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Los Cullen les habían arreglado una casa en el bosque a los recién casados y ahora estaban ahí.

Era de noche, por lo que estaba acurrucada en el sillón mientras los demás Cullen estaban en la sala, cada quien en sus asuntos. Alice revisaba el libro que había traído hace poco sobre algunos de mis diseños, ya que había decidido que quería tener una clase de boda con Jasper pronto.

—¿Qué creen que estén haciendo en su casa nueva?–Preguntó Jacob, llamando la atención de los presentes.

—Verás Jake, cuando papá y mamá se quieren mucho, mucho...–Empezó a "explicar" Emmett.

—Emmett tranquilo–Lo regañó Carlisle.

—Oh vamos, no creo que él no sepa sobre eso.

—No es un apropiado tema de conversación–Habló Esme.

Reí por lo bajo y seguí enseñándole mis diseños a la de pelo corto.

—Por Coco Channel, estos diseños son perfectos, puedo verme usando cualquiera de estos–Esme, Carlisle y Rosalie se acercaron curiosos a mi libreta.

—Eres muy talentosa, es bueno que estés aquí por lo de Renesmee, pero tú en serio perteneces a Milan–Me dijo Carlisle.

—Lo sé, pero igual gracias, el próximo año sin duda iré a esa escuela, después trabajaré para una gran empresa de moda y en pocos años verán mi nombre en una elegante tienda–Soñé despierta.

—Seguro así será linda–Esme me abrazó de lado y sonreí.

[...]

—Vaya, ¿Ya acabaron?–Preguntó Emmett al día siguiente cuándo apenas y entraron Edward y Bella.

—¿Y Renesmee?–Preguntó Bella, ignorando al chico.

—La rubia se la llevó–Murmuró Jacob mientras comía un sándwich.

—¿Rompieron muchas cosas?–Siguió Emmett. Le di un codazo para que se callara, pero me dolió más a mi que a él.

—Emmett, no–Lo regañó Bella.

El celular de Carlisle empezó a sonar, todos sabíamos de quién se trataba, había estado llamando seguido, incluso había ido a mi casa antes para preguntar si sabíamos algo de Bella. Me daba pena Charlie, no era un mal padre, estaba preocupado y nadie le daba respuestas, ni siquiera Bella.

Si mi hija me hiciera algo así, yo ya la hubiera desheredado.

Bella se acercó un poco a la mesa.

—¿Es Charlie?

—Llama dos veces al día.–Informó Jacob.

—La está pasando muy mal–Hablé.

—Tendremos que decirle que no sobreviviste–Solucionó Carlisle.

—Tiene que llorar tú muerte–Explicó Edward.

—Si, lo haremos mañana–Se acobardó.

—Extrañaré este lugar–Emmett se levantó de su asiento.

—Volveremos, siempre lo hacemos–Dijo Carlisle.

—¿A qué se refieren?–Intervine.

—Cuando piensen que Bella esta muerta no podemos arriesgarnos a que la vean.–Explicó Carlisle.

—¿Entonces solo desaparecen?–Cuestionó Jacob.

—Jake, no tenemos alternativa.

—¿Y qué hay de mi vínculo con la bebé?–Pregunté, tratando de encontrar una manera de que no se fueran, al menos no aún.

—Eso se resolverá con el tiempo, al menos eso esperamos–Respondió Carlisle.

—¿Esto no es justo, me quedé aquí por Bella y la bebé, retrase mi vida y mis estudios por ayudarlos, pero ahora ustedes se pueden ir solo así y yo tendré que quedarme aquí?–Pregunté enfadada, sin realmente importarme si estaba siendo algo egoísta o grosera.

—Tay...

—No me llames así Bella, moví mi vida para estar aquí, creí que... qué al menos tú te preocuparías por estar conmigo, pero al parecer no–Tomé mi bolso y salí de la casa sin mirar atrás.

Tomé mi auto y conduje por la carretera, solo necesitaba desestresarme y, por alguna razón, manejar era la mejor manera de hacerlo.

Me estacioné cuando llegué a mi casa y noté que papá estaba ahí.

Baje corriendo y me metí a la casa, tratando de no azotar la puerta.

—¿Hija? ¿está todo bien?–Él estaba sentado en el sillón viendo una repetición de "How I met your mother". Asentí y me acosté junto a él, poniendo mi cabeza sobre su hombro, él empezó a peinar mi cabello–¿Quieres hablar sobre ello?

—No.

—Bien, sabes que estaré aquí para lo que necesites, ¿verdad?–Asentí–¿Quieres un chocolate con leche?

—¿Hay donas?

—Siempre hay donas, y si no hay, las hago para ti–Se levantó y se fue a la cocina para traerme la comida prometida, solté unas pocas lágrimas mientras veía la serie, las cuales oculté rápidamente, no sabia si eran de frustración, de dolor, de tristeza, o de las tres anteriores.

[...]

Había visto la serie y comido con mi papá hasta que él se quedó dormido en el sillón.

Un sonido abrupto logró que no cerrará los ojos. El timbre.

Revise el reloj de la cocina, ¿quién podría ser a esta hora?

Me levanté tratando de no despertar a papá, me puse uno de los suéteres que estaban en el sillón y me acomodé un poco el cabello que se había hecho un desastre por estar apoyada en el sillón tanto tiempo.

Abrí la puerta encontrándome con Jacob.

—¿Jake?

—Sabía que te enojaba el hecho de que los Cullen se fueran, y quise ayudar.

—¿Qué? ¿Qué hiciste?–Pregunté confusa.

—Hablé con Charlie, bueno, algo así, le mostré mi lobo.

Mire hacia papá, él seguía dormido, por lo que puse una mano sobre el pecho de Jacob y lo empujé levemente hacia el porche para poder hablar mejor. Cerré la puerta tras de mi y me encontré con la mirada de Jacob, su cara cerca de la mía, a muy pocos y peligrosos centímetros.

—¿Por qué lo hiciste?

—Por ti, no soporto verte mal, quiero que seas feliz, y si esa familia de sanguijuelas chupa sangre te hace feliz, créeme que haré lo que esté en mis manos para que ellos se queden y tú estés feliz.

—No tenías que hacerlo.

—Si tenía.

Sonreí y bajé la cara, tratando de que él no viera, pero él levantó mi cara con sus manos y se acercó a mi aún más, sentí un leve sonrojo en mis mejillas, él sonrió divertido y me dio un beso en la mejilla.

—Buenas noches, amiga–Él corrió hacia el bosque y se transformó, solté el aire que no había notado que estaba conteniendo y me di una cachetada mental, no podía caer tan fácil, no podía.

Entre de nuevo a mi casa y noté a mi papá, acariciando a un gato como villano de película.

—¿Papá? ¿De dónde sacaste ese gato?

—Es de la vecina, lo estoy cuidando–Dejó al gato en el suelo y este salió corriendo a la cocina–Entonces, Jacob Black...

—¿Qué hay con él?–Me quité el suéter, tratando de actuar lo más normal posible.

—Entonces... ¿él es un lobo?

Casi me caigo al oír eso.

—¿Tú lo...?

—No es como qué el se esfuerce mucho en ocultarlo hija, en serio, cualquiera con inteligencia promedio y lentes podría verlo.

—No traes puestos tus lentes.

—No es la primera vez que él viene así a la casa.

—¿Entonces no estás sorprendido?

—No tanto, la primera vez que lo vi si me dieron ganas de llamar a control animal, pero ahora es medio normal para mi de ver... ¿él te trata bien?

—Ahora si.

—¿Antes eran como la bella y la bestia?–Reí ante la referencia.

—Algo así, se podría decir que si.

—¿Te peleaste con Bella o algo?

—¿Cómo es que sabes todo?–Me volví a sentar junto a él.

—Poderes de super papá.–Reímos.

—Si, me pelee con Bella, es algo estúpido, pero no sé si quiera disculparme.

—¿Es tu culpa?

—Desde mi punto de vista no.

—¿Y desde su punto de vista?

—No lo sé, no me quedé lo suficiente como para escucharla, estaba demasiado molesta como para escucharla en ese momento.

—Deberías escucharla, siempre hay dos lados de la misma historia. No te estoy diciendo que la perdones, porque no sé qué hizo, pero al menos déjala explicar su punto de vista.

—En serio eres sabio.

—¿Qué te puedo decir? Soy Ravenclaw después de todo.

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