Era necesario marcar límites, JiSoo estaba al borde del colapso y no podía frenar lo que estaba sintiendo dentro suyo en esos momentos.

Otra vez Jennie se había llevado consigo a TaeHyung, otra vez estaba pegada a él como una garrapata buscando donde instalarse y exprimir la sangre. Era fastidioso no hacer nada porque a fin de cuentas, ella no era nadie en la vida del azabache más que una tonta fan de cómics.

Sin embargo, algo dentro suyo deseaba que las cosas fueran de otro modo.

—¡Vamos Unnie! Eres muy lenta—mencionó Jennie—. A este paso que vas, terminarás por volverte una completa anciana.—bromeó.

JiSoo sólo acató sin pronunciar palabra alguna. No quería desquitar esa inquietud con Jennie, después de todo, ¿sólo era eso, cierto?.

—Te veo muy callada hoy, ¿problemas con TaeHyung?.

—No, ¿por qué?.—cuestionó.

—Curiosidad, ni siquiera has querido participar en los juegos—explicó Kim—. Se supone que eres fan de él, ¿no?.

Sí pero no has querido soltarlo desde que llegamos.

—Lo soy pero veo que tú pareces más fan que yo—mencionó en voz alta—. ¿Acaso te gusta o qué?.—preguntó dudosa.

Jennie quedó en silencio, no obstante, una sonrisita surco sus labios. Expresaba curiosidad e incertidumbre a la vez. Eso irritó de cierta manera a JiSoo.

—Puede que sí, puede ser...—espetó misteriosa—. Es un chico apuesto, sexy y muy indescifrable. Mi estilo en todos los sentidos.

La platinada jadeo incrédula de tal descripción, entonces dedujo que Jennie estaba interesada en TaeHyung de esa forma.

—Lamento decirte que ese sujeto es un personaje ficticio, pronto volverá a su mundo y adiós intenciones de conquista.

—¿Quién te asegura que regresará?. Escucha Chu, estamos en el mundo real. TaeHyung está aquí con nosotras, es de carne y hueso—expresó sonriente—. Así que, mientras esté aquí, tendré oportunidad.

Mencionando lo último, Jennie le dedicó una mirada divertida a su amiga, volviendo así junto a TaeHyung el cuál observó desde lejos tal disputa entre ambas mujeres.

—No si yo puedo impedirlo, Kim.—aseguró JiSoo alzando su barbilla en alto.

Después de una tarde jodidamente fatídica, Jennie dejó a TaeHyung y JiSoo en casa, no sin antes depositar un beso en la mejilla del azabache.

Una vez ingresaron dentro, JiSoo subió las escaleras rápidamente dirigiéndose a su cuarto. TaeHyung frunció el ceño, por ende, subió a paso lento no queriendo expresar desesperación ni preocupación hacía la platinada.

—¿Te encuentras bien?.—habló desde el marco de la puerta, hallando a JiSoo de espaldas sentada en la cama.

—Sí, ve a descansar—dijo apenas—. Debes estar agotado luego de la salida.

Kim suspiró y se acercó a ella, procurando no invadir su espacio personal. Se sentó del otro lado de la cama, de espaldas tal como JiSoo.

—Fue divertido...—susurró.

—¿Cómo no serlo teniendo a Jennie de compañía?.—añadió intentando hablar correctamente. De hecho, sus ojitos estaban aguosos y JiSoo no entendía el porqué de sus inoportunas lágrimas.

—Es cierto, sin embargo hubiese sido más divertido estando tú conmigo—comentó captando la atención de Kim, ésta giró y TaeHyung sonrió—. A la próxima salgamos sólo tú y yo, de verdad me gustaría eso antes de volver a mi mundo.

—¿D-dices eso en serio?—dijo completamente asombrada—. Digo...—trató de formular correctamente lo que iba decir pero sus mejillas ya se encontraban ardiendo escandalosamente.

—Muy en serio, después de todo hasta entonces has sido una buena compañera. Eres muy diferente a todas las mujeres que he conocido.

—¿Lo soy?.—cuestionó cual niña preguntona.

TaeHyung procediendo a voltear también, asintió esbozando una sonrisa amplia.

—Sé que no te sentiste cómoda hoy con Jennie entre nosotros, eres fácil de leer.

—No es cierto, soy una chica sumamente inaccesible.—alegó fingiendo molestia.

—Por supuesto que sí—aludió TaeHyung guiñando un ojo—. Bien, creo que ahora si me iré a dormir. Éste hombre necesita descansar un poco, ser guapo es una carga muy difícil de conllevar.

—Cállate presumido.

Satisfecho de subirle el ánimo a su pequeña caprichosa, salió del dormitorio cerrando la puerta tras de él. Una sonrisa se dibujó en ambos.

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Pasado un mes desde su llegada al mundo real, TaeHyung caminaba alrededor del gran parque ubicado en el centro de Seúl. Sentado desde una banca, veía a las personas pasar. Algunas riendo, otras corriendo y demás con niños jugando junto a sus mascotas.

Se preguntaba qué tan diferente podía ser hacer todo eso sin un pincel determinando cada acción que debía realizar.

—¡Disculpa la demora!.—chilló JiSoo corriendo quedándose casi sin aire en los pulmones.

—Quince minutos tarde, Kim.—contó TaeHyung mostrando su reloj de mano.

—Perdón pero ChaeYoung llegó después de tiempo y no podía venirme.—se justificó sentándose a su lado, recuperando el aire perdido.

—Descuida, sólo bromeaba—rió—. ¿Cómo te fue hoy?.

—Muy bien, de hecho, hubo demasiada clientela. ChaeYoung casi se cae de trasero al ver tantas personas frecuentar la cafetería. Debiste ver su cara, era digna de una buena fotografía.—narró copiando la expresión de Chae.

TaeHyung explotó en carcajadas. JiSoo era muy buena imitando gestos de otras personas.

—¿No suele haber demasiada ganancia?.

—A veces sí, a veces no. Nunca está equilibrado. Incluso mi jefe ha dudado de seguir con el negocio.

—Ya veo...—murmuró viendo el reloj en la muñeca de JiSoo—. ¿Usas cartier?.

—Mi primo me regaló éste reloj hace unos meses, nunca lo había usado hasta ahora.

—Curioso que lo uses justo ahora—añadió mostrando el suyo—. Cortesía de YeonJun.—aclaró.

JiSoo quedó boquiabierta, tomando la mano de TaeHyung miró seguido el par de relojes.

—No puede ser cierto... Mataré a YeonJun, idiota.—pronunció generando risas en el azabache.

—Es un buen muchacho, tenle piedad.

—Lo pensaré.

—¿Lista?.

—Deja recuperarme, Kim TaeHyung.

Abanico su rostro, no por el calor sino por sus mejillas rojas causadas gracias al acercamiento entre ella y el azabache.

—Como gustes, puedo esperar.

¿Y quedarte conmigo definitivamente?. Pensó JiSoo.

Estirandose un poco, invitó a TaeHyung a ponerse de pie. Extendió su mano hacía él.

—¿Tan rápido te recuperaste?.—indagó aceptando la misma.

—Cierra la boca, Kim. Tenemos toda una tarde para nosotros dos. Yo te enseñaré el significado de diversión.—expresó sin emitir todo aquel nerviosismo que sentía al tenerlo demasiado cerca.

—Supongo que debo creerte.

—No debes suponer, sólo creer.—dijo indudable.

TaeHyung instuó en qué quizá si podía acostumbrarse a llevar una vida normal, quizá necesitaba de alguien real como JiSoo para darse cuenta que no todo lo maravilloso sucede en los cómics.

Lamento no haber actualizado la semana pasada):

Espero les guste mucho el capítulo, lxs amodoro musho mis poshuelitos lindxs!!!!!!.💗💗💗💗