𝗣𝗔𝗥𝗧𝗘 𝗨𝗡𝗢
- ¡Eso fue increíble, carajo!
- Lenguaje, Jen.- murmuró con el seño fruncido, mirando a sus manos juntas sin intención de separarse.
El partido de basket del equipo femenino de la universidad estaba siendo interesante, bastante movido y entretenido. De hecho, Rosé casi que lo estaba disfrutando. Ella no es fan de los deportes, pero su novia la arrastró a ver la final de temporada porque su mejor amiga jugaría en tan importante fecha.
- Lo siento.- sonrió y dejó un leve beso en sus labios. Era una disculpa falsa en verdad, porque Jennie llevaba insultando desde que el árbitro inició el partido. Faltaban dos minutos, ella se disculpaba y dejaba un beso cada vez, por lo que Rosé realmente no estaba enfadada con ella.
Jennie intentó no pensar mucho en eso, pero lo cierto es que le gustaría oír a Rosé maldecir al menos una vez. La rubia era toda una niña buena, criada con ideales de ser formal y respetuosa sin importar lo demás.
Con el pasar de los meses en su relación, creyó que Rosé se soltaría alguna vez, sin embargo resultaba que no era ninguna actuación; la rubia en verdad no salía de su zona de confort.
Rosé y Jennie tuvieron sexo varias veces, a la coreana le parecía hermoso que su novia fuera atenta y dulce en ese momento, siempre preguntando y asegurándose de que lo disfrutara. El problema no era que no le gustase, el problema era que ella a veces no necesita que todo sea lento y amoroso, de vez en cuando estaría bien que usara palabras sucias y no cuestione nada, que la tome y la haga suya como Dios manda.
Jennie creía firmemente que Rosé se estaba reteniendo, tal vez debería decirle que estaba bien sí es brusca.
Pero Rosé se sonrojaba y se ponía tímida a cada rato, con sólo tomar su mano ya lograba ese rojo en sus mejillas. Bien, sería difícil pero no imposible.
Cuando su universidad ganó el partido, Jennie salió corriendo a abrazar a Jisoo y felicitarla por la victoria. Rosé se quedó unos pasos atrás, sonriente y con su postura firme. Ella era elegante, usando camisas y pantalones de vestir casi siempre.
- No sé mucho pero lo hicieron increíble, felicidades.- la mayor en lugar de tomar su mano decidió ir por abrazarla. Rosé se quedó paralizada, no acostumbra a esos tratos con otra gente, pero ver a su novia aplaudir y reír fue suficiente para aceptar el cariño.
- Rosé, es increíble que estés aquí.- soltó la chica después de terminar el contacto.- Me dieron suerte, en serio creí que estábamos jodidas contra ese equipo.
Jennie notó esa mueca ante la maldición de Jisoo.
- Me alegra mucho verlas felices, espero que disfruten de esta victoria.
- Por supuesto. Tengo que ir por allá, en serio gracias por venir.
Rosé se reunió de nuevo con Jennie, ambas tomadas de la mano comenzaron a caminar a la salida del gimnasio. Sabían que el equipo no tardaría en hacer su reunión para festejar.
Como todavía no querían separarse, Jennie invitó a su novia al centro comercial. Quería comer algo y después ver una película en el cine. Fue entonces cuando compraban las palomitas que una idea pasó por su mente.
Agradeció infinitamente a su yo del pasado por elegir usar falda ese día.
muchas gracias por leer ♡
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