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ᴄᴀᴘɪᴛᴜʟᴏ 01

Capitulo 01: No quiero volverme cercano a ti.

Yoongi terminaba de limpiar una de las mesas de la cafetería cuando logró escuchar el sonido de la campanita del local debido a que la puerta fue abierta. Por inercia, su mirada viajó directamente a la entrada. Una mueca de desagrado se formó en su rostro al notar la presencia de la estudiante japonesa en la cafetería. Mientras tanto, el buen humor de Sayumi desapareció de su cuerpo al observar a su molesto compañero de trabajo mirándola con disgusto.

Ambos se quedaron viendo fijamente por un rato sin decir nada, una actividad muy común en ellos de la cual no se habían percatado, aunque el resto de sus compañeros sí. Los demás empleados de la tarde creían que era su manera de saludarse e interactuar, una muy inusual, pero teniendo en cuenta la mala relación de esos dos les parecía gracioso cada vez que los veían hacer eso.

Como todas las tardes, lo primero que hizo Yoongi fue llevar su vista al calzado de la menor, consiguiendo que su gesto desaprobatorio se volviera más evidente al darse cuenta de los converse altos verdes que formaban parte de su atuendo. Por otro lado, Sayumi rodó los ojos fastidiada y negó ante la actitud de su compañero, luego retomó su camino hacia los casilleros de los empleados del sitio para dejar sus cosas, pasando a un lado del chico sin darle mayor importancia.

Hoseok, Hayoung, Jungkook y Taeyeong, nuevamente retuvieron sus risas al ver la interacción de esos dos. Desde que Sayumi se unió al equipo de la tarde de Anpanman no había día en que esos cuatro se burlarán a escondidas de la peculiar manera de relacionarse de Min y Sayumi.

De hecho, daban por iniciado su turno una vez que esos dos realizaban aquel "saludo", puesto que los cuatro esperaban pacientemente recargados del mostrador a la llegada de la japonesa, mientras que Yoongi se ponía a limpiar y acomodar las mesas.

Sayumi saludó con alegría al resto de sus compañeros al pasar detrás de ellos sin darse cuenta de que Min Yoongi seguía mirándola, en esta ocasión, con un semblante nostálgico ya que al ver a la japonesa sonriéndole al resto con tanta energía, deslumbrando como un rayo de sol, la imagen de su primer amor invadió su mente.

El universitario sabía que estaba mal lo que hacía. Mantener vivo el recuerdo de su primer amor a través de su compañera de trabajo no era sano. Pero sus similitudes en personalidad y mal gusto en tenis, no ayudaban. Incluso poseían la misma nacionalidad y sus nombres sonaban similares.

No lo soportaba.

Haber perdido a Ichinose Sayuri hace tres años fue un golpe muy duro para él. Un golpe del que no lograba recuperarse del todo. Cuando se fue de Daegu para perseguir sus sueños, se prometió continuar con su vida como, seguramente, Sayuri habría querido; sin embargo, la culpabilidad e impotencia solían atacarlo de vez en cuando junto a las memorias que tenía con ella, hundiéndole en un pozo del que intentaba salir una y otra vez, sin éxito.

Y, justo cuando pensaba que por fin podría hacer las paces con aquel pasado tormentoso para poder avanzar, llegó Kinomoto Sayumi con esos estúpidos converse.

Una vez que Yoongi acabó de acomodar todas las mesas, se dirigió a la cocina para no tener que mirar a la japonesa bromeando con Hoseok. No quería que su poco buen humor desapareciera. Pasó a un lado de ambos sin dirigirles la mirada, luego se adentró a la habitación donde Jungkook y Taeyong se preparaban adecuadamente para realizar cada uno de los pedidos de los clientes de aquella tarde.

―Hola, hyung ―dijo Jungkook al notar la presencia del rubio en el lugar. Dejó de cortar las fresas para voltear a sonreírle como parte de su saludo.

Yoongi le contestó con un vago movimiento de cabeza mientras se cruzaba de brazos y acabó por recargar su espalda en el refrigerador. Jungkook negó divertido ante el comportamiento del rubio, luego volvió su atención a la actividad que realizaba.

―Alguien no está de buen humor, eh ―comentó Taeyong con una pisca de diversión mientras batía una cantidad considerable de claras de huevo para el postre que haría ―. ¿Otra vez por ella? ―volteó a verlo con un gesto burlón.

Yoongi colocó un gesto amenazante en su rostro esperando que el menor dejará el tema, sin embargo, sólo consiguió que Taeyong soltará una carcajada a la cual se le unió Jungkook.

―No le veo lo gracioso, Lee ―refunfuñó Yoongi.

―Ni yo la lógica a tu tonto argumento sobre la nueva ―Taeyong devolvió su total atención a la actividad que realizaba ―. No puede desagradarte alguien sólo por usar un determinado calzado. Eso es estúpido, Yoon.

―Alguien que usa converse no es confiable en lo absoluto, esos tenis son del demonio ―comentó el rubio con seguridad. Si bien su argumento sonaba genial en su mente, al decirlo se percató de que realmente sonaba absurdo.

Jungkook soltó un ruido gracioso al tratar de contener una risotada, mientras que Taeyong volvió a reír sin poder evitarlo. Sin embargo, Yoongi mantuvo su postura seria, no planeaba admitir que su argumento era ridículo, mucho menos a esos dos que juntos eran un verdadero dolor de cabeza.

―Mi defensa no es un chiste, niños.

―Para mí lo es ―mencionó Taeyong entre risas.

―No entiendo que tienes en contra de los converse. Son realmente cómodos y tienen estilo ―señaló Jungkook de forma inocente en lo que acomodaba los utensilios de cocina ―. Además, no puedes juzgar la personalidad de alguien sólo por unos tenis, eso es estúpido. Sayumi es una persona realmente dulce, trabajadora y confiable ―volteó a mirarlo ―. Apuesto que, si te dieras el tiempo de conocerla, llegaría a agradarte.

El rubio realizó un gesto incrédulo para después negar con la cabeza. En sus planes no estaba volverse cercano a la nueva. Lo que menos quería era relacionarse de forma intima con la japonesa. Entre menos interactuaran era mejor, así no tendría que seguir relacionando más de Sayumi con Sayuri.

Taeyong volteó a mirar al mayor. Una sonrisa se dibujó en sus labios al descubrir como Yoongi rodó los ojos con fastidio al oír hablar a Jungkook de Sayumi. A él le encantaba molestar al universitario con su compañera debido a sus reacciones; no obstante, tenía un ligero presentimiento de que el comportamiento de Yoongi iba más allá de un simple rechazó a Sayumi y sus tenis.

Se había percatado de los pequeños momentos en los que Yoongi veía a la japonesa con aire melancólico, para luego tratarla de forma distante y apática. Si bien el mayor no era la persona más sociable y amable del mundo, tampoco llegaba a tratar a ningún de ellos de forma tan descuidada como hacía con Sayumi. Ni siquiera se permitía conocerla de forma adecuada, simplemente la juzgaba por su calzado, la molestaba y alejaba.

―Sólo un tonto molestaría a una chica tan linda como Sayumi, Kook. Oh, claro, pero si Yoongi hyung es uno. Lo olvide ―mencionó Taeyong con diversión, consiguiendo que Jungkook se riera y Yoongi lo viera feo.

―Son realmente un dolor de cabeza, ambos ―dijo irritado el rubio, señalándolos con severidad ―. La defienden como si realmente la conocieran, cuando tan sólo lleva poco más de un mes aquí. Parece que sabe muy bien como volverse cercana a los demás ―habló con ironía.

―Bueno, es que yo comparto dos clases con ella y solemos desayunar juntos ―aclaró Jungkook con una sonrisa avergonzada.

―Yo estoy en el mismo club que ella. Así que sí, la conocemos, Yoon ―se mofó Taeyong, levantando las cejas un par de veces para hacer enojar al universitario.

―Supongo que entonces se enteró de la vacante por ustedes ¿No? ―Yoongi habló con un tono de voz que demostraba su fastidio.

Tanto Taeyong como Jungkook negaron con la cabeza.

―En realidad, Eunwoo fue quien recomendó a Sayumi para el puesto ―explicó Kook sin malicia, recordando el día en que su amigo convenció a la japonesa para que aceptará su ayuda, aunque sea de esa forma ―. Sayu nos dijo que necesitaba encontrar un trabajo de medio tiempo urgentemente, pero que necesitaba que no interfiriera con la escuela. Fue así como acabó con nosotros. Supongo que debe estar ahorrando para la universidad ―dedujo el pelinegro.

―La verdad, me sorprendió que acabará trabajando aquí ―intervino Taeyong ―. Es decir, antes de este año, nunca le vi interés en conseguir dinero extra. Sus padres parecen tener una economía estable, después de todo, los converse no son baratos y los que ella usa no son replicas. Es curioso como de repente necesitaba un trabajo, ¿No crees, Kook?

―Bueno, realmente no le había dado muchas vueltas al asunto, pero ahora que lo dices pues sí, es un poco raro.

La creciente curiosidad de Yoongi por saber más a fondo la verdadera razón por la cual Kinomoto Sayumi había acabado trabajando allí le molestaba, pero no podía evitarla.

Al final los tres hombres dejaron de hablar de Sayumi para ponerse a trabajar, pues Hayoung comenzó a pedirles que tomaran sus puestos debido a que ya era hora de abrir la cafetería, la cual se llenó de clientes rápidamente, pues Anpanman en los últimos meses se volvió bastante popular entre los universitarios y adolescentes debido a su ambiente juvenil y refrescante, añadiendo el buen servicio al cliente y la excelente variedad de bebidas y postres en la carta.

La tarde paso tan rápido para los cinco miembros de aquel turno. Para cuando notaron, la ciudad era bañada por un hermoso atardecer con colores naranjas y rosas que daban paso a un frío anochecer estrellado.

Sayumi terminaba de atender a los últimos clientes del día con una cálida sonrisa a pesar de su notorio cansancio.

Yoongi la miraba desde el mostrador en absoluto silencio. Todo pasaba a excluirse de su visión, excepto ella. Podía verla claramente, como en cámara lenta. Cada gesto y movimiento, por muy sutil que fuera. Fue por ello que logró darse cuenta de su incomodidad al ser tomada de la mano sorpresivamente por uno de los jóvenes que atendía.

Sayumi intentaba soltarse del apretón del muchacho mientras se negaba de forma amable a su invitación a cenar después de que saliera de turno. Sin embargo, el chico se volvía cada vez más insistente, apretando sus dedos alrededor de la muñeca de la japonesa, consiguiendo sacarle una mueca de dolor.

Justo cuando Yoongi estaba por acercarse a ayudarla, un joven de cabellera castaña intervino tomando de la camisa de forma brusca al otro chico y posicionando a Sayumi detrás de él para protegerla.

―¿Qué demonios te sucede? ―gritó molesto el chico.

―Ella dijo que no, ¿Acaso tu pequeño cerebro no puede comprender eso, imbécil? ―mencionó con notable enojo, soltando de forma descuidada al chico, lo que ocasionó que cayera al suelo.

―Taehyung, basta ―ordenó Sayumi, tomándolo de los hombros por detrás para evitar que su hermano fuese a cometer una tontería.

Taehyung miró a la japonesa por encima de su hombro, al notarla asustada decidió tranquilizarse para no ocasionarle más problemas. Devolvió su atención a los dos clientes que lo miraban furiosos, entonces puso un gesto amenazante que hizo retroceder a ambos por el miedo.

―Mejor huyan, o los golpearé hasta el cansancio ―vocifero fríamente.

Ambos jóvenes prefirieron hacerles caso a sus instintos y se fueron, tal como Taehyung les ordenó.

―No seguirás trabajando aquí. Y no es pregunta, es una orden, Sayumi ―dijo con tono autoritario mientras se giraba para enfrentar a su hermana.

Los ojos lagrimosos y el gesto colérico de la japonesa, no sólo afecto a Taehyung, sino que también a Min Yoongi. Por alguna razón, verla así de vulnerable le pareció de lo más desagradable y sólo pudo sentir un gran coraje contra el castaño.

―Sayu-

―Cállate y espérame afuera ―dijo con firmeza, interrumpiendo a su hermano.

Tanto sus compañeros de trabajo como Taehyung se quedaron perplejos por la forma tan brusca de dirigirse de Sayumi puesto que era todo lo contrario a su personalidad. Aunque Tae no lo sintió tan fuera de lugar, pues el trato que su hermana le daba era distante y un poco hostil.

―Perdón ―Taehyung agachó la cabeza.

―Sólo vete ―dijo Sayumi una vez le dio la espalda. Después caminó en dirección al baño para darse un momento y no llorar en su trabajo, lo que menos quería era mostrarse de aquella forma frente a sus compañeros.

Kim observó en silencio como su hermana desaparecía y era seguida por Hayoung, quien seguramente le daría un poco de consuelo, o al menos eso esperaba. Se maldijo y soltó un suspiró lleno de frustración mientras recorría su cabellera con la yema de sus dedos. Su mirada acabó encontrándose con la de Yoongi. Un gesto curioso se apoderó del rostro de Tae debido a la manera tan enojada en la que lo veía el desconocido, aunque no le dio mayor importancia y acabo por marcharse.

―No sé qué acaba de suceder, pero no seremos insensibles, así que nosotros nos encargamos de todo, ¿De acuerdo? ―expuso Hoseok ―Nada de molestar a las chicas. Sayumi parece afectada y Hayoung seguro que la está animando, así que déjenlas ―ordenó mientras caminaba al mostrador para hacer el corte de caja, el terror de todo cajero.

Taeyong y Jungkook asintieron de acuerdo para luego comenzar a limpiar y ordenar todo para concluir con el turno.

Yoongi se quedó parado por un rato, pensando. No deseaba indagar en la vida personal de Kinomoto Sayumi, sin embargo, la vida no parecía cooperar puesto que sólo conseguía ponerle piezas para armar el rompecabezas de la vida de la japonesa. Justo como ese momento.

«¿Acaso será su novio?» Pensó intrigado, sintiéndose incómodo con la idea. 

Ya sé, voy a paso tortuga.
Una disculpa, pero es que ya soy un adulto responsable con trabajo y ya no tengo el mismo tiempo que solía tener.
Recientemente me estoy acostumbrando a esta nueva faceta de mi vida y poco a poco me voy tomando el tiempo para retomar ciertas cosas, entre ellos la escritura.
No prometo ser alguien constante porque, sinceramente, ya no me es posible. Sin embargo, trataré de ir actualizando

Algo más, no se enojen de la actitud de Sayumi con Taehyung, puesto que más adelante entenderán sus razones. Nos leemos luego 

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