| Confesiones de Medianoche |
Una noche no tan típica en la Torre Vengadores.
Los últimos años habían acontecido infinidad de sucesos, tantas batallas para los presentes en ella. Desde el tener que lidiar con robots, agentes entrenados, viejos conocidos resentidos, y gente con el poder de energía chituari haciendo mal uso y, una breve pero en gran parte catastrófica división de bando entre ellos.
Pero después de todo, al fin podían darse un ligero respiro.
Si bien las cosas fueron todo un reto de superar, se logró aminorar las aguas turbulentas que desestabilizaban al equipo. Y ahora con nuevos integrantes a sus filas, todo era más extraño de lo común, pero esto lo hacía más interesante.
Las distintas personalidades en cada uno de ellos, mas allá de ser ahora un impedimento para relacionarse, resultaba gratamente divertido al momento de convivir o tener misiones, a su extraña manera lograban complementarse en el campo de batalla, mientras que en su convivencia cotidiana, conseguían tener una relación amistosa.
—Deberíamos jugar algo, comienzo a aburrirme. —Clint habló suspirando desde el sillón donde se reposaba con los brazos detrás de su cabeza.
—¿Jugar? —Natasha pregunta, sentada frente a él.
—Sí, Nat, jugar, una actividad normal que hacen las personas.
La mencionada rueda los ojos.
—Sí, Barton, cosas normales para críos como Peter. —Tony le dice, con cierto tono de burla, a lo que Peter responde con un bufido, pero no dice nada. Solo vuelve su vista a su móvil.
—¿Qué se te ocurre? —la pelirroja se acerca a Clint, interesada en hacer algo más que nada.
Un toque normal a su vida, no estaría de mal. Eso de golpear malos constantemente también solía aburrir y caer en la monotonía, jugar algo normal, al menos para ella, seria salir de ahí.
—Para empezar tenemos que haber más de nosotros. ¿Dónde están los demás?
—Aquí estamos—responde Pietro, entrando junto a Wanda, Scott, Steve y Strange.
—Y yo me voy. —Strange alzo su mano, despidiéndose de todos, y girandola abre un portal, saliendo de ahí.
—Ah.
—Bueno, ahora siéntense y juguemos algo...
—También debo irme, Visión me espera abajo. —Wanda se disculpa y se despide—. Los veo más tarde, chicos.
—No tardes. —Le dice Pietro, pero Wanda ya no lo escucha.
—Bien, quedamos solo nosotros. Rápido, siéntense.
Todos se miran confusos, pero a no tener nada que hacer, hacen caso y en medio de la gran sala se colocan. Clint comienza a indicar lo que harán y el cómo lo harán.
—Tony, ¿F.R.I.D.A.Y aun puede saber cuándo alguno de nosotros miente?
—¿F.R.I.D.A.Y? —pregunta al aire.
—Puedo analizar las sensaciones de cada uno en la torre y saber cuándo alguien tiende a decir algo que suba sus niveles y por consecuencia tener el conocimiento sobre si dice la verdad o no.
—Okey, me basta con nosotros aquí presentes, gracias. —Clint prosigue.
El arquero anota el nombre de los presentes 2 veces, y los mete en un recipiente.
Tony Stark, Steve Rogers, Clint Barton, Natasha Romanoff, Scott Lang, Peter Parker y Pietro Maximoff.
El juego consiste en que cada uno tomará dos papeles y de las personas que les salga, le confesaran algo que pueda ponerlos incomodos o molestos. Y aquella persona debe responder a aquella confesión. Las reglas: no decir una confesión o respuesta falsa.
—¿Nervioso Peter? —Pietro riñe a Peter, sentado a su lado.
—¿Qué? No. —Mentía, se está muriendo de nervios.
Meses atrás solo era un chico de Queens que jugaba videojuegos y armaba legos con Ned, y ahora jugaba confesiones con los héroes más poderosos del planeta.
Un gran cambio, pensó.
Clint ríe. —Bien, comencemos. Giraré la botella y quien toque la cabeza...
—Sí, sí, ya, Barton, sabemos eso. Ahora gírala —interrumpe Tony.
—Solo déjalo que termine, Tony. —Steve murmura molesto.
—¿Qué? ¿Acaso el anciano del equipo no sabe cómo se juega? —Tony estalla en una carcajada.
Peter mira a su mentor y niega.
—Girará la botella y si la botella lo apunta a usted, será el primero en iniciar el juego —responde Peter amablemente. Tony solo rueda los ojos.
—Gracias Pete.
—De nada, Señor Rogers.
—Me aburroo —el genio dramatiza el gesto, pero le aborrece ver la mínima cercanía entre el rubio y su pequeño pupilo.
Clint la gira, mientras todos miran atento la botella, la primera señalada es Natasha.
—Ok, veamos. —Abre el papel—. Tony Stark.
El mayor juega con sus manos intrigado con lo que le dirían. Mientras que la pelirroja con una sonrisa en su rostro, dice:
—¿Recuerdas la vez que tu armadura falló y no pudiste salir durante dos horas de ella?
—Aja...
—Culpa mía.
—Eres una maldita, Romanoff. —Suspira, recordando lo molesto que fue estar encerrado por dos horas—. Y no veo que más responder a eso, solo espera.
—Wow, eso fue valiente. —Scott quien siente ahora más confianza con todos en el equipo después de tres años, sonríe y presiona el hombro de la agente.
Clint oculta su sonrisa sabiendo que él había ayudado, pero decidió no decir nada, sabe que Tony se vengara más tarde, y prefiere no ser arrastrado a eso.
El juego prosigue unas vueltas más.
—Vas, Maximoff.
—Me tocó... Peter.
Todos dirigen su mirada a Peter. Quien nervioso por la atención, gira hacia Pietro.
—¿Recuerdas aquella noche en la fiesta de Osborn? —Pregunta sonriendo, mientras Peter asiente confuso—. Bueno, como sabrás, y como ninguno presente sabe, despertamos juntos en mi cama.
Tony frunce el ceño.
—Creíste que había pasado algo y admito que si hubiera pasado, no me habría quejado —sonríe—. Pero no fue así, solo te seguí la corriente de que sí, hubieses visto tu cara aquella mañana.
Natasha y Clint los miran entre divertidos e intrigados. Scott luce solo divertido y Steve se preguntaba cómo habían llegado a esa situación.
¿Y Tony? Tony comienza a sentir una ligera llama de furia dentro de sí con tan solo imaginarse tremenda imagen mental. Y claramente ignora el hecho de que tiene cero problemas con imaginarse a su pupilo semi desnudo en una cama, el problema solo radica en que es al lado de otro hombre.
—Este juego apesta —dice sin pensar.
—Tranquilo, Tony. —Natasha nota la molestia del genio, y en susurro dice—. Ya escuchaste que no pasó nada.
—Tal vez deberíamos cambiar la dinámica. —Es Scott quien habla esta vez.
—¿Por cuál?
—Algo más tradicional, giremos la botella, quien apunte la boquilla de la botella pregunta algo a quien le apunte la base.
—¿Qué eso no es para niños? —Tony se sacude la camisa.
—¿Acaso esto no lo es, Tony? —Clint se burla—. Pero se me ocurre algo más, si miente o si no quiere responder, prenda hacia afuera.
—Clint, hay niños presentes —Natasha dice con un tono de fingida molestia, refiriéndose a Pietro y Peter—. Pero me agrada la idea. ¿Qué dicen?
Todos, incluido Peter quien se siente nervioso, asienten.
—Comencemos.
Primera jugada.
Natasha a Clint.
—Si pudieras besar a uno en esta sala, ¿Seria Scott, Tony o Steve?
—Oh vamos...—Clint abre la boca. —Cabe decir que es si tuviera que escoger, más no lo haría... Tony. —dice sin mirarlo y volviendo a girar la botella antes que alguien diga algo respecto a eso, solo se escucha el sonido de sorpresa de Peter y la risa de Natasha.
Segunda jugada.
Scott a Steve.
—No quiero ser imprudente, pero la verdad tengo curiosidad desde hace tiempo. ¿Qué pasó con "El soldado del invierno"?
Todos hacen silencio, aún es un tema algo delicado para los presentes.
—Es Bucky, y se encuentra en rehabilitación en Wakanda, está mejorando —responde con un tinte de orgullo en su voz, a lo que Tony solo bufa.
—Sigamos.
Tercera jugada.
Peter a Natasha.
—Eh, bueno...sin contar a los Vengadores, ¿Tiene familia? —pregunta inocente, solo curioso.
—No. —Aparenta seguridad, pero falla.
—La Señorita Romanoff ha mentido.
La IA hablo y todos se miraron confusos, excepto Clint quien creía saber de quien se trataba.
—Vaya, aún hay secretos en el equipo —Escupe Tony. —Pero bueno, Romanoff, hace algo de calor para tanta prenda, ¿no crees?
Y en unos segundos la blusa de Natasha no se hallaba más sobre ella.
Cuarta jugada.
Clint a Pietro.
—Menos mal —sonríe complacido—, ¿Cómo fue que Peter y tu creyeron que habían tenido algo?
Peter se alarma y Pietro siente un toque de nerviosismo.
—Yo no sé si pueda contarlo... ¿Peter?
—Eh, sí, hazlo, ¿Por qué no? —Sería valiente por una noche, que más daba.
Clint se cruza de brazos gustoso y Tony finge no prestar atención, pero la realidad es que está demasiado intrigado, incluso más que cualquiera presente. Mientras que Tony mira a Pietro, la mirada de Peter se posa sobre la posible reacción que tendrá su mentor al escuchar.
—Bien... Peter estaba mal... bueno, triste por ciertas cosas. Él no quería asistir a la fiesta, Ned me lo contó e hice que Peter fuese, lo acompañe para que si sentía incomodo saliéramos de ahí, y... bueno, la intención era divertirnos después de todo. Resulta que ambos creímos que nuestro sistema no se colapsaría si ingeríamos alcohol, y así era, solo un mareo, pero creo que todo se salió de control y bueno.
—Directo al grano, Maximoff. —Dice Tony con irritación. Peter frunce el entrecejo al ver como aprieta sus manos entre sí.
—Nos besamos. —Hace una pausa dramática, sonriendo—. Después venimos a la torre, Peter no quería que su tía lo viera así, y entonces llegamos aquí, en mi habitación claro, ya que Peter aun no tenía una propia. Y pues despertamos con poca ropa, Peter vomitó la suya así que se la tuve que quitar, y yo por comodidad.
—¿Entonces pasó o no pasó algo?
—No, Tony. Solo nos besamos... algunas cuantas veces —Voltea hacia Peter y le guiña un ojo.
—Sigamos.
Quinta,
Clint a Tony
—Entre Peter, Steve o yo —Tony se tensa al ver el nombre de Peter en la oración—, ¿A quién te gustaría besar?
Tony bufa.
—Nadie.
—Debes responder. —Natasha habla—. De lo contrario...
Tony niega, no quiere decirlo, y si miente el resultado será el mismo. Así que sin pensarlo mucho, se deshace de sus pantalones.
—Bueno, esperaba que comenzaras por la camisa, pero está bien.
Todos ríen y vuelven a darle la vuelta.
sexta...decima jugada
Peter a Steve
—En realidad no sé qué preguntarle, no deseo ser inoportuno, pero vera, en internet han estado rondando varios... rumores.
Todos lo miran atento.
—¿Qué clase de rumores? —pregunta confundido Steve.
—¿Está enamorado de Bucky? —pregunta.
Y el asombro de todos al igual que sus expresiones divertidas no se hacen esperar, pero Steve solo suspira, no dice nada, solo se deshace de su camisa.
Onceava... décimo cuarta jugada...
Pietro a Peter
—Querido Peter, ¿Eres virgen?
Peter se ruboriza, Pietro más que nadie sabe esa respuesta.
—Estúpido. —Suelta.
Tony lo mira, no oculta su interés por la respuesta. Peter ha sido su pupilo por ya tres años. Y lo más que ha sabido de la vida sexual o más bien romántica de él, es que ha tenido algunas cuantas citas. En realidad jamás ha profundizado mucho en eso, al menos no, dado que Peter ha demostrado no estar interesado en alguien en ese tiempo.
Peter se deshace de su sudadera.
—Si no vas a responder al menos haznos el favor de quitarte más que la sudadera. —Pietro lo molesta. Ganándose una risa del resto, excepto Tony.
—¿No te basto con tenerlo en tu cama y ahora lo quieres desnudar ahora? —Clint le pregunta.
—Está bien. —Dice Peter, deshaciéndose igualmente de su camisa, cubriéndose con sus brazos, ligeramente cohibido de estar así frente a todos.
—No tienes nada que avergonzarte, Peter.
Peter mira a Natasha y asiente, siguiendo el juego.
Décimo quinta.... y muchas más jugadas.
Todos se encontraban con poca ropa en la sala.
Natasha a Tony.
Al fin. Piensa la pelirroja.
—Recapitulando desde el comienzo del juego... ¿Por qué te molesto tanto que Peter y Pietro hayan tenido casi algo?
Todos lo miran con diversión e incertidumbre. Gustosos de que haya sido Natasha la que se atrevió a soltar esa pregunta.
—Soy el responsable de su cuidado. No hay más.
Peter baja la mirada y Pietro coloca una mano tras su espalda.
—¿F.R.I.D.A.Y?
—El Señor Stark ha mentido.
—Solo te queda una prenda, Tony. Seré amable y te daré otra oportunidad más. ¿Sientes algo por alguno de los dos?
Peter vuelve a levantar la mirada.
—Tal vez.
—Uff...
Clint y Scott intercambian miradas divertidos, y Steve solo escucha atento, ocultando la sonrisa en su rostro, Natasha como si acabase de descubrir el secreto más secreto de todos, y Pietro y Peter solo deciden no pensar en lo que esa respuesta estaba insinuando.
Scott a Peter.
—Esto está más emocionante que las novelas que Luis me hace ver —se ríe—. Pero ya, voy. ¿Te has sentido atraído por alguien de esta sala? No cuenta Pietro ya que lo has besado.
—Que astuto, Scott —habla Natasha.
—¿Y bien?
—Sí.
—¿Quién? —pregunta Tony.
—No es tu turno, Tony. —le responde Steve. —Aunque siendo sincero, me gustaría saberlo.
—Que chismoso es el Capitán América —Se ríe Scott ganándose una mala mirada de Steve—. Lo siento, Capitán señor.
—Sigamos que ya son más de las dos y tenemos entrenamiento en menos de 5 horas.
Pietro a Tony.
—Yo seré más directo. —Advierte.
—Solo hazlo, Maximoff.
—¿Te gusta Peter?
Stark casi se atragante con su propia saliva.
—Oh vamos. No responderé eso. Y no me quitaré el bóxer.
—No seas un niñito, Stark. —Clint golpea sobre sus piernas—. Nada tan simple como un no o un sí,
—Sí, Tony. No seas aguafiestas. Responde a menos que quieras que esta chica vea más de lo que ya ha visto de ti.
—Cambiemos la pregunta, Stark. —Pietro pregunta, luciendo tranquilo—. ¿Te sientes atraído por mí?
—No. —Tony hace un gesto como si no fuese la gran cosa, hasta que capta lo acontecido.
Mierda, había sido una trampa.
Peter ya ni siquiera sabe a dónde mirar, o que pensar.
—Y creí que el astuto había sido Scott —Clint está más que emocionado por lo que pasara.
Última ronda.
Steve a Peter.
Steve mira a Peter. Ve la forma en que espera atento la pregunta, y gira mirando a los demás que esperan de la misma forma, sabe que la pregunta que hará concluirá con lo que todos ya saben en ese lugar.
—¿Te sientes atraído por Tony?
Todos dirigen su mirada de Steve a Peter y de Peter a Steve.
—No se anda con juegos, Capitán —Scott resopla.
—Ni que lo digas—. Natasha es la responsable de que todo surgiera y aun así parecía sentirse sorprendida del punto al que llegó.
—¿Y bien, chico? —Clint quería saberlo para por fin dormir.
—Sí.
Todos gritan sorprendidos, y terminando el juego deciden que ya es hora irse a sus habitaciones. Peter es el primero que se escabulle seguido de Pietro, mientras el resto conversa un poco antes de retirarse, a excepción de Tony quien parece no tener algo que decir.
Se encamina hasta la barra libre, donde sin pensarlo mucho, toma un vaso y vierte un poco de wisky dentro, mira el contenido antes de pasarlo de un solo trago. Natasha a la distancia lo observa, acercándose con cautela, cuando llega a su lado pone su mano sobre el hombro de Stark.
—¿Nervioso?
—Cansado. —Corta. Ni siquiera se gira a mirarla.
—No tienes por qué estarlo, el también gusta de ti. —Comienza, sentándose a su lado, sirviéndose un poco de lo que Tony bebe.
—No quiero hablar de eso.
—Todos aquí hemos visto la forma en que gravitas alrededor de él como un niño tras un caramelo, y claramente, más evidente la forma en que él lo hace a tu alrededor. —Sigue hablando, ignorando al mayor, quien pese a que siente que no necesita esa conversación, no hace el intento de ponerse de pie, en su lugar sirviéndose otro trago—. En un principio admito que se me hizo difícil de creer, y no porque sea alguien de mente cerrada, en mi vida he visto cosas realmente malas, y sé que esto no lo es.
—¿Cómo es que puedes saber eso? —pregunta, mirándola por primera vez desde que se acercó.
—La forma en que se miran, Tony. —Le sonríe, volviendo a subir su mano presionando amistosamente su hombro—. Peter no es un juego para ti, tenías miedo incluso de admitir en voz alta lo que sentías por él, porque eso lo convertiría en algo completamente real.
—...
—Esta noche me di cuenta que todos piensan lo mismo, podemos ser diferentes desde nuestros orígenes, pero todos podemos ver lo que sientes. —Tony agacha la mirada, jamás creyó tener esa conversación con Natasha, pero muy en el fondo necesitaba escuchar todo eso.
—¿Qué debo hacer? ¿Simplemente saltar a su cama y esperar que no corra de mí?
—Exactamente. —Se ríe, poniéndose de pie—. Quizá debas descansar y pensar las cosas, cuando estés listo, ve por él.
Tony le sonríe en agradecimiento, mientras ve partir a Natasha. Su mirada de vuelta al vaso errante en su mano, bebe el último trago y decide irse a dormir, tal vez con la mente clara podría hacer más que solo saltar a su cama.
º º º
Más noche, cuando todos en la Sede están en sus propias camas, Tony se remueve inquieto sobre su cama, se siente confundido y perdido entre los constantes pensamientos que perforan su mente uno tras otro. Jamás espero que la noche terminara de la forma en que lo hizo.
Y tampoco esperó que su cabeza estuviese hecha un lío después de todo.
Siempre existió algo entre Peter y él que iba más allá de la línea de mentor y pupilo, pero, por el bien de todos, Tony siempre lo ignoró. ¿Cómo podría ignorarlo ahora? No puede realmente, no cuando Peter confesó sus sentimientos a través de un juego estúpido que jugaron por aburrimiento.
No cuando el también confeso sentir algo.
Aun le cuesta creer la naturalidad con la que sus compañeros presentes se lo tomaron, la manera en que Natasha le hablo, y todo eso lo lleva a pensar que era demasiado obvio lo que sentía. La verdad es que desde que se dio cuenta de sus sentimientos recién descubiertos por el castaño, dejo de pretender a cualquier persona que se le presentase enfrente.
No sabía el porqué, pero no quería ni necesitaba a nadie. Su mente siempre divagaba hasta el castaño. Y no es estúpido como para no darse cuenta que probablemente el chico sentía algo mutuo, pero nunca quiso tocar el tema, nunca quiso ponerlos en una situación donde tendieran de la cuerda floja.
Quiere a Peter, y hacer un movimiento que lo alejase, le daba terror.
Acostado sobre su cama, mientras sus manos golpean a modo de tic sobre su pecho, toma una decisión apresurada y, sin pensarlo, se pone de pie y se dirige a la habitación de Peter. En el camino no piensa en nada más que en Peter, en la forma en que ese chico lo cambio, en la manera en que lo hace sentir cada que comparte tiempo con él, cuando las risas dejaron de ser forzadas o incomodas, cuando los roces pasaron a ser constantes, y cuando su simple cercanía lo hacía sentirse en calma.
Al detenerse frente a su puerta, suspira tomando valor y toca dos veces pero no recibe respuesta. Pasan algunos segundos que se le hacen tortuosamente lentos y en el momento en donde siente que está siendo impulsivo se arrepiente de no haber pensado las cosas antes de actuar, escucha cómo se abre la puerta.
Y lo mira, al chico con chándal gris y sin camisa, percatándose de lo atractivo que puede ser su Peter, viéndose medio adormecido con los rulos cayéndole por la frente ligeramente esponjados y sus mejillas suavemente sonrojadas.
Y claro, se da cuenta que él mismo iba con solo un bóxer negro ajustado, sin nada más que lo cubra. No pensó en volver a vestirse si quiera. Su plan parecía lógico, ir con Peter, decirle lo que sentía, y esperar lo mejor.
—¿Sr. Stark? Creí que sería Pietro. —Balbucea.
—¿Esperabas a Pietro? —pregunta, sintiéndose estúpido por haber venido.
—¿Qué? No, claro que no —Se talla los ojos—. Pero es la única persona que sería capaz de venir a despertarme a vaya saber qué hora.
Tony asiente, mirándolo en silencio.
—¿Sucedió algo?
—¿Puedo pasar? —pregunta Tony.
—Eh... Sí, claro.
Tony se adentra a paso lento, su mirada escanea las cuatro paredes de inicio a fin, finge estudiarla con detenimiento como si buscara un secreto mundial —cosa que no tenía sentido— ya que recién comenzaba a ser personalizada por su habitante.
Peter se siente en medio de la cama des tendida, evitando mirar a Tony, hace tanto paso la época donde no podía verlo sin sonrojarse, pero una cosa era verlo diariamente con ropa y otra tenerlo semi desnudo en su habitación. Mientras que Tony, sentándose en el lado inferior de la cama, no presta atención a eso.
—Sobre lo del juego... —Comienza Tony, tratando de romper el silencio incómodo que comienza a abrumarlo.
—Oh, no se preocupe —interrumpe rápidamente, viendo por donde va la conversación—, no pasa nada. Solo fue eso, un juego.
—Es solo que-
—No haga esto más incómodo para mí. —Dice en tono de ruego—. Yo he... mire. —Se detiene, tomando el valor que anteriormente había llevado a Tony a tocar esa puerta y admite—. Sí, me gusta. No es algo de lo que no se haya percatado antes, puedo estar seguro de eso. —Peter lo mira fijamente, no sabe si es la noche que lo hace ser tan abierto o si es el hecho de que está cansado de ocultarlo—. Pero nada de eso cambia el respeto y admiración que tengo hacia usted, yo sé que quizá no querrá volver a verme, y entenderé si eso pasa pero por favor no...
Ninguna palabra rebota más en las paredes de esa habitación cuando sus labios son cerrados por el choque con los labios del mayor y la introducción de su lengua en su cavidad bocal.
Palabras podrían ir y venir, pero sus sentimientos estaban ahí, constantes y latentes. No tenía caso alargar una plática donde la conclusión seria la misma que la de los hechos.
Peter, algo nervioso y con miedo, aumenta la intensidad del beso mientras Tony subiéndose por encima de él, lo sube más a la parte superior de la cama, pegándose más y besando aun con mas fiereza. Su erección creciente rozando la de Peter, sus manos tomándolo de la cintura con la fuerza suficiente para tenerlo a su control pero sin llegar a lastimarlo.
—Tony... —Gime, buscando un poco de aire.
—Peter. —Le responde con la respiración entre cortada mientras se separan momentáneamente mirándose. —También me gustas.
Admite en un susurro.
—Eso significa que...
—Significa esto.
Tony libera la cintura de Peter, tomando la mano de Peter y llevándola hasta quedar sobre su erección, antes de abalanzarse una vez más uniendo sus labios.
Una noche llena de confesiones es lo que unió a los dos hombres que compartían tantas miradas entre misiones y tardes de estudio en el laboratorio, quienes entre ojos curiosos eran estudiados y analizados.
—Tony espera —Peter lo detiene, alejándose de su boca y empujándose para cambiar de posiciones. Stark quedando debajo, y Peter sentado sobre su abdomen, sonriéndole con mirada coqueta—. He querido hacer esto desde hace tanto. —Suelta mientras se desliza hacia abajo, metiéndose entre las piernas de su mentor, liberando completamente la erección, bajando con lentitud la ropa interior sin despegar su mirada de la ardiente que le dirige Tony en ese momento.
—¿Qué es lo que querías hacer, Parker? —pregunta, tratando de sonar seguro, pero la forma tan entre cortada en que sale su pregunta, hace estremecer a Peter, quien sin miramientos, abre su boca metiendo poco a poco el miembro de Tony, ganándose un gemido del hombre que ahora se deshace frente a él.
El deseo era palpable, pero su amor era visible en cada gesto de su anatomía, porque mientras algunos veían roces de manos, saludos amistosos que duraban más de lo que debían, miradas que sobrepasaban la relación menor/pupilo. Otros podían tomar que existía algo fuerte creciendo entre ellos.
Y aquella noche se confesarían el amor que sentían. La forma en que Tony gustaba de Peter, y en que Peter gustaba de Tony.
Sí, aquí saque mis traumas de la Ship de Peter y Pietro. 🤧❤️
Espero les haya gustado, no olviden votar y comentar. Nos leemos pronto. ✨
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro