𝟑𝟒;; 𝐃𝐞𝐬𝐜𝐚𝐧𝐬𝐚
— ¿Tu abuelita va a estar despierta a las cinco de la mañana? — preguntó Sooyoung sin ganas, apoyando el trasero en el capó del auto, cruzándose de brazos, temblando un poco por el frío que atravesaba su abrigo.
Ambas estaban un poco impresionadas por la mansión de la familia de Jennie, aunque la chica no hizo nada más que poner una clave desde su celular que hizo abrir el portón, e ignoró el camino hacia la mansión para guiarlas hacia un montón de árboles en oscuridad, pasando por un espacio apenas suficiente para no dañar el auto, hasta encontrar su lugar deseado.
Con el auto estacionado a unos cuantos metros de la entrada a una modesta casa, con grandes y amplias ventanas pero que sólo dejaban ver unas cortinas bordadas.
— Sólo tengo que golpear fuerte— murmuró la castaña, comenzó a caminar hacia la puerta, seguida de Rosé.
La omega golpeó con sus nudillos la oscura madera.
Esperó unos momentos, alzó la mano para volver a golpear, pero la puerta se abrió, dejando ver a una mujer de cabello blanco, que aún se ajustaba una bata rosa, frunció el ceño hasta que su vista se enfocó en el rostro de Jennie.
Luego su rostro se iluminó, sonriendo ampliamente, sus ojos se escondieron un poco detrás de sus arrugadas mejillas.
Roseanne alzó las cejas, algo impresionado por ver la misma sonrisa de Jennie en la señora.
— ¡Jenjen! — la señora abrió los brazos, recibiendo a su nieta con un abrazo.
Miró por sobre el hombro de la omega a Roseanne, parada un metro más atrás, la chica le regaló una sonrisa, le pareció adorable cuando la abuela hizo una ligera "o" con los labios, como si la reconociera.
— ¿Esa es tu alfa, Nini? — escuchó murmurar a la señora.
Rosé se ruborizó al ser llamada así, escuchó a la castaña reír.
La omega asintió, separándose del abrazo.
Esta vez, la abuela abrió sus brazos hacia ella, Rosé se acercó y la señora la abrazó con las mismas ganas que con las que lo había hecho con su nieta.
Un poco sorprendida por la fuerza de los delgados y arrugados brazos de la abuela, la rubia sintió el olor a miel y caramelo de la señora.
Con la edad, cuando los omegas perdían la capacidad de tener hijos, su olor solía casi desaparecer, en mayor o menor medida, dependía de cada persona.
Pero Rosé se sintió cómoda con el olor de la abuela, quizás porque se parecía bastante al de Jennie.
—Dejas a mi nietita y tendré preparada la escopeta con tu nombre en una bala —habló la abuela, con dulzura, haciendo que Roseanne tragara duro.
Escuchó a Jennie reír, al cortar el abrazo vió a Sooyoung también con una expresión divertida por las palabras de la señora.
Aún así, la abuela le dedicó una sonrisa dulce.
— No te asustes— dijo Jennie, ahora a su lado—. Es un poco paranoica con los alfas— la chica suspiró un poco—. El abuelo la dejó por otra omega, no confía mucho en ellos desde entonces.
La rubia se encogió de hombros, no la culpaba, a pesar que se había sorprendido cuando había hablado.
La abuela ofreció un abrazo a Sooyoung cuando la vió y a pesar de negarse, la señora no le hizo caso. Luego los hizo entrar, encendiendo las luces de la sala y cocina, comenzando a ofrecer bebidas calientes y comida.
Sooyoung miró con una mueca todas la manualidades de la casa, desde mantas tejidas en los sillones, almohadones bordados, un estante repleto de diversos animales tallados en madera, y muchísimos retratos, de distintas épocas, con fotos en blanco y negro y en color.
El sillón de la casa era demasiado suave para su gusto e hizo una mueca al hundirse en este.
Roseanne se sentó a su lado, sin darle importancia a todo lo del ambiente, mirando un momento como Jennie hablaba con su abuelita, mostrando la marca en su cuello, contando con una sonrisa lo que había pasado.
— Eh— Sooyoung chasqueo sus dedos frente a su rostro, captando la atención de la rubia—. ¿Escuchaste lo que dije?
Roseanne negó.
— Nop.
Sooyoung rodó los ojos.
— ¿Por qué no me dijiste que tú tenías secuestrada a Kim?
Roseanne frunció el ceño, ofendida.
— Yo no tenía secuestrado a nadie. Ella podía irse cuando quisiera. Sólo la ayudé a esconderse.
— Dile eso a la policía— murmuró.
— ¿Vas a avisarme con la policía? — Roseanne comenzaba a enojarse.
— Sería lo correcto— Sooyoung se había puesto seria, vió el ceño de su hermana fruncirse.
De repente soltó un carcajada, palmeó ligeramente el rostro de Roseanne, en una suave cachetada.
— Pero cuándo hice yo lo correcto— dijo con gracia.
—Boba — murmuró la rubia, pero terminó riendo un poco.
— Podrías haberlo dicho, tú, boba— continuó la pelirroja—. Así me ahorraba todas las preocupaciones por tu estado y te llevaba directamente a lo de Kim Jisoo con tu omega.
Roseanne revolvió sus cabellos, nerviosa.
— Yo... No sabía cómo reaccionarias...
— Tampoco me lo dijiste para que lo averigües— objetó la pelirroja—. Yo iba a apoyarte.
— Creí que no me dejarías— dijo Roseanne, bajo—. Dando ese discurso con Kim... Pensé que la apoyarlas a ella.
— Me vale verga Kim Jisoo y toda escusa que quieras decir— Sooyoung habló con brusquedad, escuchó un "Shhh" por parte de la abuela, por las malas palabras, se disculpó con una sonrisa—. Roseanne, yo lo digo enserio, aún si tu vida no hubiera corrido peligro por estar lejos de Jennie; aún así, yo te habría apoyado. Eres mí hermana, y Kim sólo es una boba que conocí la semana pasada.
Rosé sólo asintió, sonriendo un poco.
— En otras noticias, hablé con tu mamá— Sooyoung habló con suavidad, captando toda la atención de la rubia—. Está muy feliz, quiere verte, quiere que vuelvas... La llamaría ahora mismo, pero alguien lanzó mi celular por la ventana del auto.
Roseanne frunció el ceño.
— No, no voy a decir qué pasó— se adelantó Sooyoung—. Pero Kim Jisoo me dijo que me compraría otro— la pelirroja se encogió de hombros—. En realidad, podría comprarlo yo misma, pe~ro...
>> Bien, me fuí un poco de tema. Te decía... Volveré a Australia lo más pronto posible, y vendrás conmigo, no tienes opción— la rubia abrió la boca para hablar, pero la menor la interrumpió—. Jennie vendrá también, no importa, pero debes volver a casa.
Roseanne sólo asintió, bajando la vista.
Jennie se acercó con dos tazas humeantes de café para ambas, luego volvió a la cocina para buscar su propia taza, al regresar, se acurrucó junto a Rosé, quién pasó un brazo sobre sus hombros, haciendo que la omega se apoyara sobre su pecho, con una sonrisa y un cálido sentimiento en su pecho que ambas compartieron.
La abuelita volvió minutos después, con un plato repleto de galletas y su propia taza, calentando sus arrugadas manos.
La señora habló con las chicas todo lo que quedaba de noche, preguntando por ellas, sobre lo que hacían, y tanto ella como Sooyoung se sorprendieron al enterarse que Roseanne estaba en el segundo año de la carrera de medicina.
La conversación pasó, de alguna forma, de ser amena a hablar del tema de la familia de Jennie, y que no estarían contentos con ellos.
— Bah— la abuela agitó su mano—. No le des espacio de porquerías familiares en el terreno del amor, Jen. Quienes tienen que enamorarse son ustedes dos solamente, ni sus padres, ni nadie más está incluido en su relación.
Jennie sonrió ante las palabras de su abuelita.
— Si lo que te preocupa es que te dejen de lado hasta en la parte económica, prepararé mí testamento para que tengas todos mis ahorros— añadió la mujer—. Es lo mejor que podría hacer con eso.
Jennie alzó las cejas.
— ¿Qué? — preguntó la señora— ¿Piensas en tu padre y tus hermanos? Todos han conseguido hacer su propia fortuna, niña. Temo que para nosotros, los omegas, se nos complica un poco más tener tantas ganacias como esos alfas... Aunque tengo bastante para que vivas tranquila— la señora volvió a sonreír.
Jennie le agradeció, y al ver el cielo teñirse de rosa por el amanecer, bostezó.
— ¿Quieres dormir? — preguntó Roseanne, con lo que la omega asintió.
— Iremos a mí cuarto, Abue— anunció Jennie, dejó un beso en la mejilla de la anciana para luego tomar la mano de Roseanne, guiándola hasta su habitación propia de aquella casa.
Su cuarto era pequeño, con apenas espacio para una cama, un mueble con algo de ropa y con cajones especiales con sus "cosas de omega".
Su cama era individual, y Rosé sonrió, recordando cómo solían dormir en su departamento.
Quitándose algo de ropa, Park quedando en ropa interior y una remera al igual que Jennie.
La omega le dió una mirada.
— No me iré— dijo Roseanne, se sentó en la cama, palmeando detrás de sí, cerca de la pared.
Jennie sonrió, subiendo a la cama para colocarse del lado de la pared, Rosé se acomodó frente a ella.
La rubia alzó el rostro de su omega, dejando un cariñoso beso en sus labios, acariciando sus mejillas.
La miró con ternura, dejó un beso en la frente de Jennie, antes de acomodar su cabeza sobre la almohada.
— Descansa— le deseó Rosé.
Jennie sólo se acomodó un poco más en el pecho de su alfa, permitiendo que esta hundiera su nariz en su suave cabello, antes de dormirse.
No sé si se han dado cuenta de que cuando la situación es sería le pongo Roseanne y cuando es más soft es sólo Rosé.
Faltan dos caps y dos extras (Chaennie y Lisoo) 😭
Gracias por leer 💕
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