✨ Único ✨
Desperté por el llanto de mi hermano menor, Yoongi, y no por mi alarma. Todas las mañanas era igual, suena y ni la escucho. Mi hermanito llora y es un escándalo.
Escándalo que se podría evitar.
Desde mi habitacion se oyen los ronquidos de mi hermano mayor Jisung, quien duerme al lado, pero el niega que ronca. Tonto.
Tenia pereza de levantarme, pero quería ir a la escuela ese día. Era un día importante para mí, aunque no debería y mis amigos se enfaden por eso. Me senté en la cama y me quedé unos momentos en esa posición, había leído en una revista de por ahí que eso se hace para no marearse luego.
-¡Levantate niño, ahora! ¡Debes tomar la medicación!
El grito lo dió mi madre por sobre el llanto de Yoongi, y literalmente me rompió los tímpanos con tan aguda voz que tiene. Nunca falta un grito de ella en las mañanas.
Ni en la tarde, ni en la noche, ni nunca.
-¡Estaba haciendo eso mamá, no me grites!-era irónico pedirle que no me gritara cuando yo lo estaba haciendo tambien, pero era mi única reacción.
Terminé de levantarme y me alisté de modo que cuando bajara solo tomaría el desayuno y ya estaba listo para ir a la escuela.
-Gracias por el desayuno, papá-le sonreí al terminar. Me gire a ver a Yoongi, y recién mamá lo estaba vistiendo. No había desayunado aún, ni tampoco su mochila estaba ordenada-. ¿Podrían apurarse? Voy a llegar tarde por culpa de ustedes dos.
Mamá hizo como que no me escuchó y mi hermano me saco la lengua. Típico de Yoongi, un niño de cinco años.
Mis quejas referidas a que llegaría tarde a la escuela parecían no importarles a mi madre, y cuando de mi boca salían insultos mi padre era quien me hacía callar con un "No le digas esas cosas a tu madre y no le grites así, respeta un poco"
Como cualquier otro día de la semana, acabe llegando tarde a la escuela, siendo el blanco de mis compañeros con comentarios como «Buenas tardes Kim» «Llegaste tarde, uuh» «¿Le echarás la culpa otra vez a tu madre? ¿O está vez fue tu hermano?»
Pero, lo único que hacía era ignorarlos. De todos mis compañeros solo había tres personas que me importaban.
Y ese día, primero de Septiembre, era el cumpleaños de uno de ellos.
-¡Ya dejen de molestarlo, idiotas, y continúen con lo que estaban haciendo!
-Hobi hyung, no hacía falta, dejalos-le sonreí al ver que iba a sentarse conmigo, dejando su antiguo asiento en el fondo solo para acompañarme. Ah, y no venía solo, Seokjin hyung también lo acompañaba.
-¿Que no hacía falta? Oh, Tae, a esos les hace falta una buena paliza para que no molesten más.
-Confirmo. A mí antes me molestaban, luego un chico de quinto me defendió y se calmaron.
Los chicos hablaban, pero yo no les prestaba demasiada atención que digamos, por que estaba copiando lo que la profesora había escrito en el pizarrón.
-Chicos...
Ellos me miraron, ambos sonreían.
-Dinos Tae, que ocurre.
-Hoy es primero, yo-no sabía cómo decirles, no quería ser tan directo. Aunque sabía que de todas formas iban a molestarse un poco.
-Hoy es primero de Septiembre, si, todos sabemos eso. ¿Qué pasa hoy? Que yo recuerde no es una fech-Seokjin fue interrumpido por mi querido amigo Hoseok, quién se encontraba sentado en el banco a mi lado.
-Hoy es el cumpleaños de Jeon Jungkook alias rata de dos patas, chiquillo que le ha echo la vida imposible a nuestro amigo desde que entró a la escuela.
-Tae, ¿otra vez con eso? ¡Por dios, que me van a salir canas verdes como el pasto!
-¡Bueno, si tanto les molesta váyanse!-me crucé de brazos, fingía estar molesto por qué en verdad quería su ayuda. Seokjin y Hoseokie hyung negaron con la cabeza, e internamente sonreí.
-Antes que nada, necesito saber cómo se conocieron-recuerdo que me hice el que no sabía de lo que hablaba, y que Hope me miraba como diciendo "Eres mi mejor amigo hijo de perra, y no estoy ni enterado"-. ¡Oh, vamos Taehyung! Ambos sabemos que no se conocieron en el colegio como todos creen, algo pasó antes. ¿Ho, tu no sabes nada? Por que el niño no va a querer soltar la lengua.
-Yo conozco la misma versión de las cosas que tú, Seokjin hyung, así que no me mires por que yo no tengo vela en este entierro.
-No se de que habla Jin hyung, pero, les informo que la profesora continuo copiando cosas en la pizarra y ¡Ups! Ya las borró.
Hoseok sonrió de lado antes de hablar.
-Pero cómo eres buen amigo, nos lo vas a pasar-negué con la cabeza, no podía hacer eso.
-No puedo, perdonenme-Seokjim hyung me miró desconcertado, Ho me miraba incrédulo con una ceja alzada.
-¿Y la razón es...?
-Que yo tampoco alcancé a copiar nada.
Así fue como la profesora nos retó por tanto escándalo. Es que Seokjin hyung ríe que parece que alguien está limpiando vidrios y una vez que empieza no puede parar.
A duras penas los chicos me ayudaron con el regalo que iba a darle a Jungkook, aunque en el fondo yo sabia que este año por algo que aún no lograba entender estaban de acuerdo.
Era algo sencillo y complicado a la vez, pero necesitaba de ellos dos.
-Saldrá todo bien-me susurró Hoseok con una sonrisa alentadora. Íbamos de camino a la salida.
-¿Porqué tan seguro?
Todos sabíamos cómo era Jeon Jungkook, ese chico pelinegro del que me había enamorado. Desinteresado, egoísta, desagradable a veces, egocéntrico y creído. O al menos así lo conocía yo.
No, definitivamente aunque fuera lo que yo deseara, nada podía salir bien.
-Ve y saludalo-me dijo Jin hyung, quien se encontraba a mi derecha, mirando hacia un lugar determinado-, se ha sentado en los canteros y está solo.
Lo miré, y además de estar sin sus inseparables amigotes, parecía triste.
-¡Llámanos si algo pasa!-le oí gritar a Hobi, pero ya estaba demasiado lejos de ellos como para prestarles atención.
Cuando estuve sentado a su lado, ni siquiera le importó mi presencia. Es decir, no es como si eso pasara habitualmente, pero estaba distante y no como de costumbre.
-Ju-Jungkook-se volteó a verme, sus ojos parecían cansados dándole un aire cansado y triste a su rostro. Ese no era el Jeon Jungkook que conocía-, ¿te o-ocurre algo?
-Déjame solo-me dijo, pero yo sabía que no era lo que en verdad quería. Bajó la mirada a sus pies, luego observó a la izquierda, y de nuevo a sus pies.
Si quería que me fuera, me tendría que sacar a empujones porque no pensaba dejarlo solo.
-No. ¿Dónde... dónde está el resto? Heojoon, Cangbin, Bogum, Beomgyu, Jackson. Ellos.
Miró en todas direcciones en busca de los chicos, tal vez era una trampa y se habían escondido para luego llegar e insultarme, pero la mayoría de los alumnos ya se había marchado a su casa y solo quedábamos nosotros cuatro y algún que otro profesor dando vueltas por ahí.
-Ellos no... se fueron a sus casas-susurró-, ni siquiera me han saludado. Pero, ¡aish! Qué te va a importar eso.
-¡Oye! Hyung, sabes que a mi si me importas-le dije abultando mis mejillas, él se dignó a verme-. Hasta te traje galletas, mira.
Saqué de mi mochila un taper verde, y cuando se lo entregué con duda lo tomó con sus manos.
-¿Es e-enserio?-sus mejillas fueron cambiando de color poco a poco a un tono rojizo cuando le quité la tapa, dejando salir el rico aroma a chocolate-. ¿Las hiciste tú?
Avergonzado asentí, las había horneado especialmente para él esa mañana bien temprano con la receta que me enseñó mi abuelita.
-Si, yo... las hice para ti-susurré lo último, pero sé que Jungkook pudo escuchar-. Y también-dudé en si decirlo o no, pero con un suspiro me decidí a arriesgarme-, te escribí una ca-carta.
Él me miró con confusión.
-¿Qué?-me mordí el labio inferior, negando de inmediato con la cabeza.
-Olvida e-eso, no es nada importante-había sido un idiota al mencionar aquello, con solo las galletas bastaba.
Un silencio nos envolvió, con el pasar de los minutos se estaba volviendo incómodo para mi, tantos nervios me causaba el que no dijera nada que mis manos habían comenzado a sudar.
-Tae... Taehyung-por fin en un hilo de voz, artículo mi nombre. Se oía tan bonito. Nos miramos-, ¿y-yo te gusto?
Me encogi de hombros, sonreía con los nervios a flor de piel y tenía la certeza de que en mis mejillas un rojo carmín se dejaba ver-. ¿Feliz cumpleaños?
Era día Martes, nos habían dado setenta minutos libres porque a el profesor de matemáticas le había surgido un inconveniente personal.
Hoseok estaba enfermo, según me había dicho tenía fiebre, por lo que no asistió a la escuela, Seokjin estaba con él, y quedamos en que yo si iría al colegio para luego pasarles los apuntes. En otras palabras, estaba solo y aburrido sin mis dos mejores amigos.
Suspiré, caminando hacia los baños con la intención de únicamente verme al espejo pues ganas de orinar no tenía. Al entrar lo vi a él con las manos apoyadas en los lavabos, se volteó, la expresión de su rostro era seria. Nuestras miradas se cruzaron, y con sus ojos trataba de decirme algo.
«Vete»
Pude sentirlo. Pero no hice caso.
-Jungkook hyung, hola-le sonreí un poco. Nuestra relación había dado un giro muy grande desde el día de su cumpleaños, al menos podíamos mantener una pequeña conversación, y a pesar de ser pocas palabras no me trataba tan distante y mal-. ¿Ocurre algo...?
-No te me acerques-se alejó un poco de mi, se notaba el asco en sus palabras. Pero algo me decía que que estaba actuando, no era sincero.
-¿Porqué de repente me tratas mal?-me crucé de brazos-. Ayer no estabas así cuando hablamos en la azotea.
-Esperen, ¿qué dijiste?-la voz de Bogum detrás de mi se escuchó, haciéndome tragar saliva. Recuerdos asquerosos con él se hicieron presentes, pues hace algún tiempo atrás había sido mi novio y al no ceder a tener sexo el se volvió demasiado tóxico. No venía solo, Heojoon y Bangchan estaban con él-. Jungkook, bro, ¿qué dijo esta perra?
-No son cosas que a ti te importen-me defendí, o hice el intento al menos. Por el reflejo del espejo pude ver que se me acercaba, sonriendo de lado. Busqué la mirada de Jungkook en el espejo también pero él miraba en dirección a Bogum por lo que veía su cara de perfil reflejada.
-No sabía que te acostabas con el, Taehyung, ¿a cuánto la noche?-cerré los ojos cuando Bangchan puso una de sus manos sobre mi cintura, pegando su nariz a mi oreja. Me daba asco, pero no estaba en posición de hacer nada por mi propio bien-. Yo también quiero que estés entre mis sábanas como antes.
La puerta se cerró, lo sé por el ruido que hace. Tragué saliva otra vez, con los nervios a flor de piel.
Una de sus manos se coló por debajo de mi uniforme, causándome escalofríos, quería vomitar, y necesitaba ayuda. Miré donde antes estaba Jungkook, pero no vi a nadie.
Me había dejado solo, era un grandísimo hijo de puta, pero no por eso, de una forma estúpida y toxica, dejaba de sentir lo que sentía por el.
-Bogum, po-por favor-susurré-, no quiero que me toques-haciendo oídos sordos, y aunque traté de que no lo hiciera, con una mano me bajó el pantalon de gimnasia que llevaba puesto junto a mis boxers y me restregó su asqueroso miembro en el trasero. ¿En qué jodido momento él se había bajado los pantalones? No lo sabía, pero tenía miedo-. ¡Déjame ya, maldita sea!
-Cierra el hocico, perra-escupió Heojoon, golpeándome en la cabeza con el puño. Me mordí el labio inferior para no jadear del dolor, las lágrimas amenazaban por caer y así lo hicieron en silencio.
Me sentí mareado de repente. La puerta se abrió otra vez.
-¿Eres imbecil o te haces?-me sorprendí, esa era la voz de Jackson, quien por años se había burlado de mí por mis dientes llamándome "Castór". Bogum me apretó aún más hacia su cuerpo hasta el punto en que su agarre dolía, y seguía sintiendo su cosa en mi trasero.
-Hijos de puta, eran nuestros amigos-reconocí a Beomgyu por su voz, todo se oía tan lejano.
-Pero sobrepasaron el límite-a miles de kilómetros sabía que era Jungkook. Mi corazón se sintió un poco mejor en ese momento.
Me dolía demasiado el golpe en la cabeza como para prestar atención a lo que pasaba detrás de mí. Solo recuerdo que de un momento a otro los brazos que me rodearon no eran los de Bogum, y el sueño se hizo presente justo ahí, cuando mis ojos captaron una imagen borrosa de la cara preocupada de Jungkook y el techo moviéndose.
Lo que sucedió después, no lo recuerdo.
Cuando desperté, y me acostumbré a la claridad, pude ver que estaba en mi habitación. Grande fue mi sorpresa al ver a Jungkook en mi silla de escritorio dormido con la cabeza hacia atrás. Estaba como para sacarle una foto y morirse de la risa, pero me dolían los brazos y la cabeza.
Lo que había pasado hace unas pocas horas volvió a reproducirse en mi mente, me seguía dando asco y miedo.
-¡Jungkook! ¡Jungkookie~!-como con llamarle no lograba despertarlo, decidí que lanzarle una almohada era la mejor opción aún si luego lloraba del dolor por mi adolorido brazo. Asustado se levantó de la nada-. ¡Por fin, dios!
Rápidamente se acercó a mi cama, se arrodilló en el suelo para quedar a mi altura-. ¿Cómo te sientes?
-Uff, no te das una idea de lo genial que se siente que casi te violen en un baño y a parte te den un golpe en la cabeza-le sonreí, hablando con sarcasmo. Se mordió el labio inferior, bajando la mirada-. Me dejaste solo.
-Fui e-en bu-busca de Jackson y Beomgyu-murmuró con la voz temblorosa, no me miraba-, no podía yo solo con tres. Pe-pero de no ser así, ja-jamás me hubiera separado de tu l-lado.
-Hey, hyung, no hables como si fuera tu culpa porque sabes que no te estoy culpando de nada. Bogum es un imbecil, eso lo sabemos todos-estiré un brazo y acaricie su mejilla con la yema de mis dedos. Un sollozo de su parte se dejó oír y cubrió su cara con ambas manos, rompiendome el corazón.
-Perdóname.
-¿Pero porqué pides perdón?
-Por todas las veces que te hice sentir mal, por esas veces que te desprecié y me reí frente a todos. Por esas veces en que permití que mis amigos te trataran como una mierda, que se burlaran. Nunca quise ser así pero no te fijabas en mí, era lo que pensaba, y eso me molestaba la punto de que también te odiaba.
Era inevitable no llorar. Como pude me hice una bolita, quedando así mas cerca de él, mi cabeza tocaba su brazo derecho y una de mis manos fue a parar a su cabello.
-N-no es ne-necesario, Jungkook.
-Pero por sobre todo-continuó hablando-, quiero pedirte perdón porque te enamoraste de mí. Y-yo no soy bu-bueno para alguien tan li-lindo como tú, Tae.
Ahí comprendí sin que me lo dijera directamente, que yo le gustaba desde hace mucho tiempo también.
-No tienes que decir nada, pero por favor, sólo déjame amarte-susurré.
-Tae...
-Intentemos conocernos, comencemos de nuevo. ¿No quisieras ser un poco más feliz, hyung?-por un largo rato ninguno de los dos habló, un silencio que no era para nada incómodo nos envolvía.
Yo tenía los ojos cerrados pues todavía el dolor en la cabeza estaba ahí y seguramente no se iría por un par de días, la respiración de Jungkook cada vez se volvía más pausada. Creí incluso que se había dormido, pero al final su suave voz fue escuchada por mis oídos.
-Hola chico bonito, mi nombre es Jeon Jungkook, ¿tú eres...?
Sonreí antes de hablar-. Kim Taehyung.
Las cosas a partir de ese momento iban a mejorar, estaba muy seguro de ello. Porque dos peleando por la misma causa son mayoría.
The end.
Espero les haya gustado♡
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