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Estábamos en el bosque, donde serían los entrenamientos, me burlaba cada que Jasper tiraba a Emmett y este se levantaba como si nada.

—¡Otra vez!–Gritó el grandote y se levantó.

Ya tenía como iba a ayudar, me dispuse a hacerles unos trajes para pelear contra los neófitos, tenía mi libreta y mi pluma, observando cada movimiento de sus cuerpos al pelear, su velocidad, necesitaría algo con lo que fueran capaces de pelear, y que al mismo tiempo se viera increíble.

Llegó la camioneta de Edward. Una jeep, de ella se bajaron Bella y Edward juntos.

Nos juntamos todos, solo faltaban los lobos.

En una montaña que estaba frente a nosotros aparecieron los lobos, bajaron algunos, y otros se quedaron atrás.

—No tienen la confianza para mostrarse en forma humana–Informó Edward.

—Vinieron, es lo que importa–Dijo Carlisle.–¿Puedes traducir?

El lobo Jacob se acercó a mí y me acarició con su cabeza, no importa lo enojada que estuviera con él, su lobo era adorable.

—Bienvenidos, Jasper tiene experiencia con neófitos nos dirá como vencerlos.

—Quieren saber porque son diferentes los neófitos.

—Son mucho más fuertes que nosotros porque aún hay sangre humana en sus tejidos. Los nuestros siempre serán más poderosos en los primeros meses de vida.

—Carslile tiene razón–Dijo Jasper–Por eso son creados, un ejército de neófitos no necesita tantos como un ejército humano, y no hay ejército humano que pueda contra ellos. Las dos cosas más importantes para recordar son, primero, no permitan que los rodeen con sus brazos, los aplastarán. Segundo, no vayan a intentar las maniobras conocidas, las estarán esperando, y ustedes perderán... ¡Emmett!

Se fueron hacia atrás de nosotros para hacer una demostración para los lobos.

—No te contengas.

—Esa es mi naturaleza.

Emmett corrió hacia él, lo atacó, pero al final cayó, tratando de solo usar si fuerza y no técnicas, a contrario de Jasper.

—No pierdas la concentración.

Siguieron pasando parejas de vampiros; Carlisle y Edward, ganó Carlisle cuando Edward se distrajo. Jasper y Rosalie, ganó Rosalie. Y por último, Jasper y Alice, al final terminó ganando Alice.

Después de un rato el primer entrenamiento terminó y Jacob se me acercó.

Siguió oliendo y empujándome ligeramente con su cabeza cada que podía, intentando mostrar afecto sin palabras.

Lo acaricie un poco.

—Sigo enojada... pero eres muy suave.

Juro que vi al lobo sonreír.

[...]

—Me quedaré en casa de los Cullen, ellos no estarán, solo Edward y yo.

Sonreí por el teléfono, aunque sabía que ella no me veía.

—¿Quieres que te ayude a empacar para tu pijamada con el vampiro?

—No, creo que estaré bien.

—Dime que llevas.

—Mi ropa normal...

—Iré a tu casa, espérame ahí.

De una caja que me había dado mi papá saque algo para Bella y lo guardé en mi bolsillo.

Tome mis llaves y fui a casa de Bella después de avisarle a papá.

Conduje hasta su casa y llegue en pocos minutos, me baje y camine hacia la entrada, cuando me abrió corrimos escaleras arriba.

—¿Qué me podría poner? Digo, no es como que tenga que pasar algo...

—Pero puede, y mujer precavida vale por cinco hombres–Busque entre su ropa.

—Así no va el dicho.

—Eso no importa Bella.

Empecé a sacar sus mejores conjuntos, faldas, blusas, pantalones.

Intente no dejarla tan descubierta, igual hacia frío, entonces no la mataría del frío para que se viera bien para un hombre.

Le separé dos o tres conjuntos, era para que se los llevara y ella escogiera ya estando ahí.

—No quiero preguntar, pero ¿no llevas ropa interior de abuela, cierto?

—N-No... solo la normal.

—Bueno, no pienso revisar, entonces rezaré para que se vea aunque sea un poco sexy.

—Tus dibujos son muy buenos, ¿son para los trajes de la pelea?–Ella hojeaba mi libreta de bocetos.

—Si, quiero representarlos a todos con algo especial.

—¿Es por eso que el de Alice es tan colorido?

—Obvio, es como el traje de un hada, un hada de la moda. Incluso la espalda tiene la silueta de unas alas, además note lo rápida que puede ser, por lo que encontré una tela que se estire aún más que las demás.

—Es perfecto para ella, le va a encantar... Supongo que este es de Carlisle.

—Así es, quise hacer algo que representara sus ganas de ayudar a la gente, hice algo blanco, líneas azules y una serpiente, representando la naturaleza de su profesión–Sonreí.

Termine de empacar sus cosas y saque algo de mi bolsillo.

—Toma, uno nunca sabe.

Ella miró el empaque y se sonrojó, tratando de no mirarme a los ojos.

—No creo que Edward pueda embarazarme.

—No sabes, recuerda...

—Mujer precavida vale por cinco hombres, lo sé.

Hice como si me secará las lágrimas falsas.

—Mi bebé ya está creciendo–Ella se burló de mi y nos abrazamos.

[...]

Estaba ocupada cosiendo los trajes, tanto que ni siquiera note cuando el chico sin camisa entró a mi habitación.

Él me tocó el hombro y yo me sobresalté, cayendo de mi silla.

Él se rio de mí y luego me ayudo a levantarme.

—¡¿Tú que haces aquí?!–Le susurré sobresaltada, papá seguía en la casa.

—¿Taylor, esta todo bien?–Se escuchó la voz de papá.

—Todo bien papá, solo se me cayó algo.

Mientras hablaba con mi papá, Jacob empezó a pasar sus manos por la tela de la prenda que cosía, era el traje para Rosalie, una tela rosa palo.

—Supongo que esto es para los chupasangre.

—Lo es–Me cruce de brazos.

—¿No piensas hacer algo así para mi, princesa?–Él me miró de lado, como si estuviera probandome.

—Cuando tu lobo venga a que le haga sus medidas, claro que lo haré–Le dije sarcástica.

—Yo quisiera tener una capa para mi lobo.

—Eso no pasará.

Él rio.

—Ni siquiera porque estamos unidos...

—¿Lo estamos? No creo que pensaras en eso cuando besaste a Bella.–Él suspiro frustrado y se pasó la mano por la cara, cansado.

Yo soy la que debería estar cansada, no él.

—¿No lo olvidarás jamás, cierto?

—Besaste a mi mejor amiga, ¿Crees que se me olvidaría tan fácil?

—Necesito estar contigo, aún duele cuando nos separamos, no puedes fingir que no duele.

—Nunca dije que no lo hiciera, dije que me dolía más el estar contigo, entonces no lo haré.

—Sabes que mi lobo...

—Me necesita, lo sé, me lo llevas diciendo desde el inició–Empecé a caminar, acorralandoló en la ventana–¿pero nunca se te ocurrió que me estás lastimando? ¿Qué yo no deseaba esto, que yo quisiera enamorarme de alguien más? Alguien que no besara a mis amigas, y que intentará comprarme con regalos.

—No fue un intento de comprarte...–Dijo entre dientes.

—Mandaste a alguien más Jacob, ni siquiera tuviste la valentía de venir tu mismo.

—Estaba en una revisión de la casa de Bella, no quiero que se lastime.

—Al no querer que se lastime ella, terminas lastimandome a mi, Jacob.

Él me miró a los ojos, yo lo miré de vuelta, sin importar la diferencia de altura.

Él se volteó y salió por la ventana tan rápido que cuando llegó.

Suspire frustrada y me senté a seguir cociendo los diseños, no importa si me tuviera que quedar toda la noche haciendo los estúpidos trajes, ayudaría.

Me di cuenta y cerré la ventana con llave.

Mire hacia el cielo nocturno, era de esos extraños días donde no llovía, aunque al ver las lluvias notaba el como el cielo aún quería soltar algunas gotas.

Él no entraría aquí por un buen rato, no sabía que pasaría en los siguientes días, por primera vez en mi vida, pero sabía una cosa.

Jacob Black tendría que ganarse mi confianza de nuevo.

Si es que alguna vez la tuvo.

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