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— 010. —
La azabache bostezó, sin embargo, su tranquilidad no duró mucho al darse cuenta que se había quedado dormida durante la vigilancia, rápidamente la chica miró hacia abajo, observando el depósito que vigilaba y suspirando con alivio al ver que los dos guardias se encontraban perfectamente y no había señales de que alguien quisiera irrumpir en aquel lugar.
— ¿Dormiste bien?— preguntó una voz grave, haciéndola tensarse por un momento, después de todo, por un minuto, habia olvidad que aquel hombre existía.
— No debí dormir.— dijo ella, masajeando su cuello mientras observaba al albino.
Dabi la había hecho dormir sobre sus muslos, haciendo que el dolor en este fuera casi nulo, por su parte, el nombrado habla vigilado aquel depósito toda la noche, esperando así poderse ganar la confianza de la muchacha, sin embargo, no podía evitar el hecho de que, en ciertos momentos, la observaba dormir, tranquila, lo cual le daba algo de enviada y cierta pizca de ternura.
La odiaba por eso.
— Ella va a matarme.— dijo la de orbes ónix, mirando el reloj en su muñeca.— Y no voy a pasar de hoy, voy tarde para la escuela.
La chica se levantó de inmediato, caminando lejos de aquel lugar y dejando a aquel hombre atrás:— Con un gracias me era suficiente.— dijo el albino, rascando su mejilla mientras esperaba ver cómo la azabache corría por su vida para no llegar tarde a la escuela.
La pelinegra robó una motocicleta que encontró en el camino, andando en ella rápidamente hacia su casa, cambiándose y llendose de aquel lugar casi de inmediato sin siquiera ser notada por sus padres, luego de aquello uso aquella misma motocicleta para ir a la escuela, logrando llegar antes de que cerraran la reja de entrada.
— Estas de suerte, soy yo quien vigila hoy.— dijo cierto chico, el cual estaba enamorado de ella, sin embargo, ella le daba tan poca importancia a los demás que simplemente no se aprendía sus nombres, siendo Sakura la única excepción.
La pelinegra hizo una pequeña reverencia en forma de agradecimiento, seguida de una sonrisa, haciendo que aquel chico se sonrojara y sonriera con aires de grandeza, después de todo, era bien sabido que aquella chica ignoraba a todo excepto a quienes le caían bien.
— Iluso.— susurro ella, estando lo suficientemente alejada de aquel chico.
Una llamada entrante hizo que su teléfono brindara en su bolsillo, haciéndola estremecerse por el simple hecho de pensar que su madre era quien la llamaba, al tomar su teléfono y confirmar que aquello era cierto no pudo hacer más que suspirar y contestar aquel teléfono.
— Estoy de buen humor, supe que eliminaste al guardia que envie para vigilarte, digno de una hija mía. Me informaron que no hubo problemas en el depósito.— habló aquella voz femenina, sorprendiendo a la chica ante aquella primera declaración.— tu siguiente trabajo te lo informaré luego, adiós.
El sonido de que la llamada había sido cortada no tardó en escucharse, sin embargo, las palabras de su madre resonaban en la cabeza de Majakutsu, haciéndola plantearse una importante pregunta: ¿quién eliminó a aquel hombre? Por más que lo quisiera ella, aún, no tenía enemigos que quisieran eliminarla, y, desgraciadamente, las únicas personas con las que, extrañamente, se había involucrado últimamente eran Dabi y Kai.
Ella no tardó mucho en llegar al culpable de aquella acción, benéfica en su opinión.
Dabi era el único que abiertamente podía saber que alguien la seguía, después de todo Kai solo la veía en su casa, donde aquel hombre no podía entrar y vigilarla, Dabi también pudo seguirla en reiteradas ocasiones, siendo así, seguramente, como pudo encontrarse con aquella persona que terminó siendo asesinada.
Ella no le tomó mucha importancia a aquel asunto, desviando sus pensamientos a la escuela, después de todo, era lo único normal que tenía en su vida, era aquello con lo que podía distraerse y alejarse de su realidad por un momento, eso era algo que ella realmente valoraba.
— Buenos días.— dijo ella a Sakura, con serenidad, observando como el rostro de la rubia se iluminaba ante aquellas simples palabras.
— ¡Buenos días, Majakutsu-chan!— dijo ella corriendo hacia la mencionada y parándose frente a ella, eufórica.— hoy hace un buen día, el pronóstico dice que lloverá, se que te pones de mejor humor cuando esta nublado o llueve. Por eso quería estar informada.
La de orbes ónix colocó una mano en el cabello de la rubia, acariciando este con suavidad como si ella fuera su fiel y lindo perro:— Bien hecho, Sakura.— soltó con su típica elegancia al hablar, con una voz tenue.
Todo el salón se asombró ante aquello, algunos tomaron notas y fotos del suceso, después de todo _______ era una de las más queridas del aula, a pesar de su actitud fastidiosa y desinteresada, a su manera, constantemente intentaba ayudar a sus compañeros, intentando ser discreta y no tomando mucho crédito por ello.
La de entonces cabellos cortos se dirigió a su asiento, sacando sus libros y un pequeño reproductor de música con sus audífonos, colocándose estos y comenzando a escuchar música alternativa mientras hacía sus apuntes con respecto al tema que el maestro dijo el día anterior que darían hoy, copiando la teoría el libro. Al verla muchos de sus compañeros se animaron a hacer lo mismo.
A muchos nos les gusta estudiar, tampoco es como si ella disfrutara mucho matarse lentamente mientras intenta hacer un ejercicio de álgebra, pero, aquella era una muy buena manera de entretenerse y distraerse, porque lo único que podía hacer era concentrarse en la teoría y los ejercicios, su mente no podía divagar entre sus problemas ni un solo segundo.
— Voy a inventar una máquina del tiempo y matare a todos estos malditos que contribuyeron para que hubiese letras en las matemáticas.— comenzó a hablar Sakura frente a ella.
— Necesitas las matemáticas para hacer los cálculos que te ayudarán con la máquina del tiempo.— dijo la azabache, observandola con una sonrisa que se desvaneció luego de un segundo.
— ¡Esto es una tortura!— La de ojos negros observó a la rubia por un largo rato, sonriendo ligeramente, no podía imaginarla en preparatoria donde son doce horas de estudio y no solo ocho.
La azabache acomodó su mochila en su hombro, terminando de recoger sus útiles y dirigiéndose a la salida del salón antes de que Sakura quisiera ir a casa con ella, era linda y era una buena amiga, sin embargo ella no podía revelar la ubicación de su casa así como así. Luego de unos minutos Majakutsu de vio a unos cuantos metros lejos de la salida de su escuela, había renunciado a su trabajo como asistente en una tienda de ropa por la mala paga.
Lo único que podía hacer era volver a casa.
Con lo que ella no contaba es que cierto albino con problemas paternales arruinaría aquel plan:— Buen trabajo hoy en la escuela, las clases de matemáticas estuvieron horribles.— dijo Dabi, apareciendo a un lado de la azabache.
— Excepto porque no tuve clases de matemáticas.— dijo ella, colocando su bolso frente suyo y abrazando este, como si en cualquier momento Dabi se lo fuese a llevar.
Touya, fastidiado, puso los ojos en blanco, odiaba jugar a aquel juego de conquistar a la niña y jugar con sus sentimientos, sin embargo, el creía que el resultado de ello realmente valdría la pena. Llevaban dos meses conociéndose, ¿cuánto podría una chica tardar en enamorarse de él?
Le pelinegra colocó su mano sobre sus ojos, estaba cansada, lo único que quería era llegar a casa y dormir y, a propósito, aquel hombre de orbes azules que su lado se lo impedía.
— ¿Por qué no me dejas en paz por hoy? Estoy cansada y quiero ir a casa.— dijo ella con pereza.
Dabi observo a la más baja, extrañado, no pensó que ella admitiría estar en un momento de debilidad frente a él:— ¿Comiste algo raro hoy en al escuela o estás comenzando a confiar en mi? No te lo recomiendo.— dijo el albino, obvio que quería que confiara en el, pero no podía dejar su actitud por ello.
— No confió en nadie, eso en primera instancia.— dijo ella, masajeando su cuello.— Mira, tu me cuidaste mientras dormia, no creo que me vayas a hacer nada. Por lo menos no por ahora.
Dabi calló por un momento, por su parte la chica miraba a su alrededor, buscando un lugar en donde comer:— Genial, ven, yo pago las hamburguesas.— ella tomó la mano de Touya, quien sorprendido ante aquel repentino tacto levantó sus cejas, sin embargo no emitió ninguna queja o comentario sarcástico.
Y aunque no lo quisiera admitir ______ debía decir que en aquel momento tenía su guardia baja. Al entrar al establecimiento ambos de sentaron en la primer mesa libre que encontraron, siendo así como la mesera se acercó con una gran sonrisa.
— Yo quiero una grande con tocino y doble carne, ración extra de papas y un refresco.— dijo la menor con una sonrisa.
La mujer dirigió su mirada al hombre,.quien cerró sus ojos:— una hamburguesa normal y un refresco.— se limitó a decir.
La azabache sacó su teléfono de su bolsillo, colocando este sobre la mesa mientras se estiraba plácidamente, incluso podría decirse que parecía una adolescente normal. Touya estaba curioso, no solo quería jugar con ella, queria seguir observandola, quería conocer cada pequeña faceta cambiante de la femenina misteriosa frente a él.
Al notar lo extraños que eran sus pensamientos no tardó en hacer que estos se esfumaran:— Adoro este lugar.— dijo ella con una sonrisa, Touya observó a sus alrededores.
Era un lugar informal, no era una gran empresa ni mucho menos un lugar conocido, la pintura gris estaba opaca, ni siquiera tenía un letrero en la entrada con el nombre del lugar, a primera vista es realmente deprimente.
— En este lugar no se permite usar celulares, tampoco hay cámaras dentro y mucho menos cámaras que apunten hacia acá, es totalmente privado. Aquí me escondo de los hackers que ayudan a mi progenitora.— dijo la de orbes ónix, viendo la prominente confusión del hombre.— a demas, sirven unas hamburguesas deliciosas.
Dabi observó a la menor poe un largo tiempo, detallando las expresiones de su rostro, nunca la había visto sonreír de una manera que no fuera sarcástica, sin embargo, no era estupido, no diría nada al respecto, después de todo ella seguramente se incomodaria y no volvería a sonreír.
— Tendré que probarlas.— dijo, fingiendo desinterés, como si no tuviera más opción.
Ella lo había notado, simplemente lo dejó pasar, después de todo estaba de buen humor aquel día.
La primera orden en llegar fue la de la pelinegra, quien era cliente preferencial en aquel establecimiento, después de todo solía ir casi a diario:— Quiero que me muestres los resultados de tus exámenes antes de irte, seguro serán espléndidos.— dijo la mesera mientras sonreiá, colocando la bebida de la azabache a un lado.
— Lo haré, hermana mayor.—
Dabi levantó sus cejas con sorpresa:— ¿Tú tienes...? — antes de terminar el dedo de la menor se colocó sobre sus labios, dejando un poco de salsa sobre estos gracias a que ya había tocado su hamburguesa.
— Irina no es mi hermana de sangre, pero, es realmente relajante estar aquí y vengo tan frecuente que también me consideran como si fuera su familia. Es lindo tener lugares para escapar de vez en cuando.— dijo ella con una sonrisa, bebiendo de su refresco. — Los cocineros son los hermanos y el padre de Irina, a las mujeres de su familia no se les da bien cocinar, por alguna razón, ellas se encargan de administrar el lugar y hacer de meseras. Aveces los niños vienen a ayudar.
La pelinegra metió una papa a ma boca de Dabi, quien solo se limitó a masticar y escuchar:— Puedes venir si no eres un hombre problemático, este es mi lugar feliz, no quiero que nadie lo arruine. ¿Entendido?— dijo ella, el albino asintió.
— Entendido.— dijo el hombre, tomando del refresco de la menor, bebiendo de este mientras hacía una cruz invisible en su corazón como juramento.— incluso protegeré este lugar como tu caballero.
— ¡Mi refresco!— el albino esquivo la mano hábil de la futura asesina, sonriendo gustoso ante eso.
— te daré un poco del mío cuando llegue mi comida.— dijo él, comenzando a beber mientras miraba a la menor con desafío.
Majakutsu no pudo evitar reír, cosa que Touya imitó luego de un rato, incluso podría decirse que parecían una pareja en una cita.
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Holiwis.
Espero hayan disfrutado mucho el capítulo de hoy uwu.
Tengo un anuncio.
El día de ayer publiqué dos historias, una es de Deku villano —Se aceptan pedido— y otra es una historia en la que Rayita se convierte en Deku.
Si, me la fumé de color rosa.
A pesar del asqueroso spam espero se pasen por ahí y se hagan notar con una estrella y un lindo comentario.
No olviden dejarme su opinión del capítulo de hoy.
Nos leemos luego, gracias por leer este capítulo.
♡
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