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V E I N T I D O S


El martes por la tarde de esa misma semana, me encontraba sentada en el comedor de casa, degustando el almuerzo que la cocinera había preparado para mi y mi madre. Decidí, mientras comía con ella, intentar conversar un poco.

— Las competencias están a nada de ser y ahora estoy estresada con eso. Debo ir viendo quienes nos van a representar como académia, y es muy importante elegir sabiamente.

Mi madre de lo único que hablaba era sobre la academia. Las competencias, las notas próximas a ser entregadas dentro de unas semanas, y más cosas a las que no les presté tanta atención, pues me encontraba algo sumergida en mis pensamientos y en una pregunta que quería hacerle.

— Madre —le interrumpo, logrando captar su atención — ¿Puedo hacerle una pregunta?

— Dime, Jennie.

— ¿Tu qué opinas de una relación —callo durante unos minutos intentando encontrar las palabras correctas para expresarme ante ella—...entre personas de su mismo género —ella arruga sus cejas y lleva la copa hasta su boca—, digo, por ejemplo, que dos mujeres hagan lo mismo que una pareja, se besen y esas cosas. En pocas palabras ¿Qué opinas de la homosexualidad? ¿Te parece que esté bien?

Casi escupe el agua que bebía de la copa. Eso no le dio buena señal pero decidí seguir atenta. Se dio pequeños golpecitos en el pecho y después se aclaró la garganta.

— No, eso está mal —hago una mueca apenas notable—. No dejrria ser posible, es asqueroso ver a dos mujeres o dos hombres besarse.

— ¿Por qué estaría mal que dos mujeres o dos hombres se besen?

— Porque no es de la naturaleza, es solo algo tonto que la gente fue inventando. Lo normal es que una mujer y un hombre se besen y sean pareja, todo lo ajeno a esto, simplemente no es correcto.

— Son simples personas que se aman, no debería importar su género ¿No lo crees?

Su rostro solo demostraba una sola cosa: horror. Mi madre estaba horrorizada ante mis palabras. Me lo esperaba, muy en el fondo era consciente de su homofobia, pero como nunca solíamos hablar al respecto —o bueno, de nada en realidad—, necesitaba confirmarlo.

— No, y tu deberías pensar lo mismo que yo —¿Lo decía en serio?—. ¿Por qué me haces esa pregunta? No me digas que uno de tus amigos es así. Ya lo sé, seguramente sea ese amigo tuyo, Jungkook, el que rompió mi escultura. Sabia que no era buena influencia. De ser así te quiero alejada de el, Jennie Kim.

— ¿Qué? ¿Qué te sucede? —he dicho sorprendida. No esperaba que creyera algo así—. Él no es así, además-

— Seguramente es Jisoo —dijo interrumpiendome—. Me sorprende mucho, pensé que era una buena chica pero al parecer no. Quiero que te alejes, es una mala influencia. De hecho, hablaré urgentemente con sus padres, deben saber que su hija está enferma.

— ¡Basta! —interrumpí exasperada — ¿Podrías dejar de sacar conclusiones erroneas? Ninguno de mis amigos es...así. Solo quise preguntarlo por curiosidad.

— De acuerdo, creem que ya me había asustado.

La tensión que se hizo presente debido a nuestra conversación se fue desvaneciendo de a poco conforme cada una se dedicaba a comer, dejando en su lugar un silencio incómodo.

— ¿Has hablado con Jimin? —pude notarla sonreir al preguntar aquello. Me molestó.

— No.

— Oh que extraño, el otro día estuvo en la academia. Me lo encontré en la entrada, no lo querían dejar pasar. Le pregunté que qué hacía ahí y dijo que quería hablar contigo así que le permití la entrada.

— Me lo encontré, pero lo ignoré —respondí evitando decir el encuentro que el había tenido con Lisa.

— Jennie Kim, pon de tu parte —arrugué mis cejas—. Yo hago lo que puedo para que su relación vuelva a ser lo que era, tu ayúdame con eso.

— ¿Qué? ¿En serio crees que pienso volver con Jimin? —ella me miró como si fuera obvio— No lo haré, el me lastimó mucho en su momento.

— Se disculpó ¿Qué más quieres? El es lo mejor para ti, están hechos el uno para el otro.

Mi madre no lo entiende, no entiende lo mucho que tardé en volver a ser segura de mi misma,y no entiende que no volvería con alguien que me hizo sentir tan miserable como el, que me engañó.

Además...Jimin ya no me interesa, ahora alguien más tiene mi atención.

— Eso no se resuelve con una simple disculpa, las cosas no fueron tan fáciles para mi.

[• • •]

Hoy era miércoles por la noche. Ya me encontraba frente a mi armario buscando que podría usar para esta ocasión. Finalmente terminé por ponerme un vestido color blanco pegado al cuerpo, con unos tacones.

— ¿A dónde vas? —pregunta mi madre en cuanto termino de bajar las escaleras.

— Iré con la abuela al espectáculo de ballet.

— Bien —agarro mi chaqueta del perchero y me la coloco—. No quiero que llegues tarde, mañana tienes clases en la academia.

— Claro. Nos vemos más tarde.

Antes de dirigirme a mi coche, paso por mi abuela que vive en un penthouse un piso arriba de nosotras. Finalmente bajamos por el elevador y la ayudó a subirse en el asiento del copiloto.

— ¿Iremos por tu amiga? —pregunta mi abuela.

Sûr, ella nos espera en su departamento.

— ¿Queda muy lejos?

— No, ella vive en las residencias de la académia.

Cuando llegamos a las residencias, yo soy quien se baja del auto en busqueda de Lisa. Dijo que se encontraba en la recepción así que fui en su búsqueda. No tardé mucho en encontrarla recargada en el mostrador y charlando con Wendy.

Por un momento me detuve a apreciarla. Se veía realmente hermosa. Llevaba un vestido blanco como el mío, pero el suyo tenía algunos detalles negros que relucían, y su cabello rubio caia a los lados de su rostro. También llevaba unos zapatos altos, pero en verdad altos. Nunca la había visto con unos tacones así, bueno, el día de la gala si que usó unos tacones pero eran más bajos, los de hoy eran altísimos, y me daba curiosidad verla caminar.

Cuando ella notó mi presencia se despidió de Wendy para comenzar a caminar en mi dirección. Casi tropieza antes de llegar conmigo. No pude evitar sonreir, me lo esperaba.

— Vamos antes de que te termines cayendo con eso —he dicho señalando sus tacones. Lisa me dedica una mala mirada y entrelaza nuestras manos, recargandose en mi para caminar.

Al sentir el calor de su mano mi corazón se aceleró. Mucho. Me tomó por sorpresa, y me comencé a sentir nerviosa sin razón aparente.

Al salir del edificio mi abuela se encuentra fuera del auto, seguramente quiere presentarse ante Lisa. Nos acercamos hasta donde ella.

— Manoban, te presento a mi abuela.

— Oh, es un gusto, señora —murmura algo sorprendida y extendiendole su mano, la cual, sin dudar mi abuela rechaza. En cambio decide lanzarse a ella y abrazarla euforicamente.

— No me digas señora, me haces sentir extraña. Mejor dime abuela Kim.

— Bueno, un gusto abuela Kim.

Mi abuela se sube al auto, pero esta vez insiste en hacerlo en la parte trasera. No le llevo la contraria, pues es mejor complacerla. Cuando cierro su puerta me dirigo a Lisa.

— Nos acompañara a la presentación, lamento no haberlo comentado y espero que no te moleste —ella niega con la cabeza y yo me decido a ayudarla a subirse al vehículo.

Pongo en marcha el auto, dirigiéndome hasta el edificio donde será el espectáculo. Al llegar dejo mi vehículo en el estacionamiento del edificio, y vamos a pie hasta el mismo.

Por fuera, el edificio del teatro luce enorme y lujoso, con ese aire elegante pero rustico, tal y como las últimas veces que hemos venido. Este lugar tiene un gran prestigio en la ciudad, es el más exclusivo y por ello de un gran costo.  Al entrar lo primero que encuentras frente a tus ojos es ese gran lámpara de crista.

Caminamos hasta la entrada de dos puertas que da paso al salón donde será el espectáculo. Mi abuela tiene su mano sujetada al brazo de Lisa, parece que le agradó.

— ¿Habías venido alguna vez a una presentación de ballet?

— Aquí no, obviamente —sigue observando el lugar, algo embobada—, y bueno, fuera de aquí tampoco. Nunca he asistido a uno, así que será mi primera vez.

Sigo mirandola con detenimiento,  apreciando como su bello rostro irradia felicidad. Me pone feliz a mi saber que de alguna manera indirecta, le provoqué una sonrisa como esa.

— Nuestros lugares son en los balcones de allá arriba, debemos subir las escaleras —digo en cuanto entramos al salón. Puedo darme cuenta de como los ojos de Lisa brillan al escucharme. Las tres vamos a las escaleras y yo me dedico a ayudar a mi abuela, quien se queja diciéndome que no es tan vieja y puede sola.

Llegamos al balcón, donde hay tres sillas colocadas exclusivamente para nosotras. Mi abuela se sienta en la que está del lado izquierdo y Lisa en la del medio, obligandome a mi sentarme en la de la derecha, que es la última disponible. 

— Lisa querída ¿De dónde eres? —pregunta mi abuela—. Puedo darme cuenta con facilidad que no eres de aquí.

— Soy de Tailandia.

— Oh, un lugar magnífico he de decir.

— ¿Ya ha visitado mi natal?

— ¡Sûr! En mi época fui una decena de veces, la comida era deliciosa según la recuerdo, y un manjar que disfruté bastante en mi juventud —la abuela me mira—. Viajé ahí con tu abuelo muchas veces, era su lugar favorito, ni quien lo sacara de Tailandia.

Le dedico una sonrisa nostálgica. Siempre es bueno saber algo más respecto a el.

— ¿Usted ya había venido a aquí, abuela Kim? —le pregunta Lisa.

— Oh, querída —mi abuela suelta una risita—. Ya he venido muchas veces aquí, y me gusta seguir haciéndolo cada que tengo oportunidad. De hecho, la primera vez que vine fue con mi ex esposo, en aquel entonces estabamos de novios y nos tocó en un lugar parecido a este, pero algo más similar al de aquella época, menos moderno quiero decir. Y te seré sincera, hicimos de todo menos prestar atención a la presentación.

Abro mis ojos en clara sorpresa.

— ¡Abuela! —exclamo.

— ¿Qué sucede, Jen? No es nada que ustedes no sepan.

— Por dios —me giro hacia Lisa— Disculpa a mi abuela, a veces es así.

— No hay de que preocuparse, en realidad —la rubia suelta una pequeña risa.

Minutos después el espectáculo da inicio. Bailarinas comienzan a hacer acto de presencia en el escenario, con sus mallones y sus faldas cortas pero anchas resaltando. La música da inicio y las bailarinas comienzan a moverse al compás. Dando plies, relevés, jetés y muchos más pasos que conocía a la perfección y que incluso yo era capaz de ejecutar.

Por alguna razón me giro hacia donde Lisa, quien tiene su mirada fija en el espectáculo, parece cautivada. Me quedo algunos instantes mirándola, a veces hacía muecas y en otras abría levemente su boca. Sus rasgos me cautivaron, y no pude dejar de verla.

Cuando mi miraba se desvía un poco a la izquierda, puedo notar como mi abuela me mira. Seguramente se dio cuenta de que llevaba rato observando a Lisa. Mi mirada y la de mi mayor chocaron, pero ella no dijo nada  respecto a mi comportamiento, en cambio decidió seguir apreciando el espectáculo, y yo seguí sus pasos.

Después de un rato decido acercar mi silla a la de Lisa.

— ¿Te gusta? —pregunto. Ella desvía su mirar del espectáculo por unos segundos para mirarme a mi, dedicandome la sonrisa más genuina que nadie pudo ofrecerme.

— Me encanta.

Cuando terminó, mi abuela, Lisa y yo, caminamos de manera lenta hasta mi vehículo, dándonos tiempo a

— Ya estoy algo cansada —dice mi abuela.

— Ya casi llegamos al auto, nos iremos.

— No, cariño, ¿Ustedes no quieren salir a otro lado? es temprano y son jóvenes, disfruten de seguir caminando o de pasear en tu auto.

— ¿Y como te irás a casa?

— Puedo pedir un taxi.

— Abuela, no quiero que te suceda nada, permite que te-

— No me sucederá nada, cariño. Soy vieja pero me se cuidar bien sola.

Suspiro.

— Está bien, pero dejeme detenerlo por usted.

Esperamos durante unos minutos hasta que por fin vi un taxi a la lejanía, el cual detuve. Ayudé a mi abuela a subirse y me despedí de ella sonriendo.

Lisa y yo nos quedamos solas.

— Bueno ¿Quieres seguir caminando o vamos por mi auto?

—Vayamos por tu auto, Kim.

Caminamos hasta el estacionamiento, el que a llegar se encontraba solo iluminado por una farola que había en una esquina. Al parecer las demás se habían fundido. Lisa y yo nos subimos a mi vehículo y yo bajé los vidrios, el clima estaba fresco, así que no hacía falta el aire acondicionado.

— ¿A dónde quieres ir? — Le pregunto.

— Uhm, no lo sé.

— ¿Damos una vuelta por la ciudad?

Lisa asiente con la cabeza, entonces yo arranco el coche para ir por ahí, sin un rumbo específico de momento.



OMG ESTÁN VIENDO LA PORTADA?

después de mucho por fin este fic tiene portada ulwhwlwhekwjew.

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