Se le había hecho muy difícil, aún cuando todos supieran la verdad, no podía dejar de sentirse extraño e inquieto. Las miradas inquisitivas, los murmullos, los rostros de los más cercanos especulando. Tenía a JungKook y JiMin sobre él, cada uno a su lado intentando conversar de cualquier cosa que lo entretuviera mientras de ves en cuando miraba por sobre su hombro a los demás.

Yoongi se encontraba mucho más tranquilo, era evidente en su rostro apacible aunque suponía que en su interior seguía muy preocupado, así no lo demostrará lo conocía muy bien. NamJoon aún no cambiaba su rostro serio, seguía molesto y dolido sus ojos de dragón se encontraban algo aguados y colorados. Jin solo parecía sumido en pensamientos, su ceño fruncido y las pocas palabras que largaba de su boca lo confirmaban y eso era extraño en el mayor de los siete.

TaeHyung iba detrás de él, cabizbajo y triste, sus labios en un puchero más silencioso que de costumbre, JungKook aún tenía los registros de su llanto y JiMin parecía el más tranquilo y sensato de todos. Sonreía a pesar de la situación, Hobi agradecía que por lo menos uno de ellos mantuviera la buena energía. Porque el simple echo de que ellos sepan de su enfermedad lo ponía en un estado de cansancio extremo.

Y lo peor no había llegado aún.

Se detuvieron en el pasillo viendo a Bang PD acercarse a ellos con rostro abatido. El hombre suspiró tomando las manos del castaño entre las suyas dándole un fuerte apretón, para HoSeok aquel hombre era como un segundo padre, cuando para el hombre mayor esos siete chicos no solo representaba su gran orgullo sino que los consideraba como a sus hijos.

—Has hecho lo correcto —murmuró con una sonrisa de labios cerrados en acción de apoyo— tenemos que hablar —alzo la voz para que todos lo escucharán— pasemos a la sala de juntas, por favor.

Con la confusión en algunos de sus rostros y la inquietud en otros, subieron hasta uno de los pisos superiores dónde se encontraban las oficinas ejecutivas. La sala de juntas más grande. Se les hizo extraño porque no estaba en la agenda de ninguno una reunión con los superiores, cómo tampoco la cancelación de sus horarios por este caso especial. Así que no debían sorprenderse en un principio.

Sojoon tomó asiento al lado de HoSeok, el chico realmente se sentía muy mal, la presión de todos lados lo tenía muy estresado y sus pensamientos negativos no lo dejaban en paz.

—¿Esperamos a alguien más?

La pregunta del líder fue respondida cuando dos ejecutivos importantes de HYBE entraron a la sala. Saludaron en una sosa inclinación de sus cabezas y tomaron asiento junto a Bang PD.

—Esta reunión fue realizada por los últimos acontecimientos —todos miraron al castaño, no pudo evitar sentirse presionado y avergonzado como si de algo malo se tratase, era lo único que no quería, tener la atención de todo encima suyo.

—Necesitamos tomar serías decisiones en cuanto al futuro de BTS y la empresa.

Los integrantes se miraron entre sí.

—Es obvio que todo en la agenda se detendrá por un tiempo —hablo Yoongi con aparente confusión.

—Hyung tiene que seguir su tratamiento —acotó NamJoon y los demás de acuerdo.

—No debemos precipitarnos, primero examinaremos la situación de modo que continúen con todo lo predispuesto y luego....

—¡No! —la voz grave de TaeHyung llamó la atención de todos— no hace falta decir nada, es una decisión de toda la banda, toda agenda que Bangtan tenga se detendrá hasta qué hyung se cure, eso no está a discusión.

Ninguno dijo nada, la determinación del segundo menor no les dejó que decidieran o agregarán nada más. Los hombres suspiraron queriendo pasar a otro punto importante para ellos.

—Señor Moon, usted no debería estar aquí —dijo mirando a Sojoon, el chico tenía su cabeza agachada y las miradas de todos fueron de inmediato a él— está despedido eso es ob...

—Disculpen, ¿qué?

—Señor Jung, su asist...

—Me vale mierda lo que digan —se levantó llamando la atención de todos, pero no sorprendiéndoles, HoSeok cuando se enojaba era alguien muy diferente, era sumamente arrasador— si a alguien le tienen que reprender es a mí, Sojoon solo acataba órdenes mías y quién tiene la última palabra soy yo, él no se irá a ningún lado, ustedes no tienen derecho a echar a nadie.

—Hoseok.

—No, PD-nim —respiró agitadamente sintiendo la mano del chico en su muñeca con la intención de detenerlo, él si pensaba que ser despedido estaba bien— Sojoon no tiene culpa de nada, él solo siguió mis órdenes, él ha sido mi apoyo hasta ahora y no permitiré que le quiten su trabajo porque les da la gana. Mi enfermedad no es una noticia que todos deben de saber —ambos ejecutivos se miraron seriamente, Hobi bufó en una risita— y por sus caras veo que quieren hacer algo más grande.

—Si las actividades se detendrán, el mundo debe saber porque, no podemos mantener todo en silencio cuando la banda ya ha lanzado noticias sobre el nuevo álbum con una canción y MV a lanzar pronto.

—Además, tenemos contratos con marcas las cuales debemos cumplir, no podemos dejarlas, perderemos mucho si…

—Como dijo uno de mis compañeros —Namjoon elevó su voz grave y firme mencionando a los dicho por TaeHyung anteriormente— toda actividad se verá en hiatus por el momento y en cuanto a como se dirá la noticia, será HoSeok hyung quien decida, su familia aún no lo sabe.

Se le dificultó tragar saliva por el nudo que se le formó en la garganta. Su martirio aún no había acabado, si decirle a sus compañeros había sido difícil, decirle a sus padres y hermana sería peor, no soportaría verlos sufrir por su culpa, no quería preocuparlos, no a ellos.

—Nosotros solo queremos ayudar, recuerden que no solo el nombre de Bangtan se verá afectado, sino las empresas mismas...

—No se preocupen —elevó con un tono de diversión en la voz el menor de los siete. Era conocido por tener muy poca paciencia. Era muy respetuoso y correcto, pero a veces, todo le importaba poco— ustedes no perderán absolutamente nada y está decidido. Nosotros seis decidiremos que hacer junto a Hobi hyung, pronto tendrán noticias. Lo mejor sería seguir trabajando duro —sarcasmo, su tono era de puro sarcasmo acompañado de bronca.

No le gustaba que hablarán de un tema muy delicado como si fuera nada e inclusive, intentar lucrar con ello, sobre todo cuando se trataba de uno de sus más preciados compañeros.

—Es mejor que nos tranquilicemos —la voz tranquila de Sihyuk se escuchó— señores no es momento de hablar de negocios, yo con ustedes me encargaré de eso luego, es preferible escuchar lo que quieren, ayudarlos y guiarlos a decidir lo mejor, por la salud y la tranquilidad de todos.

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Si la sesión lo había cansado, aquella reunión bendita (nótese sarcasmo) lo hizo sentir peor. Solo tenía en claro que los chicos harían lo que él decidiera. Apenas podía comer, las náuseas lo estaban atacando horrible. Y solo quería dormir un año entero sin tener que ver o hablar con nadie. El nudo en su garganta aún no se iba, pero una parte de su mente le impedía soltarse a llorar porque si lo hacía no pararía más.

La puerta de su estudio fue golpeada con toques ligeros, hablo lo suficientemente alto como para permitir el acceso a quien quiera que sea. La silueta de JiMin se dejó ver, ahora sí podía captar los ojos dulces de su dongsaeng algo enrojecidos. HoSeok sonrió para evitar ponerse mal y poner mal a su compañero.

—¡Mi Jiminieeeeeee! —chilló divertido rodeando los hombros del chico con uno de sus brazos.

—Hyung, ¿cómo se siente?

—Bien.

JiMin suspiró sabiendo que esa respuesta y su sonrisa eran solo falsas, solo para calmar a su agitado y asustado corazón. Le devolvió también una sonrisa, ambos tomando asiento en el sillón del lugar quedando en silencio por unos momentos.

—¿Intentaste hablarles?

Suspiró— No, aún no. Pero omma me ha estado llamando y yo solo le he dicho que estoy muy ocupado —rio por lo bajo— creo que aviso a Mejiwoo porque ella también me ha mandado mensajes los cuales no he respondido con ganas.

El de cabellos chocolate tomó la mano de su mayor la apretó entre las suyas más pequeñas pero igual de fuerte haciéndole sentir la calidez de su tacto y su apoyo continuo.

—Sabes que estaremos contigo. Estoy contigo.

HoSeok esnifó, sollozó dejando salir las lágrimas contenidas, dejando salir su angustia y cansancio. Los brazos de su compañero al lado lo rodearon y dejo descansar su cabeza en el hombro de este. No tenía las fuerzas suficientes como para hablar, pero tampoco podía seguir escondiendo algo que en cualquier momento se sabría.

De reojo vio entrar a NamJoon y JungKook, el menor se sentó en el lado vacío y también los abrazo, el moreno se acuclilló frente a él tomando su mano, no hacía falta que dijera nada, sus ojos de dragón le mostraban todo su apoyo y comprensión. Le tendió el teléfono. Era momento de hablar con su familia.

Marcó el número de su madre esperando a que atendiera de inmediato, mientras más rápido hablara mejor sería para él.

Solo rogaba que todo saliera bien.