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Bella no había tropezado, gracias a Dios. La ceremonia había sido muy linda.

Ahora estábamos en la fiesta. El papá de Jacob había venido y también Seth Clearwater.

Me acerqué a saludar a ambos por respeto, y me quedé hablando con ellos un buen rato, eran muy interesantes a decir verdad.

Sentí la mirada de alguien sobre nosotros, igualmente la sintió el joven lobo, volteamos y nos encontramos con una de las primas de clan Cullen, lo veía como su él fuera el culpable de todos sus problemas.

Tocaba la hora del brindis, todos habían hecho el suyo, excepto por Edward y por mi. Emmett había sido hecho chistes en doble sentido, Jessica había hecho comentarios pasivo-agresivos, Charlie había amenzado a Edward "de broma", Alice regañó a Bella por no tener estilo, la mamá de Bella cantó, Esme dijo cosas muy lindas de Bella.

Siguió mi turno, estaba parada frente a todos, pero yo solo veía a mi mejor amiga.

—Bella, nos conocemos desde que eramos niñas, siempre estábamos juntas sin importar lo diferentes que fuéramos, eramos nosotros dos contra el mundo de cierta forma... Edward, no te conozco desde hace tanto, pero sé que eres un buen hombre, y se que te importa Bella más que nada, cosa que agradezco. Espero que sean muy felices sea como sea, y que puedan vivir juntos por muchos años–Hice referencia al hecho de que fueran vampiros, vi a ambos sonreír junto al resto de los Cullen–Recuerdo cuando llegué aquí, quería golpear a Edward por haber dejado a mi amiga tan destrozada, ahora todo eso queda como un borroso recuerdo, porque te conocí y descubrí el porqué está tan enamorada de ti. Eres perfecto para ella.

Sonreí y me acerqué a ambos novios mientras la gente aplaudía. Abracé a Bella con fuerza.

—Felicidades, señora Cullen–Susurré y ella rio. Después abracé a Edward.

[...]

Ahora todos bailaban y reían, yo había sacado a un nervioso Seth, era lindo verlo tan retaido porque era la primer chica con la que él bailaba. Y me pisó varias veces.

Después me senté de nuevo en mi mesa, pero no por mucho porque después corrí con papá.

—¿Me concede este baile, humilde hombre?–Hice una media reverencia.

—Lo que usted me pida–Ambos reímos y fuimos a la pista de baile, me sentía pequeña.

Empezamos a bailar con una canción lenta de fondo, él me dio una vuelta y yo reí de nuevo.

—Algún día estaré en una boda así, pero será la tuya... y yo tendré que dejar ir a mi niñita–Me abrazó y yo le acaricie el cabello.

—Papá, aún estoy aquí.

—Si, pero duele pensar que pronto no lo estarás, me duele.

—Si lo dices por la universidad...

—Ahí te perderé primero.

—No tienes que preocuparte, siempre seré tu hija.

Después de un poco más de baile, lo dejé ir a hablar con Billy Black y yo me acerqué a Edward, quien bebía solo.

—Señor Swan–Él rio.

—¿Si, señorita Black?

Arrugue la nariz ante el pensamiento.

—No me llames así, sabes que no hablamos.

—Lo sé...

—¿Donde está tu esposa? Quería sacarla a bailar.

—¿No pensarás en robarmela o sí?–Él bromeó.

—Mejor cuídala Cullen, porque tu y yo no somos amigos.

Reímos.

—Es broma, pero quiero sacarla a bailar igualmente–Sonreí.

—Ella está... con Jacob.

Mi sonrisa se borró.

Él está aquí.

—Supongo que estás escuchando los pensamientos de Jacob.

—Lo estoy.

—¿Qué piensa?

Él suspiró.

—Nada en especial.

—Eres un terrible mentiroso Cullen, pero lo tomaré porque no quiero enojarme hoy.–Se le borró la sonrisa, sabía que algo estaba mal con Jacob y Bella.

—Hay que ir.

Me tomó en sus brazos y corrió hasta allá.

Cuando me baje necesite unos minutos para recomponerme.

—Jacob, cálmate ¿Quieres?

—¿Perdiste la cabeza? La matarás.

Seth lo tomó por atrás.

—¡Vete de aquí Jake!–Ambos siguieron forcejeando.

—¡Jacob!–Grité yo y él paró para verme. Y como perrito regañado, dejó de luchar con Seth.

Otros amigos de Jacob y Sam aparecieron desde el bosque.

—Buena controlada Taylor–Me felicitó divertido uno de sus amigos.

Sonreí algo orgullosa, aunque realmente no había hecho nada especial.

—Jacob, no querrás hacer algo de lo que después te arrepientas.

—No te metas Sam.

—Déjalos ir.

—La matará.

—Eso ya no es tu problema.

Jacob volteó a ver hacia nuestra dirección, sentí que se paró a mirarme a mi con tristeza un poco más de tristeza y después se fue junto a los demás lobos.

Antes de que Seth se fuera, le di un abrazo, era como un hermano menor. Escuché a alguien gruñir, sabía quién era, pero poco me importaba.

Le sonreí a Seth y el sonrió de vuelta antes de irse con el resto de la manada.

—Vamonos Bella–Le dije y los tres nos fuimos de vuelta a la fiesta.

[...]

Era hora de que se fueran, había ayudado a Bella a escoger su segundo vestido para ir al aeropuerto y ahora estábamos todos juntos, aplaudiendo y lanzandoles arroz.

Bella abrazó a su mamá y yo abracé a Edward.

—Ahora eres como mi cuñada–Me susurró y yo reí.

—Adiós Cullen.

Con Alice dejamos la maleta especial de Bella en la camioneta, nos habíamos encargado de poner ropa extra especial, que estaba segura que me mataría si supiera que metí, pero en mi defensa, la mayoría la compró Alice.

El auto se alejó poco a poco, y todos nos despediamos.

—No, no voy a llorar–Susurré.

—¿Por? Es normal–Me dijo Emmett.

—No quiero que se me corra el rimel–Me quejé y él se burló de mi, después gritó a todos los invitados.

—¡Qué siga la fiesta!

[...]

Estaba recogiendo mis cosas, no podía creer que Bella ya estuviera casada con su vampiro, su alma gemela.

Sonreí orgullosa.

Tomé mis llaves, me despedí de todos antes de salir, estaba chispeando afuera, pero nada tan malo. Metí mis cosas a mi cajuela junto con unas cosas que tendría que darle a Bella cuando volviera.

Estaba por encender el auto cuando sentí una mirada. Mire por mi retrovisor y lo vi a él, la camisa blanca se pegaba a su cuerpo por la lluvia, y su cabello también.

Supe que quería que saliera.

Pero esperé a que él viniera a mi, y así lo hizo.

Tocó en mi ventanilla y se agachó un poco para hablarme.

—Lo siento...

Esta vez sonaba más sincero, se veía desamparado.

—¿Lo dices solo porque Bella se casó y no tienes la más mínima posibilidad con ella?–Tenía que preguntar.

—No, en serio lo siento Taylor, yo... quiero que sigas siendo mi impronta, me equivoqué.

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