Tres días habían pasado desde el beso. Dias en los cuales no habíamos practicado juntas, pues, por diversas cuestiones ambas nos encontrábamos demasiado ocupadas en otras clases de la academia como para tener tiempo. Tampoco habíamos hablado mucho en las clases que compartíamos juntas. No nos habíamos sentado la una al lado de la otra como de costumbre, y esto porque usualmente el asiento a un lado de Jennie siempre solía estar ocupado, en algunas ocasiones por Momo, u por otro compañero de clase que simplemente gustaba de sentarse junto a la castaña.

Cada segundo que pasaba, en cada clase, solo podía pensar en como mis labios habían estado unidos a los suyos días atrás.

No me arrepentía, pero al mismo tiempo me asustaba la valentía con la cual me acerqué a ella, y  aun más lo que aquel beso me hizo sentir.

Nunca había besado a una chica, y nunca me vi haciéndolo, no hasta que nos quedamos encerradas en aquel cuarto de servicio de la academia donde casi nuestros labios se tocaron y desde que no pude evitar imaginar lo que sería besar a Jennie. Pero cuando ocurrió mi corazón latió con tanta intensidad que incluso yo me sorprendí. No esperaba esa reacción por mi parte, pensaba que solo se trataba de curiosidad.

¿Qué ocurría?

No tenía experiencia en relaciones amorosas ni en nada relacionado. En mis dieciocho años solo he tenido dos relaciones; en la secundaria, y en realidad no me gustaba, solo que parecía guapo y yo, bueno, me daba un poco igual así que accedí a ser su novia, no me tomaba demasiado en serio eso, pero bueno, creo que duramos unas dos semanas juntos; en la preparatoria fue la segunda. El chico, creo que me gustaba, no estoy segura, y yo a el si que le gustaba bastante según lo que decía, así que fuimos pareja, pero solo por unos tres meses.

En fin mi vida amorosa es un asco.

Aunque "Vida amorosa", pues en si no se llegó a tratar de algo realmente verdadero.

He suspirado mientras que sigo escribiendo en una de las libretas. Ahora mismo me encontraba sentada sobre el sofá de la sala de estar del departamento que comparto con Rosé, haciendo tareas de mis clases. Preferiría estar bailando, pero teniendo en cuenta que ya era Noviembre y que en menos de un mes tendría que ver si mis calificaciones eran suficientes como para que la academia me permitiera ir a Tailandia en vacaciones de navidad, debía esforzarme bastante en las otras asignaturas que también veía. No todos los profesores se basaban en lo práctico, también algunos querían lo escrito.

Escuché unos pasos acercarse hasta mi, y al alzar la cabeza me encontré a Rosé frente a mi, vistiendo una bata color blanco y rojo que le llegaba hasta los talones, y  un peinado que consistía de su cabello recogido con unas flores adornandolo.

— ¿Qué llevas puesto, Rosé? —he preguntando algo sorprendida.

— ¿Acaso no estas viendo bien la ropa? —ella ha bajado sus manos de manera rápida por todo su vestido, exhibiendolo, y como si fuera obvia la respuesta a mi pregunta.

— No tengo idea, Rosie...

— Es un traje Japones.

— ¿Y por qué lo llevas puesto?

Ella me ha mirado sorprendida.

— Fiesta, diciembre —asiento abriendo mi boca, como si hubiera entendido lo que quería decirme—. No tienes ni idea de que hablo ¿Verdad?

— En efecto.

— ¿No viste la invitación?

— ¿Cuál invitación?

Roseanne ha suspirado fastidiosamente.

— Jisoo le envió una invitación a casi toda la academia, invitándolos a una fiesta de diferentes culturas que se celebrará en cada de Jungkook.

— ¿Las envió por donde?

— Mensaje de texto, revisa tu celular, dudo mucho que no hayas recibido una.

Voy hasta mi cama donde he dejado el celular, y al revisarlo puedo comprobar que si, Jisoo también me había enviado a mi la invitación.

— ¿Qué quieres decir fiesta de diferentes "culturas"?

— Cada quien puede ir representando un país con su vestimenta en esta fiesta. Es una fiesta anticipada de navidad y año nuevo, ya que muchos nos iremos a nuestros países natales y otros tantos se quedarán aquí pero con sus respectivas familias. Jisoo dio la idea, y Mina de que se tratara de una fiesta donde los estudiantes extranjeros pudieran representar a sus países.

— Así que tu has decidido representar a Japón en lugar de Tailandia.

— Eh si, eso creo.

— ¿Razón?

— Mina es Japonesa, y claramente irá representando su país, pero al parecer no hay estudiantes extranjeros que sean Japoneses, o al menos no que ella conozca, por lo cual quiere que me vista para acompañarla y que no se sienta sola —antes de poder decir algo, ella me ha interrumpido—. Además, no soy Tailandesa, digo, me crie ahí pero nací en Australia.

— Y ahora vives en Francia.

— Si...creo que he conocido muchas culturas.

Ha ido a verse al espejo que había en la sala. Era pequeño. Pero al parecer lo suficientemente grande como para que pudiera verse la parte de arriba del traje.

— ¿Te gusta mi ropa?

— ¿Te soy sincera? —asiente—. Es bastante lindo pero...

— ¿Pero?

— No lo sé, es tradicional y cumple con lo pedido pero es una fiesta.

— Puede que si sea muy tradicional, pero es lo único que encontré. Incluso tuve que pedirlo de una página web hace una semana.

— ¿Sabías de la fiesta hace una semana?

— Claro, Jisoo me avisó antes de enviar las invitaciones. Incluso me preguntó a quien más podía invitar —la rubia sonrió.

— No te estreses por la ropa, Rosé, literalmente falta un mes para que se haga. De hecho, me pregunto por qué Jisoo quiso enviarlas tan pronto.

— Bueno, para que todos se acomoden y sientan que será un premio después del estrés de la academia.

Sonreí. Debia admitir que ir a una fiesta antes de irme a Tailandia no estaría nada mal, realmente las disfrutaba.

Entonces he escuchado como tocaban la puerta del departamento. Curiosa me he girado hacia mi amiga.

—¿Esperabas a alguien? —pregunto.

— wi, de hecho, digamos que he hecho una reunión en nuestra casa.

— ¿Quienes?

— Jungkook, Jisoo, Mina, Wendy, Joy y Jennie —al escuchar el nombre de la última mencionada mi corazón se detuvo de golpe. No habíamos hablado, y el hecho de pensar que ella vendría a mi departamento me ponía nerviosa—. Asi podré hablar más con Mina respecto al traje, quizá tenga algo que pueda prestarme. O si no optaré por usar la bata.

— Eh, claro, yo estaré en mi habitación.

— ¿En serio? Creí que querrías acompañarnos, ya sabes, viene Jennie, ustedes son amigas, compañeras de clase.

— Tengo bastante tarea por hacer, no será posible.

— De acuerdo.

He agarrado unas libretas que había dejado esparcidas por la mesa de la sala de estar, y mientras que con la más rapidez que pude, las sostenía entre mis manos y caminaba hasta la puerta de la habitación, Roseanne ya había dejado entrar a sus invitados. Teniendo en cuenta que para entrar a la habitación debía de pasar justo frente a la puerta principal del departamento, me crucé con Jennie, justamente con ella. Una libreta se me cayó al piso de los nervios incontrolables que sentí. La castaña se agachó y me dió el libro. Estaba a punto de saludarla, sin embargo, antes de poder decir algo ella me pasó de largo, dejandome sorprendida. Ni siquiera me había saludado.

Jisoo pareció notarlo. Pues me miró a mi y luego a Jennie, repitiendo la acción unas dos veces más. Ella parecía igual de sorprendida que yo.

— Bonjour, Lalisa —saludó Mina sonriente.

— Bonjour, Mina —me he inclinado a modo de saludo.

— ¿Nos acompañarás?

Me he girado hacia la sala de estar, donde los demás ya se habían dispersado en el sofá y los bancos que había en la cocina. Jennie se encontraba sentada en uno de esos bancos, su cabeza en mi dirección, sin embargo su mirada me evadia. Podía darme cuenta.

— No, yo tengo cosas por hacer. Disfruta.

Rápidamente me he adentrado a la habitación, cerrando la puerta detrás de mi y dejando mis libros sobre la cama.

No entendía su comportamiento. Pero me asustaba el hecho de pensar que podría tener algo que ver con el beso que nos habíamos dado días atrás.

Esto solo lograba confundirme aún más.