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Vi a Bella salir de la escuela y me acerqué a ella.

-Hola Bella.

-Taylor... ¿Qué haces aquí? Pensé que no tenías escuela.

-No la tengo, volveré a la escuela el semestre próximo, pero quería estar contigo, podríamos ir de compras o tal vez ir a tu casa y comer algo, o tal vez te podría llevar a mi casa para que vieras mis nuevos bocetos, son hermosos-Sonreí.-Me ha estado doliendo el pecho un poco estos últimos días, entonces quiero distraerme...

Era cierto, sentía un dolor en el pecho extraño, como si algo me faltara, como si tuviera un enorme hueco en el.

-En realidad... quisiera ir a saltar al lago.

Alcé una ceja. Eso no sonaba muy "Bella" que digamos.

-¿Qué?

-Si, es algo que hacen los chicos de la reserva, saltar a el lago por un acantilado.

-¿Cómo por qué querrías hacer eso?

-Diversión...-Sabía que mentía.

-Si quieres podemos ir a mi casa por trajes de baño para saltar.

-No, así estoy bien, tengo prisa en realidad...

La miré mal.

-No vas a saltar con tu ropa puesta ¿o si? Vas a arruinarla.

-La ropa no me importa tanto como a ti Taylor.

-Eso es obvio-Rodé los ojos-Pero igual, además, podrías lastimarte, ¿qué tan alta es esa caída?

-Mira, ven conmigo.

-¿Vamos en mi carro?

-¿Por qué no en el mío?

-No te ofendas... pero no me gusta para nada el tuyo.

Ella rió.

-Eso era algo un poco obvio...

-Ven, vamos al mio-La tome de la mano y la arrastre hasta mi auto, un Ford Mustang color blanco.

Abrí el auto y ella a regañadientes entró en el.

-¿Quieres música para que quites tu cara de perro regañado?-Le pregunté.

-No, solo... conduce.

-Dame las indicaciones-Prendí el auto y empecé a manejar.

Aún no conocía este lugar del todo, pero me estaba empezando a acostumbrar a el, algunas calles me resultaban algo conocidas, a pesar de solo llevar unos cuantos días aquí, pero el segundo día me la pase investigando la ciudad.

Muchos de los habitantes no nos querían a mi padre y a mi, pero poco nos importó. Decían que era raro que fuera adoptada, y que papá no tuviera esposa, además de que el simple hecho de que yo no fuera estadounidense les molestaba.

Gente de mente cerrada, ¿qué puedo decir?

Unos veinte minutos después llegamos a una carretera.

-Ese es el acantilado.

Hasta me acerqué porque no podía ver el lago, era enorme la caída, si lo hacías mal podrías hasta morir.

Miré a Bella, antes de seguir conduciendo, golpeteando el volante con mis dedos, haciendo una distraída melodía.

-¿Estás segura de esto Bella? Se ve peligroso y alto desde acá...

-Estoy muy segura Taylor.

Suspiro y sigo manejando, Bella era sobre todas las cosas, una cabeza dura, no podrías quitarle una idea fácilmente de la cabeza. Lo sabía, nos conocemos desde que teníamos siete, y no podríamos ser más diferentes.

Pocos minutos después llegamos a donde ya no puede pasar mi auto.

Salimos de el.

-¿Podrías... esperar aquí un momento? Por favor.

-¿Qué? No, dijimos que vendíamos juntas.

-Si, pero necesito encontrar el camino antes, te juro que vendré por ti cuando lo encuentre.

-Bella...

-¿Si?

-¿Por qué mientes?

Ella suspira nerviosa y empieza a morderse el labio, lo que siempre hace cuando está nerviosa.

-Y-Yo...

-¿Quieres estar sola por algo?

Ella asiente con la cabeza.

-Solo... ten mucho cuidado, conducire a la playa y te esperaré ahí, ¿okay?

-S-Si... gracias Taylor.

Yo sonrió y ella empieza a caminar por el bosque, la pierdo de vista pocos segundos después.

Me inclino sobre mi auto, esperando por ella, sabía que quería estar sola, pero el lanzarse por ahí era peligroso... tal vez quería "ver" a Edward, tal y como y me había dicho antes que hacía, que se ponía en peligro solo para verlo.

Entre a mi auto y empecé a conducir hacia la playa, pero en un momento en la carretera me tope con algo enorme, café, no logré distinguirlo, pero parecia un lobo gigante, tan grande como un oso, incluso más, de inmediato sentí algo en el pecho, pero era diferente a lo que habia sentido antes, como si tuviera que estar con él, como si tuviera que salir a abrazar a ese enorme animal.

Lo miré a los ojos y me devolvió la mirada, pero luego sacudió la cabeza y se fue corriendo.

Quise salir, pero sabía que no debía.

Otra vez sentí un hueco en mi pecho. Tenía ganas de llorar, pero no sabía porqué.

Tosí un poco y continúe manejando, aparque cerca de la playa.

Me quite los zapatos para no arruinarlos por la arena y me quede cerca del agua, era una linda playa, me había gustado.

Pasaron varios minutos, y pude ver una pequeña figura a la distancia saltando del acantilado, sabía que era Bella.

Espere, pero solo no salía del agua.

Me acerqué más, nada.

Espere pocos minutos más cuando vi otra figura saltando.

Después de un tiempo vi a Jacob sacando a Bella del agua.

-Mierda...-Me acerqué corriendo y lo ayude como pude, note que él evitaba mirarme, como si yo fuera la plaga, y también note como mi corazón latía más rápido cuando estaba él cerca, y no sabía porqué.

Él no llevaba camisa, solo un par de shorts de mezclilla desgastados, su cabello estaba revuelto y mojado, por obvias razones.

-Bella, Bella, por favor-Empecé a murmurar.

-Bella por favor, ¿puedes oírme?-Ella empezó a despertar, Jacob acaricio su cara y sentí una punzada en mi pecho.

-¿Jake? ¿Taylor?

Jacob la tomó para sentarla en la arena/piedras.

-¿En qué estabas pensando?-Cuestionó él.

-Solamente quería ver algo...

-Edward.

Ella me volteó a ver.

-Y-Yo...

-Solo... hay que ir a tu casa, necesitas ropa limpia y un chocolate caliente.

-Voy a casa de Harry, a ver como ayudamos-Dijo un chico a la distancia, que solo llevaba shorts, igual que Jacob, ¿es una secta o qué?

-¿Qué pasó?-Le preguntó Bella a Jacob.

-Harry Clearwater tuvo un infarto. Charlie y mi papá están con su familia.

-¿Él está bien...?-Me atreví a preguntar, él por fin me miró a los ojos, y sentí una calida sensación inundarme, traté de no sonreír.

-É-Él falleció...-Estaba segura de qué él también lo había sentido, no había forma de que no, me miraba con ojos llenos de cariño, tristeza y enojo.-Vamos a la casa de Bella...

Él se encargó de cargar a Bella, y la llevamos hasta mi auto, ellos se sentaron en la parte de atrás mientras que yo conducía.

Prendí la calefacción para Bella, pero igual note como Jacob le susurraba algo y ella se acurrucaba junto a él. Los miré por el retrovisor, y note la mirada de Jacob sobre mi, me dolía, él lo sabía, y podía ver como él tenía sus puños apretados, como para evitar algo.

Suspire frustrada y seguí conduciendo, ni siquiera me importaba que Bella estuviera mojando mis asientos, sentía unas ganas de hacernos chocar, inmensas en este momento.

[...]

Llegamos a la casa de Bella y me baje del auto, ellos siguieron conversando, muy de cerca, suspire enojada, ni siquiera sabía que demonios me pasaba.

Camine hacia la entrada y abrí la puerta.

Se me aproximó una chica de pelo corto, buen estilo y ojos amarillos.

-Tú no eres Bella...

-¿Quién demonios eres tú?

-¡¿Dónde está ella?!-Exigió saber.

-Afuera.

-¿Qué?

-Esta afuera con...-Sentí una leve descarga de rabia corriendo por mi espalda.-Jacob...

-No está... ¿muerta?

-¡¿Qué?! ¿Por qué pensarías eso? ¿Quién eres?

-Alice Cullen...

-¿Tú eres la hermana del imbécil que le rompió el corazón a mi mejor amiga?

-Algo así... Necesito hablar con Bella.

-¿Por qué creías que ella estaba muerta?-Cuestione mientras me acercaba más a ella.

-Yo...

Bella entró pocos segundos después a la casa. Y abrazó a Alice en cuanto la vio.

-¡Alice!

-Bella...-Ella se separó de su abrazo.

-Lo siento, es que... no puedo creer que estés aquí.

-¿Quieres explicarme como es que sigues viva?

-¿Qué?

Alice volteó a verme, como si evitará decir algo por el hecho de yo estar aquí.

-Ella es de confianza.

-¿Segura?

-Claro.-Alice suspiró, no del todo segura de decir lo siguiente.

-Tuve una visión. Saltaste de un precipicio, ¿por qué estás tratando de matarte? ¿Qué pasaría con Charlie?

-No trataba de suicidarme Alice... era un clavado.

-Okey, pero ¡¿vamos a ignorar el hecho de que dijo que tuvo una visión?!-Dije yo sorprendida.-¿Qué mierda está pasando aqui?

Ambas se miran y después a mi.

-Los Cullen son... vampiros.

Solté una carcajada. Ambas me miraron como si no entendieran porque reía, ahí me puse seria.

-No es cierto... ¿verdad?

-Y Jacob es un lobo.

-¿Ceniciento? ¿Un lobo? No creo que...-Recordé a el lobo del camino, como nos miramos a los ojos y como sentí la necesidad de estar con él... igual que como me sentía con Jacob-Mierda...

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