonriera discretamente.

Ella apoyó su codo en la mesa, utilizando su mano para apoyar su rostro mientras se llevaba una cucharada de arroz a la boca, al masticar y tragar lo que había metido en su boca ella sonrió dulcemente.

— ¿Por qué no eres mi acompañante?— al escuchar aquello, tanto el bicolor como el pelimorado voltearon a ver a la femenina rápidamente.

Al notar que la pregunta no era dirigida a él, Shoto devolvió su mirada a su plato.

— ¿Yo?— preguntó Hitoshi, incrédulo.

Ella sonrió:— Si, Shinso-san, tú.— dijo ella con simplicidad, aclarando su garganta.

— Pero ¿y...?— antes de terminar de formular su pregunta, el pelimorado de quedó callado, no dejaría pasar aquella oportunidad.— Nada. Acepto.

— Genial, Kota entrará con nosotros, pero tu serás mi acompañante principal.— explicó ella, observando con su vista periférica como Ochako hacia una mueca de disgusto mientras metía un pedazo de cerdo a su boca violentamente.

Denki, en aquel momento, observaba la escena mientras mordía una servilleta con un grave sentimiento de impotencia, intentando resistir la agonía de ver no poder ver a su novia con un lindo traje de gala y, por supuesto, de observar como invitaba a su compañero para ser su acompañante.

— Yo tengo una invitación para la fiesta.— confesó Mina, haciendo que Denki sonriera, esperanzado.— pero, le daré el otro cupo a Sero, lo siento, se lo prometí.

El rubio se desvaneció en su asiento, haciendo que otro rubio de orbes esmeraldas lo observara con molestia:— Bakubro, ¿no tienes también una invitación?— aquello hizo que Kaminari frunciera el ceño, debido a que era bien sabido que él y su novia no se llevaba bien.

Siento él el único que no notaba la tensión sexual entre la azabache y el de orbes rubíes. Después del festival deportivo, aquello quedó más que claro.

— No.— mintió, no pensaba dejar que el novio de la chica estuviera presente luego de la escena que se armó el día en que ella lo invitó a la fiesta.

Eijiro sonrió con nerviosismo, después de todo él también tenía una invitación.

— Agh, matenme.— dijo él, recostando su rostro en la mesa.

— Tranquilo, tomaré fotos y te mostraré lo hermosa que se verá tu novia.— dijo Sero con una sonrisa burlona.

— No debí rechazarla por las vigilancias nocturnas, incluso Midoriya, el más obsesionado con todo esto, va a ir a la fiesta.— se quejó Kaminari de su propia estupidez, observando a algunas mesas de distancia como su novia sonreía mientras charlaba con sus amigos.— soy un idiota.

La azabache bajó de la camioneta negra, observando la gran mansión blanca, en donde entraban los invitados, cada quien con una máscara diferente a la anterior, con delicadeza, para no arruinar su peinado, ella se colocó su máscara, observando a su acompañante, quien la esperaba cerca de la puerta de entrada.

— Te ves bien.— dijo ella, acercándose junto a Kotaro.

Hitoshi, boquiabierto, observó el hermoso vestido de la azabache, era completamente negro, medianamente escotado y con una apertura en donde salía su piera, en ves de mangas, su vestido se sostenía con tiras, mientras un par de hermosos cinturones envolvían su cintura, mantenía sus hombros descubiertos mientras una tela de encaje caía desde la mitad de su brazo y caía perfectamente hasta tapar sus brazos.

Se miraba simplemente hermosa, sobre todo con aquel maquillaje de sombras negras y un hermoso color carmín sobre sus labios.

— Tu...estás...wow.— dijo él, embelesado, haciendo que una sonrisa se extendiera en los labios de la más baja, quien abrazó el brazo del estudiante a héroe, haciendo que se sonrojarse al bajar ligeramente su mirada hacia su escote.

La azabache, con su brazo libre, abrazó el brazo de Kotaro, quien llevaba un lindo traje completamente negro, que combinaba a la perfección el vestido de su hermana mayor, llevando una máscara de este mismo color, sin ningún detalle extra, a diferencia de la máscara de su hermana, que estaba, casi por completo, hecha de encaje negro, sostenidas por cintas de seda de este mismo color.

A diferencia de Hitoshi, cuya camisa era de color púrpura, siendo el resto de su traje de color negro, llevando solo cierta parte de su cabello levantada mientras que otra gran parte de su cabello se encontraba ocultando su frente. Era simplemente perfecto.

Al entrar, Hitoshi se quedó boquiabierto, observando a las bailarinas en aros colgados en el techo, varios malabaristas y personas que hacían trucos seguros con fuego, bailarinas con exóticos y voluminosos disfraces, mientras la música resonaba por cada rincón de la gran mansión, meseros en todas partes, algunas personas encontrándose en el área de las piscinas, otras disfrutando de las diferentes diversiones en las habitaciones de aquella mansión, meseros repartiendo comida y bebida, e incluso varios cuartos con cintas rojas, donde cualquier persona podía entrar y realizar actividades privadas.

Muchas clases de personas se encontraban allí, desde estudiantes hasta heroes, desde policías hasta gansters, aquel era un gran y extravagante sitio en donde muchos tipos de personas se reunían y satisfacían sus deseos de diversión, llegando a estar casi en un éxtasis.

— Al buen estilo del gran Gatsby.— dijo la azabache con una sonrisa, observando a Shinso, quien se sonrojó por aquello.

En el centro de todo se encontraba Akira, sentada en un gran trono forrado de terciopelo rojo, disfrutando del espectáculo a su alrededor, gozando de un millar de pretendientes que alababan lo bien que se veía con aquel vestido escarlata, cuya tela se pegaba perfectamente a su cuerpo.

— Siempre he querido hacer un vestido de figura de sirena como el que lleva tu madre.— dijo Sakura, llegando detrás de su mejor amiga y sonriendo ampliamente al ver todo el lugar de reojo.

— Uh, hay bufet de todo lo que puedas comer.— chilló Rina, sonriente, tomando a Yuko del brazo y arrastrando a esta hacua la gran mesa de comida.

Sakura llevaba un hermoso vestido rosa, decorado con flores rosa y azules, cuyas mangas caían en sus hombros, dejando su clavícula al descubierto. Por su parte, Inuko, llevaba un vestido sin mangas de color plateado, teniendo un hermoso decorado en la parte de arriba, mientras que la larga falda estaba hecha de una hermosa tela que caía perfectamente, elevándose un poco.

— ¡Mira! Ahí están Endeavor y Hawks, y por allá están Best Jeanest y Mirko.— dijo Izuku con emoción, observando a los héroes en el lugar, cual Fanboy que era.

Cuando tanto el peliverde de traje esmeralda, como la castaña que llevaba un hermoso y largo vestido rosa, se sonrojaron al observar a la chica que los había invitado. Ella charlaba con Hitoshi animadamente, mientras al mismo tiempo abrazaba a Kotaro y bebía una copa de champán.

Justo cuando el trío de amigos se acercaba a saludar a la primogénita de Akira, alguien la interceptó primero, era un hombre albino, cuyos ojos color zafiro solo observaban con calidez a la azabache, llevando una máscara negra y un traje de este mismo color, con una brillante corbata azul.

All along it was a fever. A cold sweat hot-headed believer. I threw my hands in the air and said: Show me something. He said: If you dare, come a little closer.

— ¿Me permite un baile? Señorita Majakutsu.— dijo él, extendiendo su mano, la cual la azabache tomó con delicadeza, pasándome su copa a Kotaro, quien bebió de esta con molestia mientras observaba como su hermana se alejaba junto a aquel hombre.

Round and around and around and around we go.

El albino colocó su mano un poco más abajo de donde se encontraba la cintura de la menor, tomando su otra mano y comenzando a balancearse, siguiendo el compás de la música.

Ohh, now tell me now, tell me now, tell me now, you know.

Shoto, quien se encontraba cerca junto a su hermano, Natsuo, observó la escena mientras bebía un poco de vino, haciendo que el interés de su hermano mayor se desviara también hacia aquella hermosa femenina que bailaba elegantemente junto a su acompañante.

Not really sure how to feel about it
Something in the way you move. Makes me feel like I can't live without you. It takes me all the way.

Keigo, quien hablaba animadamente mientras Enji lo observaba con molestia, se calló cuando notó que la mirada de Kai, cuyo rostro había sido ligeramente cambiado por Kanaye, observaba con molestia a un par de personas que bailaban en el centro del salón.

I want you to stay.

— Así que, solo vienes para usar el cumpleaños de tu madre como fachada, usando un hermoso vestido mientras bailas conmigo.— dijo Touya, observando a la hermosa femenina, quien desvió su mirada a la entrada al lugar, en donde se encontraban Eijiro, Sero, Mina y Katsuki, observandola.

It's not much of a life you're Living. It's not just something you take, it's given.

— ¿Crees que este es mi grito de ayuda?— dijo ella, observando los profundos ojos azules que la observaban con cariño.— Me encantaría mostrarte ahora mismo como se escucha un verdadero grito de ayuda.

Round and around and around and around we go. Ohh, now tell me now, tell me now, tell me now, you know.

— Entonces, esto, nosotros, ¿no sientes nada?— preguntó Dabi, cuyas cicatrices de quemadura habían sido curadas, temporalmente, por Kanaye.

— No siento nada.— respondió ella.

— No te creo.— dijo el albino.

— No me importa.— se limitó a decir la azabache.

Not really sure how to feel about it. Something in the way you move.

— Entonces, ¿no recuerdas lo que se sentía cuando bailábamos juntos?— susurró Touya en el oído de la menor, subiendo su mano hasta la cintura de esta.— como en algunas de nuestras, cuando colocaba mi mano en tu cintura.

— No.— dijo ella, desviando la mirada.

Makes me feel like I can't live without you.

— ¿Que tal esto?— preguntó Touya, entrelazando sus dedos con los de la menor.— nuestros dedos tocándose.

It takes me all the way. I want you to stay.

— Nada.— respondió ella, luego de que Touya la hiciera girar sobre su propio eje y la volviera a pegar a su cuerpo.

Ohh, the reason I hold on.

— ¿Y esto?— él inclinó el cuerpo de la chica, haciendo que sus ojos se observaran inderacrmiente.

— ¿Tu corazón se niega a recordar?— preguntó Dabi, volviendo a su posición inicial, mientras sus rostros aún se encontraban cerca.

Ohh, ‘cause I need this hole gone.

Ella se acercó al rostro del albino, como si en cualquier momento fuera a besarlo, la distancia entre sus labios podía contarse con milímetros:— ¿Que corazón?— susurró la azabache, observando al mayor con ojos inexpresivos.

Funny you're the broken one
But I'm the only one who needed saving.

La de orbes ónix apartó su mirada, mientras el albino sentía como su corazón dolía.

Cause when you never see the light
It's hard to know which one of us is caving.

La azabache removió sus manos, quitando el agarré de Touya sobre sus dedos y simplemente limitándose a tomar su mano como se debía hacer en un baile.

Si tan solo tuviera una máquina del tiempo, ella volvería al día en el que conoció a Dabi y se quedaría en cama todo el día.

Not really sure how to feel about it. Something in the way you move. Makes me feel like I can't live without you. It takes me all the way

El albino bajó su mano a donde había estado inicialmente, retirando su agarre en la cintura de la menor, observando un punto inexistente con amargura, queria recuperarla y alejarla de todo aquel drama de heroes y villanos, queria que ella tuviera un vida.

Si tan solo tuviera una máquina del tiempo, él volvería al día en el que Akira llamó a su novia y escaparía junto a ella.

I want you to stay, stay. I want you to stay.

Aunque la realidad indicaba que ninguno de los dos conseguiría aquello.

— Sabes que haría todo por ti.— dijo Dabi con una voz suave, tomando la manos de la menor en el momento que la música terminó de sonar y cambió por una más animada.

— No es cierto.— se limitó a responder, zafandose del agarre del villano y dándole la espalda, caminando en la dirección contraria, mientras este la observaba alejarse.— Te di todo lo que tenía y tú solo tiraste a la basura.

Ante aquella última oración Touya suspiró, sintiendo como el dolor en su pecho incrementaba, mientras al mismo tiempo la menor intentaba tranquilizar los rápidos latidos de su corazón.

Keigo se acercó al albino, tomando a este de la corbata con evidente enojo:— ¿Que estabas haciendo? ¿Porque le dijiste todas esas ridiculeces a la señorita?— gruñó el rubio con enojo.

Touya desvió la mirada con desinterés:— Solamente quiero que ella sea feliz, ¿acaso no quieres eso también? Pollo inútil.— dijo él con molestia.

— Todas esas ridiculeces...tú quieres a la señorita solo para ti, así que, no lo permitiré.— el de orbes zafiros apartó la mano de Keigo bruscamente.

— _______ y yo tenemos historia, ¿cuánto se supone que la conoces tú? Tengo todo el derecho de hablar con ella sobre lo que sea.— el albino se fue luego de decir aquellas palabras que molestaron aún más a Hawks, quien se sobresaltó al sentir que alguien acariciaba sus alas, girandose inmediatamente.

Kotaro, Izuku y su hermana mayor se encontraban detrás de ella, haciendo que el rubio se sonrojara al ver a la hermosa chica con una amplia y tierna sonrisa dirigida a él.

— Hawks, te presento a Izuku Midoriya, voy con él a la escuela. Quiere hacerte un par de preguntas.— dijo ella, señalando al emocionado peliverde, que sobrepasaba, por unos cuantos centímetros, en altura al héroe.

El de orbes ámbar suspiró resignado, asintiendo con la cabeza y observando a la menor por última vez, la cual le sonrió ampliamente:— ¿Ese collar es algún elemento de tu traje de héroe? He visto a otras dos personas con el mismo collar, a demas del hermano de Majakursu-san.— preguntó el peliverde, sonriente.

— Estos collares están de moda.— mintió Keigo con una sonrisa.

— Pronto también tendrás uno.— susurró para si mismo la azabache, con una amplia sonrisa extendiéndose en sus labios.

La menor cambio su amplia sonrisa cuando observó a los dos chicos alejarse mientras charlaba, cambiando esta por un gesto inexpresivo, observando a su madre con oscuridad en su mirada, tomando un par de copas de champán que repartía uno de los muchos meseros, al beber aquel líquido ella sonrió, no era sonrisa dulce, mucho menos una de felicidad.

Un par de meseros pusieron un pequeño trono de terciopelo negro a un lado del trono de Akira, quien la observaba con una mirada inexpresiva y gesticulaba una sonrisa vacía, la adolescente no tardó mucho en adivinar las intenciones de su madre al hacer aquello.

Con una típica elegancia ella camino hacia el asiento vacío, sentándose en este al llegar, apoyando su espalda en el espaldar de la gran silla y cruzando sus piernas con delicadeza, tomando un trago de vino que le había sido brindado por su madre.

Akim, Tiago y Kanaye hicieron su entrada al mismo tiempo, el rubio y el castaño llevabn trajes negros de corbata roja, mientras que el albino llevaba un traje escarlata de corbata negra. Muchas mujeres quedaron embelesadas por el gran atractivo de aquellos tres hombres.

Los tres llevaban rosas rojas, hermosas, entragandole estas a Akira cuando se encontraron frente a ella, la única diferencia a años anteriores, era que Kotaro se había acercado segundos después, cuando los padres de su hermana mayor se alejaron, entregandole una rosa a su madre, quien la recibió. Después de todo, ella lo había obligado a hacer aquello.

Akim, al estar frente a su hija, se arrodilló, sacando una flor del bolsillo interior de su saco, un rosa Juliet, considerada una de las flores más caras del mundo, siendo el color pálido en sus pétalos, algo realmente raro en la naturaleza; Tiago fue el siguiente en acercarse a su hija, colocándose detrás de ella y adornado su cuello con un hermoso collar de diamantes rojos, cuyos tonos hacían contraste con el color del labial que le chica llevaba en sus labios.

Kanaye se puso a un lado de la chica, tomando una de sus manos y deslizando un hermoso anillo que llevaba un diamante rojo que combinaba con su collar, el hombre sonrió mientras besaba la mano de su hija; por último, Kotaro se arrodilló a un lado de la chica, colocando en su mano derecha un hermoso juego de pendientes de diamante olor onix, al igual que sus ojos.

— Esto es peligroso.— dijo Keigo, aflojando su corbata y observando la escena con un sonrojo.

El héroe alado sentía como si fuera a besar los pies de aquella chica en cualquier momento; conteniendo sus ganas de correr hacia ella y arrodillarse, Keigo bebió rápidamente de su vino, siendo sus alas esponjosas, las cuales hicieron que se delatara ante su mejor amiga.

— No sabía que te gustaban las niñas.— dijo la albina, coqueta, haciendo que Hawks se sacudiera para que sus plumas volvieran a su estado natural.— si te soy sincera, hasta a mi me pone caliente esa niña, aún no sé si me gusta más la madre o la hija. Siendo que en unos años, cuando esa niña crezca, quien respire su mismo aire debería sentirse bendecido.

El observar como la chica movia una de sus piernas, haciendo que esta saliera por la apertura del vestido, hizo sonrojar a muchos hombres y mujeres, observando también el lindo escote:— Ella puede tumbarme al piso y ponerme a sus pies.— dijo el héroe, embelesado y sonrojado, observando a su "ama" probar algo de la comida que le ofrecía su madre.

Por otra parte, Ochako dejó caer el panecillo que llevaba en sus manos, tomando rápidamente si teléfono y tomando miles de fotos de la azabache, sonriendo mientras se sonrojaba ante las expresiones faciales de la misma.

— ¿Son para Kaminari?— preguntó Mina, tomando su hombro y asomándose sobre este, observando las fotos que la castaña había tomado.

Uraraka se sobresaltó, sintiendo a su corazón bombear sangre de manera exageradamente rápida, sintiendo como la mayoría de esta se dirigía a su rostro:— ¡Si! Quiero decir...¿para quien más serían?— dijo ella con nerviosismo, haciendo que la chica de tes rosa frunciera el ceño con sospecha.

— ¿Aún te gusta Deku? — preguntó la pelirosa, observando al Izuku mientras hablaba con Best Jeanest.

La chica de orbes cafés observó al mencionado por un instante:— Si...— respondió ella, sintiendo como el calor en su rostro disminuía.

Sero se acercó a las dos femeninas, manteniendo su teléfono a la altura de su rostro:— Amigo... esta es la mejor fiesta a la que he ido.— comentó el azabache, mostrándole los alrededores a Denki, con quien hacía video llamada.— Mira, ahí está tu novia, se ve hermosa. Muchas personas intentan sacarla a bailar.

Kaminari chilló, horrorizado, procediendo a hacer ruidos de llanto al ver como la chica que le gustaba estaba rodeada de personas más guapas que él:— si no hubiera sido un patán esto no hubiera pasado.— se quejó el rubio, observando a su hermosa novia.— ¡Mira ese monumento! Si me deja, me suicido.

— Al menos deberías agradecer que no te ha dejado, cualquier otra chica lo haría, debe quererte mucho.— dijo el azabache con amargura, tomando una copa de champán.

— Supongo que es verdad, aún tengo tiempo de recuperarla.— dijo el rubio con una sonrisa.— Aizawa-sensei me está mirando mal, al parecer soy el único que no está en la fiesta y por eso él no pudo ir.

Sero soltó una risa:— suerte.— dijo antes de colgar la llamada, observando de reojo a la novia de su amigo, quien llevaba su cabello medianamente recogido en un hermoso peinado que resultaba sus facciones, teniendo un par de mechones sueltos en el rostro.

Por más que él y Kaminari fueran amigos, Hanta no pudo evitar pensar en lo bueno que sería si ella terminaba con el rubio.

De repente, las luces cambiaron, eran luces blancas que parpadean en un ambiente complemente oscuro, pequeños fotos que permitían que se pudiera ver en ciertos instantes, la música tenía más ritmo, razón por la cual varias personas saltaban alegres en medio de la pista de baile.

Akira chasqueó sus dedos, haciendo que uno de sus asistentes le entregara un abrigo de piel negro, el cual hizo que su hija llevara puesto:— Diviertete.— dijo la mujer, aquella era la señal que ________ estaba esperando para escapar con Kotaro por unos instantes y hacer lo que aquello que había estado planeando.— Kayena está en el primer cuarto a la izquierda esperando por ti.

La chica miró a su hermano menor, quien le extendió su mano, la cual ella no tardó en tomar, levantándose del asiento que tenía a un lado de su madre, caminando junto a él hacia la habitación que su madre le había indicado.

Una masa negra comenzó a extenderse en el suelo, expandiéndose por toda la habitación, el hombre, extrañado, frunció el ceño, observando como las puertas de entrada a su oficina se abrían de par en par, haciendo que tres de sus generales aparecieran frente a él.

— ¿Que sucede?— preguntó, no fue hasta que levantó la mirada cuando notó que los ojos de Chitose, Koku y Tomoyasu se encontraban teñidos de escarlata.

Los tres se hicieron a un lado para dar paso a dos personas. El más alto tenía ojos brillantes color escarlata, una amplia sonrisa que mostraba un par de largos colmillos y una lengua cortada y larga cual serpiente. La femenina llevaba un elegante vestido, no era falta describirla, porque, después de todo, ya la conocía.

— Señorita Majakutsu, ¿a que debo el placer de su visita?— dijo el hombre con calvicie prematura, uniendo sus manos y observando con seriedad a la femenina, que había desactivado previamente las cámaras del lugar.

— Palabras incorrectas.— dijo ella.— mi visita será todo menos "un placer."

La menor caminó hasta el escritorio de Re-Destro, donde tomó uno de los papeles que este revisaba:— ya no tendrás que hacer este trabajo tan tedioso.— susurró ella, observando el intento del villano para comprar acciones en su empresa.

— Señor.— dijo un agitado albino, entrando a la oficina.— ¿sucede algo?

La azabache observó al de orbes azules con una amplia sonrisa, la cual hizo que Geten quedara paralizado antes el miedo que recorrió su cuerpo en aquel momento:— Kotaro.— dijo ella con una sonrisa, haciendo que su hermano menor, con rapidez, tomará a Geten del cuello y lo azotara contra la pared, haciendo que este se comenzara a mover en un intento de liberarse.

El nombrado "hombre de hielo" se sorprendió al notar que no podía usar su particularidad.

— Por lo visto no vienes con una actitud amigable.— dijo Rikiya, apoyando su mentón en sus manos.— pensé que teníamos los mismo ideales, pensé que...

— No me hagas reír, no hables de mis ideales como si supieras lo que pienso.— dijo ella, colocándose detrás del hombre.— y tus ideales no podrían importarme menos.

La de largos cabellos hizo que el hierro de su cuerpo cubriera su mano, haciendo que, al desaparecer, pudieran verse un lindo guante con garras de hierro en los dedos:— No soy tu amiga ni tu compañera, pero, ten esto en mente. No vivirás para ver tu plan fallar.— con una fuerza abismal ella metió su mano en el pecho del hombre, destruyendo los huesos que se interponian en su camino para llegar al corazón.

Ella tomó el corazón de Rikiya con sus manos, escuchando el pequeño grito de Geten mientras lo arrancaba del pecho de su jefe, al hacer aquello ella observó el corazón inmóvil por un segundo, dejándolo caer al suelo un rato después, limpiando sus manos con el fallecido Re-Destro, que antes de morir había querido protegerse con su particularidad, la cual, para su desgracia, no funcionó.

Pronto, la mirada fría de la elegante azabache se dirigió a Geten, quien la observaba con enojo y evidente miedo:— Ahora eres mío.— susurró, acariciando el rostro pálido del hombre y uniendo sus labios con los de él por un segundo, sorprendiendo por completo al mismo Geten.

La primogénita de Akira metió una cereza a su boca, observando sonriente como Katsuki intentaba disimular sus miradas indiscretas hacia ella; ya eran las dos de la madrugada, sin embargo, la fiesta había llegado a penas a su clímax, todos bailaban y disfrutaban del ambiente, liberando endorfinas de su cuerpo.

Ella bebió con pereza de su soda, después de todo, no planeaba emborracharse.

La de orbes onix caminó lentamente hacia el rubio, quien mantenía un ceño fruncido y la mirada desviada:— ¿Disfrutas la fiesta?— el rubio se sobresaltó al escuchar la voz de la menor cerca de su oído.

— No me gustan los lugares tan ruidosos.— dijo el sonrojado rubio, gracias al alcohol, observó a la chica, detallando las curvas de su cuerpo con su mirada mientras pasaba su lengua por su labio superior.

— Pienso lo mismo, a demas, siento como el alcohol de me está subiendo a la cabeza.— dijo ella mientras reia, simulando estar borracha.— mi madre tiene habitación con bloqueo de sonido, ¿quieres ir conmigo?

Ella extendió su mano hacia el rubio, notando como los efectos del alcohol lo hacían mucho más dócil.

Katsuki tomó la mano de la chica, ligeramente dudoso, pero evidentemente ilusionado e incitado por el alcohol que recorría su cuerpo. Ambos caminaron lejos de la fiesta, tomándose de las manos y dirigiéndose hacia una de las habitaciones en la gran mansión.

Al encontrarse en la habitación ella se quitó lo tacones y cerró la puerta con seguro:— para que nadie los moleste, dormiré un rato, tu puedes hacer lo que...— en aquel momento el rubio posó su rostro en el cuello de la chica, rozando sus labios contra este.

— Tengo un problema.— comenzó a hablar él.— Es una puta mosca en la cabeza, una mosca que no me deja estar tranquilo, una mosca que estoy tratando de sacarme de la cabeza desde el verano y no puedo. Nadie puede hacerte sombra.

— Y ahora que ella y su novio están peleados, la tentación es mucho más difícil resistir la tentación.— susurró él en el oído de la chica, mordiendo esta y haciéndola suspirar.— y ahora estamos ebrios y, ¿quién sabe que pueda suceder?

Los labios del estudiante a héroe comenzaron a besar el cuello de la azabache, haciendo que ella jadeara al sentir las manos del rubio delinear su figura:— Bakugo.— aquel jadeo fue suficiente para estimular al mencionado.

El rubio mordió el cuello de la chica suavemente, bajando las tiras del vestido con sus dedos, logrando dejar al descubierto los redondos pechos de la más baja. El rubio los observó por un momento y sonrió de forma desvergonzada y presumida, guiando a la chica para hacer que se recostara en la cama que había en la habitación.

El rubio se coloco sobre la azabache, apoyándose en uno de sus antebrazos y mie tras lamia y acariciaba los pechos de esta, llevando las cosas un poco más lejos cuando metió su mano por la apertura del vestido, acercándose a la intimidad de la chica y acariciando la parte interna de su pierna.

— Esto no es correcto, no está bien.— dijo ella, soltando un suspiró hondo cuando Katsuki pasó uno de sus dedos por encima de sus bragas.

— las reacciones de tu cuerpo no dicen lo mismo.— dijo él, riendo por lo bajo.— No me puedo controlar, me vuelves loco... tú y tu estupida actitud.

Bakugo hizo a un lado las bragas de la chica, pasando sus dedos por su intimidad, jugueteando con su clitoris de manera que la hizo soltar un largo jadeo:— Esto en un estupido baile de máscaras, ahora somos solo un par de desconocidos tocándose.— dijo él, mientras que la azabache desabrochaba los botones de su camisa.

Ambos se miraron a los ojos, mismos que reflejaban si deseo por el otro, razón por la cual no tardaron mucho en unir sus labios en un fogoso beso, ahogando los jadeos de chica de orbes onix, provocados por Katsuko, quien se encontraba a gusto, tocando su clitoris.

Ella, por su parte, deslizó una de sus manos desde el pecho de Katsuki hasta su pantalón, retirando su cinturón y desabrochado sus pantalones bajando estos al mismo tiempo que bajaba su ropa interior. Ella comenzó a tocar la erección del chico por encima de sus boxers, haciendo que este gruñera y separa sus labios de los de la azabache, sin embargo, esta no tardó mucho en volverlos a unir mientras al mismo tiempo metía sus manos por debajo de los bóxer de Katsuki, bajando estos y comenzando a masturbarlo.

Cada vez que Katsuki aumentaba la velocidad de sus dedos ella aumentaba la velocidad de su mano, haciendo que ambos, pronto, tuvieran un orgasmo.

Los pechos de ambos subían y bajaban, jadeantes, Katsuki no perdió mucho el tiempo antes de retirar las bragas de la chica, abriendo sus piernas e introduciendo su miembro erecto en su entrada comenzando con sus embestidas mientras apoyaba una de sus manos en la cama y la otra la mantenía cerca de la intimidad de la chica.

Los gemidos de la de orbes negros eran como música para los oídos del rubio. Razón por la cual decidió ir más allá.

El de orbes rubíes llevó el dedo pulgar de la mano que reparaba en la pierna de la chica hacia su boca, lubricado este con su saliva y procediendo a usarlo para masajear el clitoris de la chica mientras aumentaba un poco la velocidad de sus embestidas. Aquello provocó que la espalda de la femenina se arqueara ante las descargas de placer que recorrían su cuerpo.

Luego de unos minutos ambos llegaron a un momento de éxtasis en donde llegaron al orgasmo, mismo momento en el que Katsuki retiró su miembro de la entrada de la azabache.

Ella mordió su labio al ver a Katsuki lanzándose sobre él y obligandolo a permanecer debajo de ella:— ¿Que haces? Princesa, esto no está bien.— dijo el rubio con una sonrisa ladina, jadeando al sentir como ella introducía su miembro en su entrada.

— La reacciones de tu cuerpo no dicen lo mismo.— susurró ella en su oído, rozando sus pechos contra el pecho de Katsuki, mientras este ponía sus manos en su trasero y la ayudaba con sus movimientos.

Majakutsu saltaba sobre el miembro de Katsuki, variando sus movimientos de vez en cuando, siendo la fuerza de Katsuki, quien cargaba con su peso en sus manos, lo que le impedía cansarse.

— Mierda.— dijeron ambos, sintiendo que llegarían al clímax, razón por la cual ella quitó el miembro de Katsuki para que este se corriera fuera.

Luego de que pasara un largo rato en el que ambos se dieron placer el uno al otro, los dos estudiantes cayeron rendidos sobre la cama, extasiados y complacidos. Ambos cayeron dormidos en aquel momento, siendo ella quien sonreía al ver como una mascota más se unía a su colección.

Casi 7000 palabras.

AHDKAYE6AHA.

Perdón, la emoción, escribí el capítulo entre ayer y hoy y me gustó.

Hace rato no escribía un capítulo tan lleno de cosas.

¿Como están?

Espero les haya gustado y lo hayan disfrutado, no olviden dejarme su opinión en los comentarios.

Les dejé una imagen del vestido de Maja en multimedia junto con la canción que sonó mientras Dabi y ella bailaban, si leen la traducción veran que pega bastante con ellos.

La canción es Stay de mi diosa Rihana.

¿Que pasará de ahora en adelante con Katsuki y Maja? ¿Que pasará con Denki? ¿Acaso Denki se enterará de su compromiso con Shoto?

Esas son las preguntas que se responderán en los próximos capítulos.

Y pronto, en un futuro no muy lejano...¿Por que Akira es tan fría? ¿Por qué trata así a sus hijos?

Gracias por leer. 🥀

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