Después de 2 largas horas pudo recobrar la conciencia.

Lo primero que notó fueron las enormes esposas de metal colocadas en tobillos y muñecas que le impedía moverse, sujetadas a una pared.

— Ahg, ¿Dónde estoy?... — Observó sus alrededores con confusión.
Vió una sombra moverse de entre la obscuridad, cosa que llamó su atención.

Risas se comenzaron a escuchar, cada vez sonaban más fuertes. La confusión se torno desesperación, su pecho subía y bajaba y su corazón latía a un ritmo acelerado.

Aquella sombra que desprendía carcajadas se asomó poco a poco a la luz, dejando ver su ya conocido rostro.

— ¡TÚ! — Sus ojos se dilataron, sus dientes se afilaron y sus púas se erizaron — DEBÍ SUPONERLO, ¡DIME QUE RAYOS HAGO AQUÍ! — Exclamó con furia, mientras miraba fijamente al mayor, quién solamente sonrió.

— ¡JAJAJA! Al fin despiertas erizo del espacio — Río un poco mirando al pequeño, su mirada era fría y siniestra — Verás... Te necesito para uno de mis... "Experimentos".

Caminó lentamente hacia en donde el azul se encontraba atado, sin apartar la mirada de esas púas y de ese pelaje color azul cobalto que cautivaba al hombre del bigote.

— ¿Sabes? ¡NO PERMITIRÉ QUE TUS PLANES SE LLEVEN A CABO!, ¡NO SI LO IMPIDO! — Tiró del metal con fuerza, con la esperanza de poder romperlo y ser libre nuevamente.

El mayor sacó de su bata una jeringa desechable y un pequeño frasco, extrajo el líquido y seguido de ello, caminó lentamente hacia el erizo hasta quedar muy cerca de el.
Con su mano derecha tomó con fuerza en mentón del azul clavando sus enormes dedos en la cara del ya mencionado.

— Sigue soñando... Ahora soy YO el que tiene el poder y mientras así sea... PIERDE TODA LA ESPERANZA.

Sin previo aviso clavó la aguja en el pecho del contrario sin borrar de su rostro esa siniestra sonrisa. Los ojos del cobalto se nublaron poco a poco hasta finalmente cerrarse, cayendo en un profundo sueño...

Abrió los ojos con pesadez.
Miró a su alrededor, lo único que veía eran paredes de un duro y frío metal.

Intentó levantarse, más solo pudo sentarse apoyándose contra una de las paredes, unas gruesas cadenas que traía en los tobillos, muñecas e inclusive cuello hacían que se le dificultara moverse.

Pero lo que más le daba molestia y cosa que notó casi enseguida era una venda que le cubría todo el abdomen, sentía un dolor horrible en esa zona, podía ver manchas de un rojo carmín bastante intenso manchar la venda y parte de su pelaje azul.

Estaba débil. No pudo hacer más que recostarse en el frío suelo de metal, cerró sus ojos y dejó caer algunas lágrimas.
Lo único que esperaba era quedar dormido y que al despertar, todo fuera una pesadilla.

«Solo quiero estar en paz y ser feliz, ¿Acaso es mucho pedir... »

  ࣪ ִֶָ☾.

Sí actualizo banda, ¿Cómo de que no? XD

Pasen lindo día y, por si no se los he dicho: ¡Buenos días! Buenas tardes y buenas noches

¡Gracias por leer! 💙
(Aver cuando actualizo otra vez-)