POV Jane

—Muy bien, parece que todo está en orden.— Anunció Billy mirando a mi madre.— Mañana mismo la daremos de alta.— Sonrió.

—Gracias.— Dijo mi madre para luego abrazarlo.— Gracias por todo.— Sonreí.

—Más que solo mi trabajo, quiero a Jane y estoy para ayudarla.— Dijo él en el abrazo.

Mi mamá se separó y me miró.

—Mañana vendré por ti.— Asentí.— Te quiero.— Besó mi frente.

—También te quiero.— Salió de la habitación con una sonrisa.

Billy dirigió su mirada hacia mi. Steve, quien había estado callado, también me miró.

—¿Qué pasa?— Pregunté.

Steve pasó la manga de su playera por sus ojos. Billy rió.

—Te vamos a extrañar.— Dijo el rubio sentándose en un lado de la cama.

—Mucho. Te extrañaremos mucho.— Corrigió Steve al borde del llanto también sentándose.

—Los visitaré. Y ustedes a mi.— Asintieron.

—Claro, de eso no hay duda.— Billy me miró con cierta nostalgia.— Vamos a extrañar tus locuras con la zanahoria.— Reí.

—¿Recurdan cuando Jane fingió estar convulsionando?— Preguntó Steve. Billy rió.

—Jamás olvidaré sus caras.— Dije riendo.

—Ni nosotros ese día.— Respondió el rubio.— Tampoco olvidaré la primera vez que nos vimos.— Suspiró.— Pensaste que yo era un delincuente.— Steve soltó una carcajada mientras yo hacia un puchero.

—Me dabas miedo.— Confesé.

—Y cuando me viste a mi creíste que tenía una ardilla en mi cabeza.— Sonrió.— Y solo era mi cabello.— Reí.

—Tu antiguo cabello era genial. Te desgraciaste la ardilla con ese corte feo.— Billy rió.

—Totalmente de acuerdo.— Steve golpeó su hombro.

—Respeta.—

Nos quedamos en silencio por un momento. Ambos me miraron a detalle con una gran sonrisa y sus ojos levemente cristalizados.

—Eres especial, pequeña. Creciste demasiado a lo largo de estos 14 años de conocernos, tuviste dificultades y cosas así pero solo mirate, lo lograste.— Dijo Billy en un tono orgulloso.

—Si yo fuera tú me habría rendido apenas empezar. Te amamos pequeña, eres como una hijita para nosotros.— Dijo Steve con una sonrisa.

Los miré y sonreí.

—También los amo, mucho mucho.— Los abracé a ambos.

—No quisiera interrumpir su bello momento pero en pocas horas iniciará la operación de Max y quiere ver a Jane antes.— Anunció la voz de Robin desde la puerta.

Miré a los chicos pidiendo permiso, ellos asintieron. Me levanté y me dirigí hacia la habitación de Max.

Al entrar noté su mirada pérdida en el techo. Mantenía una sonrisa en su rostro.

Me acerqué a ella y me miró. Sonrió más ampliamente.

—¿Cómo te sientes?— Preguntamos al unisono. Reímos.

—Tú primero.— Dijo ella.

—Me siento... feliz, jubilada y llena de nostalgia.— Sonreí.— Me siento normal. Como cuando estoy contigo, me siento libre y querida. No lo sé, son muchas emociones.— Rió.

—Tú siempre haz sido normal.— Dijo sonriendo.

—Pero no siempre me he sentido así.— Respondí.

—Te comprendo.—

—Ahora tú.— Sonrió.

—Estoy nerviosa, emocionada, feliz... sorprendida. Nunca creí que realmente lo lograría, siempre pensé que en cualquier momento me iría de este mundo sin siquiera conocerlo.— Tomé su mano.

—Lo conoceremos.—

—¿Juntas?— Preguntó con una sonrisa.

—Juntas.— Afirmé.

Pasamos el resto del rato charlando y tonteando, con uno que otro beso.

Recuerdo la primera vez que ella tuvo un ataque. Yo estaba más que nerviosa y estresada.
Eramos aún muy pequeñas, pero me mataba la idea de imaginar un mundo sin ella. Era horrible.

—————

—Todo saldrá bien.— Le susurré a Max mientras dejaba un beso en su mejilla.

—Confío en ello.— Sonrió. Me tomó levemente por las mejillas y besó mis labios.— Te amo.— Susurró.

—También te amo.— Respondí.— Recuerda, te estaré esperando.— Asintió con una sonrisa.

Salí de ahí viendo a Nancy a punto de entrar; la detuve.

—¿Puedes prometerme que ella estará totalmente bien?— Pregunté. Creo que yo estaba más nerviosa que Max.

—Te lo prometo, Jane.— Respondió. Suspiré.

—Gracias.— Asintió y entró a la habitación.

Me senté en la banquita frente la habitación. Vi a Robin por los pasillos. Antes de entrar se acercó a mi.

—Confía en nosotras.— Asentí.

La operación comenzó.
No me moví de mi lugar en ningún momento y no tenía planeado hacerlo hasta que todo terminara.

Una persona se sentó junto a mi. Giré mi rostro y para mi sorpresa era Jonathan. Desvíe mi mirada nuevamente hacia la puerta.

—¿Qué haces aquí?— Pregunté sin mirarlo.

—Vengo a enmendar mi error.— Suspiró.— Hablé mucho con mamá, creo que ahora comprendo más lo que sientes por esa pelirroja. Lamento haber metido a nuestro padre, te puedo asegurar que él estaría más que orgulloso de ti. Jamás lograrías decepcionarlo.— Volvió a suspirar.— Yo entenderé si no quieres perdonarme. Pero no quería que todo quedara así. Perdón.— Se disculpó.

Lo observé.

—¿Por qué actuaste de esa forma?— Pregunté.

—No hay motivos específicos. Simplemente fui un grandísimo idiota.— Reí.

—Siempre fuiste idiota.— Rió igual.

—Lo sé.— Tomó mi mano.— Te prometo que haré todo lo posible para comprender totalmente.— Sonreí.

—Te perdono. Pero me debes una ida al parque de diversiones.— Rió.

—Claro, y te daré boletos gratis para ti y tu novia.— Dijo guiñándome el ojo. Reí.

—Trato hecho.— Sonrió.

Pasó su brazo por mis hombros.

—¿Crees que le vaya bien?— Preguntó mirándome.

—Sí, sé que todo estará bien.— Respondí segura.

—Esperemos que si.—

———————

—Tal vez deberías ir a dormir un poco.— Dijo Mike colocando una mano sobre mi hombro. Negué.

—Yo le dije que la esperaría y eso haré.—

—Solo duerme unos minutos y ya. Sabes que esto es tardado, además de que la iniciaron hace apenas un par de horas, ya es tarde.— Miré el reloj de la pared.

12:35

Era cierto, iniciaron a las 10 de la noche.

—No iré a dormir de todas formas.— Mike suspiró.

—Por favor.— Suplicó.— Te despertaré, te lo prometo.—

—Bien.— Me rendí.

—Gracias.—

Entré a mi habitación de mala gana.
Me recosté en la camilla e intente dormir.

———————

—Niña.— Escuché una voz.— Niña.— Abrí un poco los ojos.— Hey niña, tu novia te está esperando.— Vi el rostro de Steve.— Hola bella durmiente.— Sonreí.

—¿Ya acabó?— Pregunté rascándome el ojo.

—Desde hace cuatro horas de hecho.— Dijo tranquilamente. Abrí los ojos como platos.

—¿¡Cuánto!?—

—Cuatro horas. O más, no sé exactamente.— Fruncí el ceño.

—¿Por qué no me despertaron?— Estúpido Mike.

—Por petición de tu novia.— Suspiré.

—¿Puedo ir a verla?— Asintió.

Me levanté con velocidad y me adentré a su habitación.
Me miró.

Sonreímos a la par.

Una gran felicidad me invadió.

—Te quiero demasiado.— Murmuré abrazándola con fuerza.

—Yo igual, yo igual.— Respondió besando mi frente.

—Nosotros las queremos igual.— Se escuchó la voz de Steve.

Lo miramos. Se limpió una lágrima y sonrió.

—Que orgulloso estoy.— Volvió a limpiar otra lágrima.

—Mamá Steve está orgullosa.— Dijo Robin.

Todos reímos.

Adoraba todo lo que estaba pasando, parecía irreal.

Me sentía en un cielo lleno de estrellas.

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Hey!

No maté a nadie, tranqui.

Está historia no tiene mucho por dar, ya que siempre fue una mini historia, queda casi nada para finalizar.
Pero tranqui, en cuanto termine tendrán la historia Sillie.

Se llamará:

¿What? ¡I'm not gay!

Edit: ese fic casi me da millones💀

Dejen que su imaginación fluya e intenten averiguar que tan cliché será uwu

Edit2: muy cliché 🧐

Los jamo❤

Sillie es real!

Y!
Sin más que decir: CHAO BYE!

By:Muffinisaurus_Rex8