❝𝐂𝐚𝐫𝐭𝐚𝐬 𝐚 𝐥𝐚 𝐧𝐨𝐯𝐢𝐚 𝐝𝐞 𝐦𝐢 𝐞𝐱❞

[Pasado; 6 años antes ]

Lleve una mano a mi cabello y lo llevé hacia un lado, una de mis tantas mañas, resoplé y mire por la ventana cómo pequeños rayos de sol empezaban a iluminar mi habitación, cuál estaba plagada con todas las paredes llena de pósters de diferentes animes, sobre todo de The Promised Neverland, amo la  protagonista, Emma,  siempre he tenido cierto fanatismo con la serie.

Enarque una ceja cuando sentía que me encandilaba a causa del sol y volteé al otro lado de la cama para intentar dormir de nuevo.

-¡Roseanne, despierta! -Exclamó mi madre en el exterior de la habitación, seguido dio unos fuertes golpes cómo si la estuvieran asesinando y abrió la puerta de una patada.

-Despiertate niña, llevó ¡horas! Llamandote -Exclamó con el ceño fruncido y señalandome. Vaya que es exagerada, me ha llamado una vez antes de entrar.

-No llevas horas llama... -¡He dicho que horas! -Exclamó e interrumpió.

-Señora, tranquilicese po' favo' -Hablé con una risa, sacándole una pequeña sonrisa.

-Ven a comer -Se dirigió hasta la entrada de la habitación -Y bajate esa cosa-Habló mirando mi entrepierna.

¡Que vergüenza!

No, no iba a tocarme a éstas horas de la mañana, lleva cierto esfuerzo lograr bajarlo de esa forma, o almenos para mí, por lo cual me metí en la ducha a bajarlo y seguido me dirigí a la cocina a comer algo.

-¿Qué hay de comer? -Pregunté mientras terminaba de abrochar los botones del uniforme.

-Lo que Dios reparó -Respondió mi mamá mientras no me dejaba ver la comida a causa de la tapa.

-No no, enserio, ¿Qué es? -Ladee la cabeza con curiosidad e intenté abrir el sartén.

-Comida -Dijo mi mamá antes de pegarme un manotazo para que no tocará el sartén.

Intenté haciendo aegyo, pero fué en vano.

-Guardate la ternura para Jennie niña -Comentó con una sonrisa.

Mi rostro se heló, mi corazón empezó a latir a mil por hora y mis manos empezaron a temblar.

-¿Ah? -¿Acaso sabía algo de Jennie y de mí?.

Claro, por el hecho de ser intersexual talvez se podría pensar que tus padres reaccionen bien a una relación con una mujer, pero no sé realmente que anda por la cabeza de mi madre, aveces hace comentarios homofobicos cómo si estuviera buscando una respuesta en mí, cosa que logra, un rostro lleno de incomodidad y otras veces me molesta y hace bromas con chicas.

No la entiendo.

-No te hagas Roseanne, las vi dándose un pico en la salida del instituto -Habló con una sonrisa ladina.

Llevaba un año de relación con Jennie sin que nuestras familias se enterasen de nada, y ahora mi mamá sabe incluso que nos dimos un beso.

-Y... ¿Qué piensas de eso? -Pregunté con cierta discreción.

-¡Mi niña está enamorada! -Exclamó y empezó a limpiar lágrimas que corrían por sus mejillas -¿Cómo crees que debería sentirme pequeña Ardillita? -Preguntó sorbando su nariz.

Me quedé congelada.

-Acaso...¿Estás apoyando mi relación con Jennie?- Pregunté con incredulidad.

-¿Qué crees? -Preguntó sonriendo.

Sus ojos se achinaron debido a llorar, aunque tiene ojos grandes. Así se ve hermosa, mi mamá es algo joven, y no pierde su esencia de ser hermosa.

-Mamá, no seas dramática -Reí nerviosamente y palmeé suavemente su espalda.

-No me entiendes niña, estoy viendo a mí pollito crecer, ni siquiera con Jimin me costó superarlo tanto -Suspiró y me entregó el desayuno.

Huevos con tocineta y tostadas. A Jennie le encantaría.

Suspiré pesadamente y mire por el ventanal de doble taburete el interior de la clase. No había nadie, sólo una pequeña Jennie sonriendo de lado a lado.

Soy más alta que Jennie, y eso me hace sentirme orgullosa.

Me introduje con sigilo a la clase y me encontré con algo un tanto raro y gracioso, Jennie tenía su rostro apoyado en su mentón, sus ojos cerrados más estaba haciendo una bomba con su saliva.

-Oye mandu saliva -Hablé tras ella con una sonrisa, se volteó y explotó rápido eso.

-¡Agh, que vergüenza! -Se puso una mano en su frente dramáticamente -Rosie, has cómo si jamás hubieras visto eso, enserio, borralo de tu memoria -Aclaró su garganta -Quisiera ser un hombre de negro para sacartelo de la mente -Murmuró y tapó su sonrojado rostro.

Pronto entró Lalisa a la clase masticando chicle, como siempre. Andaba con las manos en los bolsillos, cambiando música desde un pequeño aparato en sus manos más esos audífonos que siempre trae puestos.

Claro, sin olvidar el chicle.

-¿Y eso que lleguen temprano? -Comentó quitando uno de sus auriculares y sentándose al frente de mi pupitre.

-Lalisa, tú siempre llegas tarde, no jodas con eso -Rodeé los ojos y reí al mirar su ceño fruncido -Que falta de amor con el que me reciben -Habló con una sonrisa ladina.

-Lisa, por cosas cómo esas reprobaste de año -Habló Jennie molestando a la mayor. ¿Quién se quedaba en primer año de colegio? Sólo Lalisa.

-Fué por faltar, no es que sacaba malas notas -Se levantó de hombros -Además, si no hubiera reprobado no me tendrían aquí -Mencionó con orgullo.

-También fué porque te teñiste el cabello de rojo y no te dejaban entrar, ¿verdad? -Pregunté con una sonrisa.

-Cállate niña, deberías estar feliz de que tengas a una unnie que te apoya tanto -Habló la ahora peli negra con una sonrisa.

Asentí, pués, realmente no podría tener a una mejor unnie que Lalisa.

Todos desearían tener a alguién que les brinde tanta confianza y seguridad como Lalisa lo hace conmigo y Jennie, estamos en tercer grado de institución y tener a alguién un poco más maduro que uno pero con el mismo pensar hace que puedas avanzar mentalmente con algunas cosas, no siempre hay alguién ahí que apoye tus ideas como Lalisa lo hace con las ideologías mías y de Jennie. Siempre trata de dar lo mejor para ser más madura y nuestra consejera, incluso aveces que peleamos, quien termina solucionando el problema es la misma Lalisa.

Empecé a entrar en pánico, mamá Jihyo le había mencionado a la madre de Jennie sobre nuestra relación, y ahora hiría a una cena familiar, junto a papá, mamá, mis suegros y el sobre protector hermano de Nini.

Mierda, mierda, mierda.

Se me están poniendo los pelos de punta y mi cabeza no deja de dar vueltas.

Compré un pequeño presente para la madre de Jennie, una caja de dulces de fresa con relleno de caramelo. ¿Le gustarán?

-Roseanne, cariño, baja del auto, ¿si? -Habló mi padre con una sonrisa ladina.

-V-Voy -Tomé la caja de dulces entre mis manos,desabroche el cinturón y baje a paso apresurado del auto.

Mi corazón va a mil por hora.

No es cómo si fuera la primera vez que coma o pase el día con los padres de Jennie, si no, que está sería la primera vez que me presentaría como su pareja. Porque para ser sincera, Kim Hyo-Jong y Hyuna me conocieron desde que era básicamente una bebé, la mejor amiga de su hija que viene todos los días a visitarla, que ha hecho innumerables pijamadas en su casa, y que ha hablado con ellos durante horas, pero ahora las cosas serían diferentes, ahora es la pareja de su hija. Que no es cómo cualquier cosa, si no que son dos mujeres, y realmente no sé como se les da ese tema a ellos dos.

Tomé aire y desanimadamente entré al local de comida japonesa, comeríamos allí.

-Roseanne cariño, tranquila, ¿Si? Yo siempre estaré para ti pequeña -Habló mi papá antes de picar mi nariz e ir acompañado de mi madre a la mesa.

Los seguí y cuando levanté la mirada, ahí estaban, Jennie, su hermano y sus dos padres. Todos me miraban de forma penetrante hasta que me senté en mi lado de la mesa.

Mire a Jennie, y note cómo en sus ojos desprendía ansiedad, no paraba de mover sus piernas, dedos e incluso no paraba de mirar a todos lados.

La conozco, le está dando un ataque de ansiedad.

El mesero tardó aproximadamente veinte minutos trayendo la comida, y Jennie no paraba con su ansiedad, por lo cual, aproveche que nuestros padres conversaban y empecé a acariciar su mejilla para tranquilizarla, en cuestión de un rato, se encontraba besando con disimuló mi mano.

Mire a los costados, todos nos estaban mirando, mamá hacía una mirada cómplice junto a papá, aunque no logré descifrar la mirada de mis suegros.

Luego de unos segundos de tensión, pude apreciar cómo su papá me lanzaba una pequeña sonrisa ladina.

Me senté de mejor forma.

-Y Roseanne... Sé que esto suena realmente interesado, pero, he oído hablar de tú intersexualidad -Habló Hyuna mirándome.

Asentí y empecé a sentirme incomoda.

-Mamá por favor, no...

-Jennie -Interrumpió a mí novia con voz autoritaria.

-¿Cómo funciona eso? -Preguntó mirándome.

Busque ayuda con la mirada a mis papás, pero sólo se levantaron de hombros.

-¿Qué quiere saber en especifico? -Pregunté algo incomoda.

-¿Puedes tener hijos? -Preguntó y vi cómo E'dawn escupia su jugo.

-No debías de ser tan directa -Murmuró.

Suspiré pesadamente y asentí.

No esperaba tal reacción, pués E'dawn hizo una gran sonrisa de oreja a oreja y Hyuna exclamó un "¡Sí!".

Mis padres los miraron raro y seguido Jennie puso una mano en su rostro.

-Mamá.. Es enserio? -Preguntó tratando de sonreír.

-Jennie por Dios, no me quites la emoción, tú hermano Taehyung jamás va a tener una pretendiente y al darme cuenta de esto pensé que me quedaría sin nietos -Sonrío y empezó a picarle el hombro a su esposa.

Creo que es una buena suegra.

Entregué los confites de caramelo con fresa y su sonrisa se amplió y me dio un pequeño abrazo.

Taehyung, el hermano de Jennie, frunció el ceño y me miró fijamente.

-Mocosa, realmente apoyó esto porque te conozco desde hace mucho y se que no le harías daño a Jennie -Tomó aire -Además no deja de hablar de ti.

Así fué cómo me gané la confianza de sus suegros y hermano.

[Pasado 5 años antes]

Muchas cosas pasaron, cumplimos nuestro segundo aniversario y nos sentamos a mirar la saga de Harry Potter.

-Jennie, amor-Intenté llamar su atención, pero su mirada estaba totalmente fija en el televisor -Nini -Volví a llamar y finalmente me miró.

-¿Jugamos videojuegos? -Mencioné con una sonrisa, ella emocionada asintió y se paró a poner alguno -¿Cuál jugamos Rosie? -Preguntó.

-Uncharted -Respondí mientras la miraba poniendo el videojuego en la caseta.

-Nos turnamos el control cada vez que una muera, ¿okey? -Preguntó.

-No, tú duras mucho, mejor cada diez minutos -Asintió con una sonrisa.. Sabía que si sería por cada muerte jamás alcanzaría a jugar, Jennie es exageradamente buena con cualquier tipo de videojuegos.

Las horas pasaron y ya eran las cuatro de la mañana.

-¡Maldición! -Exclamó Jennie con el ceño fruncido.

No habíamos perdido ni una sola vez, y en su turno murió de una forma muy estúpida, se había ido de lado y cayó del barranco. Enarcó una ceja y cuando estuvo apunto de tirar el control tome su mano con fuerza.

-Amor... No seas tan impulsiva, ¿Si? -Pregunté.

Jennie es demasiado fácil de estresar, y con su rostro se demuestra todo.

Suspiró pesadamente y asintió.

-Ve a lavar los trastes de la comida, ¿Si? -Pregunté y miré cómo una expresión de un poco de disgusto aparecía en su rostro.

-Está bien... -Dijo levantándose y llendose a la cocina.

Fui a mi habitación a cambiarme, no tenemos la casa sola, pero mamá y papá no suben mucho al segundo piso. Y Jimin no hace nada por su vida aparte de dormir.

Suspire pesadamente y baje mis pantalones hasta que escuché sonidos provenientes del baño. Volví a subirlos y me dirigí curiosa al baño.

-¿Jennie?

-N-No -Volvió a vomitar sonoramente y tome su cabello cómo una coleta hacía atrás -No me hagas volver a lavar trastes -

Se incorporó y me miró con el ceño fruncido.

-¿Estás enferma amor? -Pregunté y acerque sus manos al lavatorio para seguido lavarselas.

Escuché como pisadas se aproximaban y cuando subí la mirada estaba mamá mirándonos fijamente.

-Jennie, ¿estás bien? -Preguntó y tomó su temperatura con su mano.

-¿Han tenido relaciones?, hay posibilidades de qué sea...? -Preguntó y empezó a revisar a Jennie.

-¿¡Ah?! -Exclame- Mamá, tenemos dieciséis años, además papá me dio... Ya sabés....

-¿Tú papá nos dio condones? -Preguntó Jennie incrédula y asentí repetidamente.

-Que alivio -Comentó mamá -Son muy jóvenes, tengan cuidado. ¿Porqué vomitabas Jennie? -Preguntó mamá Jihyo.

-Me da asco tocar y lavar trastes sucios -Habló la castaña.

¿Ah?

Al parecer un nuevo descubrimiento de Jennie apareció en mi lista.

Olvidé poner el "gracias por leer 💕" En los caps anteriores ;c perdón, y muchas gracias por leer 💕