Capitulo 8
Cruzó la puerta principal caminando hacia donde normalmente hacían las reuniones. Había salido de la finca hace unas cuantas horas, no quería verle la cara a Tomioka así que se fue a realizar otras cosas para regresar a la hora acordada.
—Buenos días Ame. — se inclinó.
—Buenos días señor, me alegra ver qué se encuentra bien.
—Muchas gracias, supongo que Tomioka te contó tu propósito.
—Me dijo que usted quería hablar conmigo sobre lo sucedido en mi última misión. — mordió su labio. —Si me lo permite, me gustaría hablar sobre lo que pasó realmente, lo que dicen los medios es diferente a mi versión.
Una cosa era Shinobu y otra distinta el patrón. Si sabía que con alguien podía hablar sin que ninguna palabra saliera y llegará a oídos de los demás era con él, después de todo se ha comportado muy bien durante esos cuatro años.
—Te escucho.
Suspiró. —El día que llegué a la ciudad me sentía incómoda y bastante bochornada. Estuve recopilando información hasta que di con el demonio, mis manos comenzaron a temblar y me dió miedo, yo...— hizo un ademán y guardó silencio.
—Lo sé, conozco tu versión y la de los medios. No te culpo por lo sucedido, debiste sentirte mal estando en un lugar en el que te era incómodo. Escucha Ame, mi trabajo contigo es orientarte como cazadora, sé que tus habilidades son excelentes y que has mejorado, no por nada nos abríamos librado de dos lunas menguantes.
Lo miró. La última vez que hablaron sobre eso fue hace dos años, si alguien debía de agradecerle por eso era a Kanae y a Tomioka.
—Se que esto es difícil para ti contando con tu expediente médico atendido por las hermanas Kocho desde que llegaste. Yo no tenía planeado enviarte allí, sin embargo, hubo una confusión entre los cuervos que confundieron la información y te enviaron a la ciudad. Fue un acto valiente debido a que quisiste enfrentar tu miedo estando allí y lograste cumplir con tu objetivo. No todas las personas hacen eso. Sobre lo que sucedió en los medios fue un accidente, no quiero sacar mucho el tema de ello pero también influyó sobre nosotros de alguna manera, somos una organización secreta ya que el gobierno no sabe de nuestra existencia.
—Lo siento mucho, señor.
—No te disculpes, ya me encargue de resolver ese problemita. Solo si te sientes incómoda con alguna misión tienes todo el derecho de rehusarte a cumplirla, no quiero que te sientas presionada y mucho menos pases por momentos que puedan hacerte daño.
—Esta bien, señor. Usted sabe que si puedo ayudar haré lo que este en mis manos para hacerlo.
—Y lo agradezco ya que se que no es fácil llegar hasta donde estás con tu condición. No te quiero hacer perder más tu tiempo, solo quería discutir de esto contigo, puedes retirarte.
—De acuerdo, muchas gracias por su comprensión señor.
—Solo una cosa antes de que te vayas. No le digas a Tomioka sobre lo que hablamos y si puedes mantenme al tanto de tu tratamiento.
—Así será, muchas gracias señor. — se puso de pie. —Que tenga un lindo día.
—Igualmente.
Caminó hacia la salida y salió.
«No debí preocuparme tanto, no fue tan malo como comentó Tomioka-sensei»
—¡Hola Ame-chan!
—Buenos días, señor Rengoku. Un gusto en verlo.
—Igualmente. ¿Viene a la sede?
—Voy saliendo, creí que había ido a la expedición de la señora Kocho y Kanroji.
—Tenía papeleo que atender, pero Iguro fue con ellas al igual que Uzui y sus esposas.
—Ya me imagino. Un gusto en saludarlo, me retiro y que tenga un lindo día.
—¡Igualmente, me saludas a Tomioka!
—Cuente con ello.
Se alejó caminando. Las palabras de Oyakata-sama le ayudaron a sentirse mejor y quitar algo de la angustia que sentía por temor a que sucediera lo peor. Se puso a pensar a dónde iría ahora, con Kanroji no puede porque salió con Kocho desde ayer y de igual forma Tomioka le dejó en claro que ya no podía acercarse a la finca mariposa a menos de que él le acompañara.
Miró su katana, no sería mala idea entrenar, tampoco tenía ánimos de ir a la finca, así que se dirigió a la antigua locación dónde entrenaba. Un lugar donde solo ella y las chicas mariposas sabían de su ubicación, el lugar perfecto para no tener interrupciones y aclarar la mente por un rato.
Habían pasado poco más de dos horas y decidió regresar, Tomioka apareció cuando estaba preparando la comida, esperó a que ella terminara y se sentaron a comer. Todo era silencioso que hasta se lograba escuchar cada que uno respiraba —si es que le ponías atención—.
—¿Qué te dijo Oyakata-sama?
—Nada. — frunció el ceño.
—¿Nada, eso te dijo?— negó. —¿Entonces? ¿Qué me estás ocultando?
—El señor me dijo que no le contara a nadie sobre lo que hablamos y menos a usted.
—Soy tu tutor, la persona encargada de cuidarte. Sea lo que sea debo de saberlo de igual forma. — bajó la mirada. —¿Qué? ¿Acaso tampoco cumplirás eso?
—Cuando inicie como cazadora usted me dijo que me absteciera con las órdenes suyas y del señor, él es el jefe del cuerpo de demonios.
—Y yo soy tu tutor, la persona que te trajo a este lugar en primer lugar.
—No puedo hacerlo, son órdenes del señor.
—Cumples las de él pero las mías las dejas de lado como si no importaran ¿Cuántas no has evadido con tu imprudencia? Por eso es que estás aquí, con tus ataques presentes porque no logras ni controlar tus emociones.
—Las emociones y la actitud no son iguales.
—¿Cuántas veces has tenido ataques estás tres semanas? Fueron cuatro ya que cierta niñita no puede retener el llanto.
—Los ataques no fueron mi culpa.
—Claro que lo son, porque quien los ocasiona eres tú, aparecen en tu cuerpo y no en el mío. Porque yo sabría controlarme en el momento y no cuando explote, que es lo que haces. — mordió su labio. —Yo no sufro de ataques de ansiedad y de pánico, de tic's nerviosos o falta de aire.
—Yo...
—¿He dicho que hablaras?— se encogió de hombros. —No verdad, así que guarda silencio mientras hablo.
«Yo solo había venido a comer algo...»
—Nadie es culpable de que seas como eres, yo no te digo que tengas un ataque o pesadilla, o ¿Acaso me has escuchado decir “Sino tienes un ataque en cinco minutos te saco de mi finca”?— negó con la cabeza. —Nadie te obliga a tenerlos, eso sucede porque eres débil, se supone que yo entrené a una cazadora capaz de derrotar a una luna. No a una chica rebelde y deprimida que su única forma de sentirse bien con ella misma es ser mala con los demás.
—Pero...— hizo un ademán, se calló.
—Lo mínimo que puedes hacer es decirme de que hablaron, no te digo que me lleves con él o que mates a una luna superior ¿No puedes hacer algo tan simple?
—Lo siento. No puedo hacerlo... Siento que si hablo le fallaré al señor y él me a ayudado mucho.
—¿Y prefieres fallarme a mí como tú tutor? ¿Acaso él te acompañó desde el momento que despertaste en la finca mariposa e iniciaste tratamiento? No.
—No es mi intención, solo hago lo que siento.
—En ese caso fuera de mi finca. — abrió los ojos.
—¿Cómo?
—Ya lo oíste, dijiste que seguirías lo que sientes ahora lo haré yo. Fuera de mi finca hasta nuevo aviso.
—Pero...
—Nada de peros, ni se te ocurra ir por tus cosas. Vete así como estás, no se a donde y no me importa, solo te prohíbo ir a la finca mariposa.
Se levantó de su lugar, tomó su katana y la colocó en su cinturón, también sus zapatos.
—El cuervo te avisará cuando puedas venir, mientras tanto no te quiero aqui.
Asintió levemente y salió por el pasillo. Se colocó los zapatos cuando bajó los escalones.
Oyakata-sama y Tomioka tenían distintas posiciones en su cabeza. Tomioka le había dicho desde que se volvió cazadora que la única orden que debe de seguir sin reproches son las de él. Entonces ¿Por qué se molestó?
Shinobu, Kanroji, mariposa, Kanao, agua, Tomioka. De todos los lugares en dónde se a quedado no puede ir, con Kanroji porque ella no está, Shinobu y Kanao tampoco y menos la finca mariposa al igual que la del agua.
—Solo espero que su molestia no dure mucho o que al menos me deje ir por mis cosas.
Murmuró.
“Eres débil, una chica deprimida y con ansiedad”
¿Para que se molesta si es él quien los ocasiona en primer lugar?
—¡Noticias, noticias!
Shinobu extendió su brazo para escuchar lo que decía su cuervo. Lo que le comentó le dejó sin palabras.
—Ara, ara. Muchas gracias. — salió volando.
—¿Sucede algo Kocho-san?
—¿Qué sucede Kocho?
Ambos pilares se acercaron.
—Nada interesante. ¿Me podrías ayudar en algo Uzui-san?
—Depende la situación. — se cruzó de brazos.
—Descuida, es algo rápido si contamos que no estamos muy lejos.
YAKAYQNABAN
—Muchas gracias por traerme, señoritas Uzui.
—No es nada querida.
—Buenas tardes. — saludó a los pilares.
—¿Lo vez? Te había dicho que si estarías en nuestra divertida expedición. — sonrió. —Ven, Kanao se adelantó, te está esperando porque quiere enseñarte algo.
—Sí, gracias. — pasó por en medio.
—Entonces ¿Tomioka, verdad? Que acto tan infantil en sacarla porque no dijo nada. — se cruzó de brazos Iguro. —Al menos tuvo el valor de tener al patrón como la figura que es.
—¿Y si le damos un susto? Podríamos contratar a alguien para que vaya y haga como si hubieran robado su finca.
—De eso me encargo yo, ya tengo la coartada perfecta.
—¡Mira Iguro-san! ¡Está precioso!— se alejaron.
—¿Segura que no quieres aparentar un robo de vivienda, un secuestro?
—Si necesito ayuda ya sabré dónde encontrarla.
—Haremos algo extravagante.
—Le decía a tus esposas. — se rieron. —Descuida, no veremos a Tomioka-san hasta dentro de cuatro días.
—Ya comprendí tu plan. Hacerle creer que se fue.
—Exacto. Luego aparezco yo y mi katana.
—Esa coartada me encanta. — sonrió divertida.
—¡Mire Tengen-san, está precioso!
—¿Quieren ir?— asintieron. —Vamos chicas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro