𝟎𝟐𝟐 ┊ 𝓒𝓮𝓷𝓪 𝓯𝓪𝓶𝓲𝓵𝓲𝓪𝓻
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Estábamos en la nieve Renesmee, Bella y yo.
Habían pasado algunos meses, Jacob estaba en su forma de lobo, y aún así se la pasaba al lado mío.
—Miren, es un copo de nieve–Nos enseñó la niña.
—Es hermoso–Le respondió su mamá.
—Y son únicos, igual que tú–Ella sonrió complacida por mi comentario–¿Por qué no vas a buscar otro?
Renesmee asintió y corrió para encontrar otro copo especial como el anterior.
—Edward cree que la respuesta está en Brazil–Bella se levantó y se acercó a Jacob y a mi.–Hay tribus ahí que podrían saber algo.
Renesmee se levantó por el lugar y alcanzó un copo de nieve.
—Ella es asombrosa–Admití en un susurro. Después me di cuenta que miraba algo a la distancia. Nos acercamos.–¿Qué pasa cariño?
—¿Quien es ella?–Señalo a una pequeña figura a la distancia a la par que me abrazaba con algo de miedo.
—Creo que es nuestra prima de Denalí. ¡Irina!–Bella la llamó, pero la figura empezó a correr, Bella intentó seguirla. Jacob gruñó con desconfianza.
[...]
Habíamos regresado a la casa después de eso. Jacob tomaba mi mano mientras que estábamos todos en la sala hablando de lo sucedido con Carlisle.
—Tanya convenció a Irina de que viniera a reconciliarse–Comunicó apenas terminó su llamada con Tanya.
—Tal vez cambio de opinión–Sugirió Edward.
—Ver a Jacob debió de haber sido demasiado–Pensó Esme. Él apretó mi mano, no le gustaba pensar que hubiera sido su culpa todo lo de la prima Irina.
—Hubiera podido hablar con ella–Dijo Bella extrañada.
—Es familia, ya volverá–Trato de tranquilizarlos Carlisle mientras se acomodaba para abrazar a su esposa.
—Yo tengo que irme, tendré guardia por primera vez desde mi regreso con la manada–Anuncio Jacob, lo seguí, pero él me detuvo.–Te veré esta noche, pero no puedes venir a la guardia conmigo.
—¿Seguro?
—Seguro.–Él se acercó y me dió un corto, pero lindo beso de despedida que hizo que mi estomago se llenara de mariposas, sonreí como tonta y él salió de la casa. Voltee a ver a los demás que se encontraban en la habitación y ellos me miraban con una sonrisa.
—¿Qué?–Pregunte enrojeciendo.
—¡La tía Taylor ama a Jake!–Habló Renesmee emocionada.
—Ay claro que no–Me acerque a donde ella estaba.
—Claro que si.
—Mejor ponte a tocar el piano niña–Ella rió, tenía una risa parecida a la de Bella, y empezó a tocar junto a su padre una canción en el piano, Bella me abrazó por un lado.
—Son el uno para el otro.–Me dijo al oído y refunfuñe.
—Cállate Bella.
[...]
Estaba en mi casa, papá y yo habíamos decidido pedir comida china, cenábamos mientras le contaba todo lo reciente que había pasado con Renesmee y lo de Irina.
—Eso de Irina no me da buena espina–Confesó mientras le daba vuelta a su tenedor sobre su pasta.
—A ti nada te da buena espina, papá.
—Pero nunca me equivocó, siempre que te digo que algo no da buena espina, termina siendo algo malo.
—Me dijiste que el pueblo te daba mala espina.
—No es malo, pero si es raro, eso tienes que admitirlo Taylor.
Se escuchó que alguien tocó la puerta.
—Yo voy–Limpie mi boca con una servilleta junto con mis manos y me levanté para abrir, trote hasta la puerta y la abrí, encontrándome con Jacob, en mi puerta, con flores a la mano. Sentí la mirada de mi papá sobre nosotros.
—Hola, te traje estas–Me paso las flores y yo las acepté gustosa, oliéndolas un poco, olían como a naturaleza, a lluvia–Las encontré haciendo mi guardia y me recordaron a ti, tenía que traerlas.
—Son hermosas, gracias–Lo abracé. Un carraspeo nos hizo separarnos y mirar hacia el comedor, donde estaba mi papá con los brazos cruzados sobre el pecho y con una ceja alzada, lo que siempre hacía cuando quería parecer intimidante, trate de no reír para no dejar caer su fachada. Jacob se enderezó.
—Señor Xanders, es un gusto.
Mi papá se acercó e intentó estrechar su mano con fuerza para demostrar un punto, pero fue él el que quedó sorprendido por la fuerza del chico.
—El gusto es mío, vaya, no sabía que los lobos tuvieran tan fuerte agarre–Retiró su mano y la acarició un poco. Sonreí burlona.
—¿Así que le contaste?–Me miró Jacob algo confuso.
—Nop, él lo supo solo.
—Si, también se que vienes a ver a mi hija por las noches y te cuelas por su ventana–Jacob ahí se puso como si hubiera visto un fantasma, papá no podría intimidarlo con su fuerza o altura, pero si con su intelecto y su capacidad de ver más allá.
—En serio lo siento señor, le prometo que su hija y yo...
—No hagas falsas promesas, mejor pasa a cenar–Él empezó a caminar hacia la cocina, Jacob me miró duditativo de si debería quedarse o no, levanté mis hombros.
—Puedes quedarte si quieres, pero te advierto que papá no es mucho de tragarse lo que piensa–Le advertí mientras iba de vuelta a la cocina para poner las flores en un jarrón con agua, Jacob me siguió y me abrazo por atrás antes de susurrar en mi oído.
—Te pregunto a ti si te gustaría que me quedara, quiero saber si tú quieres que conozca a tu papá, dime que si y aquí estaré, dime que no y me iré.
Sonreí, puse las flores en el jarrón y voltee a verlo.
—Claro que quiero que te quedes, pero no quiero que te sientas incómodo.
—Puedo soportar una noche, te lo juro.
—Bien, vamos–Él tomó el jarrón por mi y ambos caminamos hacia el comedor donde papá nos esperaba con una sonrisa cómplice, sabía que él planeaba hacer las preguntas más incómodas esta noche, por lo que lo mire mal antes de sentarme junto a Jake.
Le pase un plato y él empezó a servirse la comida.
—¿Cuáles son tus intenciones con mi hija?–Cuestionó logrando que Jacob se quedara como helado sin mover ni un solo músculo, pero después de unos segundos logró recuperar la compostura y se acomodó en la silla antes de responder.
—Yo estoy muy enamorado de su hija, y realmente quisiera hacerla feliz, con lo que ella esté feliz yo estaré feliz.
—¿Qué hay de la universidad? ¿Planeas ir?
—Si, algo así, aunque aún estoy en mi último año de bachillerato.
—¿Y a donde piensas ir?
—Había pensado en quedarme aquí cerca, tal vez en la universidad de Pensilvania o algo, pero no lo sé... no podría alejarme de Taylor ahora.
—O sea que... ¿cambiarias tus planes de vida solo para estar con mi hija?–Jacob asintió sin dudar, mi papá reprimió una sonrisa, lo noté–Bueno... ¿te gusta el fútbol americano?
—Me encanta, en la reserva a veces jugamos con los de la manada.
Mi papá asintió y me volteó a ver, tomó un poco de arroz blanco con la cuchara, tanto Jacob como yo esperábamos por una respuesta de su parte, cualquier cosa. Él comió un poco de su arroz, lo mastico con cuidado antes de hablar.
—Me agrada este chico.–Jake y yo sonreímos aliviados–Igualmente no te quiero a las doce de la mañana metido por la ventana en el cuarto de mi hija, ¿entendido?
—Si señor–Habló rápidamente y me asegure de tomar su mano debajo de la mesa.
✶⊶⊷⊶⊷❍⊶⊷⊶⊷✶
Bueno aquí esta el capítulo, perdón por tardar (aunque no llegue a la fecha límite, lo que es bueno), ya estamos llegando a los últimos capítulos de esta historia y espero que les guste lo que va a pasar próximamente
(Perdón, amo ese meme JAJAJA)
𝑴𝑬𝑻𝑨
+40 𝒗𝒐𝒕𝒐𝒔 𝒚 +15 𝒄𝒐𝒎𝒆𝒏𝒕𝒂𝒓𝒊𝒐𝒔
(Los comentarios pidiendo que actualice no cuentan)
Gracias por leer <3
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