17 de febrero del 2026

Hoy, después de tanto tiempo me pediste matrimonio. Desde que comenzaste a estar conmigo comencé a escribir aquí sobre tí. Dejaba plasmada cada palabra hermosa que me decías y cada una de nuestras salidas.

Recuerdo como luego de aquel momento en el salón habíamos comenzado a salir más, no éramos nada, solo amigos, pero saliamos demasiado y a seguido. Inclusive había dejado de sentarme al lado de Jungkook y lo hice junto tí. Todavía me acuerdo cuando el profesor nos regañó por haber estado hablando y riendo en plena clase y por ello tuvimos que limpiar el área de deporte, aun así nos divertimos más de lo que limpiamos.

Comencé a sentir cosas por tí luego de varias salidas, todavía existían veces en las que me ponía nerviosa junto a tí, sentía mis piernas de gelatina, totalmente se sentía como si en algún momento fuera a perder el equilibrio y caer.

Hubo un tiempo en que pensé que eso me pasaría.

Siempre voy a estar para tí, lo amaste, no es algo que dejaras de sentir ni porque yo te pedí salir dejaras de estar enamorada del, pero quiero intentarlo, dejame ayudarte a sanar.

Fue lo que me dijiste aquel día al salir del salón. ¿Recuerdas la primera vez que me dijiste que te amaba y respondí que yo también lo hacía? Pensabas que mentía, pero no lo hice, y para demostrarlo te había robado un beso. Me sentí tan feliz ese día que dormí incluso con una sonrisa plasmada en mi rostro.

Hoy, me tomaste desprevenida cuando me pediste casarme contigo. Habiamos enfrentado muchas cosas juntos, salimos de la preparatoria y ambos recién terminamos los estudios de la universidad. ¿No es muy precipitado? Me da miedo que un día me dejes, pero la vida es un riesgo constante y por tí me arriesgaría a todo.

Pienso, darte pronto mi diario, quiero que conozcas todos mis secretos así como yo se los tuyos.

Sé, que sabes de la existencia de mi diario, y aunque lo deje un par de veces cerca de tí siempre respetaste mi privacidad y nunca lo leíste.

Hace años atrás siempre que quería decirte que te amaba las palabras no salian y siempre terminaba diciendo que te llamaba para ir a comer o ver una película, también para leer algún que otro libro, pero mentía.

Después de todo, prometo hacerte saber que te amo todos los días de tu vida, y mientras estés a mi lado hacerte feliz.

Y como tu lo hiciste conmigo, cada vez que caigas, estaré ahí para sostenerte.

Te amo, futuro esposo.