ᴘʀᴏɢᴇɴɪᴛᴏʀᴇꜱ
En lo que Jungkook concierne, él nunca tuvo padres. En sentido figurado, porque de algún lado tuvo que salir, así que literalmente si los tenía aunque esa palabra le quedaba grande.
Su vida desde que tuvo memoria fue criado por sirvientes y mayordomos que solo seguían la palabras de sus padres. Sí, quizá cuando era pequeño confundió esa "atención" que le brindaban con afecto, pero la pura realidad era que solo era un trabajo.
La ilusión de una nana amorosa en la cual confiar más que su madre, se esfumó cuando la escucho hablar de lo insoportable que le parecía con sus tontos dibujos de kínder (los cuales habían terminado en el basurero).
Ese día lloro. Pero para justificarse, tenía 7 años y le había roto su corazoncito inocente. Claro que eso no le impidió cortarle el cabello mientras dormía y echarle polvo pica pica a su ropa.
Desde muy pequeño le agarro el gusto a la venganza. Después de todo si tenía algo de los Jeon.
Aunque no pudo disfrutar mucho, ya que uno de los mayordomos lo había atrapado. Pero esas son minoridades, para Jungkook ese día quedó como el comienzo de su verdadero yo, y también aprendió que la lealtad no existe, las personas van para donde les conviene.
El dinero mueve a la gente. Y él tenía bastante de eso, sin hacer esfuerzo. ¿Qué más divertido que gastar dinero ajeno?
Dejando a un lado su época de niño bueno y humilde, Jungkook se comportó como un verdadero diablillo desde entonces. Por supuesto siempre con las personas que se lo merecían (desde su punto de vista), era malvado pero no tan vil como sus progenitores.
Con una gran sonrisa en rostro, bajo las escaleras tarareando una canción mientras balanceaba su cuerpo al ritmo atrayendo varios ojos a él. La casa estaba en remodelación y varios de los trabajadores nuevos se habían quedado embobados viéndole caminar con aquella falda corta y tenis rosas.
Jungkook solo quería reír ante la cara que pusieron algunos cuando los saludo con su voz roca. Pobres, estaba seguro que espantó a más de uno. Aunque a él no le molestaba que lo confundiera con una mujer.
Siguió caminando tranquilo, hasta el área de la cocina, moviendo su caderas, mientras su falda blanca seguía su compás. No podía evitar sonreír coqueto a algunos de los mayordomos que lo veía con desaprobación. Jungkook sonreía complaciente cuando los veía apartar la mirada con las orejas rojas. Algunos hasta casi sueltan las cosas que tenían en mano.
Riendo suavemente cuando vio a uno casi caer por las escaleras.
— Jungkook. — la voz grave hizo que se detuviera de inmediato.
— Padre, madre, que bueno ver... — antes de que pudiera decir algo más, una palma había dado contra su mejilla derecha. — ¿Por qué fue eso?
— ¿Por qué crees? — la voz femenina dice con el ceño fruncido.
Jungkook observa a su madre que acababa de golpearlo y lo miraba con molestia.
— ¿Qué dijimos sobre usar tu horrible ropa cuando nosotros estuviéramos presentes?
— Nadie me aviso que estarían hoy. — Jungkook contesta calmado.
— Já, y ahora tenemos que avisar cuando regresemos a nuestro propia casa. — bufa la mujer. — ¿Así piensas recibir a nuestros socios? — la mujer lo señala. — ¿Quieres dejar mal parada a la empresa, vistiendo como golfa?
— Tampoco me comentaron nada sobre una reunión. — omito el insulto.
— Pues te estoy diciendo ahora. Ve a cambiarte, pareces una ramera barata. — le lanzó una mirada juzgadora.
— ¿Eso no eras tú madre antes de conocer a padre?, debe ser genética. — escupe Jungkook con odio antes de recibir otro golpe en la cara mucho más fuerte que lo hace caer.
— ¡¿Cómo te atreves a hablarle así a tu madre?! — el hombre mayor reprocha con enojo. — ¡Maldito niño inútil, lo único que sabes hacer es abrir tus patas y no logras nada con eso!
Jungkook solo se queda en silencio viendo hacía el suelo, sus ojos apretándose con fuerza.
— Cariño, controlate. — la mujer sostiene el brazo de su marido. — No vale la pena exaltarse por cosas mínimas, ¿por qué mejor no vamos a la oficina a terminar de acomodar todo, hum?
— Tienes razón, no debí gastar mi tiempo en pequeñeces. — brama el hombre con rudeza antes de irse.
Jungkook apreta los puños contra el suelo y mira por sobre su hombro por dónde se van los mayores. Apreta la mandíbula, con impotencia cuando ve a su progenitora sonreírle con burla desde espaldas de su padre.
— Hija de perra. — gruñe con odio mientras se levanta de suelo, sacudiéndose.
— ¡Jovencito Jeon! — la voz de su guarda espalda personal lo hace reaccionar. — ¿Está bien?, ¡Dios santo!, ¿Dónde le duele?
Jungkook niega alejado las manos preocupadas de su ayudante. — Ya, Hyun-Jinie, no es nada. Estoy bien. — tranquiliza al Omega mayor. — Perdón que te lo pida, pero ¿Puedes prepararme el baño y una muda de ropa sencilla?
— Seguro, joven, ¿pero no sería mejor revisar sus heridas? — insiste.
— ¿De qué heridas hablas? — pregunta Jungkook haciéndose el desentendido. — Estoy perfecto, no hay de que preocuparse.
El asistente se quedó descolocado cuando vio al Omega sonreír con sus dientes manchados en sangre.
— Joven... — dio un paso hacia él con intención de tocarlo pero Jungkook retrocedió tapándose la boca.
— Lamento que hayas visto esto, Hyun-Jinie. Cuando termines solo llámame, ¿Si?
Sin dejarle decir otra cosa, Jungkook salió de allí en dirección contraria hacia el jardín, había un aroma en el aire y su conejito estaba inquieto.
A media que sus pies se apresuraban sus ojos se aguaban más y más, llego hasta correr cuando desesperado por ser consolado por la única persona que deseaba abrazar en esa casa.
Cuando lo vio, no dudo en abalanzarse sobre él y esconder su rostro contra su pecho, rápidamente siendo correspondido por el contrario.
— ¿Ni un hola? — preguntó la voz divertida y ronca. — Por lo visto me extrañaste mucho, mocoso sin corazón.
Jungkook sintió un calorcito en su pecho, quizá lo único bueno que era que sus padres estén aquí. Era que él también lo estaba.
— Solo cállate y déjame abrazarte. — dice amortiguando sus palabras en el pecho contrario.
— Vele, niñato. — le acaricio el cabello con suavidad y le abrazo dulzura. — Solo porque yo sí te extrañe. Tengo curiosidad por lo que estuvo haciendo mi pequeño Dongsaeng en mi ausencia. ¿Qué historia me contarás hoy?
Está bien, quizá si tenía alguien después de todo.
Depués de este capítulo comenzarán las actualizaciones, gracias por el apoyo!!!♡♡
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