
T R E I N T A Y O C H O
— Jungkook haz algo bien por una vez en tu vida —le gritó Jisoo desde abajo de la escalera sobre la que el estaba.
— Deja de estarme gritando, solo me pones nervioso y me da miedo caerme.
— Ojalá te caigas.
¿En serio eran amigos?
Hoy era la fiesta de Jennie, y Jungkook, Jisoo y Rosé me estaban ayudando con la decoración. Aunque esos dos llevaban todo el rato gritandose. No podía quejarme, a veces me daba risa lo que decían. Como en estos momentos, inflamos muchos globos y la idea era ponerlos por todo el barandal de la escalera, pero al ser este tan alto, ocupabamos de la ayuda de una escalera, y era precisamente lo eu Jungkook estaba haciendo, solo que estaba fallando...ya había reventado como 10 globos y solo había pegado uno. Ahí la razón de que Jisoo le gritara.
Wendy llegaría en un rato más para ayudarnos, pero de momento teníamos que hacerlo nosotros cuatro.
Sinceramente, la sala de estar estaba quedando bastante bonita, había una mesa donde se encontraba el pastel, y otras decoraciones a su alrededor. Estábamos poniendo globos por todos lados, un letrero de "feliz cumpleaños Jennie" que ya habíamos pegado, dos globos con su edad y muchas más cosas.
Por supuesto todo era de color blanco y negro, ya que esa era la temática, así que todo se veía ordenado y elegante.
De verdad me estaba esforzando para que esta fiesta, la primera fiesta de cumpleaños de Jennie, fuera la mejor.
— Entonces ¿está todo listo? —me preguntó Rosé.
— Casi todo —respondí señalando a Jisoo y Jungkook que seguían intentando poner los globos. Aunque ya no les faltaba mucho para terminar.
— Estoy segura de que a Jennie le gustará —he sonreído—. Hablando de ella...¿Donde está?
— La encerramos en su cuarto
— ¿Es en serio?
— Asi es. Yo solo pensé en pedirle que simplemente no saliera de su habitación, pero Jungkook me dijo que no confiara en ella y mejor la encerrara, así que el se encargó de dejarle comida y una nota.
— Cosas que enamoran.
— Sé que no fue lo mejor pero quiero que todo sea sorpresa.
— Hablando de eso —Rosé voltea a mirar el reloj—, ya es un poco tarde. Deberíamos ir a arreglarnos todos ¿no crees?
— Oh, tienes razón.
— ¿Irás al departamento a cambiarte? —me pregunta.
— No, de hecho traje mis cosas para arreglarme aquí.
La verdad no quería irme de aquí hasta que la fiesta terminara. Era la primera fiesta que Jennie hacia por su cumpleaños y quería acompañarla en cada momento.
— Esta bien, yo iré para allá. Nos vemos en un rato.
Me despido de Rosé y voy a donde Jisoo y Jungkook que ya han terminado de poner los globos, y me despido de ellos, ya que irán a arreglarse para la fiesta. Después, subo a la habitación de Jennie, quien se encuentra planchando su cabello.
— ¿Ya estas arreglandote?
— A pesar de que la idea de la fiesta no me termina de entusiasmar y menos el hecho de que mis amigos y mi novia me hayan encerrado, quiero verme bien.
— No necesitas mucho, tu siempre te ves bien con cualquier cosa —digo dandole un beso en la frente. A lo que ella sonrie. Voy por mi bolsa que dejé en el sofá—. Te dejo, Kim, solo venía por mis cosas, iré a arreglarme en el baño.
— ¿No prefieres arreglarte aquí?
— Estaré bien, mejor te dejo sola.
(...)
Después de cuarenta minutos arreglandome, estoy lista. He planchado mi rubio cabello y me he maquillado sutilmente, solo un delineado y un poco de sombra. Mi ropa es una blusa blanca de botones, con una falda negra pegada que me llega por encima de las rodillas, y en los pies unos tacones negros. Realmente quedé satisfecha con el resultado.
Lo primero que hice al terminar fue ir a la habitación de Jennie para saber si ya estaba lista. No faltaba mucho para que los demás llegaran.
Nada más entrar la veo, de pie frente al espejo admirando su figura. Jennie se veía hermosa. Llevaba puesto un vestido negro que se cernía a su cuerpo, y tenía unas mangas blancas largas. En los pies llevaba unos tacones blancos y muy altos.
— Jennie, te ves hermosa —he dicho.
— Merci, Manobal —responde mientras se acerca a mi—. Tu no te quedas atrás. Vas a ser la más linda de la fiesta
— Creo que ese puesto ya está ocupado.
Ella me sujeta de las mejillas y me besa. Un beso tan dulce, cálido, sutil...igual a los demás pero al mismo tiempo distinto. Siempre los besos de Jennie me hacían sentir relajada, sus labios eran tan reconfortantes que no quería que se separaran de los míos.
Pero entonces escucho como alguien carraspea la garganta. Al girarnos, nos encontramos con Jungkook, quien sonríe.
— Lamento la interrupción, Mesdemoiselles —dice—. Pero los invitados ya están llegando.
— ¿Tan rápido?
— Ya es la hora, Lisa, y aquí los franceses son puntuales.
— En un momento bajo.
El asiente y se va.
— Dime ¿ya puedo bajar a mi sala de estar?—pregunta ella.
— De hecho, todavía no —ella me observa con confusión—. Lo harás hasta que lleguen todos y puedas hacer una entrada espectacular, bajando las escelaeras mientras que todos observan los hermosa que te ves hoy.
Jennie sonríe.
— ¿Y como sabré cuando bajar?
— Te llamaré — Ella me mira incrédula—. Asi que necesito que estés atenta a tu celular. ¿De acuerdo?
— Está bien, no tengo otra opción.
Sin decir nada más, salgo corriendo de su habitación y bajo rápido las escaleras. Cuando llego a la sala de estar, me encuentro con unas cuantas personas ahi, sentadas o algunas ya bebiendo. Así va pasando un rato, cada ves el lugar se ve más lleno. La música empezó a sonar desde hace rato.
— Lisa —me grita alguien cerca de mi oreja, haciendo que pegue un pequeño brinco. Al girarme en dicha dirección, me encuentro con Jungkook.
— ¿Qué sucede? —pregunto.
— Ya debería bajar Jennie. Ya hay bastantes personas.
— Tienes razón, la llamaré.
Me fui hasta la cocina para sacar mi celular del bolsillo de la falda y llamar a Jennie. Fue cuestión de segundos para que la castaña me respondiera.
— Dime Manobal, ¿Ya puedo hacer mi espectacular entrada a mi fiesta?
— Si que puede, demoiselle
— Voy en un momento.
En cuanto la llamada concluye, salgo corriendo de la cocina en busca de Jungkook. No tardó demasiado en encontrarlo, estaba al final de la escalera parecería esperar a Jennie.
— Ya viene —le digo con mi respiración algo agitada. Bien, ya dejaría de correr, si no, mis pies dolerian como nunca al día siguiente.
Observo hacia arriba de las escaleras y me encuentro con Jennie, quien me observa con una sonrisa en su rostro.
Le toco el hombro a Jungkook, que se percata de la presencia de Jennie y comienza a hablarle a todo mundo para que sepan que ella esta a punto de bajar.
Jennie hace una mueca al ver gran parte de la gente en la fiesta, la observan. Sé que no le encanta ser el centro de atención, pero teniendo en cuenta el hecho de que, es su cumpleaños, su fiesta, es casi imposible que no lo sea.
Ella baja las escaleras de manera rápida. Cuando llega a donde nosotros, Jungkook toma su mano para ayudarla, como todo un caballero, lo que logra hacer que Jennie sonría.
Al observarla ahi con tanta gente rodeandola, me di cuenta de lo obvio, que ella en verdad sobresalía. Ella tenía esa aura elegante y seductora. Era algo que claramente noté desde que la vi en su habitación con esa ropa, sin embargo, el que estuviera ahí hacía que todo eso resaltara aun más.
Decidi alejarme de ella. Sabía que si me quedaba a su lado, no estaría con nadie mas, y yo deseaba que ella pudiera conocer a más personas y socializar un poco, ya que era su fiesta. De hecho, a partir del momento en que bajó, la fiesta se volvió un caos. La gente comenzó a sacar botellas de alcohol, solo veia a mi alrededor gente gritando y apoyando que otras tomen, shots, y algunos otros con bebidas preparadas. En muchas ocasiones me ofrecieron bebidas, pero me limité, ya que mi resistencia no era del todo buena y no deseaba, precisamente ese día, emborracharme. No era el día adecuada.
Jennie parecía estarla pasando bien. De ves en cuando la veía para asegurarme de que la estuviera pasando bien, y así era. Ella estaba bailando con Jisoo y Jungkook y se notaba feliz, así que no quise acercarme porque temía molestar. No me necesitaba en aquel instante.
Hubo un momento en que escuché un alboroto y al acercarme, noté que se trataba de un círculo que todos habían hecho, en el cual, en medio se encontraba Jennie. Todos la animaban para que bailara, pero esta se negaba diciendo que le daba vergüenza.
¿Había bailado junto a mi frente a un jurado exigente, pero le avergonzaba bailar frente a personas cualquieras?
Yo me uní a las personas que la animaban, y al verme, ella alzó una ceja. Su semblante no me demostraba nada de felicidad. Aun así, después de unos minutos ella accedió y comenzó a bailar, todos empezaron a aplaudir y yo no me quedé atrás. Sus movimientos derrochan tanta elegancia y sensualidad, que es increíble.
Ella se acerca a mi y toma mi mano para que me una a ella.
— No, Kim —grito en medio de todo el alboroto.
— Vamos, Manobal, tanta insistencia para que bailara y ahora tu no quieres —todos comenzaron a animarme, y después de pensarlo por una milésima de segundo, fui al centro junto a ella.
Empezamos a bailar juntas y todos aplaudian, fue cuestión de tiempo para crear un buen ambiente y que todos se unieran. Cantábamos las canciones mientras que bailábamos. Jennie aprovechaba para poner sujetar mi mano y tomarme. Nadie podía sospechar nada, solo estábamos bailando y disfrutando como "amigas".
Después de una media hora ahi, me encontraba cansada y sedienta, así que Jennie me acompañó a la cocina.
— Fue difícil encontrarte en mi propia fiesta ¿Eh?—la escucho decir mientras yo nos sirvo agua en dos vasos—. No me gusta que te alejes de mi.
— Lo lamento, solo quería que disfrutaras de la fiesta con los demás.
— Pero no la disfruto tanto si no es contigo ¿Has visto lo bien que la pasé ahí bailando contigo?
— A mi me ves todos los días, y pasamos mucho tiempo bailando juntas —digo mientras que bebo de uno de los vasos.
— Aun así, nunca tengo suficiente.
No voy a negar que mi corazón se aceleró un poco al escucharla decir aquello, e inevitablemente miré a sus labios. Tenía tantas ganas de besarla.
— Podría besarte aquí mismo, sin importarme nada ni nadie —mi comentario pareció sorprenderla. No acostumbraba a tomar la iniciativa.
— ¿Que lo impide?
— Tu sabes que me lo impide, Jennie —puedo notar su tristeza y como baja la mirada.
Estuve a punto de decirle que no me importaba tener que escondernos con tal de estar cerca suyo, porque no quería verla triste, sabía que ella también estaba sufriendo a causa de esto, sin embargo, unos gritos provenientes de afuera, causaron que ambas saliéramos corriendo para averiguar lo que ocurria. Al salir, nos damos cuenta de que el alboroto es a causa de Jimin, quien esta siendo jalado de un brazo por parte de Jisoo.
¿Que hacía Jimin ahí?
— ¿Qué está pasando? —Pregunta Jennie, sin entender nada— ¿Qué hace el aquí, Jisoo?
— No pasa nada, Jen, no te preocupes —le responde Jisoo—, yo me encargo.
— Si que pasa algo —responde Jimin. Entonces Jisoo lo jalonea más— Lo que pasa es que tú amiga —voltea hacia donde Jisoo—, no quiere decirte la verdad de algo que sucedió hace tiempo.
— Ya basta, Jimin—le dice Jennie—. No te quiero aquí, no quiero que me arruines la fiesta.
Cuando el se acerca más a nosotras me doy cuenta de su olor. Apesta terriblemente a alcohol. No se a que venía en este estado a la fiesta, pero esperaba que no fuera para arruinarla.
— Merde Jimin, vete de aquí — Le dice Jisoo mientras que lo jala del brazo para alejarlo— Estás armando una escena por algo que no es de tu incumbencia. Además, no es el momento ni el lugar.
— ¿De verdad no quieres saber que te ocultó? ¿Tanto miedo te da? —continua hablando y es cuando noto a Jennie algo tensa.
— ¿De qué habla, Jisoo?
— Nada importante —ella sigue jalandolo—. Solo esta borracho, ya se va.
— No ,espera —la detiene Jennie— Quiero saber que es lo que va a decir.
El solo necesitó esas palabras para decir lo que venía a hacer aquí. Lo soltó sin más y sin nada de pena, ni piedad. Y con eso que dijo, fui consciente de que el día para Jennie había sido arruinado.
— Jisoo sabía que yo te estaba engañando.
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