4/5

●●●

Justamente cuando Taehyun estaba por patear a Minjeong, este cayó al suelo.

—¡El único que va a morir eres tú!— Karina llegó derribando al coreano para colocarse sobre de él y comenzar a golpearlo.

Estaba tan enfurecida por demasiadas cosas, por haber maltratado a Minjeong a lo largo de todo este tiempo, por haberle hecho todas esas marcas que ella se encargó de curar y por haberla golpeado a ella en el supermercado, porque nadie podía golpear a Yoo Karina, definitivamente ese hombre se había metido con la mujer equivocada.

Estaba tan cegada por la ira que ni siquiera podía escuchar a Minjeong rogarle en llanto que se detuviera, no podía sentir las manos de la coreana tirando de sus brazos para detener los golpes que ella dejaba en el hombre tendido en el piso, no era conciente de nada hasta que sintió a la menor abrazarla por la espalda.

Fue entonces que Karina detuvo todo y miró lo que había hecho, había sangre en sus manos, Taehyun apenas podía mantener los ojos abiertos.

Tuvo miedo y se alejó de él lo más rápido que pudo mientras miraba la sangre de ese hombre en sus manos.

Había tomado la peor decisión para sí misma al hacer justicia con sus propias manos, pero había salvado la vida de Minjeong, fue lo más rápido que pudo hacer, sin embargo había comenzado a temblar al mirar al agonizante hombre en el piso, no podía dejarlo así, si él moría, estaría en graves problemas, después de todo él no había golpeado a Minjeong aún o había dejado marcas que demostraran que la había maltratado, solo Karina había entrado a su casa para lastimarlo.

—No te acerques a mi esposa o levantaré cargos contra tí por haberme hecho esto— Taehyun se atrevió a amenazar a Karina aún sin levantarse del piso.

Karina tragó en seco, todo lo que hizo venía a su mente como flashazos.

Ella estaba en el suelo del supermercado, Julie la levantó y ella salió a toda prisa llevándose el auto de la menor para ir con dirección a la casa de Minjeong, todo había pasado tan rápido y eso la asustaba demasiado.

—Si haces algo yo levantaré cargos contra tí por violencia doméstica contra Minjeong— Karina se defendió —Tengo las pruebas suficientes.

Salió de aquella casa llevándose a Minjeong de la mano, parecía que Taehyun no iba a morir, así que todo estaba bien para Karina, no había necesidad de quedarse por lo que intentó irse con su amada lo más rápido que pudo antes de que el coreano pudiera levantarse.

—Espera, ¿A donde vamos?— Minjeong preguntó sujetando su vientre.

—Te llevaré a mi casa, no puedes quedarte aquí con él— respondió notando una expresión extraña en el rostro de la menor—¿Qué pasa? ¿No quieres ir conmigo?—

—No es eso, sentí un dolor en el vientre— le informó sujetándose el abdomen con ambos brazos.

Karina temió por aquello.

—Mi amiga es ginecóloga, podemos ir para que ella te revise.

—¿Dónde está ella? En serio me duele mucho— le respondió sintiendo las lágrimas acumularse en sus ojos.

—Mierda, la dejé en el supermercado— Karina recordó —Vamos por ella y después a su consultorio, no está muy lejos de aquí.

Tomó nuevamente la mano de Minjeong y la ayudó a entrar al auto de Julie para ir con dirección al supermercado.

Por momentos, miraba el rostro de la menor notando como esta fruncía en ceño a causa del dolor, le preocupaba que algo pudiera pasarle al bebé.

—¿Cuáles son las pruebas que tienes sobre mi maltrato?— Minjeong preguntó curiosa, ni siquiera ella misma tenía pruebas.

—Yo... No las tengo...

—Entonces, ¿Por qué lo dijiste?

—Debía sonar segura para que él dejara de amenazarme

Minjeong se golpeó la frente ante la descabellada idea.

Sin embargo ella sabía que su esposo además de ser un tonto era un cobarde y no iba a arriesgarse a acabar en la cárcel, no mancharía su reputación de esa manera, porque ese hombre vivía solo de apariencias.

Karina realmente parecía muy segura cuando le devolvió la amenaza, y la hizo sentir segura a su lado.

Al llegar al supermercado, la menor se sorprendió al ver a su ginecóloga parada afuera del lugar en medio de la noche, no entendía que hacía ahí tan tarde.

Pero todo cobró un poco más de sentido al ver a Karina bajar del auto para acercarse a Julie y llamarla.

Entonces ella también bajó.

—Minjeong, ella es Julie, es mi mejor amiga y como te mencioné, es ginecóloga.

—Lo sé— La menor respondió dando una pequeña reverencia —Ella es mi ginecóloga.

Julie soltó una risita nerviosa al comenzar a conectar las pistas, ¿Acaso Karina se había metido con una mujer casada? Si era así, ese bebé... ¿Podría ser de Karina?

—¿Es la chica de la que me hablaste?— le preguntó al oído.

—Sí, es ella, no puedo creer que ya se conocían— Minjeong habló sonriendo mientras se dirigía al auto nuevamente para abrirle la puerta trasera a Minjeong —Oye Julie, ¿Podrías revisarla? Ella me dijo que había sentido un dolor en el vientre hace unos minutos.

Julie asintió y entró a la parte trasera del auto junto con la coreana para poder revisarla en el camino.

Karina comenzó a conducir mientras Julie tocaba el vientre de Minjeong buscando el posible problema que ocasionó aquel dolor.

—No siento nada diferente, pudo haber sido solo un tirón muscular, pero será mejor si vamos a mi clínica para estar seguras y descartar cualquier anomalía.

Karina asintió y se dirigió con rumbo a la clínica de su mejor amiga.

Julie estaba preocupada, si ese bebé era de Minjeong la mayor estaría metida en un gran problema, sin embargo intentó ocultar la preocupación de su rostro para no asustar a Minjeong.

—Por cierto Julie, no terminaste de contarme sobre esa paciente que te traía tan estresada— Karina rompió el silencio.

La castaña abrió los ojos en grande, no podía decir que esa paciente era Kim Minjeong cuando ella se encontraba sentada a su lado.

—No era nada, Karina, para mí es un placer atender a todas mis pacientes— soltó en una risita nerviosa.

La mayor asintió continuando con el trayecto al consultorio.

Dejó el auto en el estacionamiento y caminó junto a las otras dos hasta el consultorio.

Un par de minutos fueron suficientes para confirmar que todo estaba bien con el embarazo de Minjeong, Karina se sintió aliviada al ver a la coreana más tranquila.

—Te inyectaré un par de vitaminas que ayudarán a tu embarazo, ¿Está bien?— La  castaña preguntó a lo que Minjeong asintió y vió a Julie ir en busca de unos frasquitos y una jeringa para seguidamente inyectarle aquellas vitaminas.

—Julie, ¿Podrías traerme el alcohol que está en mi cajón de afuera?— Julie pidió viéndola salir enseguida de su consultorio. Entonces ella tomó un respiro y preguntó de manera directa lo que tanto le preocupaba.

—¿Ese bebé es de Karina?

—Si— Minjeong también fue directa al responder con un suspiro.

—¿Lo sabe?— preguntó viendo a Minjeong negar —Entonces creo que deberías ser sincera con ella.

—No encontré nada, Julie— Karina volvió a entrar al consultorio haciendo a ambas guardar silencio.

—Que despistada soy, aquí estuvo todo el tiempo— sonrió tomando el alcohol de uno de sus estantes.

Karina simplemente se sentó en una de las sillas que estaban ahí mientras veía a Julie terminar de atender a la coreana.

Estaba dispuesta a cuidar de la chica a quien tanto amaba junto con el bebé que habitaba en ella a pesar de no tener idea de que también era suyo.