14
—YuQi, ¿podemos hablar un momento?.
Song asintió, siguiendo a MinJeong, ambas entraron a la biblioteca. Alejadas de los demás, se sentaron y guardaron silencio por unos segundos.
—¿Qué sucede, MinJeong-ssi?.
—Conmigo nada, contigo sí. Desde que, Mina-unnie anunció el día que le harán el cumpleaños a HyunJin, te noté pensativa o más bien, preocupada. ¿Algo que decir?.
YuQi suspirando, jugó un par de veces con sus dedos. No sabía si era fiable decírselo a MinJeong, es decir, puede que sea su única amiga pero eso no significa que debía contarle todo. ¿O sí?.
—No sé si pueda decirlo... E-es complicado de explicar.—menciona cabizbaja.
—Tengo tiempo de sobra para escucharte—respondió sonriente—. Pero si no quieres, lo entenderé.—concluye.
Iba a levantarse pero la rubia bajita le sostuvo su brazo, pidiéndole que volviera a tomar asiento.
—Promete que no dirás nada, ¿bien?.
MinJeong alza sus dos manos como señal de promesa. YuQi toma una bocanada de aire y permitiéndose relajar, finalmente habla.
—Y-yo.. No sé si podré asistir a esa fiesta...—susurra, Kim deja que continúe—. Nadie lo sabe aquí, a excepción de tí... Mi vida no es color de rosa, tengo un padre alcohólico, ladrón y golpeador que vive de lo que me roba a mí y mi madre es una drogadicta en rehabilitación, ella está internada en una clínica que pago, a veces sacrifico la comida del mes por si debo abonar por adelantado—explica—. Mi trabajo no es honesto ni honrado, MinJeong-ssi... Incluso le mentí a HyunJin...
MinJeong estaba consternada, sintiendo una profunda pena e impotencia de oír todo lo que YuQi tiene que vivir.
—Soy stripper de un club privado, exclusivamente para hombres de mucho dinero—alude avergonzada—. Sé que pensarás que pude obtener otro empleo más digno, sin embargo, al ser extranjera, no quisieron darme una oportunidad. Prometo que intenté buscar en otros lados y en ninguno fui bien recibida—comentó con lágrimas en sus ojos—. SuHo es el único que quiso darme una oportunidad, yo no sabía bien cuál era su negocio hasta que me llevó hasta su club. Trabajo allí desde los quince años. Juro que en ningún momento me acosté con ellos, aunque surgieron propuestas y decliné en cada una.
—¿Y es por eso que no irás al cumpleaños de HyunJin?.
—Tengo una presentación este sábado, vienen personas importantes para mi jefe y como soy su estrella, me pidió que bailara. Desconozco cuántas veces tendré que bailar. Sólo sé que es mi única oportunidad de finalmente independizarme. Aunque también tengo culpa por ocultarle la verdad a HyunJin.
MinJeong vio a YuQi apoyar su cabeza sobre la mesa. Por un lado entendía la necesidad del porqué lo hacía y por otro, sentía que debía ayudarla. Ambas congeniaron muy bien como amigas, guardar su secreto era lo mínimo que podía hacer a pesar de no ser la opción correcta.
—Descuida YuQi, no diré nada. Entiendo tu postura, no tienes alternativa y es tu pan de cada día. Sin embargo, lo único que puedo aconsejarte como amiga es que hables de esto con HyunJin—expresa—. ¿Ustedes tienen algo más aparte de ser compañeros de baile?.
Kim notó de inmediato el rubor en las mejillas de su amiga. O sea que sí tienen una relación más íntima...
—B-bueno—tartamudea nerviosa—. Formal no, por ahora—alude sonriente—. T-tuvimos una noche e-especial... Y-ya sabes, nos acostamos y-y HyunJin me confesó que le gusto mucho y me pidió salir con él. Obviamente no evité gritar emocionada, le dije que sí en varios idiomas.
MinJeong sonrió enternecida y un poco divertida por dicha información.
—Me alegra demasiado que te haya correspondido, lo mejor del mundo para tí, YuQi—enuncia feliz—. Aunque no debes olvidar lo que te dije.
YuQi asiente, sabe que MinJeong tiene razón y que no debe guardarle secretos a HyunJin. Sin embargo, esperaría a la presentación del sábado para decirle todo.
—¿Y tú? ¿Qué tal te va con Felix-ssi?—cuestiona cambiando de tema—. Vi que andan muy acaramelados últimamente y no disimulan en absoluto. Ya cuéntame.
MinJeong sonriendo, le contó sobre la cita que tuvo con Felix. Desde que la invitó hasta los besos que compartieron durante toda la noche o cuando se encontraban en los pasillos de la casa. Hasta añadió las reacciones de Roseanne, RyuJin y de su propia madre.
—Estoy en tu mismo rumbo, todavía nada formal. Vamos a ir paso a paso.
YuQi dio un gritito bajo, no dudó en levantarse y abrazar a su amiga. ¿Quién diría que de un instante al otro, ambas fuesen correspondidas por los chicos que quieren?.
Estaban seguras que se habían convertido en la envidia de todas las chicas que estudian ahí y las que no.
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HyunJin rodó los ojos al ver cómo Chan y Felix escogían algunas prendas de vestir. Incluso sugirieron un cambio de look, cosa que Hwang no quería pero que de todas formas iba a suceder.
—Hyung, por favor ya suelta el negro.—pidió Lee.
—Olvidalo Lixie.—se rehusó Chan.
—No, no. El festejado no puede asistir como si fuera un agente secreto.—regaña el rubio.
Y fue ahí dónde el par empezó a tener una pequeña disputa de qué colores irían bien con HyunJin. El alto suspiró aburrido y procedió a sentarse en lo que sus amigos terminaban de decidirse.
Sacando su celular, no evitó ensanchar una amplia sonrisa. Un mensaje de YuQi llegó minutos antes y sin tardar nada, lo abrió y leyó.
Miró a sus amigos, éstos aún seguían hablando. Aprovechó aquello para levantarse y llamarla. Necesitaba escuchar su voz.
Saliendo de la tienda, marcó el número de YuQi. Bastó unos segundos en ser atendido por ella.
Hablaron un buen rato hasta que Felix y Chan aparecieron con dos bolsas en mano cada uno. HyunJin se despidió de su chica y vio con diversión a los dos.
—¿Y bien? El matrimonio ya decidió que ropa usará su hijo.—dijo burlón.
Afortunadamente tanto Bang como Lee asintieron mostrando una expresión pacífica.
—Llegamos a un acuerdo, asi que, trajimos dos conjuntos distintos—responde Chan—. Te los probarás apenas llegues a tu casa, ¿oíste?.
—Sí papá, lo que digas. ¿Ya nos podemos ir?.
Felix negó, aún faltaba comprar el calzado que llevaría puesto.
—Si te portas bien y decides colaborarnos, te irás temprano a ver a tu novia.—manifestó Lee.
HyunJin no teniendo alternativa, les hace caso y los tres van en busca del calzado adecuado.
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Felix finalmente llegó a su casa, no había sido fácil escoger el tipo de zapato que le gustaba a Hwang. Tuvo sus diferencias con Chan pero lograron llegar a un acuerdo mutuo y desde luego, HyunJin ayudó a que fuese más sencillo.
Estacionando el auto, bajó junto a sus pertenecias. Bufa agotado, lo único que quería era descansar.
—Bienvenido, joven Lee.
Lix sonríe apenas oyó esa hermosa voz a sus espaldas. Dándose la vuelta, observó a MinJeong ya vestida con su pijama de osos y una bata de dormir.
Tierna.
—Sé que no era lo que esperabas ver pero ya tengo sueño y me quedé esperándote para darte las buenas noches e irme a dormir.—alude.
—Que chica tan atenta, supongamos que te creo y que sólo me esperaste para eso—rió Lee, sosteniendo su cintura—. Ahora dí la verdad, Kim.
—Es verdad bobo.
—¿Sí? Bueno, ¿sabes que pienso?—vocifera sonriente—. Que me esperaste porque mueres por besarme y decirme que me quieres como nadie. Anda, dilo.
MinJeong riéndose, agarra con sus manitas, las dos mejillas de su chico y no tarda en acercarlo a ella para besarlo. Felix le sigue gustoso y de un sólo movimiento, estampó a la pelirroja contra el auto. El beso pasó a un nivel un poco más profundo y más deseoso. Las manos del rubio fueron bajando hasta posicionarlas en el trasero de la menor, quedando varadas en esa zona.
Estuvieron varios minutos besándose. De pronto, sintieron otro auto ingresar al territorio. Separándose casi al instante, Felix distinguió que se trataba de su papá.
Sus respiraciones aceleradas, no ayudaron mucho cuando JiMin bajó del vehículo.
—Yo no vi nada.—espetó tapando su vista con una mano.
—Pero yo sí.—otra figura apareció de entre las sombras.
Se trataba de su madre.
—¿Qué son esas formas de besar a tu novia, eh?.—regaña Roseanne.
—Mamá, por favor no empieces.
—Nada de "no empieces" jovencito.
—Cariño, deja que estén a solas—intervino JiMin—. Mejor entremos, necesito uno de tus magníficos masajes.
—Pe-pero...
—Que descansen.—se despidió el mayor llevándose consigo a su esposa a pesar de las quejas que iba exclamando.
Felix agradeció aquello, volviendo hacía MinJeong, ésta se encontraba sonrojada y su boca intentaba reprimir una risa por tal situación.
—Disculpa a mi madre.
—Tranquilo Lix—sonrió rodeando el cuello de su chico—. En otra ocasión continuaremos, ahora hay que entrar e ir a descansar. ¿Bien? ¿También quieres un masaje?.
—Obvio, me duele aquí—señala sus hombros y espalda—. Quizá tus manos mágicas ayuden a relajarme.
Kim negando, agarró la mano de Felix y juntos se adentraron para subir directamente a la habitación del rubio.
Presentía que no sólo hoy, Felix requeriría de sus masajes.
Un capítulo relajante, ya el siguiente se viene lo mejor.<3
Espero les guste mucho el capítulo. ❤❤❤
Lxs amodoro musho mis poshuelitos lindxs!!!!!!!. 🐥🐥🐥🐥🐥🐥
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