
𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟏𝟎
Summer abrió los ojos exaltada, un gritó le quemo la garganta mientras se habría paso para salir de su boca, su brazo izquierdo le dolía demasiado para pensar en moverlo así que solo observó los inmensos ojos que la veían con preocupación.
—Tranquila, Summer —susurró su hermana mientras todos los perdedores se acercaban formando un circulo a su alrededor.
—¿Qué... qué paso? —sorbio su nariz aún con lágrimas descendiendo por sus mejillas.
—Eso te ataco y luego te desmayaste —Richie habló agachándose a su lado—. Yo... yo lo siento.
—Atacó también a Eddie y a Ben —informó Stan mirando a sus espaldas a Eddie sostener con dolor su brazo—. Estamos esperando a la señora Kaspbrak.
—¿Puedes ponerte de pie? —preguntó Bev con preocupación—. Debemos ir a casa para limpiar tu herida.
A casa...
Como todos los días, Summer no deseaba volver a casa y ahora menos con lo que le había sucedido, temía encontrarse con su padre y su horrible mirada. Respiró hondo un par de veces antes de asentir y permitir que su hermana le ayudará a ponerse de pie con ayuda de Richie. Dio un par de pasos tambaleante hasta que pudo recuperar el control sobre si misma de nuevo, miró con pena a Eddie y luego a Ben.
—Lo siento —se disculpo hacía ellos como si lo que les hubiera ocurrido fuera su culpa, como si ella no estuviera igual de herida que ellos.
—No fue tu culpa —pronunció Ben con la tranquilidad que siempre poseía, Eddie asintió dándole la razón.
Era verdad, pero aún así sentía que si se hubieran quedado en el garaje de la casa de Bill nada habría pasado, pero esa era una mentira más; Bill habría muerto sin duda alguna.
El viento sopló y, por un instante, el dolor de su brazo desapareció fue entonces cuando por fin se lleno de valor para observarlo. Un punto a favor era que estaba completo, cubierto de sangre, pero completo a fin de cuenta, estaba cubierto de sangre y tenía huecos en donde esa cosa había clavado sus colmillos sin duda alguna.
—¿Creen que me transforme en esa cosa? —todos la miraron mal—. Ya saben; una payasita, creo me vería bien... por lo menos no fue un zombi o algo así como en la noche de los muertos vivientes.
—Summer, cállate —regaño Bev mientras la ayudaba a sentar al lado de Eddie en la acera.
—Todos aquí flotan —susurró con diversión ganándose un zape de su hermana—. Que aburridos son.
Ninguno dijo nada, Summer se mordió la lengua para decir cualquier otra tontería y solo se digno a ver el asfalto delante suyo como si de la gran cosa se tratara. En ese preciso momento en que el dolor de su brazo volvía como un dolor latente, odiaba ese silenció que se cernía sobre todos ellos. Ninguno decía nada, solo estaban ahí mirando a la nada o tal vez pensaban en lo que había sucedido de lo que ella claramente no estaba enterada.
El sonido de un auto acercándose atrajo la atención de todos, en especial la de Eddie que temeroso observaba como el auto de su madre se acercaba cada vez más en su dirección. Era claro que jamás volvería a ver a sus amigos después de lo ocurrido, es más, posiblemente su madre lo encerraría en casa de por vida.
—Tranquilo, Eddie —susurró Summer a su lado tomando su mano buena entre la suya con cariño—. No tengas mie...—sus palabras quedaron en el aire cuando la señora Kaspbrak jalo a Eddie sin ningún cuidado hacia ella. Como si no estuviera herido.
—Ustedes hicieron esto —soltó con enojo la mayor señalándolos—. Saben lo delicado que es.
—Nos atacaron... se...seño... —intentó explicar Bill en vano, nada ni nadie haría comprender a la mujer lo sucedido.
Algo que ni en sus peores pesadillas alguien creería.
—No —lo interrumpió mientras abría la puerta de su auto sin soltar a Eddie—. No —se giró hacía ellos con molestia luego de dejar a Eddie en el asiento del copiloto—. No traten de culpar a nadie.
En el fondo tenía razón, había sido su culpa, ellos habían entrado en esa maldita casa a sabiendas de lo que podría haber ahí. Fue su error. Su culpa. Pudieron haber muerto. Aún Summer no sabía cómo era que habían logrado sobrevivir.
Las llaves resbalaron de las manos de la madre de Eddie, cayendo al pavimento en un estruendoso sonido al ser demasiadas, Summer observó a Bev agacharse en un intento de tomarlas para devolverlas a su dueña sin ninguna malicia o mal gesto. Al contrario de su hermana, a veces ella se consideraba la más dura u odiosa, pero no era su culpa; la vida y las personas en ese pueblo la habían hecho así. Cuando no eras hija de nadie las personas te juzgaban día a día como si fuera tu culpa que te hubieran abandonado y quedado al cuidado de un hombre horrible.
Summer muchas veces se había cuestionado aquello. Demasiadas para poderlas contar con los dedos de su mano.
—¡No, deja! —gritó sobresaltando a Summer que se había puesto de pie para acercarse a su hermana—. He oído de ustedes Beverly y Summer Marsh —las encaró—. No quiero que unas chicas sucias como ustedes toquen a mi hijo.
—¡¿Sucia?! —gritó Summer molesta dando un paso adelante en el momento en que la señora Kaspbrak se alejó—. Pues está sucia ya toco a su hijo y déjeme decirle que la tiene pequeña —mintió solo para poder ver como el rostro de la mujer se contraía por la ira—. Le aconsejo que también le haga un examen de ETS a Eddie, no vaya a ser que esta "sucia" le haya pegado algo...
Antes de que Summer pudiera decir algo más que hundiera al grupo, Beverly la tomó del brazo para acercarla a ella, la mirada que le dio podía asemejarse a la de una madre; dura y decidida. La ojiazul bufó con molestia guardando silencio, acercándose a Richie que estaba detrás de su hermana.
—Señora Ka... —quiso hablar Bill de nuevo y como sucedió anteriormente la mayor lo calló.
—No, son unos monstruos —de nuevo los señalo como si no hubiera un mañana—, todos, ¿oyeron? Y Eddie ya no saldrá. Se acabo.
El silencio los abordo mientras observaban como la mujer caminaba hacia el auto. Ninguno dijo nada ni tan siquiera se movió mientras todo aquello ocurría. Tal vez la culpa los empezaba a torturar lentamente, solo cuando el auto arranco fue que dieron los primeros pasos al frente.
—Ya vi el pozo —informó Bill girándose para poder mirarlos—. Sa...sa...sabemos dónde está y...y la próxima iremos preparados.
—¡No! —gritó Stanley—No habrá otra vez, Bill —era la primera vez que Summer veía al judío perder la cordura, era demasiado extraño e interesante—. ¡Estás loco!
—¿Por qué? Sabemos que nadie más va a hacer nada —y como siempre su hermana no podía mantenerse callada.
—¿Por qué tendría que ser nuestro problema? —murmuró ella bajando la mirada hacia su brazo—. Casi me mata y tú quieres que vuelva ahí, estás loca, Beverly.
—Exacto, por poco mata a Summer, Eddie y mira a este idiota —Richie también se molestó, señalo a Ben conforme hablaba—, está goteando salsa de tomate.
—No podemos fingir que se va a ir, Ben —Beverly insistió sacando de sus casillas a Summer, que estaba segura todo eso lo hacía solo por intentar que Bill se fijara en ella—. Tú lo dijiste, eso vuelve cada veintisiete años.
—Bien —la reacción menos esperada fue la de Ben para todos—. Tendré cuarenta y estaré muy lejos de aquí. Creí que tú también querías irte de este lugar...
—Sí, pero quiero hacer algo importante. No huir.
—¿Cómo llamar la atención de Bill? —soltó Summer atrayendo la atención de todos, Beverly la observó con odio—. Ya supéralo, Beverly.
—¡¿Quieres callarte?! Eres una entrometida —masculló su hermana entre dientes sin mirar a nadie más que a ella.
—No. No quiero —está vez fue el turno de Summer de perder los estribos—. Estoy harta de esto. No pienso arriesgar mi vida de nuevo por nadie más, malditos locos. Menos por un niño que ya está muerto.
—Cállate, Summer —Beverly dio un paso hacía ella.
—Perdón, ¿Quién invitó a Molly Ringwald al grupo? —Richie habló de nuevo, Beverly le sacó el dedo de en medio, molesta.
—Richie —lo llamó Stan.
—Digo que hay que enfrentar los hechos. El mundo real. Murió Georgie. No hagas que nos maten también —quiso marcharse siento detenido por Bill.
—Georgie no está muerto —molestó Bill lo enfrento.
—No pudiste salvarlo... pero te puedes salvar tú —quiso huir.
—No —Bill volvió a cerrarle el paso—. Di...dis...discúlpate. Estás asustado, igual que todos, pero... discúlpate —lo empujó.
Summer abrió la boca con sorpresa cuando Richie arremetió contra Bill, parecía que el cuatro ojos no era tan gallina como pensaba. La pelinegra gritó molesta cuando el puño de Bill se impacto sobre el rostro de Richie haciéndolo caer, sin saber el porque dio grandes zancadas hasta llegar donde el tartamudo e impactar el puño de su mano buena sobre su rostro haciéndolo caer también.
—¡Madura, Denbrough! —la gritó viéndolo furiosa—. Todo esto es tú maldita culpa.
A sus espaldas Mike y Stanley ayudaban a un histérico Richie ponerse de pie, Summer sintió la mirada de su hermana llena de decepción, aunque no le importaba. Beverly parecía buscar su propio beneficio, entonces, ella también haría lo mismo.
—¡Son unos perdedores! —gritó Richie, Ben sostenía a otro molesto Bill que intentaba al igual que Richie llegar a los puños de nuevo.
Summer gritó de dolor en el momento en que uso su mano herida para empujar a Bill lejos de Richie. El líquido carmesí volvió a brotar de sus heridas atrayendo la atención de todos.
—¡Son unos perdedores y los matará ese... ese maldito payaso! —seguía gritando Richie.
—¡Basta! —gritó Beverly.
La cordura pareció habitar dentro de ellos, tan solo un poco. No era fácil tener que elegir a que bando pertenecer, no era para nada sencillo, sin embargo, ahí estaban... peleando por ello.
—Es lo que eso quiere. Quiere dividirnos —ninguno dijo nada—. Estábamos todos juntos cuando lo lastimamos. ¡Eso nos mantuvo con vida!
—¿Sí? Pues yo planeo seguir con vida —respondió Richie dando dos pasos hacía el frente deteniéndose frente a Summer—. Y tú, deja de fingir que te agrado... mentirosa.
—¡¿Qué?! —exclamó Summer frunciendo el ceñó—. Jódete, Tozier.
—Sí, pues jódete tú también, Marsh.
No espero ninguna respuesta más o tan siquiera la miro, Richie pasó con prisa chocando su hombro con Bill. Estaba molesto, algo que Summer entendía, sin embargo, le dolían sus palabras. Tal vez tenía razón, era una maldita mentirosa porque, aunque le costaba aceptarlo aún, se estaba empezando a mentir a si misma sobre los sentimientos que empezaban a albergarse dentro de su corazón.
Sentimientos por Tozier.
Feliz navidad 🎄🎉 Gracias por estar aquí y leer mis historias. Espero la hayan pasado genial.
Intentaré actualizar esta historia día por medio, con el fin de poder concluirla antes de que acabe el año ya que no faltan muchos capítulos, así que por favor vota y comenta para saber si te está gustando.
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