— 014.—

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La azabache caminaba tranquilamente por los pasillos de la escuela, buscando a Denki, con quien planeaba almorzar aquel día, a pesar de eso, ella se detuvo al observar como la puerta del salón de maestros se mantenía entre abierta.

Al dar un vistazo al interior ella sonrió al observar quien se encontraba dentro, Aizawa Shota, el profesor de la clase 1-A.

Fingiendo un acto torpe ella se lanzó de espaldas contra la puerta de entrada, abriendo esta completamente y haciendo que el único maestro dentro la observara, acercándose para auxiliarla. Cuando ella se levantó, con ayuda del pelinegro, el hombre no pudo evitar sorprenderse al ver de quien se trataba.

Al levantarse el hombre rápidamente se apartó de la menor, volviendo a la mesa mientras la observaba, quería estar lejos de ella, a pesar de aquello la azabache se acercó, haciendo que Aizawa comenzara a hablar.

— Me dijiste que eras mayor de edad.— dijo Aizawa, masajenado el puente de su nariz con cansancio.

— No, solo te dije que era lo suficientemente mayor para estar en una discoteca.— dijo la azabache, colocando un mechón de cabello detrás de su oreja.— y eso es cierto.

— Mira, creo que eres increíble, en muchos aspectos.— comenzó a hablar Shota.

— Aún soy esa persona...— dijo ella en voz baja.

— y yo soy un maestro.— la azabache suspiró.

— pero no mi maestro, a demas, se que no fui yo nada más. Se que tu también sientes lo mismo.— dijo ella, tomando la mano del mayor, quien la observó por un momento.

Aizawa la observó, vacilante, teniendo en mente los momentos en su habitación, la gran química que tuvieron al besarse, sin embargo, apartó su mano:— No puedo, no está bien.— Shota centró su vista en los examenes de su clase mientras ella se iba.

— ¡Espera!— exclamó Aizawa antes de que ella se fuera.— lo siento.

La azabache se detuvo, sonriendo, borrando aquella sonrisa justo antes de girar sobre su propio eje para observar al pelinegro, el cual se acercaba a ella:— ¿Por ser un idiota?

— Si.— se limitó a decir cuando se encontró frente a ella.

— Gracias.— agradeció la de orbes negros, mirando los ojos del mayor.— Jamás haría nada para lastimarte, o que te metiera en problemas.

Ella se acercó a su rostro, dejando un pequeño beso en la mejilla del mayor:— Nos vemos, Shota.— se despidió ella, dispuesta a irse, sin embargo, el mencionado tomó su mano, acercandola lo suficiente como para tomarla de la cintura y plantar un beso en sus labios.

Al separarse ambos se miraron, ella sonrió, acariciando el rostro del pelinegro, para luego separarse de él y caminar hacia la salida de la sala de maestros, cerrando la puerta tras de ella y plasmando una gran sonrisa en su rostro.

La semilla de la discordia había sido plantada, ya tenía al maestro, el más difícil de obtener, también había obtenido la atención del eslabón más débil, y por más que se hiciera la tonta, sabia que tenía a Shinso entre sus garras.

— Solo dos semanas más y mi plan se pondrá en marcha, solo necesito que Akira haga su aparición y todas las piezas del tablero estarán listas para comenzar a ser manipuladas.— susurró para si misma, soltando una risa de felicidad.

— ¡_______!— se escuchó a alguien gritar su nombre desde la distancia.

Con usual calma ella observó a aquel chico que corría felizmente hacia ella, observandola mientras mantenía un lijero sonrojo en sus mejillas:— ¿Que haces aquí?— dijo Denki, abrazandola y luego pensando su frente con cariño.

— te estaba buscando.— dijo ella con una sonrisa, observando al rubio, teniendo que levantar la mirada ya que este era ligeramente más alto.

El chico mordió su labio por un instante, encantado por la belleza de la azabache:— ¡Vamos! Pedí una hamburguesas para hoy y también logramos comprar una caja de pizza, se lo mucho que te gusta comer.— ambos se tomaron de la mano y caminaron juntos hacia la cafetería.

Hombres, ella amaba a los hombres, algunos de ellos eran una verdadera delicia para la vista, y, cuando por fin pudiera concretar su plan, ella sabía que tendría cuantos quisiera, Izuku, Katsuki y Shoto eran su sagrada Trinidad, cuerpos de infarto y diferentes personalidades, ellos eran su principal objetivo, sin embargo, debía concentrarse en conquistar primero a los eslabones más débiles, independientemente si estos eran hombres o no.

— Oh, lo siento mucho.— dijo ella al chocar con una chica, claramente a propósito, y luego comenzar a ayudarla a recoger los libros que ella llevaba en sus manos.

— No hay problema, yo también soy muy despistada.— dijo Ochako, sonrojandose ligeramente cuando sus manos se tocaron por un momento.

Debía admitirlo, y quería gritarlo a los cuatro vientos, ella era realmente hermosa cuando la mirabas de cerca, era justo como la había descrito Denki, "La creación más amada por Dios." Al notar lo extraños que eran sus pensamientos la castaña se levantó rápidamente, recibiendo los libros que la de orbes negros había alcanzado a recoger.

— Tu eres Majakutsu ¿no? La chica de la clase c, la que sale con Kaminari-kun.— tartamudeó Ochako, ligeramente sonrojada.

— En carne y hueso, esa soy yo.— en aquel momento Ochako soltó un suspiro, observando embelesada la sonrisa de la chica frente a ella.

Finalmente entendía porque Shinso se sonrojara cada vez que la veía sonreír.

— Es un gusto conocerte, soy Ochako Uraraka.— dijo la castaña, bajando ligeramente la mirada.

— Lo sé.— la castaña la observó, confundida.— te vi en el festival deportivo, te viste genial en la pelea con Bakugo, te apoyé pero no creo que lo hayas notado.

El corazón de Ochako retumbó en aquel momento, ¿qué le pasaba? Ella no podía entender sus propios sentimientos, ella era heterosexual y estaba enamorada de Izuku, de nadie más. Con aquellos pensamientos en mente Uraraka bajó la mirada mientras mantenía sus mejilla enrojecidas, pensando en la mejor manera para alejarse de aquella chica que la hacia dudar seriamente de sus propia sexualidad.

La azabache se burló internamente de la castaña al ver lo débil que se veía y lo fácil que había caído.

Con delicadeza la de orbes ónix acaricio el rostro de la castaña, llegando hasta su mentón, levantando este, de tal forma que la guiaba para que ambas tuvieran contacto visual:— ¿Que pasa? Espero no ser tan intimidante como para que evites mirarme.— preguntó la azabache, simulando preocupación.

Una carga de culpa cayó sobre los hombros de la castaña, sintiéndose obligada a negar aquella afirmación.

— ¡No! Es decir...no, para nada, es solo que es la primera vez que nos conocemos. Eres relamente linda.— Ochako apartó la mirada después de decir aquella.— como persona...eres linda como persona.

La azabache soltó un suspiro:— me alegro de eso, te ves como alguien muy agradable, Uraraka-chan. Espero que en un futuro podamos ser amigas.— aunque ella, en realidad, lo único que quería era agregar otro nombre a su lista de pretendientes.

— Yo también, fue un gusto conocerte.— se apresuró a decir Ochako antes de irse.

No quería pasar mucho tiempo frente a aquel ser que le hacía sentir cosas que jamás había pensado sentir por otra chica. ________, por su parte, sonrió mientras la observaba irse, burlándose de la actitud nerviosa de la castaña y sintiéndose satisfecha, después de todo planeaba que Ochako, en un futuro, le presentara al resto de sus presas.

— Hoy fue un día bastante productivo.— canturreo ella mientras caminaba hacia su salón de clases.

— ¿Que es eso?— preguntó la azabache, observando a la rubia y a la castaña.

— Logramos tomar muestras de la particularidad de Sakura y crear estos brazaletes.— comenzó a explicar Inuko.— Generan campos de energía que pueden protegerte o algunas baldosas de energía para escalar sitios altos.

— Ya que no nos dejar ir contigo a tus vigilancias secretas queremos darte estos.— dijo la rubia, abrazándose a si misma.

Sakura solo quería ser heroína si su mejor amiga lo era, tenía un Quirk ideal y sabia como usarlo a la perfección, a pesar de ello, sin su mejor amiga a su lado aquello no tendría sentido ya que no sería realmente feliz, aquella es la misma situación de Inuko, quien podía manipular las plantas su gusto, la única diferencia con Sakura es que ella nunca considero se una heroína.

— Los probaré el fin de semana, entrenaré con ellos y comenzaré a usarlos si eso es lo que quieren.— dijo la azabache, acomodando su leotardo negro mientras observaba que su pantalón, de este mismo color, se ajustara correctamente.— mi madre vendrá, pronto, quiero que la conozcan.

Sakura comenzó a atar el cabello de su mejor amiga mientras Inuko, al mismo tiempo, acomodaba el traje de esta de tal manera que su amiga pudiera estar cómoda:— ¿la que no ves desde que tienes nueve años?— preguntó la castaña.

— Esa misma.— dijo la pelinegra, acomodando su nuevo tapabocas con distorsionador de voz.— sobre lo del brazalete, ¿están conscientes de que puedo hacer lo mismo o mejor que el?

Sakura suspiró:— _______, sabemos que no revelaras la naturaleza de Quirk, por eso te lo dimos, cuando uses tu particularidad como se debe puedes devolverlo. Hasta entonces queremos que te cuides y lo uses.— la rubia acarició el cabello de su amiga antes de separarse de esta y sonreír.

— Concuerdo con la rubia.— dijo Inuko, dándole los últimos toques al traje de la chica.— ¿Quien es tu objetivo de hoy?

La azabache mordió su labio, sonriente:— No creo que sea un objetivo, por ahora, es más como una diversión personal. ¿Les gustan las aves?— la chica extendió su sonrisa, observando su hermoso reflejo en el espejo.

Ella sabía que era hermosa, ¿cómo no? Todos a su al rededor se lo recordaban constantemente, sin embargo, aquella era como la belleza de una rosa cuyo exterior te atrae, hasta que te pinchas con una espina y te envenena con dulces mentiras y juegos cariñosos hasta que te embriaguez por completo de aquel dulce veneno y te vuelvas un adicto. Aquella era una belleza letal.

— No mucho, realmente me dan miedo luego de que mi abuela hizo que me viera la pasión de cristo.— dijo Sakura, haciendo que Inuko y Majakutsu la observaran, reprimiendo una risa.— ¿Que?

Inuko rió y la azabache se acercó a la de orbes azules, revolviendo su cabello:— Eres linda.— dijo ella antes de salir por la ventana, dejando atrás a una risueña castaña y una sonrojada y emocionada rubia.

La azabache apoyó su mentón en la palma de su mano, observando a Hawks con ayuda de unos binoculares, ella creía firmemente que su vida era demasiado aburrida y, a pesar de que ya supiera lo necesario sobre él, por desgracia sus planes requerían de la vigilancia constante de aquel hombre.

¿Por qué? Porque quería que aquel doble agente estuviera de su lado.

Ella bostezó, sonriendo al ver como una pluma roja se posaba frente a ella, la cual se apresuró en tomar y comenzar a manosear, intentado ver alguna reacción en aquel hombre, sin embargo, parecía conservar la compostura antes sus evidentes provocaciones.

O por lo menos era así hasta que ella comenzó a usar aquella pluma para jugar con un gato, el cual no dudaba en lamerla y jugar con esta.

Majakutsu pudo ver como ante aquello las plumas de las alas del héroe se habían esponjado, él observó a su dirección con el ceño fruncido, abriendo sus alas y volcando hacia ella con un evidente sonrojo.

Definitivamente Hawks odiaba la primavera y como se sensibilizaba aún más con la llegada de aquella estación.

Al aterrizar en aquel edificio observó a la femenina frente a él, su cuerpo era precioso, en general podía decirse que era atractiva, sin embargo, con aquella máscara que llevaba no podía distinguirse a la perfección.

— Disculpa, ¿quién eres? Me sigues desde hace ya un tiempo.— comenzó a hablar el rubia.

Ella sonrió, cosa que el héroe no pudo notar gracias a la mascarilla que tapaba su rostro, mientras caminaba hacia el hombre ella acariciaba aquella pluma roja que, a pesar de lo pequeña que era, el tacto de aquellos dedos lo hacía estremecer.

— Yo seré tu nueva dueña.— dijo ella, haciendo que la pluma del hombre acariciara su mejilla.

Al escuchar aquello Keigo frunció el ceño inmediatamente, intentando tomar su pluma e irse y alejarse de aquella "chica loca", sin embargo, la azabache apartó su mano y Keigo solo terminó con su rostro a escasos milímetros del rostro de la menor, pudiendo observar mejor sus vacíos y hermosos ojos negros que parecían tener una galaxia dentro de ellos, haciendo que quedara hipnotizado ante tal belleza.

— Algunas personas piensan que el verdadero poder depende de su Quirk, otras que viene del dinero, pero yo, corazón, creo que viene de la información.— ella levantó su mano, dirigiendo esta al rostro de Keigo, acariciandolo, a pesar de que el queria irse seguía pasmado.— Con la información correcta puedes hundir a cualquiera, sea quien sea, un ejecutivo, un héroe, solo una mala reseña y todo se va por el caño, ¿Que opinas de eso, Keigo Takami?

En aquel momento el nombrado actuó rápidamente, sacando una larga pluma para usarla como espada, colocando esta detrás del cuello de la chica mientras la observaba con un semblante oscuro, teniendo que retirar esta cuando notó que un arma apuntaba a su pecho.

— Lindo intento, la última vez que tires a matar revisa que seas el último que quede en pie.— dijo ella, sonriente.— esta no es la manera de tratar a tu ama, hay que enseñarte modales, aunque entiendo que no los tengas ¿qué podría saber de modales el hijo de un asesino?

— ¿Que quieres?— dijo él, evidentemente molesto.

— ¿No lo dije ya? Se supone que eres el héroe súper dotado, ponle algo más de esfuerzo, por favor.— dijo ella para luego soltar una lijera risa.— Pequeño Halcón, ahora eres de mi propiedad, harás lo que yo quiera. Porque si no lo haces te voy a arruinar.

La chica soltó una risa mientras que por su parte Hawks mordió su labio con evidente rabia:— Antes de que intentes contraatacar debo decirte que tengo todos los datos de tu vida, tu linda historia de origen que te tortura durante las noches.— dijo ella comenzando a burlarse.— Como tus antiguos dueños te ordenaron actuar de doble agente para liga, se incluso todo la supuesta información súper secreta que crees que eres capaz de ocultar.

Ella colocó su dedo índice sobre el pecho de Hawks, con una evidente expresión de satisfacción, después de todo su monótono trabajo habia dado frutos:— todo tu teatro puede caerse en un santiamén si yo abro mi linda boquita, incluso, si intentaras asesinarme tengo un método para que la información se divulgue y todos crean que es realmente verídica. Videos, fotos, documentos.— su tono era suave, lindo y lleno de veneno.

La azabache subió su dedo hasta la barbilla de Hawks, guiando a este para que se acercara a ella:— Así que procura ser leal a mi y no contarle de esto a nadie, tengo ojos y odios por todas partes, incluso si crees que estas solo o se lo cuentas a alguien en quien confíes yo me enteraré. Y me encargaré de destruirte si eso sucede.— el cambio abrupto en el tono de voz de la chica heló a Keigo, su voz se denotaba más elegante y fría.

— Entendido.— dijo resignado y un evidente lapsus mental, ¿cómo se había filtrado toda la información? ¿Quien era ella?

Una risa dulce lo sacó de sus pensamientos:— Mi nombre artístico es Enchantress, cuando sea el momento incluso podrás saber donde vivo y, quien sabe, tal vez podras calmar libido conmigo.— embriagarlo de amor, eso era lo que ella quería, hacerlo adicto a ella para poder tener su atención y confianza incondicional.

Después de todo, sería lindo ver el rostro de Touya cuando los viera juntos en la cama.

— ¿Como una villana pudo encontrar toda esa información? Dímelo, por favor.— dijo el resignado hombre, intentando pensar en una salida de su predicamento.

— Oh, querido, que perspectiva tienes una perspectiva tan aburrida sobre el mundo.— dijo ella, abrazando al más alto sin romper el contacto visual.— Blanco o negro, heroes o villanos, es demasiado aburrido, cuando en realidad lo único que existe es el gris, en diferentes tonos, pero no quita el hecho.

— Todos pretenden ser héroes de alguna forma, es una maldita enfermedad que trajeron los Kosei, pero en realidad cuando lo ves desde otra perspectiva todos somos villanos.— ella comenzó a acariciar el cabello del hombre que la miraba con suma atención.— su ídolo, endeavor, o la persona que más amas en el mundo pueden ser unos malditos para alguien más, tanto como la persona que tu más odias es la persona que alguien más ama con locura.

Ella comenzó a hacer rizos con el cabello del rubio:— Y tu, corazón, no tienes ni idea del demonio que soy, así que si, soy una villana, pero tu también lo eres. Querido.— en aquel momento ella levantó un poco su máscara, beneficiándose de la oscuridad, tapó ligeramente los ojos del mayor y unió sus labios con los suyos.

Él estaba sorprendido, sin embargo no podía hacer mucho, después de todo su vida estaba en las manos de aquella seductora dama frente a él, razón por la cual solo se limitó a seguir su juego.

Ella sonrió a la mitad del beso, solo le faltaba un pieza en su nuevo tablero de ajedrez, en donde su madre sería su contrincante, aquel habia dejado de ser un juego para encontrar su libertad, aquel ahora era un juego sobre genocidio y dominio.

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Buenas tardes.

Espero estén bien, empezamos fuerte con el harem, 3/3 el día de hoy.

Este no va a ser en como en mis otros libros en donde Aizawa es una clase de evento especial, aquí si tendrá una historia más activa, creo que es evidente.

Aunque creo que Aizawa es alguien con una moral bien fundamentada la cosa es que aquí ella no es su estudiante, es solo alguien más que si, es menor, pero siento que la madurez influye, es casi lo mismo que con Dabi, y por eso lo hice actuar de esa manera.

Espero lo hayan disfrutado mucho, pronto comenzará el drama y más caerán en el harem.

Si siguen otras de mis historias hoy actualizaré una de las nuevas ¿qué le pasó a Deku?, un poco tarde pero lo haré, mañana se actualiza heroes y villanos y saldrá el primer capítulo de One Shots de villain Deku.

Gracias por leer, no olviden comentar y darme su opinión.