07
—MinJeong se quedará en nuestra casa junto a su madre, por seguridad.—expresa Roseanne seriamente.
Los cuatro se encontraban reunidos en el comedor, Kim dormía en una habitación que se encargaron de preparar apenas llegaron.
—Por mí no hay problema, es lo más razonable que podemos hacer luego del incidente con ese hombre.—dice RyuJin.
JiMin había dejado al padre de MinJeong en la comisaría. Por supuesto, levantó cargos en su contra. Al menos lo tendrían alejado un tiempo de ellos.
—Estoy de acuerdo con tu decisión, cariño.—alude el mayor.
Miraron a Felix, el cual, permanecía callado.
—¿Hijo?.
—Pienso que ese desgraciado debe pudrirse en prisión, hay que hacerle pagar todo el daño que sufrió MinJeong y su madre—espetó frívolo—. Y sí, estoy a favor de que se queden.—concluye.
—Está decidido entonces, ordenaré que preparen una habitación para ambas. La ablación cardíaca de la señora Kim será mañana a mediodía.
—Es recomendable que MinJeong duerma por esta noche. Necesita estar lúcida para mañana.
Acordaron en dejarla descansar toda la noche, Felix subió primero. Encontrando el cuarto de Kim, abrió muy despacio y entró haciendo el menor ruido posible. Allí, su compañera yacia dormida profundamente, Lee se acercó y sentó en la orilla de la cama.
A sus ojos, MinJeong era como una flor preciosa y delicada. Lamentaba en el alma, haber sido una completa basura con ella en el pasado. Ahora que podía, cambiaría su forma de ser por ella. Ya no sería el mismo Lee Felix engreído, ególatra y burlista de siempre. Ya no.
—Prometí cuidarte, cumpliré mi palabra. Mientras viva, nadie te hará daño nunca más.—susurra despacio, sonriendo, con las yemas de sus dedos, acaricia sus suaves mejillas.
Queda de piedra cuando la menor apoya su manita sobre la de él.
—Me gustas, Felix-ssi... Mucho.—murmuró dormida.
—¿Qué?.
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—Dios, estoy cansadisima...—YuQi resopló terminando de vestirse con su uniforme escolar, pues, el último bastardo que tuvo por cliente decidió pagarle un dinero extra por más tiempo.
Apenas cerró puso seguro a su camerino, emprendió camino hacía la oficina de su jefe. Allí cobraría un porcentaje de las ganancias de la noche.
—Permiso.—tocó antes de pasar.
—Pasa YuQi-ssi, eres la que falta por darle su merecido salario de la semana. Los clientes te aman, eres su favorita.—mencionó SuHo sonriente, firmando el cheque, se lo extendió.
Song toma el mismo y agradece.
—Como eres adorada por el público, quiero que para dentro de un mes prepares tu mejor presentación—alude revisando algunos perfiles de chicas que habían solicitado entrar al club—. Será el aniversario de nuestro amado club y su estrella no puede faltar, ¿verdad?. Te pagaremos el quintuple de lo que acostumbras a cobrar.
YuQi mordió su labio inferior, dentro de un mes empezaría la competencia de baile. No quería decepcionar a HyunJin y tampoco quería fallarle a su jefe, por ende, trataría de buscar los tiempos justos para ambos eventos.
—Está bien, espero cumplas con tu palabra.—dijo como último.
SuHo asiente satisfecho, él siempre cumple con lo que promete.
Una vez fuera de ese asfixiante club, YuQi cruza la calle, era de madrugada y las calles estaban desoladas. Llamó un taxi, el cual, llegó diez minutos después.
Iría a casa, escondería su paga y se encerraría en su habitación por unas cuántas horas. Necesitaba dormir y estar bien para el nuevo comienzo de semana. Sólo rogaba a todos los cielos que su padre no estuviese en casa.
Llegando, paga y baja. Soltó un suspiro de alivio, el auto de su papá no se encontraba estacionado. Eso significaba que el mayor no estaba en casa.
Abriendo despacio, subió a su habitación. Dentro de ésta, cerró con seguro la puerta y fue a su armario dónde, detrás de sus libros, yacía una cajita de zapatos exclusivamente regalados por uno de los clientes vip y los cuáles para su desgracia fueron hallados por el siniestro hombre que tiene como padre. Cuando quiso usarlos, mágicamente habían desaparecido. Horas más tarde, el desgraciado llegó con un montón de cajones llenos de alcohol de buena calidad. Desde entonces, YuQi decidió ponerle un candado a la puerta de su cuarto y a su armario igual.
—Con esa presentación, finalmente podré marcharme de aquí.—susurra acostada.
Lo único que YuQi deseaba era ser libre, sólo debía ser persistente.
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—Todo saldrá bien, cariño.—sonrió Roseanne sentándose al lado de MinJeong.
Ya llevaban casi dos horas esperando a que, la cirugía de su madre terminase. RyuJin y Felix habían ido por algo de comer, JiMin no pudo asistir debido a su trabajo pero aseguró estar en contacto con su esposa.
—¿Tanto tardan?.
—Según me explicó JiSoo-unnie, una ablación cardíaca lleva casi cuatro horas en hacerse. Ten paciencia, MinJeong-ssi.
Kim suspiró, apoyando su cabeza sobre el hombro de Roseanne. Había despertado cerca de la madrugada, desde entonces, no pudo seguir durmiendo por todo lo ocurrido. Ahora que conocía del paradero de ese maldito hombre, debía cuidar más a su madre. No deseaba que, tuviera algún tipo de reencuentro con él.
—¿Aún nada?.
Felix y RyuJin aparecieron minutos posteriores con dos bolsas en mano. Cada quién se sentó a un lado de Roseanne y MinJeong.
—No, sin embargo, le expliqué a Jeongie sobre el tiempo estimado que se esperaba en este tipo de cirugía.
Lee le entregó una cajita de dulces a Kim, quién, se impresionó de su gesto. RyuJin se encargó de repartir los refrigerios que compraron en un restaurante cercano. El corazón de MinJeong latió ante la suave mirada del rubio sobre ella, casi logró que sus mejillas explotarán de los rojas que se habían puesto.
—Paciencia, todo saldrá bien.—afirma tomando su mano libre sin quitarle los ojos de encima.
—S-sí, eso espero...—sonríe nerviosa por el tacto de Felix en su manita.
Roseanne y RyuJin se ven con sonrisas cómplices, parecían estar presenciando una escena de algún k drama romántico. En silencio, la menor sacó un par de fotos.
—Me las envías luego, hija.—susurra la rubia mayor.
—Claro madre.—respondió Ryu de igual manera.
Después de ese silencioso pero cómodo momento, degustaron sus hamburguesas y bebieron sus botellas de coca-cola. MinJeong guardó los dulces en su mochila, estaba segura que los guardaría como si fuera el mismo oro recién descubierto.
Dos horas después, JiSoo salió de la sala de cirugías. Como cardióloga-vascular a cargo de la señora Kim, debía informar todo lo relacionado a su estado.
—¿Cómo salió la intervención?.
—Todo salió bien, afortunadamente pudimos cicatrizar el tejido del corazón, con ello logramos bloquear las señales eléctricas irregulares presentadas—explica—. La paciente permanecerá en observación por 24 horas, y si todo está en orden, mañana mismo será dada de alta y podrá ir a casa. De igual manera, seguirá tratándose con su medicación recetada. Vendrá a verme el mes siguiente, necesita seguir con sus chequeos médicos habituales—comenta—. Necesita una semana entera de reposo, es decir, no puede ejercer ningún tipo de fuerza bruta ni pasar por alguna situación comprometedora. Si presenta algún dolor en el pecho o ves que tiene moretones, no te preocupes por ello, son normales después de una ablación. Tu madre podrá vivir como una persona normal, linda.—sonríe viendo a MinJeong.
Kim llora de felicidad, tomándose el atrevimiento de abrazar a la azabache para agradecerle su buena atención y que haya salvado a su madre.
JiSoo corresponde a su abrazo, lo que más ama de su profesión es salvar vidas y ver felices a los familiares de sus pacientes luego de una exitosa cirugía.
—Muchas gracias, en verdad... A ustedes también, no me alcanzan las palabras para estar agradecida por su apoyo incondicional que nos han estado dando...
Roseanne limpia sus leves lágrimas al igual que RyuJin, MinJeong no tarda en abrazarlas también. Tampoco omitió en lanzarse a los brazos de Felix, cubriendo al rubio en un reconfortante y cálido abrazo que, por supuesto, fue correspondido.
Ambos estuvieron así por unos minutos, las demás sólo sonreían tiernamente ante el par.
—Disculpa mi imprudencia Rosie, ¿son novios?.
—No, aún.
Tanto Felix como MinJeong se habían alejado unos metros del resto.
—¿Lo ves? Te dije que todo saldría bien...
—Sí, y me aferré a eso. Gracias.
—Deja de agradecerme, MinJeong-ssi—comentó medio nervioso—. Mereces todo lo bueno de este mundo, tú y tu madre.—agregó.
La pelirroja bajita, asiente. Esbozando una sonrisita, le da un beso en una de sus mejillas.
Eso tomó desprevenido a Lee, sin embargo, no se quejó ni mucho menos se alejó.
Sólo sonrió.
—Ahora que mi madre está bien, podremos retomar los ensayos para la competencia. No le diré nada sobre mi castigo.
—Yo dije que te iba a ayudar y eso haré. Tomaremos los ensayos con calma, ¿bien?.
Kim sinceramente no entendía a este nuevo Felix, tan amable, tan protector y tan compasivo... Si tuviera que elegir entre el Felix del pasado y el del ahora, no tendría duda del cuál escogería a ojos cerrados.
Ahora le gusta mucho más que antes.
Hdhdjdjs sólo para avisarles que, en el siguiente capítulo, daremos un salto en el tiempo.<3
Ya tendremos más contenido sobre el hyunqi también uwu
Espero les guste mucho el capítulo.<3
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