— La coreografía es para la semana siguiente —hago una mueca, frustrada al escuchar esas palabras.

El profesor Abraham nos ha explicado que de esta coreografía depende el cuarenta porciento de nuestra calificación. Razón por la cual mis nervios aumentan.

¿Lo peor del caso?

Jennie no vino a clase y estoy sentada sola, en la mesa que solemos compartir. Todos los demás están junto a sus parejas, y yo, bueno, sin nadie. El profesor deja de hablar y entonces las personas a mi alrededor comienzan a murmurar y hablar entre si. Supongo que respecto a sus coreografías.

El nota que me encuentro sola y se acerca , toma asiento en la silla que está a lado mio.

— ¿Por qué que tan sola señorita Lalisa? —pregunta.

— A mi compañera se le ha dado por faltar a clases.

— Eso lo he notado. —mueve sus codos y los aleja de la mesa—. Pero dime, ¿Cómo van con la coreografía?

Hago una mueca.

— La verdad no tenemos demasíado avance en cuanto a ella.

Más bien nada. Teníamos claros los estilos que haríamos en la coreografía pero, en si todavía no preparábamos nada de esta.

— ¿Me podrías decir de que trata?

— Digamos que...—miro a mis alrededores, asegurándome de que no haya nadie cerca— incluiremos ballet —susurro.

— Mmh, es arriesgado pero interesante...creo que serán las únicas que se arriesguen a probarlo. Eso me da  expectativas en cuanto a su trabajo  el cual espero esté listo el día indicado— el se levanta de la silla—. Saben que de no traerlo tendrían que asistir a clases durante vacaciones.

— Lo sé...

Cuando todas mis clases finalizan, voy directamente al departamento que comparto con Rosé. No hice pausa alguna y ni siquiera me dio por saludar a Wendy, quien siempre solía estar en la recepción asegurándose de que todo estuviera en orden. Al llegar a mi habitación me dejo caer sobre la cama, y observo a través de la ventana el paisaje al que da, que en realidad no es el mejor, puesto que se ve algo obstruido por casas, sin embargo, también hay un parque cercano que disfruto ver.

Desde ayer en la noche que vi a Jennie por última vez, no he podido sacarme de la cabeza sus palabras antes de introducirse al interior de su edificio. Dijo que yo también podía contar con ella, algo normal que quizá cualquiera amigo le diría a otro pero que, por alguna razón había significado un peso distinto viniendo de ella. Recordé entonces que la castaña no había asistido a clases, así que decidí enviarle un mensaje cuestionando su ausencia.

Me preocupaba que no hubiera asistido, esto más teniendo en cuenta lo impuesta que estaba en siempre cumplir con sus responsabilidades. Algo debió suceder. Y me molestaba el hecho de que no me lo había hecho saber, esto teniendo en cuenta la coreografía que debíamos preparar.

Esto me preocupa porque no puedo ir a clases durante las vacaciones. En mis planes está que iré a Tailandia durante esas dos semanas libres. Dejo mi celular sobre la repisa y salgo de mi habitación.  Ahí en la sala de estar me encuentro a Jisoo y Rosé, quienes comen mientras observan la televisión.

Intento no interrumpirlas y me abro paso a la cocina. Sin embargo ellas notan mi presencia.

— Oh, Lisa ¿Quieres salir con nosotras en un rato? Iremos a pasear —dice mi rubia amiga.

— Eh, claro, solo dejen como algo y vamos.

— Bien, yo iré a vestirme.

Rosé va a nuestra habitación, dejandome sola con Jisoo. Así que pienso que es una oportunidad para preguntarle sobre Jennie.

— Jisoo —llamo.

— Dime.

— ¿Sabes la razón por la cual Jennie no vino a la académia?

— No, no tengo idea. Le he dejado unos mensajes pero no ha respondido.

— Yo también.

— No hay razón para preocuparse, seguramente su madre le ha pedido que haga algo y por eso no ha ido.

Eso me relaja un poco, pero espero mañana poder hablar con ella y planificar nuestra coreografía.

                             [• • •]

Al día siguiente por la mañana, lo primero que hice al despertarme ha sido revisar mi celular en busqueda de algún mensaje suyo, pero no encontré nada mas que las noticias que me envían por mensaje de texto.

No he sabido de ella desde el jueves por la noche en que nos vimos. Ya es sábado, bendito pero maldecido sabado en esta ocasión. Si tuviera que aguantar el que hoy fuera lunes solo para poder hablar con ella lo haría.

Decidí hacer algunas de mis tareas pendientes para la academia —solo las que eran escritas— cosa que me llevó gran parte del día. He de decir que me ayudó hasta cierto punto en no pensar en Jennie y su ausencia, pero en alguna ocasiónes me distraía y pensaba en ella.

Me di cuenta de que algo sucedía.

¿Por qué pensaba tanto en ella? No me encantaba el rumbo que ahora estaban dando mis pensamientos. Así que preferí guardar mis cosas y preguntarle a Roseanne si quería salir conmigo a pasear. Cosa a la que ella sin dudar accedió.

Ya en la recepción nos encontramos a Wendy, a quien invitamos pero dijo que todavía tenía que cubrir dos horas más. Así que al final nos fuimos solas a caminar.

Cuando el domingo llega tampoco tengo noticias sobre Jennie. Pero creo que después de dos días preocupándome y sin ella respondiendo, dejé de prestarle demasiada atención, o al menos eso quería creer.

Pasé la mayor parte del día terminando las tareas que había dejado pendientes el día anterior, cuando el pensar en Jennie me impidió terminarlas. También estuve con Rosé, ambas preparamos algo de comida francesa que encontramos por Internet, ya que queríamos sentirnos más familiarizadas con la cultura y comida. Mi tiempo se fue perdiendo en eso y no me dio tiempo de pensar en la castaña.

La noche llegó y Rosé y yo decidimos acostarnos temprano. Estábamos cansadas por haber pasado casi todo el día metidas en la cocina.

Mientras que mis ojos se encontraban cerrados pude sentir el vibrar de mi celular, y algo me decía que era Jennie. No pude evitar mirar la pantalla, y en efecto, era ella.

Su mensaje decía lo siguiente:

"Lo lamento. He estado ocupada, pero mañana podremos hacer la coreografía, tengo algunas ideas. Nos vemos mañana, Manoban"