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La chica de orbes ónix se cruzó de brazos, observando por tercera vez la grabación del festival deportivo.

"— En tercer lugar, tenemos a ¡Shinso Hitoshi! En segundo lugar, una chica que por desgracia no pudimos ver hasta el final, ¡_______ Majakutus!— comenzó a gritar Present Mic, anunciando a los ganadores del festival deportivo.— Y por último, nuestro campeón, ¡Izuku Midoriya!"

Ella se abrazó a sí misma, intentando entrar en calor, el otoño estaba por llegar, al detener la grabación, amplió la imagen en su computadora, observando a su madre sonreír mientras hablaba con él actual héroe número uno. Recordando las palabras que ella le había dicho al terminar el festival.

"— Si aún no sabes cuál fue mi movimiento, aún no estás lista para tomar mi lugar.— dijo Akira, con un semblante tan frío y tan amenazante que, incluso a ellas le dieron ganas de llorar."

¿Como es que una persona podía ser tan fría? ¿su madre realmente era humana?

Esas eran la clase de preguntas que rondaban por la cabeza de la menor:— Si te estresa te saldrán granos.— dijo Inuko, recostada en la cama de la asesina, comiendo y leyendo una revista sobre decoración de interiores.

— Oh, recuerdo cuando en secundaria le salió un mini grano después de terminar con su novio, el patán, y luego hizo todo un drama.— dijo Sakura con una sonrisa tierna, acercándose a su mejor amiga.— Luego de ello tuvimos comprar mil jabones para ver cual le funcionaba a la señorita.

Inuko soltó una risa burlona, recordando aquel momento en el que la azabache las habia levantado a las tres de la mañana pata comprar cremas y jabones faciales. Sakura no tardó mucho en seguirla mientras peinaba el cabello de su mejor amiga, haciendo una linda trenza.

Ella, por su parte, tecleaba en su pantalla, observando el video repetidas veces, específicamente, buscando una grabación del momento en el que Akira se acercó a Endeavor, pronto, no pudiendo encontrar más que un milisegundo de video en donde su madre se acercaba al Todoroki.

— Ella me da dolor de cabeza.— dijo Majakutsu, tronando su cuello y asustando a Yuko por esta acción.

— ¿Un baile?— preguntó Kaminari, sorprendido.

Katsuki, Sero, Mina y Eijiro, quienes se habían sentado junto a la pareja, levantaron  las cejas con sorpresa:— Mi madre cumplirá treinta y nueve años en estos días, este año quiere hacer un baile de gala, al estilo Hollywood. Queria invitarte porque eres mi novio.— dijo la azabache con una pequeña sonrisa, tomando la mano de su novio.— pero es este sábado, supongo que no podrás ir, siempre me rechazas por ir a los patrullajes. Mejor olvidalo.

Ella soltó la mano del rubio, haciendo que Mina la observara con un gesto lastimoso, para luego observar a su novio con desdén, quien se sentía culpable ante tales palabras, pensando que realmente había descuidado su relación.

— iré a hablar con Izuku y Shinso un rato, aceptaron mi invitación, supongo que ellos si tienen tiempo.— dijo ella en un susurro, alejándose de la mesa de Denki, extendiendo una sonrisa mientras escuchaba como él caía en la desesperación.

Al notar cierta mirada en su espalda no pudo evitar desvanecer su sonrisa, acercándose a Hitoshi e Izuku, quienes conversaban animadamente, hasta que ella llegó y provocó que un misterioso sonrojo se posara en las mejillas de los estudiantes.

— Queria decirles que será una gala de máscaras, no es necesario que bailen si no quieren.— anunció ella con una sonrisa.— siento haber interrumpido, me iré.

Cuando Majakutsu dijo aquello, Shinso tomó su muñeca, en un gesto desesperado por que se quedara:— No, no interrumpes.— dijo él, soltando a la muchacha cuando notó su repentina acción.

Izuku sonrió ampliamente, asintiendo:— ¿En serio? ¿De qué hablaban?— preguntó ella con una amplia sonrisa, provocando que el corazón de ambos chicos comenzará a latir rápidamente.

— Sobre el viaje de la próxima semana, vamos a ir a un entrenamiento en un risco y nos hospedarnos en un resort, según Aizawa-sensei, el entrenamiento es para aumentar nuestras capacidades en zonas poco comunes y peligrosas.— ella asintió mientras escuchaba a Izuku hablar.— por lo que tengo entendido la clase B nos acompañará y ustedes irán gracias a que ganaron el sorteo de Midnight-Sensei.

El peliverde chasqueó sus dedos, impidiendo que Hitoshi agregara cualquier cosa a la conversación:— Tienes una puntería perfecta, queria decírtelo en el festival deportivo, quisiera saber más de tu particularidad.— dijo el pecoso con ilusión, sacando su libreta de apuntes sobre heroes y un portamina que cargaba consigo.

Antes de que ella siguiera abriera la boca alguien la interrumpió, abrazandola por los hombros:— Buenas tardes, senpais.— dijo el sonriente chico de orbes rubíes mientras observaba a Izuku y Hitoshi, con cierta burla que solo el pelimorado notó, tomando esto como típicos celos de hermano.

— Kotaro.— ella levantó una de sus cejas, observando al mencionado con una expresión algo molesta.— debes respetar a tus mayores y no interrumpir cuando uno de ellos esté hablando.

El azabache se estremeció al escuchar su nombre salir de la boca de su hermana mayor:— Lo siento.— dijo de mala gana hacia los estudiantes un año mayores que él, sonriendole a su hermana luego de haberse disculpado.— Hermana, ¿puedes venir? Tengo un par de inventos que quiero mostrarte.

La de largos y negros cabellos observó a los dos estudiantes a heroes, esperando a que ellos respondieran la pregunta de Kotaro, cosa que no tardaron en hacer:— Ve, no hay problema, la familia es primero.— dijo Shinso, tomando una de las manos de la chica como despedida.

Los hermanos Majakutsu se miraron entre si, para luego devolver la vista a los dos chicos de la clase 2-A, sonriendo amablemente:— Exactamente, muchas gracias, Shinso-san.— dijo ella, conteniendo una risa burlona ante el comentario de Hitoshi.

— Nos vemos.— dijo ella con una sonrisa, despidiéndose de ambos muchachos mientras caminaba, abrazando a Kotaro.

Al estar a la distancia suficiente para que nadie los escuchara, y con la debida cautela que nadie pasara, ella se acercó al oído de su hermano:— ¿Conseguiste lo que te pedí?— preguntó ella en un susurro, haciendo que el rostro del menos se llenara en tonos carmín.

— Si, tengo los explosivos.— dijo él, tartamudeando.— ¿Puedo preguntar para que lo quieres?

— Los usaré la próxima semana.— se limitó decir ella mie tras caminaba junto a su hermano menor.

— ¿No estarás en un resort?— ella asintió.

— Solo necesito ponerlas un día antes de ir, por lo que sé, se alejaran de la zona costera, aún no encuentro la ubicación exacta pero lo reduje a dos acantilados cercanos.— explicó ella.— y en ese momento, me escaparé del resort y veré las caras de horror de los heroes cuando noten que hay una amenaza mayor, una joven prometedora muchi mejor que un viejo vejestorio de la primera generación.

Kotaro levantó las cejas, sorprendido:— mi fin justifica los medios, soy la única moral que debes seguir, ¿entendido?— el menor asintió sonriente.

— ¿Para qué me quieres aquí?— preguntó la menor, cruzando sus piernas y observando a su madre con usual molestia.

La mujer de cabellos cortos se limitó a servir dos copas de vino, dándole una a su hija, quien la bebió de la misma manera en la que su madre lo hacía. Al terminar, el asistente de Akira tocó la puerta, adentrándose a la habitación y susurrando un par de cosas al oído de la mujer.

— acompañame.— se limitó a decir su madre, cosa que obedeció de mala gana, encontrándose una gran sorpresa en la sala de juntas de la mansión.

— Buenas tardes, Todoroki-san.— dijo la cabeza de la familia Majakutsu, inclinándose levemente, al igual que el mencionado Enji.

Cuando la más joven levantó la mirada, sorprendida, observó al mitad mitad, quien la observaba de la misma manera:— Le cité hoy aquí para hablar sobre el compromiso de nuestros hijos.— al escuchar aquello la menor observó a su madre, incrédula.

— Dado a que quiero la opinión de los involucrados sobre esto, antes de concretar los detalles, quiero preguntarle a mi hijo si realmente quiere formalizar un compromiso.—interrumpió Enji, observando a Shoto, quien llevaba su misma expresión seria de siempre.

— No me importa, has lo que quieras.— dijo él, observando a los profundos ojos ónix de la azabache con cierta curiosidad, esperando una respuesta a su siguiente pregunta.— pero, me gustaría conocer la opinión de la señorita Majakutsu.

—Yo...— la menor simuló observar a su madre con preocupación.— supongo que está bien, pero, ¿podría hablar con el joven Todoroki un momento?

Ambos progenitores de sus respectivos hijos sonrieron, dando por concretado todo, a punto de hacer un contrato:— Dejemos que los niños se conozcan mientras brindamos por la unión de nuestras familias.— dijo Enji con una amplia sonrisa, retirándose junto Akira, quien frunció el ceño con confusión mientras observaba a su hija.

Al encontrarse solos ella habló:— Tengo novio.— se apresuró a decir ella.

— Lo sé.— se limitó a responder Shoto.

— Es tu amigo.— se quejó la menor.

— Compañero, Kaminari y yo no somos amigos.— corrigió él, encogiéndose se hombros, restandole importancia a Denki.— puedes negarte al compromiso, a mi realmente no me importa que tengas novio.

Ella lo observó por un rato:— No puedo...— se limitó a responder, manteniendo su mirada sobre los ojos con heterocromia.— No terminaré con Denki, si eso es lo que pretendes.

El chico con heterocromia negó con la cabeza:— Nuestra relación no será sentimental, no tienes porque hacerlo.— dijo él, observando a la muchacha, esperando que en algún momento aceptara.

Shoto no había despegado la mirada de sus fogosos ojos ni siquiera por un segundo, ligeramente embelesado por la profundidad del color ónix en estos y la evidente falta de brillo que él también solía tener:— La señora Majakutsu me envió a buscarlos, quiere que se unan al brindis.— dijo el asistente de Akira, entrando al lugar.

— Entonces, ahora estamos comprometidos.— susurró ella, haciendo que Shoto asintiera lentamente, confirmando la afirmación de la chica.

La menor fue la primera en salir, limitándose a no dirigirle alguna otra palabra a Shoto, quien caminaba detrás de ella, sin embargo, la azabache sonreía abierta y felizmente cuando notó que nadie la observaba.

— Entonces, ¿quieres que usemos atuendos combinados en la gala?— ella asintió ante la pregunta de su hermano, levantando sus brazos mientras Sakura terminaba de ajustar el vestido que le hacía a su mejor amiga.

Sakura sonrió, amaba diseñar y hacer ropa, su sueño era ser una diseñadora de talle mundial y poder ayudar a su mejor amiga, lo que amaba del diseño de modas era la versatilidad y la hermosura que podía tener una prenda de ropa. Cada costura y textura que podía tener la tela podía ser realmente hermosa.

— Sakura te ayudará a elegir tu traje.— dijo ella, sonriendo a su hermano menor, cuyo corazón comenzó a latir rápidamente.— ambos iremos de color negro, es el que mejor nos queda.

Cuando Yuko terminó, observó a su mejor amiga con una amplia sonrisa, orgullosa de su trabajo:— Está listo.— dijo ella, para luego tomar algunas fotos.

— ¿qué harás con los tres idiotas que se pasean por casa?— preguntó Kotaro, con molestia al recordar a los tres hombres mencionados.

— Mi padre, Kanaye, se encargará de eso.— el menor suspiró, sonrojandose y desviando la mirada al ver que su hermana comenzaba a quitarse la ropa.— Y yo, me escabulliré un rato a resolver unos asuntos.

Kotaro, sonrojado, devolvió a su vista a su hermana mayor, quien se había acercado a él y ahora acariciaba su cabello:— ¿Hiciste lo que te pedí en el almuerzo?— el azabache asintió, entregandole cuatro expedientes a su hermana mayor, quien los recibió y comenzó a leerlos con seriedad.

— Chitose Kizuki, Koku Hanabata y Tomoyasu Chikazoku.— la chica sonrió ampliamente, observando con satisfacción los tres nombres tachados en rojo.— Bien hecho, Kota, mañana en la gala me encargaré del idiota mayor.

Hola ¿cómo están?

Algo corto, pero el próximo lo compensa, después de todo planeo que sea bastante largo.

Hoy no hay mucha acción, solo un capítulo normal.

Espero lo hayan disfrutado, no olviden dejarme su opinión en los comentarios.

Gracias por leer. 🥀