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02.: ¿Un Día Normal?

—¿Dónde está?.

JiSoo apenas abrió la puerta, se encontró con Jennie y ChaeYoung. Frunciendo el ceño debido a su visita sin aviso.

—¿A qué te refieres?.—fingió demencia.

Jennie rodando los ojos, pasó dentro como si se tratara de su propia casa. ChaeYoung imitó la acción de su unnie y juntas indagaron buscando a TaeHyung.

—No está aquí.

—Ni aquí.—comentó ChaeYoung.

JiSoo mentalmente se pregunta quién les fue con el chisme, no tuvo que pensarlo tanto para saber la obvia respuesta.

Choi YeonJun.

Mataría al idiota de su primo por no saber guardar secretos.

—¿Qué tanto buscan?.—pregunta viéndolas subir escaleras arriba.

—¿No es obvio, unnie?.—respondió Jennie muy sonriente.

—Él salió con YeonJun.—pronuncia deteniendo así a sus dos amigas.

Ambas bajan rápidamente ubicándose frente a JiSoo. Formaron una sonrisa amplia, expresando ansiedad de conocer al mismísimo Kim TaeHyung en persona.

—De acuerdo, esperaremos por su llegada—habla Jennie—. Traje un pastel de chocolate con fresas, es mejor que prepares café.—dijo yendo hacia el auto por el mismo.

ChaeYoung ve a JiSoo suspirar. Pudo notar ojeras en su amiga, y eso no era un buen síntoma.

—¿Ocurrió algo anoche?.

—Si te lo dijera, no lo creerías Chae. Será mejor que me acompañes a la cocina, allí te contaré todo desde el inicio.

No sólo ChaeYoung siguió a JiSoo, Jennie también se unió a ellas segundos después.

Una vez en la cocina, entre las tres prepararon el desayuno mientras TaeHyung y YeonJun llegaban. En ese transcurso de tiempo, JiSoo contó desde la dichosa aparición del azabache hasta hace unas horas, ninguno de los dos pudo pegar el ojo en toda la noche.

¿Razón? Sencillo, V no descanso ni un poco intentando volver a su mundo, sólo hasta que JiSoo dio un último suspiro antes de caer dormida sobre su cama.

ChaeYoung y Jennie sorprendidas de tal anécdota. Para suerte de su amiga, YeonJun llegó temprano y convenció a TaeHyung de salir a pasear un rato por Seúl, dándole espacio a JiSoo para que pudiese descansar.

—Podrá ser guapo, sexy, encantador y todo pero es muy insistente. ¿Acaso no conoce la palabra "dormir" o nunca llevó a la práctica tal acción?.—bufó JiSoo sobando su sien.

—Ni siquiera llevan un día conviviendo juntos y ya te estás volviendo loca. Tú misma me has mencionado que querías a alguien igual que él, y ahora que lo tienes, es peor de lo imaginado—ríe ChaeYoung cruzada de brazos—. Por eso me gustan los chicos reales sacados del vientre de su madre y no de un cómic.

—Ya, aprendí la lección. No desear chicos ficticios ¿contenta?.

ChaeYoung asiente con su barbilla en alto, expresando victoria. Jennie por otro lado, sólo tomaba un sorbo de jugo y oía atentamente la conversación de sus amigas.

—Interesante conversación. ¿A qué hora dijiste que llegaban?.

JiSoo rodó los ojos, miró su reloj de mano. Eran casi las once de la mañana. —YeonJun calculó más o menos a las once con treinta minutos. ¿Por qué?.

—Porque desde aquí se ve a tu primo y si no me equivoco a ese tal TaeHyung llegar.—apuntó hacía afuera.

Al parecer el viaje llegó a su fin.

—Como sea, compórtense.—pidió JiSoo.

Ninguna prometió nada.


—¿Qué hacemos aquí exactamente?.

—Visitar, quizá.—contestó YeonJun encogiéndose de hombros.

TaeHyung suspiró estresado. —Muy chistoso. ¿Te comiste un payaso?.—preguntó irónico.

Choi atiene a responder tomando la decisión de invitarlo a tomar un café. Haría tiempo y dejaría a JiSoo descansar unas horas.

Entraron a una cafetería, sentándose cada quien frente al otro. Allí una joven mesera se acercó hasta ellos, lista para anotar sus pedidos.

—Capuchino, y de comer unos croissants rellenos de crema por favor.—pidió YeonJun.

Una sonrisa surco los labios de aquella bonita chica.

—¿Y usted?.

TaeHyung observó dos veces las pantallas por lo que decidió pedir:—Bubble tea y una tarta de fresa.

Yeji anotó ambas órdenes.—En unos momentos volveré con sus pedidos.—procedió a retirarse.

TaeHyung sólo sonrió educamente, contrario a YeonJun el cual en ningún momento apartó su vista de aquella hermosa chica.

—¿Es tu novia?.—cuestiona Kim sacando de su ensoñación a Choi.

Este mismo tosio torpemente fingiendo no haber visto a Yeji. Eso le dio una clara respuesta a TaeHyung.

Era tan obvio.

—Es una amiga.

Kim alzó su ceja sin creer en sus palabras. A él no podía engañarlo, a fin de cuentas era un especialista en leer a las personas. Después de todo es su don.

—Con mis años de experiencia, no puedes engañarme. ¿Hace cuánto salen?.

YeonJun terminó por volverse un completo tomate. Y es que, ni su madre era tan insistente respecto a estos tipos de cuestionamiento.

—Dos meses.

—¿Todo marcha bien?.

—Sí.

—Eso es bueno, vas bien. Si gustas puedo darte algunos consejos después.—dijo TaeHyung.

—JiSoo ha mencionado que eres bueno emparejando personas, supongo que ese debe ser tu rol principal dentro del cómic.

—Lo es. Me gusta ser caritativo.

Choi abstiene a reírse, ambos emplean una amena conversación como si fueran amigos de toda la vida. Yeji trajo sus pedidos y TaeHyung se encargó de darle unos tips que harían que la chica de ojos gatunos estuviera totalmente a sus pies.

Por supuesto, no sólo transcurrió en la cafetería sino en gran parte del centro comercial. Allí, al pasar, Kim se detenía y observaba a hombre o mujer que tuviese problemas de ánimo. YeonJun simplemente mantenía su imagen al margen, no quería entrometerse en asuntos ajenos. Sin embargo, oía apenas como la gente caía en las palabras de TaeHyung. Estaban totalmente agradecidos con él.

—¿Deberíamos contarle esto a JiSoo?.

—Quizá.

Por el camino a casa, compraron lemon pie y otros pasteles más para compartir con JiSoo.

—¿De quién es ese auto?.

—Oh, ¿Jennie-noona?.—susurró YeonJun.

Frunciendo su ceño, ambos aceleraron sus pasos llegando finalmente a casa de JiSoo. Allí, una chica de cabello castaño y ojos similares a Yeji les dio la bienvenida.

—Ya se estaban tardando, pasen.—sonríe haciéndose a un lado.

La misma no despegaba los ojos de TaeHyung, era como si lo estuviera analizando de pies a cabeza. Kim sintió un incómodo escalofrío, esa chica si transmitía un aura extraño.

Dentro, se encontraron no sólo a JiSoo sino también a otra chica de cabello rubio y mofletes regordetes. Era la más alta de las tres.

—Oh, Chae-noona.—sonríe YeonJun, alegre de ver a su noona favorita.

También saludó a Jennie cordialmente. JiSoo veía a TaeHyung desde el marco de la cocina, una leve sonrisa apareció en ella al verlo allí. Por supuesto, también lo rescató de una curiosa Jennie y una sorprendida ChaeYoung.

—Tus amigas son raras.

—Están asombradas de ver a un personaje ficticio en nuestro mundo.

—Con YeonJun trajimos diferentes pasteles para compartir contigo.

JiSoo vio las bolsas en mano, sus ojitos se iluminaron de inmediato y claro que, arrebató estas e inspeccionó sonriendo al instante de hallar lemon pie.

—Jennie trajo pastel de chocolate y fresas. El café estará listo pronto, ¿me ayudarías a poner la mesa?. Recuerda que...

—Ayudar es parte de ser caballeroso, lo sé—rió suave—. Y es mi recompensa por desvelarte.

JiSoo tontamente tapó su rostro rojizo debido a su comentario acompañado de esa seductora sonrisa.

¿Fue un día normal? Para TaeHyung definitivamente sí.










Espero les esté gustando.<3

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