— ¡Señorita Kim!

Costó varios llamados para que la peli negra escuchará el tono preocupado de su mayordomo, haciendo que saliera de la habitación apresurada, para encontrar al señor en el pasillo.

El hombre habló con la respiración agitada de correr.

— El señor Kim Namjoon, acaba de informar que encontraron a Kim Jennie.

Jisoo alzó las cejas con emoción, le agradeció al hombre y se apresuró a subir las escaleras para el primer piso, donde Park Sooyoung se hospedaba, ya que la peli negra le había insistido bastante hasta que había aceptado quedarse allí.

Kim Namjoon, alfa, tan fuerte como su olor a madera y un poco a tabaco, era uno de sus mejores guardias personales, y el que había puesto a cargo para la búsqueda de la omega, con ayuda de agentes de policía, habían pasado los días con ellos recorriendo la zona donde más posibilidades tenía de aparecer la chica.

Tocó la puerta firmemente hasta que la pelirroja abrió, con cara de malhumorada, aunque antes de que pudiera mandarla a la mierda Jisoo habló.

— Encontraron a Kim Jennie.

Sooyoung tardó un poco por la sorpresa para sonreír, aplaudió, agradeciendo que la omega haya aparecido.

— Namjoon tiene órdenes de traerla para acá— dijo Jisoo—, ¿Quiere esperarla conmigo abajo? Están en camino.

Sooyoung sólo asintió, haciendo señas para que la deje pasar, bajando las escaleras detrás de ella.

No tardó mucho tiempo para que la entrada de la casa de Kim volviera a llenarse de personas, tanto paparazzi y reporteros, como gente curiosa, y era por esas situaciones que le hacían preguntarse cómo obtenían la información tan rápido y de dónde.

Aunque en cuanto el auto negro, de vidrios oscuros, acompañado por una patrulla policial pasó las rejas negras de la entrada al pequeño parque frontal de la mansión, a pesar de que los flashes de las cámaras dispararon, Jisoo, Sooyoung y los empleados de Kim se olvidaron completamente de ellos.

Primero bajó Kim Namjoon, del asiento trasero del auto negro, tirando una correa de dónde bajó una loba blanca, hermosa, casi brillante.

Jisoo abrió los ojos de más al verla, algo impresionada.

Sooyoung también lo estaba, aunque sonrió con agradecimiento, había conocido a la omega, le caía bien y quería que estuviera a salvo

Entraron a la mansión, apresurándose un poco para no estar más expuestos a las cámaras.

— No ha querido cambiar — fue lo primero que dijo Namjoon, con una mueca.

Jisoo vió a la loba, sentada con la cabeza gacha junto a su guardia.

Se acercó, agachándose frente a ella, aunque la omega sólo bajó más la cabeza, mirando hacia un lado.

El olor de la omega era muy fuerte, muy dulce, casi empalagoso, aunque no llegaba a ser del todo molesto.

En cambio, para Jennie, el fuerte olor a mar de Jisoo le gustaba.

La peli negra apoyó su mano sobre la cabeza de la loba, acariciando sus orejas, aunque las corrió cuando la omega gruñó.

Escuchó la risa de Namjoon.

— Tonta, no es un perrito, es un lobo.

— Es una persona— corrigió Sooyoung, haciendo que la mirada de los presentes se pose en ella—, y creo que necesita un poco de privacidad— echó una mirada a todo el personal de la peli negra que estaba inecesariamente allí, ocasionando que todo se fueran, a excepción de los dos policías y Namjoon.

La pelirroja se acercó a la omega, su postura hizo que Jisoo se alejara, su olor fuerte incomodó un poco a Namjoon, pero el olor familiar de Sooyoung logró que Jennie alzara la vista para mirarla.

La pelirroja sonrió de forma ladeada.

— Cambia —ordenó, en tono sumamente tranquilo para usar su voz de alfa.

Jennie pareció resistirse unos segundos, hasta que su cuerpo comenzó a transformarse, cambiando por completo a su versión humana, totalmente avergonzada de su desnudez, con la cabeza gacha, dejando su cabello castaño caer sobre su espalda.

Eso había dejado a todos totalmente sorprendidos.

Sooyoung estiró su mano hacia uno de los oficiales, que cargaban la manta que le habían dado a la omega y que había caído de ella cuando bajó del auto.

La pelirroja cubrió el cuerpo de Jennie con la manta con una sonrisa de suficiencia en el rostro, aunque su expresión cambió un poco al sentir el olor que estaba pegado al cuerpo de la omega.

— Creo que la correa no es necesario — dijo, desabrochó la misma del collar sin pedir permiso—. Es un poco kinky considerado tu desnudez.

Jennie no respondió.

Sooyoung giró su rostro hacia Jisoo.

— ¿No vas a buscarle ropa a tu prometida?

Esa última palabra hizo que tanto Jennie como Jisoo la miraran con confusión.

— ¿Cómo? — preguntó la peli negra.

Sooyoung soltó una risa tosca.

— Después de todo lo que hiciste para que Jennie apareciera, todos los van a querer juntas.

Ninguno de las dos creía esas palabras, cada una tenía a una persona que no se pondría feliz si eso pasaba.

— ¿No te parece lindo? — continuó Sooyoung—, la joven alfa que buscó por cielo y tierra a su omega perdida, para unirse con ella para toda la vida. A la prensa le encantaría— sonrió—. Y a sus padres también.

Jisoo y Jennie se dedicaron una mirada incómoda, ninguna quería y ambas lo notaron.

Sooyoung se irguió de nuevo, sonriendo con suficiencia.

— Apúrate, niña — dijo—. Que Jennie debe tener frío, toda descubierta.

Esas palabras hicieron a la peli negra reaccionar, volteando para buscar en su cuarto ropa para la castaña.

Sooyoung se giró de regreso hacia Jennie.

— Tampoco vas a cambiarte aquí, vamos, levántate— dijo, la chica obedeció, Sooyoung tomó su brazo para guiarla hasta el cuarto de Jisoo, donde la peli negra estaba acomodando ropa sobre su cama que la omega podría usar.

Ambas alfas se voltearon para que Jennie pudiera ponerse la ropa, aunque la omega no dio aviso cuando terminó.

La ropa de Jisoo le quedaba algo grande, hacía que sus pies se escondieran en la manga de los pantalones, al igual que sus manos en las del buzo.

Sooyoung le hizo una seña a la mayor para fuera ella hacia la omega.

La peli negra se acercó con timidez y estiró su mano hacia Jennie, quién en lugar de tomarla colocó su antebrazo sobre la misma, Jisoo hizo como si nada y caminaron así hasta la sala de estar, donde Namjoon y los dos policías seguían allí.

— Ya notifiqué a los padres de Kim Jennie que está aquí— dijo el guardia en cuanto las vió entrar.

Jisoo escuchó a Jennie tragar duro luego de esas palabras.

— Los policías necesitan hacerle unas preguntas a Kim — añadió Namjoon, refiriéndose a la castaña.

Jennie se tensó un poco ante esas palabras, y la peli negra, que seguía sosteniéndola por su muñeca, fue la única que se dió cuenta.

— Creo que Jennie quiere descansar— intervino Jisoo—, no sé qué es por lo que ha pasado, pero merece tranquilizarse un rato— la mayor miró a la omega, esperando una confirmación por su parte—. Ver a su familia, y cuando de sienta bien...— miró hacia los policías— Hablará de lo que pasó.

Jennie asintió, soltando el aire que sin querer había estada reteniendo.

Los policías parecieron comprender, irían hasta la comisaría para dar los datos de lo que había pasado esa noche y luego volverían.

Quedaron en la habitación sólo Jisoo, Jennie y Namjoon.

La peli negra invitó a la omega a sentarse, ponerse cómoda y ordenó a una empleada que le preparara algo para comer, ya eran altas horas de la madrugada y no quería que Jennie pasara hambre, aunque este no tenía, no rechazó lo que la mujer le había cocinado, y fue la única persona a la que le sonrió y agradeció por su comida.

Jisoo, caminaba nerviosamente alrededor del sillón, en un punto impreciso en su interior, un extraño remordimiento daba vueltas.

Sabía que ayudar a Jennie no estaba mal, que ofrecerle ropa y comida no estaba mal, que dejarla estar en su casa no estaba mal, no estaba haciendo algo mal.

Pero se sentía mal, desde hacía días que no hablaba con Lalisa, que esta no se aparecía en su casa, y muchos más días de su último encuentro en la cama, o simples besos, abrazos o caricias.

Jennie notó lo abrumada que se sentía Jisoo, pero no preguntó nada, concentrándose en terminar su comida.

Namjoon se quedó parado en el mismo lugar, había sacado su celular un par de veces para mandar unos mensajes, pero volvía a su postura firme, lo que hizo a Jennie preguntarse si él se quedaba allí para asegurarse que no escapara de nuevo.

Los tres voltearon a las escaleras cuando escucharon los pasos apresurados que venían bajando, viendo a Sooyoung abotonarse su abrigo, ahora vestida de traje, olvidándose de sus jean oscuros y remera holgada que tenía momento antes.

Hizo una señal para que Jisoo la siguiera, la peli negra se apresuró para llegar a su lado, pasando al hall de la entrada.

— ¿Va a algún lado? — preguntó la mayor con rapidez.

— ¿Donde encontraron a Kim Jennie?— preguntó la pelirroja en vez de responder.

Jisoo se confundió un poco más.

— Contesta —su voz no sonó tan tranquila como cuando le ordenó a Jennie.

— N-No conozco el barrio o las calles de esa parte de la ciudad — Jisoo no supo muy bien porqué se había apresurado tanto en contestar—. Pero estaba en la zona donde se creía que había más posibilidades, pasando el barrio pesquero, no muy lejos de aquí.

Sooyoung asintió.

— Sí, sí, sé dónde—la más alta le dedicó un sonrisa—. Bien, no sé cuando regrese, pero... Hasta entonces.

— Espere, ¿Qué? — Jisoo la tomó del brazo antes de que pudiera voltearse del todo.

Sooyoung miró con el ceño fruncido la mano de Jisoo sobre su traje, haciendo que la chica la quitara rápidamente.

— ¿Tienes la nariz tapada o algo? — dijo la pelirroja—. Kim Jennie iene el olor de otra alfa, uno que conozco muy bien— Jisoo no comprendió del todo—. Apesta a mí hermana, y voy a ir a buscarla.

— Pero podría ser otra alfa— dijo la peli negra, aunque por la mirada que le dedicó Sooyoung hubiera preferido callar.

— Me vale verga lo que digas— dijo con brusquedad—. Desde hace años que no estoy tan cerca de Roseanne, y voy a buscarla, y no voy a volver hasta que la encuentre... A ella o a esa hipotética "otra alfa" con su olor del que supones.

Con eso la pelirroja se volteó, abriendo la puerta.