Terminaba de arreglar el vestido con unas flores que me habían dejado antes, la modelo se comportaba bien, no se movía al menos.m

Ajuste unos listones sueltos y ya estuvo lista, salió a la pasarela y a mi me ayudaron a levantarme del suelo, a pesar de que no necesitaba ayuda.

—No deberías agacharte así–Mire a Jake, quien me veía con los brazos cruzados desde la puerta del lugar.

—Era necesario, no dejaría salir a la pasarela algo mediocre–Me justifique y el se acercó a mi. Me abrazo por la cintura y pegó nuestras frentes, bajándose para quedar a mi nivel.

—Para eso tienes a tu asistente, las embarazadas no deben de hacer ese esfuerzo.–Bufé.

—Seis meses no es nada–Asegure, a pesar de que si era algo, ya sabíamos el sexo del bebé, incluso había estado teniendo que utilizar ropa de maternidad para esto.

—Claro que lo es, no pelees más y ven, que hay personas aquí que quieren verte.

—Si son los inversionistas otra vez, diles que...–Tomó mi mano con delicadeza y empezamos a caminar.

—No son los inversionistas, te lo prometo.

—Bueno, si son tus amigos de la universidad...

—Solo sígueme, el embarazo te hizo más testaruda de lo que eras.

—Hay por favor, me amas y lo sabes.

—Con todo mi lobuno corazón.–Sonreí y lo dejé guiarme sin volver a quejarme. Ahí es cuando vi a una chica que estaba de espaldas, a pesar de ser ahora una adulta, la reconocería en cualquier parte.

—¡Renesmee!–Ella se dio la vuelta, era muy parecida a Bella, me sorprendía. Ella corrió hacia mi y me abrazo, justo como la última vez que nos vimos. La apreté con fuerza.

Mire detrás de ella, los Cullen, mi papá y su novio y Magnolia, Leah y Seth. Todos estaban aquí para mi primer show de pasarela después de graduada. Solté a Renesmee y abracé a mi papá y a su novio, quienes me traían unas flores para celebrar lo de mi desfile. Papá miró a Jake con algo de recelo, aún no le agradaba la idea de que no estuviéramos casados y que aún así yo fuera a tener a la bebé. Jake actuó como si su mirada no le diera miedo, aunque todos sabíamos que si.

Solté algunas lágrimas de felicidad.

—Oh no, no llores, debes verte perfecta hoy–Alice empezó a abanicarme en los ojos para evitar que llorara y se estropeara mi meticuloso maquillaje del día. Reí y la abrace.

—Te extrañe, hadita.

—Ahora tú eres la embarazada–Notó Bella.

—Si, espero que no salga tan mal como tú embarazo–Bromeé. Ella sonrió.

—Todo saldrá bien.

—No es que no los quiera aquí, pero ¿qué hacen aquí?–Ellos se miraron cómplices, como si fueran parte de un plan más grande que yo, mire a Jacob por explicaciones, pero no estaba a mi lado.–¿Y mi lobo?

—Tu perro, está muy feliz por ti, y nos pidió que viniéramos–Explicó Rosalie, quien estaba abrazada a Emmett.

—¿Saben que no es bueno preocupar a una embarazada?

—Tampoco es bueno que una embarazada esté dirigiendo un desfile de modas–Agregó Edward, lo mire mal.

—Touché. Díganme dónde está antes de que esto se ponga feo–Puse mi mano sobre mi estómago.

—¿Qué nos va a hacer una mujer embarazada?–Me retó Emmett.

—No querrás saberlo.

—Tranquila hermosa, estoy aquí–Mire hacia atrás, ahí estaba él, hincado frente a mi con un gran anillo de diamante que estaba segura de que Alice le había ayudado a escoger. Lo mire tan sorprendida que casi me caigo, no podía creer que el me estuviera pidiendo matrimonio.–¿Entonces...? ¿Esa cara es un si o un no?

—Lo tendré que pensar...–El me miró como perrito regañado y sonreí–Claro que me casaré contigo Ceniciento–Volvió a ser feliz, se levantó, puso el anillo en mi dedo y me dio vueltas en el aire. A nuestro alrededor empezaron a aplaudir.

—¡Ya quiero ser tío!–Dijo Emmett, todos lo miramos.

—No eres mi hermano, gigantón.

—No digas eso que lloro–Reímos. Mi cuento de hadas, todo era perfecto junto a mi Ceniciento.

Y vivieron felices para siempre.

O al menos hasta que la bebé naciera y nos quitara las horas de sueño, la tranquilidad y... ¿recuerdenme por qué quería tener hijos? 

Miré la sonrisa de Jake, quién estaba siendo felicitado por Seth y recordé porqué.

Porque haría cualquier cosa por él.

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