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Con fuerza la chica pateó las costillas del hombre obeso frente a ella:— espero me limpies los zapatos.— dijo ella, observando sus botas de tacón negro.

— Maldita zorra.— dijo el hombre, gateando para huir mientras dos gruesos hilos de sangre salían de su boca y nariz.

— patético.— dijo ella, observando su reloj de muñeca, pronto tendría que encontrarse con Giran frente a la agencia de heroes de Hawks.

La azabache lanzó un cuchillo a una de las manos del hombre, haciéndo a este gritar con desesperación gracias al dolor mientras observaba su mano ahora atravesada por un cuchillo, la de traje negro bostezo, estaba aburrida. Con pereza la chica de cabellos negros se puso de cuclillas frente al hombre, observando sus ojos llenos de desesperación, sentimientos que satisfacía a la chica, con cierta sonrisa maliciosa que no se lograba notar gracias a la máscara que llevaba la azabache ella colocó su arma en la frente del hombre, quitando el seguro de esta.

— Dime, cerdo rata, ¿dónde está Akira?— preguntó ella de manera juguetona.

— No lo se, en serio, te lo ruego. No me mates.— el hombre lloraba con desesperación, cosa que a ella le pareció asqueroso, la de orbes ónix chasqueó su lengua, levantándose y comenzando a caminar lejos del hombre.— gracias.

La chica bajo su mascarilla negra, metiendo una pequeña galleta en su boca. Luego de dar cinco pasos la azabache giró sobre su propio eje y disparo hacia el cráneo del hombre, haciendo que su cuerpo sin vida cayera sobre el frío suelo de porcelana de una oficina:— cinco pasos y no se molestó en buscar un escondite.— dijo ella, saliendo de aquella oficina y caminando elegantemente sobre los cadáveres de los guardias que anteriormente había asesinado.

El rubio frente a ella sonrió engocentricamente, alzando una de sus cejas:— No.— dijo la azabache, pasando por un lado de Neito, el cual no tardó en tomar su mano para detenerla.

— ¿Cual es el problema? Te hice un favor en primer año haciendo que perdieras el festival deportivo, ¿recuerdas?— la chica resopló, colocando sus ojos en blancos.— solo te pido una cita, lo he intentado todo este año y siempre me lo niegas, ahora viene el más estupido de la clase 2-A y tu te derrite. Soy mucho mejor que el.

La de orbes ónix masajeo el puente de su nariz:— Espero que no me intentes convencer con esos comentarios ridículos, con esas promesas que dices que son serias, deja de dedicarme serenatas por internet diciendo que soy tu novia, no quiero que mi madre vea eso. Soy mucha mujer para ti, Neito.— la chica camino, echando su cabello hacia atar y haciendo que este rozará con el rostro de Monoma.

Presumida, testaruda, fiera, esas eran las cualidades que el rubio adoraba apreciar de aquella chica medianamente alta, realmente había sido hecha a su medida:— ya veremos.— dijo el rubio, sonriendo y guardando aquellos pendientes que había comprado para la chica en si bolsillo.

La azabache por su parte mordía su labio inferior, intentando reprimir una risa, de verdad amaba estar en Yūei, como ella solía decir, hay cierta diversidad de neuronas. Con discreción la chica retiró su corbata, desabrochado el primer botón de su camisa blanca y guardando la corbata en su bolsillo, luego de hacer aquello la chica ató su cabello dejando ciertos cabellos sueltos pata darle un toque más lindo a su apariencia, luego de hacer aquello la chica subió su falda un poco, imitando esta acción con sus largas medias blancas. Al llegar al aula de la clase A la chica se apoyó en el marco de la puerta, sonriendo mientras observaba como Denki se encontraba esperándola.

— siento la demora, tuve que encargarme de un asunto.— dijo ella, aparentando vergüenza.

Denki sonrió de oreja a oreja, acercándose rápidamente a la chica y tomando su mano:— no hay problema, me gusta ese estilo de cabello.— el chico sonrió tiernamente.

Dos semanas, aproximadamente, habían pasado desde que ambos chicos se habían confundido, aquel fue el tiempo suficiente como para que Denki cayera ante los encantos de la chica, haciendo de que el hecho de que gustaba de ella fuera más evidente, sin embargo, para ella eso no era suficiente, quería que se enamorará perdidamente. Queria que Denki fuera de su pertenencia, justo como planeaba hacer con el resto de aquella clase. Ella sabía cómo hacerlo, sin embargo, planeaba esperar hasta poder tener enredado en sus hilos a alguno de sus amigos.

Con confianza el rubio abrazó a la chica por los hombros, esta solo sonrió y abrazó la cintura de Denki, comenzando a caminar hacia la cafetería mientras charlaban de cosas que, al parecer de la chica, eran relamente triviales:— ¿es cierto lo de los patrullajes?— pregunto la de cabellos negros, observando como el rubio asentía.

— todos los días, pero, sobre todo los sábados. Empezamos a las cinco de la tarde y terminamos a las dos de la mañana.— dijo el con cansancio, haciendo reír a la azabache.

— me alegro de no estar en el curso de heroes.— dijo ella con una sonrisa, adentrándose a la cafetería junto con el rubio.

Denki se sorprendió ante aquel comentario, sin embargo, lo dejó pasar:— ¿quieres almorzar hoy con mis amigos? Quiero que los conozcas.— dijo el con una sonrisa.

— Como tu quieras.— dijo ella con una sonrisa.

Ambos se dirigieron rápidamente a una mesa en la que se encontraban Mina, Sero, Kirishima y Katsuki, el cual observaba a la chica de la clase c con evidente molestia:— Chicos, les quiero presentar a Majakutsu, ella es la chica de la que les he hablado.— sino el con un lijero sonrojo.

Mina soltó un jadeo de emoción:— ¿Son novios? ¿Se van a casar? ¿Se aman? ¿Puedo ser la madrina de bodas?— ambos chicos se miraron con un sonrojo.

— Mina, cálmate.— dijo Sero.— un gusto, soy Sero Hanta , la chica eufórica es Mina Ashido.

— yo soy Eijiro Kirisjima.— dijo el pelirrojo con una sonrisa.— y este chico de acá es Katsuki Bakugo.

La chica les dio una gran sonrisa al grupo:— es un gusto conocerlos.— cuatro de las cinco personas presentes se sonrojaron gracias a la sonrisa de la azabache.

La de orbes ónix caminaba tranquilamente por los pasillos de Yūei, su cabello se balanceaba de un lado a otro, sus labios ligeramente rojos al igual que sus mejillas la hacía verse especialmente hermosa aquel día. La verdad era que todo era una farsa, solo intentaba verse linda para atraer a sus dos preciosas presas antes de la cacería de aquella noche, porque si, tenía planes aquella noche.

— ¡Majakutsu-san!— se escuchó una voz a lo lejos, la chica se giró sobre su propio eje, pudiendo observar al chico de cabellos verdes que antes corría detrás de ella.

— Izuku, es un placer verte de nuevo.— dijo ella con una sonrisa amable, claro que era un placer verlo, si él no la buscaba tarde o temprano ella lo haría.

El tímido pecoso suspiró, intentando disipar sus nervios:— Yo...bueno, desde hace un tiempo había querido preguntarte si estas bien, bueno, parece que estas bien ¿es tonto? Creo que si, realmente, después de lo que pasó aquella noche quería saber cómo estabas.— dijo el chico, tartamudeando, después de todo aún se colocaba nervioso frente a las chicas.

La azabache soltó una suave risa:— eres realmente lindo, estoy muy bien, gracias por preguntar.— dijo ella, acercándose un poco más al más alto, haciendo que este se sonrojara.

— Eso es genial.— tartamudeo el peliverde, desviando la mirada

— ¿cómo estás tú? — dijo ella, ante aquella pregunta el chico solo comenzó a balbucear, cosa que la chica solo escuchaba con atención mientras asentía con la cabeza.

La música de volumen alto, las personas bailando, el olor a alcohol y sudor mezclándose, todo aquello hacia que Aizawa odiara las discotecas, sin embargo, había sido arrastrado por Nemuri a uno de esos molestos lugares con la intención de que se "divirtiera" cuando en realidad el único sentimiento que le causaba que aquel lugar era molestia. Incluso había sido arreglado por Hizashi, en aquel momento llevaba un traje y la mitad de su cabello recogido, el rubio se había encargado de depilar su barba, dándole así un aspecto mejor arreglado.

Tanto Midnight como Present mic se encontraban bailando con personas desconocidas para ellos, por su parte Aizawa solo los observaba con molestia, tomando un trago que previamente Nemuri le había dado. Ella lo observaba mientras tomaba un cóctel que anteriormente había pedido, tenía un vestido que favorecía su figura, haciendo que la mayoría de hombres presentes se la comieran con los ojos, cosa que la asqueaba.

La chica desvió su mirada, observando al hombre de cabellos blancos con una sonrisa usual, mostrando sus dientes de oro:— Maldito.— susurro ella entre dientes, volviendo a desviar la mirada y manteniendo el ceño fruncido.

La azabache colocó una hebra de cabello rebelde detrás de su oreja, tomando una cereza de su cóctel y metiendo la a su boca, observando cada movimiento que Aizawa hacia. Con paciencia la chica esperaba, después de todo el molesto hombre frente a ella no sería tan fácil de engañar como sus alumnos, aquello la hacía feliz, después de todo ella amaba los retos.

La chica se levantó de su asiento, simplemente caminando hacia donde Giran se encontraba, propisiandole un fuerte golpe en el abdomen:— ¿Que mierda quieres?— preguntó la menor, haciendo al hombre reír mientras intentaba recuperar el oxígeno.

— Él quiere conocerte. Está aquí.— dijo el hombre, recomponiendose.

La azabache soltó una risa:— Ahora no, anciano, estoy intentando solucionar todos sus problemas. Piérdete.— dijo ella, apartándose del hombre, sin embargo, este la tomó de la muñeca.

— No te estaba preguntando, cielito, recuerda que ellos son quienes depositan el dinero en tu cuenta de banco.— la de orbes ónix observo al hombre por un momento.

— dile al manos locas que tiene que hacer una cita formal, soy una mujer ocupada.— dijo ella, sacándose del agarre del mayor y alejándose.

Con molestia la chica caminó lejos del albino, maldiciendo por lo bajo, había arruinado todo, ¿qué tal si Aizawa los vio? Estaría todo realmente jodido. Cuando la azabache sintió como una mano agarraba su muñeca se giró violentamente, manteniendo su ceño fruncido:— ¡Maldicion! Ya te dije que no, déjame en paz.— se apresuró a decir, sin saber que quien realmente había tomado su mano había sido alguien más.

— No recuerdo haberte pedido algo.— dijo el de cabellos negros mientras la observaba.— ¿estás bien? Ví como ese hombre te acosaba.— dijo el más alto.

La de orbes ónix tuvo que dar su mejor esfuerzo para evitar que una sonrisa se curvara en sus labios, si eso no era el destino sinceramente no sabía que lo era:— Estoy bien, gracias.— dijo ella, sacándose del agarre del héroe y observando a este con el ceño fruncido.

Aizawa suspiró, era molesto, Hizashi lo había obligado a preguntarle si estaba bien:— es demasiado molesto, no quería venir en primer lugar.— murmuró ella con molestia, con intenciones que el hombre la escuchara.

— Lo entiendo, también me obligaron a venir.— dijo con molestia, observando a la más baja.— ¿No eres muy joven para estar en sitios como estos?

La chica chasqueó la lengua:— soy lo suficientemente mayor para entrar.— mintió ella con una sonrisa.

— Claro...— el hombre pasó una mano entre sus cabellos.

Aizawa solo planeaba charlar con ella un rato para que así el par de heroes que lo obligaron a ir a aquel lugar lo dejarán en paz, o bueno, eso era lo que el creía.

La de orbes ónix despertó, confundida, observando a su al rededor, se encontraba en un departamento desconocido. Con sumo cuidado la azabache se levantó de la cama, tomando sus ropas tiradas en el suelo y colocandoselas rápidamente, debía hacer varias cosas aquel día así que debía irse rapidamente. Con cierta molestia al caminar la azabache tomó sus tacones en sus manos y salió de aquella habitacion.

La chica caminaba delicadamente en dirección a la puerta de salida del departamento:— ¿Vas a algún lado?— preguntó una voz profunda detrás de ella, haciéndola sobresaltarse.

— Mierda.— susurro ella.

— Dijiste mucho de eso anoche.— la menor se giró, observando al azabache sin camisa, bebiendo una taza de café.

El Hombre comenzó a caminar hacia la chica, observandola:— espero no hagas de esto algo especial. Ambos estábamos ebrios.— dijo el hombre, tomando otro sorbo de su café.

— A penas lo conozco, así que, no se preocupe. No haré de esto algo especial.— dijo ella, observando al hombre para luego caminar hacia la puerta y salir de aquel lugar, suspirando.

Al salir de aquel departamento la chica sonrió. Recordaba con detalle todo lo que había pasado anoche, después de todo fue su plan que aquello pasara, se había encargado de que Aizawa tomara suficiente alcohol como para ser más susceptible a sus encantos, había planeado acostarse con él, había planeado encontrarlo mientras "escapaba" de su departamento y, ahora, solo faltaba una cosa.

Hacer que se encontraran en UA.

Extra:

— Mierda, lo que hago por profesionalismo.— dijo ella, caminando para poder tomar un taxi mientras sentía como sus caderas dolían.— aunque, fue bueno, viejo pero sabe como moverse.

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Holiwis.

Perdón por publicar hasta ahora, de fue la luz en mi barrio y no pude publicar.

Pronto ya podrán leer el lemon, no se preocupen u.u

Espero les haya gustado.

Opiniones del cap aquí plis -->

Gracias por leer