A medida que el tiempo pasaba, MinJeong sentía que sus fuerzas iban decayendo. Hace una hora que su madre había ingresado a urgencias, ningún médico u enfermero le decía nada.

Felix llegó con dos cafés en mano, era casi de noche y el clima estaba refrescando bastante.

—Toma, hace frío y no queremos que te enfermes también.—dijo ofreciendo el vaso de plástico lleno de café, sentándose a su lado.

—Gracias Felix-ssi.—sonríe aceptando el mismo.

Bebió dos sorbos, tenía la medida de azúcar exacta y agradeció su gesto.

—¿No hay noticias?.

—No, nadie sale a decirme nada. Estoy poniéndome nerviosa.

—Descuida, si te hace sentir mejor, mi madre y hermana están preguntando como locas a cada doctor que pasa.

En ello, Roseanne y RyuJin aparecieron por el pasillo del lado izquierdo. Las dos venían con rostros fruncidos, eso significaba que no habían conseguido novedades.

—Hicimos lo que pudimos, que falta de consideración tienen aquí.—expresó la mayor cruzando sus brazos.

—Desde ya, agradezco su compañía. Han hecho mucho por mí en este poco tiempo.—expresó formulando una leve sonrisa.

Park no tardó en sentarse del lado contrario y abrazarla.

—En nosotros puedes encontrar una familia. ¿Sí?.

Kim asiente, esas mismas palabras se las dijo Felix de una manera distinta. Al cabo de unas horas, finalmente, obtuvieron noticias.

—¿Familiares de la señora Kim?.

—Yo, soy su hija—MinJeong habló, levantándose apenas salió la doctora de urgencias—. ¿Cómo está mi madre? ¿Ella se encuentra bien?.

JiMin había sido notificado, asi que, apenas terminó de cerrar un contrato, manejó hasta el hospital y se unió a ellos.

—Su madre sufrió una arritmia cardíaca, señorita—explicó—. Por eso quería preguntarle si usted sabía sobre su enfermedad.

—No, jamás me lo ha mencionado.—respondió confusa.

—Revisamos su historial clínico, ella hasta hace unos meses atrás estuvo haciéndose chequeos regularmente. Lamentablemente de un momento a otro dejó de asistir, incluso llamamos a casa pero nadie respondió. Y suponemos que tampoco ha podido conseguir su medicamento.

MinJeong casi pierde la estabilidad de sus piernas de no ser por Felix, quién logró sostenerla de la cintura. Ahora entendía el porqué esos malestares frecuentes que veía, su madre siempre le decía que no se preocupara, que sólo se trataba de un decaimiento por el trabajo.

No quiso preocuparla.

—Dios, ¿y cómo está ahora? ¿acaso agravó?.

—Le estuvimos haciendo estudios, y sí, esto ya no depende de un simple medicamento. Ella debe someterse a una ablación cardíaca o de lo contrario, puede pasar de una arritmia benigna a una maligna sino intervenimos a tiempo.-expresó seriamente.

—¿Y cuánto cuesta?...

—El seguro de su madre cubre únicamente la internación. La cirugía es aparte, y es muy costosa.

A MinJeong le salieron unas cuántas lágrimas, no contaba con dinero suficiente para pagar una ablación cardíaca. ¿Qué haría ahora?.

—Nosotros nos haremos cargo de cubrir los gastos, tanto de la cirugía como su respectivo tratamiento y medicación.—intervino Roseanne.

—N-No... N-no quiero que sigan gastando su dinero. Y-yo buscaré un empleo y v-veré que puedo hacer.

JiMin y Roseanne viéndose de manera comprensiva, de inmediato negaron. La rubia tocó su mano con cariño.

—Mi niña, lamento decirte que no hay marcha atrás en mi decisión. Las ayudaremos, tú podrás acompañarla en el proceso. ¿De acuerdo?. Ya no llores, tu madre estará bien.

—Gracias, de verdad que sí. No sé que hubiera hecho sin ustedes... Les debo mi vida entera.—espetó abrazando a la mayor entre sollozos.

Felix y RyuJin sonrieron de igual manera que sus padres. Si algo que caracteriza a los mayores es su bondad y el buen corazón que tienen a la hora de ayudar a las personas que consideraban honestas y buenas.

—¿Puedo pasar a verla?.

—Sí, sólo unos minutos.

—Ve corazón, aquí te esperamos. JiMin y yo iremos a arreglar los papeles para su operación.

MinJeong agradece, antes de entrar, le sonríe a Felix y éste a ella. Luego de ello, siguió a la enfermera que la guiaría hacía dónde está su madre.

—Quédense aquí, no tardamos.—pidió JiMin.

Siguiendo a la doctora, dejaron a ambos hermanos solos. Esperarían allí a sus padres y a MinJeong.

—¿Te gusta esa chica, Lixie?.

Felix se atragantó apenas bebió lo que restaba de su café, RyuJin en vez de ayudarlo, se rió de él.

—¿Qué acabas de decir? Dios, ¿estás loca o qué?.—expresa frunciendo el ceño.

—No tiene nada de malo que te guste, es una chica bonita, tiene gracia y carácter. Mucho mejor que las plastilinas que te ligas.

Lee roda sus ojos.

—No me gusta, es símplemente mi compañera de baile. Ya deja esos comentarios, pareces a mamá.

—¿Será porque es mi madre, quizá? Además, no me creo ese cuento de símplemente compañera de baile. Ya verás Lixie que pronto te darás cuenta por tí mismo y vendrás a pedirme ayuda.

—Llevo dos días conociendola, no me puede gustar alguien en dos míseros días, Park RyuJin.—espeta irónico.

La menor sonríe silenciosamente.

—A mí me encantó BeomGyu apenas lo conocí, y miranos ahora. No necesitas una eternidad para enamorarte de una persona.

—Bueno ya, dejemos esta conversación de lado. Está claro que no llegaremos a ninguna coincidencia.

—Es porque sabes que tengo razón, hermanito. Te gusta Kim MinJeong.

Felix decidió callar, ya tenía suficiente con los comentarios de su madre para que ahora sea su hermana quién se los diga.

No le puede gustar alguien, menos si lleva dos días de haberle literalmente obligado a participar con él.

—¿MinJeong aún no sale?.

Sus padres llegaron en cuánto terminaron de rellenar los formularios correctos.

Ambos hermanos negaron.

En verdad si se estaba tardando mucho...

—Disculpe señorita, ¿de casualidad vio a una jovencita de cabello rojizo en la parte de terapia intensiva? Es delgada, muy bonita y bajita.

—Oh sí, la vi salir hace cinco minutos.

Entonces la familia Park se miraron confusos.

¿Dónde había ido MinJeong?.

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—Te prometo que todo estará bien, madre.—Kim besó por última vez el nudillo de su madre, quién, yacía dormida sobre la camilla.

Era momento de marcharse.

Su celular sonó apenas se puso su saco, le pareció raro porque sólo su madre y ahora Felix tenían su número de teléfono.

Un nudo apareció en su garganta al ver quién era.

"Hija, soy yo, tu padre. ¿Podemos vernos?."

¿Cómo ese hombre se atrevía a escribirle? Si él jamás le interesó su bienestar o su existencia. Es más, hasta se marchó de casa a su temprana edad. Dejándolas solas, llevándose consigo todos los ahorros que eran de su madre.

Descarado.

"Necesito hablar contigo, mi niña. Estoy frente a nuestra casa. Sal un momento."

MinJeong guardó de nuevo su celular y salió corriendo de allí, tratando de que ninguno la viera, buscó otro atajo y apenas lo halló, se marchó.

—Por supuesto que iré y verás de lo que soy capaz, infeliz.—susurra tomándose un taxi e indicándole al conductor la ruta para llegar a su casa.

—Que Roseanne y RyuJin se queden aquí, con Felix seguiremos a MinJeong.—ordenó JiMin.

—Tengan cuidado.—mencionó la rubia mayor abrazando a su hija.

Felix y JiMin van cada uno en su propio auto, no entendían la razón del porqué MinJeong se había ido sin decir nada. Para suerte suya, recordaban la matrícula del vehículo. Cuando vieron dónde frenó, hicieron lo mismo.

Lee reconoció dónde estaban.

Bajaron a continuación de MinJeong, la cual, iba demasiado enojada. Caminaba rápidamente, no pensaba con claridad, llevaba en su mano, una piedra grande.

—¿Qué va a hacer?.—preguntó Felix.

—No lo sabremos si nos quedamos aquí parados.

Se escondieron entre árboles cuando la bajita paró, un hombre salió de las sombras. Era mayor que ella.

—¿Y él quién es?.

—¡NO ME LLAMES HIJA! ¡¿POR QUÉ MIERDA VOLVISTE, EH?! ¡TE MERECES LO PEOR DEL MUNDO! ¡NI MAMÁ NI YO TE QUEREMOS EN NUESTRA VIDA! ¡NOS HICISTE DEMASIADO DAÑO! ¡TE ODIO! ¡TE HARÉ PAGAR CADA LÁGRIMA QUE MI MADRE DERRAMÓ POR TÍ!.

JiMin y Felix actuaron rápido en el instante que MinJeong sacó dicho objeto de su bolsillo.

Lee tomó a Kim de la cintura, llevándola lejos mientras Park se plantó delante de ese hombre para darle un solo puñetazo dejándolo inconsciente.

—¿Qué intentaste hacer? Pudiste haber cometido un delito grave.

—¡¿Y qué?! Ese maldito infeliz nos dejó sin ni una misera moneda en mano, manipuló a mi madre las veces que quiso e intentó abusar de mí. De no ser por mis vecinos, hubiese cometido su asquerosidad. Mamá tardó años en superarlo, no merece siquiera respirar.—expresó dolida, al borde de las lágrimas.

Felix no supo qué decirle en ese momento, sólo pudo abrazarla fuertemente dejando que llorara en sus brazos. Sentía tanto repudio hacía ese hombre, JiMin se acercó a ellos en cuánto verificó que el tipo estuviese sin conocimiento.

—Llamé a la policia, vendrán pronto.

—Que ese maldito se pudra en prisión, papá...

—Así será, hijo.

Lee cargó a MinJeong en brazos, la menor no tenía fuerzas y el cansancio llegó a ella después de llorar tanto.

—¿Te encargas?.

JiMin asiente. Felix se llevó a Kim hacía su auto. Irían directo a su casa, claro que, avisaría a su madre de lo sucedido.

Ahora más que nunca, necesitaba protegerla de todo. Dejando de lado, su motivo por la cual, la buscó.

Espero les guste musho el capítulo.<3