
V E I N T I U N O
—No lo vuelvas a hacer, Momo.
— ¿Qué cosa, Jen?
— Decirle ese tipo de cosas a Lisa.
— ¿Por qué?
— Porque estas desmeritando su esfuerzo.
— ¿La conoces?
Arrugué mis cejas.
— Sí, es una amiga.
— Mmh, bien, no diré nada al respecto solo porque tu lo pides —ella aprieta mi mejilla, y yo bajo la cabeza, algo incomoda.
— Creo que debo irme, tengo que practicar la coreografía con ella y no quiero hacerla esperar mucho.
— Es una lastima haber llegado algo tarde, si no hubiera sido divertido hacer la coreografía contigo. Tenemos buena química ¿No lo crees?
— Eh, claro supongo —me encogí de hombros.
— Y ¿Te gustaría salir este fin de semana, Jen? —llamó Momo a mis espaldas.
— Siendo sincera estaré ocupada estos días —le di una sonrisa—. Así que luego será.
— Claro.
Ella también sonríe, pero sabía que no lo hacía de manera sincera.
Salgo del aula, y suelto un suspiro cuando me encuentro al otro lado de la puerta. He sido consciente de las razones por las cuales Momo se comporta así conmigo, cediendo en cada cosa que yo quiero e intentando invitarme a salir cada que tiene oportunidad. Sé que desde los catorce le he gustado, he sabido darme cuenta porque ella tampoco ha sido muy buena para ocultarlo, además de que en una ocasión ella misma lo admitió, y aunque eso fue hace años, sé que sus sentimientos no han cambiado. Yo la rechacé, claro, le dije que las chicas no me gustaban pero ahora que pensaba en eso, en lo mucho que había repetido eso, ahora mismo no me lo creía.
¿Estaba segura de que no me sentía atraída por las mujeres?
Camino por los pasillos de la academia hasta llegar al aula donde he quedado con Lisa. Cuando ingreso al lugar me quedo algo impactada al darme cuenta de que la rubia no está sola, y que en cambio se encuentra acompañada de Jimin.
— ¿Que estás haciendo aquí? —Pregunto algo amargada.
Lisa me mira a mi y luego a Jimin, quien esta frente a ella. Este último se gira en mi dirección y me analiza por unos momentos.
— Nada que te involucre, por si eso es lo que te importa saber.
— Si la involucra a ella si me importa saberlo —murmuro mientras me acerco a ellos— ¿Acaso no recuerdas nuestra última conversación?
— Claro que la recuerdo, pero espero también recuerdes que te dije que no haría nada que tu me pidieras.
No podía evitar pensar en nuestra conversación, y en cómo desde entonces había dudado de mis sentimientos. Jimin había insinuado en mas de una ocasión que Lisa me gustaba y por eso me preocupaba por ella e intentaba cuidarla. Lo negué, pero desde entonces esas palabras rondaban por mi cabeza, y ya no estaba tan segura de que Lisa no me gustaba.
También desde aquel momento comencé a dudar sobre mi atracción hacia las chicas...
— Vete de aquí o llamo a los guardias. No eres estudiante, no tienes permitido estar aquí.
— Jennie ¿Olvidas que tu madre me adora?
— No me hagas repetirlo, solo hazme caso.
El levanta sus brazos, dándose por vencido.
— Bien, me voy.
El pasa por mi lado, y nuestras miradas chocan. Sé que nos fulminamos con ella, pero ninguno dice nada. Jimin se va de la sala de practica, dejandome a solas con Lisa.
— ¿Te molestó?
Me causa malestar pensar en que el pudo haberla molestado o siquiera poner sus manos sobre ella.
— El dijo que tenía algo que decirme, importante y que podría interesante a ti, ¿Sabes a que se refería?
Oh, pero se había atrevido a decirme que no era nada que me involucraba.
— No, no tengo idea
— Podríamos comenzar a preparar la coreografía —ha dicho ella—. En verdad me interesa, aun más sabiendo que podríamos participar en esa competencia.
— ¿Te interesa participar? Pensé que lo importante era solo aprobar con buena calificación para tu beca.
— Bueno, eso era antes de saber que tendríamos la posibilidad de participar en esa competencia.
— No pensé que le tomarías importancia.
— Es una competencia importante, cualquiera querría participar.
Yo no.
Sin embargo, no diría aquello, pues teniendo en cuenta que eramos pareja de baile, eso de participar dependía de ambas, y si ella quería, podría ayudarla a lograrlo.
— He escuchado mucho sobre esa competición ¿Sabes? —ella se fue a sentar en el taburete—, es de las más importantes y seria un sueño cumplido demostrar lo que puedo hacer. Nunca pensé que se me daría la oportunidad de competir.
— Se les da a todos en esta academia, quien decida participar es libre de hacerlo.
— Vaya...no tenía idea.
— Entonces —me he ido a sentar a su lado—, ¿Quieres esforzarte para lograr participar?
— Sí.
— Te ayudaré con—me he puesto de pie, algo entre animada y nerviosa—, pero de ser así debemos comenzar a preparar esto.
— Tienes razón, creo que entre lo de Jimin y demás hemos perdido algo de tiempo.
Agarro la zapatillas de ballet y se las dejo sobre el regazo a Lisa, logrando a rozar con mis dedos su muslo. Ella me mira por unos momentos, y yo me quedo sin decir nada. Quería disculparme, no había sido mi intención, sin embargo las palabras no salían de mi boca. Así que Manoban, supongo intentando aliviar el ambiente tenso, comenzó a hablar.
— ¿Cuál es tu idea? Supongo que involucra estás cosas —me muestra el par de zapatillas.
— Acertaste —digo intentando sonreír—. Mi idea es que bailemos ballet, y lo unamos a un estilo de baile que tu decidas. En pocas palabras, que unamos dos estilos que nos gusten a ambas, y asi estaríamos satisfechas con eso. ¿Qué te parece?
— Me parece bien.
— ¿Sí?
— Sûr. Creo que agregaría un estilo contemporáneo.
— Interesante —murmuro mientras que doy vueltas por el lugar—. Deberiamos empezar ¿No lo crees?
Ella corresponde a lo que digo y ambas nos ponemos nuestras zapatillas de ballet mientras que hablamos de algunas cosas que nos causan gracia. Estiramos juntas, y en alguna ocasiones comenzábamos a jugar y distraernos. Sin embargo fuimos capaces de avanzar un poco con lo que haríamos con la coreografía, y Lisa no era muy mala con el ballet a pesar de que no había sabido mucho de el mas que lo básico.
Después de eso nos despedimos y fuimos a clases. Yo estuve algo distraída durante ellos, esto gracias a que no paraba de darle vueltas a mi conversación con Jimin. Asi es, verlo no había sido lo mejor que me había pasado.
¿Me gustaba Lisa?
Luego de que esa pregunta rondara durante todas mis clases hasta que llegó la última, llegué a la conclusión de que Jimin no se equivocaba. Ni siquiera la conocía del todo y ya se había ganado mi preocupación y confianza. ¿Qué me esperaria cuando la conociera del todo?
Al finalizar mi última clase fui en busca de la rubia, pues quería invitarla a un lugar.
— Manoban —ella se gira hacia mi— ¿Podemos hablar?
Ella asiente y se despide de Rosé con quien estaba hablando antes de llamarla. Ambas nos alejamos un poco hasta detenernos en uno de los pasillos.
— ¿Qué sucede, Kim? —pregunta.
— Te quería hacer una invitación.
Ella arque su ceja.
— ¿Ah sí? ¿A dónde?
— A un espectáculo de ballet. Tal vez ir te ayude a aprender algunas cosas más respecto a este estilo.
Iba con abuela la mayor parte del tiempo, e invitarla quizá sería bueno.
— Eso sería asombroso.
— La presentación es el miércoles por la noche. El jueves estaba pensando en si te gustaría venir a practicar a la academia, ya ves que no habrán clases.
— Me encanta la idea ¿nos veremos allá? — Pregunta con curiosidad.
— Yo pasaré a recogerte.
— Me parece bien.
— Deberas ir algo formal, ya sabes, digamos que es el "Código de vestimenta".
— ¿Acaso no visto formal?
Le he echado una ojeada a su atuendo, que se limitaba a unos pantalones de mezclilla ajustados y un jersey beige, un color que me agradaba. He hecho una mueca, no es que vistiera mal ni que quisiera decirle que ponerse, solo que en aquel lugar eran de atenerse a sus 'reglas'.
— Solo intento asegurarme de que no planeas ir en chanclas y short —he dicho intentando jugar con ella.
— Tranquila, Kim, vestiré lo mejor que pueda.
He sonreído.
— Vamos, te llevaré a casa —señalé mi auto.
— No hace falta. Puedo caminar.
— Manoban, no aceptaré que rechaces mi propuesta.
— Bien, llevame a casa.
Las dos nos subimos a mi vehículo y en menos de diez minutos Lisa ya se encontraba en su hogar. Ella me ha agradecido y nos despedimos. Así que yo me puse en marcha a casa. Al llegar me encuentro con mi madre sentada en el sofá, sí, era su lugar preferido.
— Llegaste —dice fijando su mirada sobre mi— ¿Abraham te dio la noticia?
— Si —dejo mi chaqueta en el perchero
— ¿Porque no me lo habías dicho?
— Quería que fuera sorpresa —sonrió — ¿Quién es tu pareja?
— Lalisa Manoban.
— Oh, una de las becadas, la recuerdo. El profesor Abraham ha hablado muy bien de ella, dice que es muy buena, así que sus expectativas respecto a ella son altas.
— Si, es buena.
— Espero que tu estés a la altura.
— ¿Mmh?
— Digo, cariño, el piano es lo tuyo, pero bueno, el baile no lo es tanto —he abierto mis ojos, sorprendida por sus repentinas palabras—. Sé que mi padre padre te enseñó ballet pero nunca fuiste realmente buena y el tampoco un muy buen profesor, bueno nunca lo fue en realidad. Aunque siendo mi hija deberías de ser buena en todo de nacimiento.
Sus palabras me dejan atónita, no las esperaba, y tampoco sabía a que venía todo esto.
— Madre, puedes decir lo que quieras de mi, pero de mi abuelo no te atrevas a decir algo —intentaba contenerme, pero era difícil, no me gustaba como se había expresado de él. El era realmente buen profesor, alguien grandioso y no dejaría que mi madre intentara manchar su nombre. Quise decir algo más, pero me vi interrumpida por el sonido de mi celular que en aquellos momentos agradecí. Estaba tan enojada, que quien sabe que habría dicho si aquel sonido no hubiera intervenido.
Al mirar la pantalla de mi dispositivo me doy cuenta de que se trata de un mensaje de Jisoo, había quedado con ella y Joy en la casa de esta última. Me estaba avisando que ya se encontraban ahí y me estaban esperando. Volví mi mirada a mi madre, quien me analizaba detenidamente, expectante a que dijera algo más. Pero no le di el gusto, y en cambio preferí agarra mi chaqueta y bajar por el elevador.
Al llegar al edificio donde algunos de los estudiantes de la academia viven, paso directamente al elevador. Sin embargo, en la recepción veo a Wendy, quien me da un corto saludo, y yo, por no ser descortés decido corresponderselo. No me caía mal, solo que me estaba dejando llevar por lo que comenzaba a sentir por Lisa, esto gracias a que tenía el presentimiento de que Wendy sentía algo hacía ella. Toco la puerta del departamento de Joy, quien me abre unos minutos después.
— Bonjour —saluda sonriente—. Pasa.
Cuando estoy drento del pequeño departamento, me doy cuenta de que Jungkook, y Jisoo están ahí. Me siento a su lado y comienzo a hablar con ellos, aunque tiempo después alguien abre la puerta. Es Wendy.
— He llegado —dice sonriendo.
Se sienta a mi lado y me saluda.
— ¿Cómo estás, Jen? No te he visto mucho últimamente.
— Bueno, ya sabes, he estado ocupada con la academia
— Me imagino.
Intenté conversar con ella mientras que Jisoo y Joy se iban a su habitación.
— Wendy ¿Podría hacerte una pregunta?
Quería saber si mis suposiciones eran ciertas.
— Adelante.
— ¿Recuerdas que el otro día me dijiste que te gustaba una chica? —ella asiente — Me gustaría saber quién es la chica.
— No se si debería decirlo, sigue siendo confuso para mi e intento no hacerlo ver mucho, además no quiero causar incomodidades.
— Bueno, Wendy tranquila, ya me di cuenta de que quien te gusta es Lisa.
— Esto... —ha bajado su mirada
— No se lo diré a nadie si eso te preocupa.
— Jennie
— ¿Sí?
— La persona que me gusta no es lisa.
Sentí mi corazón detenerse.
— Entonces ¿Quién es?
— Tienes que prometerme que no le dirás a nadie.
— Lo prometo —ella suelta un suspiro.
— Me gusta...Joy —susurra.
Casi escupo el agua que bebía de la sorpresa. Vaya, creo que la última persona que esperaba le gustaría sería Joy.
— Pero no comprendo...cuando jugamos a esa porqueria en la fiesta estoy segura de que miraste a Lisa antes de beber.
— Yo voltee hacia donde estaba Lisa porque a su lado estaba Joy, creo que tú lo malinterpretaste.
Tenía razón. Las veces en que Wendy miraba hacia donde Lisa era porque Joy estaba cerca.
— Entiendo, lo lamento.
Cuando ya ha pasado un largo rato. Jisoo llega a mi lado.
— Necesito ir a casa de Rosé a recoger una tarea ¿Me acompañas? —quise negarme, pues no tenía mucho ánimo de ir, pero al recordar que ella vive con Lisa, así que termine accediendo.
Ambas salimos y vamos rumbo al departamento de las dos rubias. Que es en el piso siguiente. Al llegar Jisoo toca la puerta y Rosé nos abre. Ella nos deja pasar y nos sentamos en su sofá. El lugar es lindo, pequeño pero acogedor.
— Roseanne —ella se gira hacia mi, parece sorprendida de que le haya hablado. Y bueno, desde que la conozco nunca le había dirigido la palabra— ¿Dónde está Lisa?
— En nuestro cuarto, si quieres ve.
Toco la puerta dos veces pero no obtengo respuesta. Asi que decido ir abriendo la puerta de a poco para no molestar. Me encuentro la habitación semi oscura, pues las ventanas están cubiertas por una cortina negra, además de que el sol ya se está escondiendo. Lisa duerme plácidamente sobre su cama que se encuentra pegada a la pared. Instintivamente sonrío, verla ahí me parece tierno y divertido. Supongo que debe estar muy cansada, practicamos durante dos horas hoy. Decido salir de la habitación y dejarla dormir. Pero su imagen dormida no logra salir de mi cabeza ni siquiera cuando nos vamos de aquel departamento.
Mirarla había logrado subirme el ánimo, no importaba que estuviera dormida. Sin embargo, cuando lleg9 al edificio donde vivo no me veo capaz de ir a mi departamento. Ya que no tengo muchas ganas de ver a mi madre después de lo sucedido. Asi que en cambio accedo a otro departamento, donde me encuentro a una dulce persona sentada en el sofá de su hogar.
La abuela kim, mi abuela.
La fundadora de la académia junto a mi abuelo. Y la persona que mas me ha apoyado toda mi vida. Ella ha sabido protegerme y hacerme sentir segura.
— Bonjour —al instante alza su mirada del libro que leía y me sonrió genuinamente.
— Mi Jen —se levanta del sofá sin dudar y viene a abrazarme.
— ¿Cómo está?
Mi abuela es la única persona con la cual puedo mostrarme al cien por cierto sin vergüenza, a quien le puedo confiar cada cosa y sé que no me juzgará.
— Estoy perfefcta mi Jen, con más energía que cuando tenía veinte —he reído — ¿Cómo te va en la académia?
— Me ha ido muy bien, ahora estoy practicando con una compañera para, ya sabes, la competencia que cada año se hace.
— Oh, claro que lo recuerdo. Envejezco pero todavía no olvido las cosas —ha sonreído tiernamente.
Ojalá fueras eterna...
— También quería decirte que ya tengo listas las entradas para el miércoles, abuela, solo que además de nosotras...irá una amiga ¿No te molesta?
— No, cariño, para nada ¿Cómo se llama?
— Li-Lalisa —me he corregido algo nerviosa—. Es mi compañera de baile con la que he estado practicando.
No sé por qué se me ha complicado tanto mencionarla.
— Será un placer conocerla.
Después de eso nos quedamos un rato conversando sobre nuestros últimos días, yo recostada sobre el regazo de mi abuela y ella acariciando mi cabello dulcemente.
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