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Llegamos a casa de Bella, Jacob y yo, Alice había dicho que era importante, él no tenía tantas ganas de meterse en la casa Cullen, pero lo arrastré a ello.

Bajamos de su moto y entramos a la casa, Carlisle nos recibió en la entrada.

—¿Y Bella?–Pregunté.

—Hola Taylor, ¿cómo estás?

—Lo siento Carlisle, Alice dijo que era importante.

—¿No te dijo de que se trataba?–Negué con la cabeza–Ven, vamos a verla...

Él iba a poner una mano en mi espalda para guiarme, pero Jacob lo hizo antes, todo para que no me tocara.

Subimos las escaleras.

—¿Hace cuanto llegaron?–Cuestionó Jacob.

—Hace dos semanas.

Llegué hacia Bella, ella estaba siendo escondida detrás de Rosalie.

—Hola.

—Hola–Me respondió, nos íbamos a acercar, pero ella puso una mano sobre el pecho de Jacob–El perro no se acerca.

—Rosalie...–Intentó decir Carlisle.

No le tome importancia a su disputa y yo me acerqué a Bella.

—¡Ay Dios!–Dije cuando la vi–Estás algo...

—Embarazada, si.–Mire a Edward.

—No estoy muy segura, pero se que es tu culpa.

—Mira, cuando papá y mamá se quieren mucho...–Empezó a explicarme Emmett.

—¡No!–Nos quejamos todos.

—Sé de donde salen los bebés Emmett, no es necesario todo eso–Él me miró burlón.

Toqué el vientre de Bella, no podía creerlo.

—¿Cuánto dices que tienes? Porque esto parece como si ya fueras a dar a luz–Exagere.

—Tiene dos semanas aproximadamente, no sabemos porque el crecimiento del feto es tan apresurado–Explicó Carlisle.

—¿Cómo es siquiera posible? ¿Al menos saben que es?–Preguntó Jacob.

—No estamos seguros, el ultrasonido no penetra el saco aniembrionico.

—Yo tampoco puedo verlo, y ya no veo el futuro de Bella...–Murmuró Alice.

—Hemos investigado leyendas pero no hay mucho que ver, solo sabemos que crece rápido y que es muy fuerte.

—¿Por qué no han hecho nada? Saquenselo de adentro–Se quejó Jacob. Tomé su mano para tranquilizarlo, funcionó.

—Esto no es asunto tuyo, perro.

—¡Rose!–La regañó Esme–Estas peleas dañan a Bella.

—El feto es el que daña a Bella–Corrigió Alice.

—¿Por qué no dicen lo que es? Bebé, él es solo un bebé.

—Es posible–Dijo Jasper. Me acerqué a Bella.

—Bella...

—Tay.

—¿Sabes lo que esto conlleva, cierto?–Ella asintió y se quitó una lágrima de la mejilla–en el mejor de los casos tendrás a un bebé saludable y lindo, porque buenos genes hay, pero en el peor de los casos...

—Lo sé.

—¿Aún así quieres tenerlo?

—Si.

—Jacob quiero hablar contigo–Pidió Edward, Jacob lo siguió.

Recibí un correo y lo abrí rápidamente al ver que era de la universidad, era una carta que decía que mi beca había sido aplazada, no sabía que eso era siquiera posible. Mire a los Cullen en busca de una respuesta, cuando ellos ni siquiera sabían porque me veía molesta.

[...]

—Vi que ya abriste el correo...

Mire a Edward confusa.

—¿De qué hablas?

—Yo fui el que mandé la solicitud, bueno, fui a hablar con la directora de la universidad.

—¿Es una broma, cierto?–Lo miré mal, él negó con la cabeza. Le dí un par de golpes, que al final sabía que no le dolerían, y cuando se me pasó pregunté–¡¿Por qué lo hiciste?!

—Bella te necesita, aún más de lo que me necesita a mi en este momento... descuida tienes tu lugar asegurado todavía.

—No tenías ningún derecho de hacerlo Edward.

—Lo sé, pero haré cualquier cosa para que ella se sienta cómoda en esto momento...–Se apoyó en la mesa de la cocina y suspiró cansado.

—¿Qué pasa? ¿Tú no quieres esto?–Él negó.

—No, no era mi plan, no sabía que aún pudiera embarazar a alguien todavía.–Acaricie un poco su espalda tratando de confortarlo.

—Sigo enojada por lo de la universidad, pero igual...–Murmure y él rio.

—Eres una buena amiga.

—Lo sé–Nos sonreímos el uno al otro.

Jacob llegó con nosotros y me miró de arriba a abajo.

—Creo que es hora de que me vaya...

—¿Por? ¿Qué pasó?–Pregunté confusa.

—Bella no...

—¿No desistió?–Cuestionó Edward.

—¿Desistir?–Lo miré–¿Desistir a qué?

—Al bebé...

—¿Mandaste a Jacob para hacer que Bella desistiera? Eres un cobarde Edward.

—Solo creí que a él lo escucharía más, son amigos... además, sabía que tu no te pondrías de mi lado.

—Perdón si prefiero que mi mejor amiga tomé su propia decisión, no pueden tomar decisiones por ella, ella ya decidió tenerlo, no importa lo que ustedes piensen.–Empecé a caminar a la sala, Jacob tomó mi brazo para detenerme pero me quité.

Lo siguiente que supe es que salió de la casa.

Me acerqué a Bella.

—Te ves muerta.–Ella rio.

—Podría estar peor.

—Parece como si la niña te estuviera quitando la vida.

—¿Crees que sea una niña?

—Estoy segura, si estuvieran de mejor humor todos, apostaría.

—Puedes apostar con Emmett, apuesto a que él no te diría que no.

—¿Qué puedes apostarle a un vampiro?

—Tal vez algún venado o algo–Ambas reímos.

—Además del embarazo, ¿qué tal estuvo la luna de miel?

—Estuvo bien, solo que Edward no quería estar... ya sabes.

—Lastima, con Alice empacamos un montón de lencería.

—Eso lo noté–Me miró mal–Pero igualmente las use, para intentar obtener algo de atención.

—¿Lo lograste?

—La última noche, tengo un esposo muy resistente.

—Es raro que lo nombres tu esposo, digo, apenas tenemos dieciocho años–Dije sintiéndome algo extraña con la palabra 'esposo'.

—Si, para mi también lo es a veces... pero ahora incluso voy a tener a su bebé.

—A su hija–Corregí.

—Yo creo que será niño–Acarició su vientre.

—No, estás equivocada amiga mía.

—¿Quién lo lleva cargando, tú o yo?

—¿Quién tiene mejores instintos, tú o yo?

—¿Cómo te ha ido a ti con Jacob?–Cambió el tema.

—Bien, algo así... ya que me dijeron que cambiaron la beca, podre quedarme más tiempo con él, lo que creo que le encantará, pero...

—¿Pero?

—Él se ha esforzado por mí, lo sé, pero después de todo, no sé si quiera estar con él.

—Sigues siendo su impronta, creo que la mejor opción sería ser su amiga, no su novia, quedarse juntos hasta que tu te sientas lista.

—¿Y si nunca me siento lista?

—No tienes que hacer nada, si bien recuerdo, las improntas no son necesariamente una pareja, pueden ser amigos.

Me tallé la cara con las manos, tratando de no frustrarme con el no saber que hacer. Creo que ser su amiga sería lo mejor, y si él quiere ser algo después, tendría que ganarse mi confianza y mi corazón.

Abracé a Bella como pude debido a su gran panza.

—Miranos, dos chicas de Phoenix que vinieron a Forks y ahora ambas tenemos problemas sobrenaturales–Dije.

—Si, tú con siendo la impronta de un chico que se convierte en lobo, y yo siendo la esposa embarazada moribunda de un vampiro.

Reímos.

—Reír de nuestros problemas ayuda–Admití.

—Sé que en serio querías ir a la universidad este año, pero estoy feliz de que te quedaras, así podrás conocer a mi hijo...

—Hija.

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