
D O S
Estamos de camino al mismo lugar donde fueron las audiciones el día anterior. El nerviosismo crece en mi cuerpo, no puedo evitar estarlo porque ya no se trata solo de la primera etapa de las audiciones, si no más bien de la segunda y última que denominará si cumpliré o no mi sueño.
— ¿Te das cuenta de que si conseguimos esa beca esta sería una de las últimas veces que pasearemos por estás calles? — ha mencionado Rosé que se encontraba caminando a mi lado, con su mochila colgada en uno de sus hombros.
— No había pensado en eso…
— Extrañaría mucho Tailandia, pero todavía no la conseguimos, así que no hay que suponer cosas que todavía no han pasado. Mucho menos en voz alta — explicó.
— Espero que sí consigamos esas becas, Rosie.
Anoche se lo había contado todo a mi mamá, y esta se había puesto muy contenta, incluso parecía mucho más emocionada que yo, y mi padre reaccionó de igual manera cuando se lo contamos por medio de una videollamada.
Mi padre siempre esta de viaje por cuestiones de trabajo, por lo cuál casi nunca lo veo en persona, a excepción de que casi todos los días mi mamá y yo hacemos videollamadas con el. Siempre se esfuerza diciendo que quiere darnos lo mejor, y que trabajar duro como lo está haciendo ahora, hará que en un futuro el dinero no sea un problema en absoluto. Ese es su objetivo.
Rosé y yo llegamos al auditorio y al hacerlo nos adentramos a el, al entrar nos encontramos con ya algunas chicas estirando y conversando en el pequeño escenario, pero a excepción de eso todo el lugar estaba desolado.
Parecía que habíamos llegado bastante temprano tomando en cuenta la poca gente que había.
Mi amiga rubia y yo fuimos a los asientos de adelante, donde de igual manera nos habíamos sentado el día anterior, y dejamos nuestras cosas ahí, en aquellos asientos. Ya llevábamos puesta la ropa que utilizaríamos para el día de hoy así que no hubo la necesidad de irnos a cambiar a los baños del lugar.
Ambas nos sentamos y observamos a las chicas del escenario. Entre ellas pude ver qué estaba la chica que me había parecido muy buena el día anterior, Momo, en verdad me sorprendía su agilidad y movimientos, seguramente había pasado lo que tenía de vida practicando para llegar a ser tan buena como lo era. Y aunque yo también llevaba practicando baile desde que era pequeña no llegaba a ser tan buena como ella lo era, o siquiera yo no me consideraba a tal rango.
— ¿Que es lo que haremos en las audiciones de hoy? — preguntó Rosé.
— No lo tengo muy claro, según será una sorpresa — hice comillas con los dedos, porque en realidad de sorpresa no tenía nada —. Pero seguramente sea una coreografía y canción improvisada.
Mi mejor amiga asintió y volvió a quedarse en silencio.
No pasaron muchos minutos cuando más personas fueron llegando y sentandose en el auditorio. Las chicas que cuando acababamos de llegar estaban estirando, ya no se encontraban en el escenario, más bien ya todos los que audicionariamos nos encontrabamos sentados, puesto que los encargados de las audiciones acababan de llegar.
El mismo del mal Tailandés comienza a explicarnos la temática del día de hoy, y que las tres categorías de las becas estaremos divididos, por una parte estaremos los de baile, por otra los de canto y finalmente estarán los de instrumentos, todos divididos de manera diferente y con una actividad diferente. Nos indican a cada uno hacía donde debemos de ir, así que me despido de Rosé y voy hacía donde me toca, que es el escenario. Ya en el escenario, un señor con una carpeta en mano se acerca a nosotros.
— Los hemos divido en dos — ha mencionado — Silencio — rugió, ya que algunos de los que estaban detrás mio estaban murmullando.
Provocando que todos guardaran silencio de manera casi inmediata.
— Gracias — Dijo — La cuestión por la cuál los hemos divido es que queremos que ustedes puedan desarrollar por completo su potencial, la forma en que pensamos sería bueno ver y ayudarlos, seria haciendo que bailaran el estilo opuesto al del día anterior, ejemplo, si ayer su presentación trataba de hip hop o un estilo parecido, el día de hoy se dedicarán a bailar una coreografía que incluya giros, saltos, en si un ejemplo sería el jazz ¿Me estoy dando a entender?
Algunos respondieron con un "si", pero en su gran mayoría no respondieron, aún así el encargado siguió hablando, restandole importancia a los pocos que parecieron no comprender su explicación.
— Ya que todo esto está explicado y que todos han comprendido, en esta hoja — El nos mostró la carpeta que llevaba con una hoja dentro —, están los nombres de las personas que bailarán cada estilo, así que la dejaré aquí pegada para que se les facilite saber el tipo de baile que les tocará hacer, cabe destacar que ahí dice a qué lado del escenario deberán de ir.
El se fue hacia una de las esquinas después de haber pegado esa hoja. La mayoría de personas que estaban ahí fueron corriendo a ver dicha hoja, impidiendome así ver qué era lo que tenía que bailar, aunque ya me imaginaba que me tocaría jazz o un estilo parecido, puesto que el día anterior había bailado un estilo libre. Efectivamente cuando logré ver mi nombre decía que bailaría jazz, así que fui al lado izquierdo del escenario y me quedé ahí esperando a que nos dieran otra indicación.
Pasaron un par de minutos hasta que una señora de cabello negro apareció. Ella se puso frente nuestro y llamó la atención de todos.
— Seré la persona que les mostrará la coreografía que tendrán que presentar — todos la saludaron con una sonrisa — Solo se las mostraré una sola vez, y después de eso tendrán una hora para practicarla, nada más ni nada menos.
¿Una hora?
Vaya…esperaba que al menos la coreografía fuese sencilla.
— Comencemos — ella encendió la bocina que estaba a nuestro lado y entonces la música comenzó — Intentén seguirme el ritmo, no volveré a repetir absolutamente nada.
Ella comenzó a bailar y me estaba costando seguirla. Durante toda mi vida he practicado todos los estilos de baile que se conozcan, pero me he centrado más en unos que en otros, y en si este estilo de baile no era en si mi fuerte, y estaba siendo peor teniendo en cuenta que está coreografía era bastante complicada, involucraba saltos demasiado altos y giros que duraban bastante, sabía hacer todo, pero siempre me ponía muy insegura con este tipo de coreografias, y eso no sería un punto a mi favor.
La música terminó y ella fue a apagar la bocina.
— ¿Alguna duda? — miré a todos a mi alrededor y me di cuenta de que no era la única que le había parecido complicada, todos estaban perplejos — ¿Ninguna? Bien, nos vemos en una hora.
Una hora no me bastaría para perfeccionar esto.
(...)
Hice mi mayor esfuerzo durante esa hora, no me distraje, no me fijé en nada ni nadie más a mi alrededor más que en mis movimientos, mi mente estaba perdida en hacer los pasos y no olvidarlos. Pero estaba teniendo un problema grande, uno de los pasos no me salía, era un salto alto y a la hora de poner los pies nuevamente en el suelo me tropezaba cada vez que lo hacía, era muy importante en la coreografía y yo no lograba hacerlo.
— Su tiempo terminó — escuché que decían detrás mío, y al girarme me encontré con la misma señora de cabellera negra.
Todos se bajaron del escenario y yo no fui la excepción, pero me iba lamentando en cada paso que daba. Estaba segura de que no me iría muy bien el día de hoy.
Me senté a lado de rose, la cual tenía una sonrisa.
— ¿Por qué tan sonriente? — le pregunté.
— La canción que me han asignado me la sé de memoria desde hace años, yo amo esa canción, va a la perfección con mi tono y creo que tengo una ventaja por eso.
— Ojalá pudiera decir lo mismo — ella se giró a verme, confundida por mi comentario — Hay un paso que no me sale, el cual estoy segura arruinará mi presentación.
Ella no respondió nada, simplemente siguió mirando al escenario, dónde ya una persona había comenzado a tocar un instrumento.
Fue como el día anterior, primero fue instrumentos, luego canto y finalmente baile.
Rosé había estado esplendida, la canción que le habían asignado quedaba a la perfección con su linda voz, tal y como ella había dicho antes de presentarse, y sin duda se había lucido en el escenario.
Llegó mi turno, era la penúltima en mi categoría y me encontraba nerviosa, más que nerviosa, haber visto a los demás participantes y darme cuenta de que en su mayoría lo hacían impecable me hacía sentir así. Subí al escenario y me posicione en medio de este, en la pose que nos había indicado la coreógrafa.
Comencé a bailar, deslizando mi pierna por el suelo, alzando mis brazos y haciendo los giros correspondientes, de momento iba bien, pero era porque todavía no llegaba el momento de los saltos, pero entonces hice uno y para mí suerte lo hice bien, llegó el segundo y también lo hice bien, pero entonces llegó el último y lo estropee, porque en esta ocasión me cai. Fue poco porque al instante que sucedió me levanté y seguí bailando como si nada hubiese pasado, pero no con la misma energía, en mi cabeza estaba que moría y me reclamaba a mi misma acabar de arruinar la oportunidad de mi vida, todavía me sentía decepcionada conmigo misma.
La coreografía terminó y en cuanto lo hizo yo salí corriendo a mi lugar.
Estaba enojada conmigo misma por haberlo arruinado.
— Tranquila — susurró Rosé a mi lado.
La última persona bailó y lo hizo perfecto. Cuando se bajó, por los altavoces nos dijeron que esperaramos un tiempo mientras que nos daban los resultados finales de las audiciones.
Duramos media hora ahí esperando, sinceramente no me sorprendió tener que esperar tanto teniendo en cuenta que está era la desicion final de las audiciones, las que irían en base a quienes conseguirían la beca.
A pesar de mi error todavía tenía esperanzas de quedar, pocas, pero tenía esperanzas.
Nos llamaron a los de la categoría de baile para darnos los resultados personalmente y no por altavoces, me despedí de Rosé que también iría a ver sus resultados. Llegué al escenario, y el encargado que ya había visto en más una ocasión — el que hablaba tailandes — se encontraba ahí, al parecer el nos diría los resultados.
— Antes que nada quiero agradecer y felicitar a todos los que están aquí, sé que todos se esforzaron y sin duda nos dimos cuenta de ello, todos tienen talento y ojalá pudiéramos darles becas a todos, pero lastimosamente eso no es posible — el suspiró — En esta ocasión, la beca se la otorgaremos a Lalisa Manoban.
No podía articular palabra alguna, estaba demasiado sorprendida en ese momento que no podía hablar ni moverme. Lo había dicho tan repentinamente que no me había dado tiempo de reaccionar, mi cuerpo temblaba de la emoción y yo solo intentaba hablar, pero no podía.
Pero entonces una voz me hizo reaccionar.
— ¿Ella? — la chica pelinegra, Momo, me estaba señalando y su voz se escuchaba molesta — Pero si ella se cayó en uno de los pasos, en cambio yo no cometí ningún error, merezco más que ella está beca.
Me había sorprendido lo que acababa de decir, bueno no esperaba que subestimaria que merecía la beca. Entonces, el encargado que acababa de darnos los resultados se gira hacía ella, molesto, y dice:
— Puede que haya cometido un error en un paso, uno muy pequeño cabe recalcar, pero también debes saber que no solo nos fijamos en que puedas hacer una coreografía perfecta de pies a cabeza, sino en el empeño que pones en esto, en la pasión, la emoción con que lo haces, las expresiones faciales de Lisa a la hora de bailar fueron magnificas sin duda alguna, los sentimientos de la coreografía es algo que no le falta, aquello la hizo sobresalir de todos, le dió su toque a la coreografía, y pienso que sería un desperdicio no darle la beca a alguien con tanto potencial como ella.
Momo desvía la mirada hacia el suelo, cabizbaja.
— Momo, se que bailas espléndido, lo he sabido siempre — ¿Siempre? ¿Ya se conocían acaso? — Pero está vez no lo lograste, no siempre se gana aunque seas una muy buena bailarina, tienes mucho que mejorar y mucho que aprender, pero seguro tendrás otra oportunidad en un futuro. Ojalá pudieses volver, pero este no es tu momento de hacerlo.
Momo no respondió, en cambio se bajó del escenario de manera rápida, ignorando por completo a todos, y el encargado dió un pequeño suspiro antes de girarse nuevamente hacía mi.
— Necesito que tus padres firmen esto — me entrega una hoja — Ahí viene nuestro numero, cualquier duda puede llamarnos, y necesito preguntar ¿Sabes el idioma?
— bien sûr — respondí, el encargado sonrió y se fue.
Rosé y yo habíamos estudiado francés durante tres años, lo habíamos hecho obviamente porque queriamos estudiar en esta academia y si lo lograbamos teníamos que aprenderlo, así que de algo habían servido esos tres años en clases de francés.
Después de eso salí casi corriendo del escenario en busca de mi mejor amiga, tardé unos cuantos minutos hasta que la encontré lavándose las manos en el baño.
— ¿Te dieron la beca? — le pregunté emocionada.
— ¡Me la dieron! — ella grito eufóricamente — ¿A ti te la dieron?
— ¡También me la dieron!
Ninguna se lo creía, pero en este momento me sentía una niña pequeña, esa misma niña pequeña que tanto había anhelado conseguir esto, que había logrado su sueño.
Y entonces, el viaje hacía mi nuevo sueño, comenzó.
Bien sûr: Por supuesto.
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