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🔥8🔥

SeokJin miró su reflejo en el espejo mientras terminaba de arreglarse. Había pasado gran parte de la noche pensando en Ken, en la forma en que le sonreía y lo miraba con ese brillo en los ojos. No podía negar que se sentía atraído por él, sin embargo, una parte de sí mismo se negaba a entregarse completamente...

-¿Ya estás listo?-preguntó Yoonwoo con emoción, asomándose al cuarto de baño donde SeokJin se encontraba arreglándose.

-Yoonwoo...-llamó su atención, sin llegar a despegar su mirada del espejo-. ¿Realmente hice bien en aceptar?

-¡Por supuesto! ¡Ya era hora de que salieras con un Alfa apuesto!-exclamó, provocando una sonrisa en el rostro de SeokJin.

-Lo admito, es muy apuesto...

-¡Lo es! Es por eso que no puedes dejar pasar está oportunidad. De ser así, ¿Puedo quedarmelo yo?

-Ja, ja, Yoonwoo...-le dijo en tono suspensivo, causando una sonrisa juguetona en el mencionado.

-Bien, bien. Es broma. Pero sí quieres no...

-Creí que ya estabas saliendo con un Alfa...

-Lo hacía, pero era demasiado intenso y sabes que esas cosas no me gustan. Ni siquiera pasaba un día entero cuando no dejaba de mandarme mensajes de buenos días, buenas noches y de que es lo que hacía.

-¡Yoonwoo, eso es lo que hace un Alfa verdaderamente interesado!-se dirigió abruptamente hacia su amigo.

-Lo sé, lo sé. Pero no me gusta que me abrumen y lo sabes...

SeokJin rodó los ojos. Conocía perfectamente a Yoonwoo, más de lo que él mismo se conocía.

-Bien. Sólo te advierto que no puedes ir por la vida sin saber que es lo que quieres exactamente.

-¡Por supuesto que sé que es lo que quiero! Quiero un Alfa apuesto como Chris Hemsworth, millonario, romántico, y que duré más de cinco minutos en la cama-confesó, provocando una carcajada en el rubio.

-Pides demasiado, Yoonwoo. Es por eso que sigues soltero.

-¡Ey!-exclamó indignado.

De pronto, el teléfono de SeokJin vibró con un mensaje de Ken, anunciando que ya estaba abajo esperándolo. Al leer el mensaje de inmediato intió un ligero cosquilleo en el estómago.

-Es hora de irme.-le avisó, al mismo tiempo que acomodaba su chaqueta de mezclilla.

-De acuerdo. ¡Procura llegar por la madrugada, diviértete por esta noche!

-Por supuesto que no, sólo iremos a cenar.

-Sí, ajá. Por si las dudas puse preservativos en los bolsillos de tu pantalón-le dijo con picardía.

-¡Yoonwoo!-exclamó SeokJin avergonzado, para después comprobar lo que le decía Yoonwoo. Con pena sacó los sobres de su bolsillo para después lanzarlos-. Será una cita sana, de no ser así, no me volverá a ver en su vida...

-Aburridoooo...-expresó el contrario, al mismo tiempo que se tiraba sobre el sofá.

SeokJin sólo rodó sus ojos con ligera irritación ante la actitud de su amigo. Sin embargo no estaba molesto, amaba a su amigo, aún si era demasiado irritable...

Bajó y al llegar al exterior del edificio, lo encontró apoyado contra un auto lujoso, uno de esos modelos que solo se veía en películas o en revistas.

-¿Este... es tu coche? -preguntó, sorprendido.

Ken sonrió con diversión mientras le abría la puerta del copiloto.

-Sí. ¿Te gusta?

-Definitivamente no es lo que esperaba -admitió, acomodándose en el asiento, mientras observaba con incredulidad el interior del vehículo.

Ken arrancó el motor y, mientras avanzaban por la carretera, SeokJin no pudo contener su curiosidad.

-¿A qué te dedicas?-le preguntó, a lo que el pelinegro tardó unos segundos en responder, como si estuviera eligiendo cuidadosamente sus palabras.

-Trabajo en una empresa prestigiosa -dijo finalmente-. Tengo un buen puesto ahí.

SeokJin arqueó una ceja.

-Eso suena demasiado vago. ¿Qué tipo de empresa?-insistió. Ken soltó una risa baja y le lanzó una mirada juguetona.

-Digamos que manejo inversiones y estrategias para clientes importantes. Es aburrido, pero la paga es buena...

Esta vez SeokJin no insistió más, tenía más preguntas, pero las guardaría para después, ya que no quería inundar al pelinegro de preguntas...

El trayecto los llevó a un restaurante exclusivo, el tipo de lugar donde las mesas estaban impecablemente decoradas y los meseros vestían con elegancia. SeokJin sintió una punzada de incomodidad al ver la sofisticación del lugar. Definitivamente no estaba vestido para la ocasión.

-Este sitio es demasiado lujoso -murmuró en voz baja, mientras juzgaba su atuendo y se maldecía por no haberse esforzado más en su imagen. Por otro lado, Ken sonrió con suavidad mientras le indicaba a un mesero que los guiara a su mesa.

-No te preocupes por eso. Solo quiero que disfrutes la noche...-le tranquilizó con una dulce mirada, lo cual funcionó.

Se sentaron en una mesa con vista panorámica de la ciudad. Las luces titilaban en la distancia, creando una atmósfera romántica e íntima. Cuando el mesero les entregó el menú, SeokJin casi se atragantó al ver los precios.

-Esto cuesta más que mi alquiler -susurró, inclinándose hacia Ken, provocando que Ken soltara una carcajada baja.

-Si quieres, puedo pedir por ti.

-No, no, puedo hacerlo -dijo rápidamente, sin querer parecer inexperto-. Solo... ¿qué recomiendas?

-El filete es excelente. Y si te gusta el vino, tienen una colección impresionante.

-Por ahora no quiero tomar vino, así que... probaré el filete.

Ken asintió y pidió por ambos. Cuando el mesero se retiró, SeokJin se removió en su asiento, sintiéndose un poco fuera de lugar.

-¿Vienes seguido a este tipo de restaurantes?-le preguntó mientras recorría el lugar con su mirada, impresionándose con cada detalle que observaba.

Ken bebió un sorbo de agua antes de responder.-Sí, por trabajo. A veces tengo que cenar con clientes importantes. Pero nunca había venido con alguien con quien realmente quisiera estar...-confesó, mirando directamente a SeokJin a los ojos. Mostrándose sincero y transparente ante lo que sus palabras decían.

SeokJin sintió su estómago revolverse ante esas palabras, así que no pudo evitar preguntar...-¿Siempre dices cosas así?

El pelinegro levantó una ceja, divertido-¿Así cómo?

-Así... tan románticas... ¿Siempre alagas así a los Omegas que invitas a cenar?

Ken se inclinó un poco sobre la mesa.

-Solo cuando es verdad-le guiñó. SeokJin apartó la mirada de inmediato, sintiendo como su rostro comenzaba a calentarse.

-Deberías dejar de decir esas cosas-le dijo con un tono hostil, al mismo tiempo en que se cruzaba de brazos.

-¿Por qué?-inquirió Ken con curiosidad.

-Porque... -SeokJin se quedó en silencio, sin saber cómo responder, no fue hasta que en medio del silencio se armó de valor y comenzó a reclamarle-. Porque no tienes que mentir. Si este teatro es solamente para ilusionarme y llevarme a la cama no tienes que hacer todo esto, ¿Sabes?-lo encaró.

-¿Por qué crees que haría algo así?-le preguntó, manteniendo una expresión neutral en su rostro.

-N-no lo sé, puede ser porque te dije que no me involucraba de ninguna manera con los clientes y como lastimé tu ego, ahora estás aquí vengándote; ilusionándome para luego romperme el corazón y no volver a saber más de ti...-sintió como su voz se iba desvaneciendo, hasta el punto de quedar en completo silencio.

Ken sonrió de lado, claramente disfrutando de la reacción de SeokJin.

-Si no quieres que lo diga, entonces no lo haré. Pero decir que hago todo esto para llevarte a la cama como venganza por herir mi ego, es un golpe bajo...-le respondió con un tono de voz cálido-. Sinceramente no sé por lo que hayas tenido que pasar. Lamento que alguien te haya herido de esa manera, SeokJin. Pero quiero aclararte que no me interesa tu pasado, los errores que cometiste o el tipo de persona que eras, lo único que me importa es quién eres realmente justo ahora... ¿Qué te gusta? ¿Qué te emociona? ¿A qué temes? ¿Cómo... puedo hacerte feliz?

Aquellas palabras dejaron conmocionado al Omega. Sin saber que decir o que pensar...

Antes de que SeokJin pudiera responder, el mesero regresó con los platos. El aroma del filete hizo que olvidara por un momento la conversación y se concentrara en la comida.

-Dime si te gusta -dijo Ken, observándolo con interés.

SeokJin cortó un trozo con desconfianza, mientras trataba de procesar aquellas palabras que le había dicho Ken con anterioridad; lo llevó a su boca y en cuanto lo probó, sus ojos se abrieron con sorpresa.

-¡Esto está... increíble!-admitió, deleitándose con el delicioso sabor de la carne.

Ken sonrió, satisfecho mientras lo observaba comer-. Sabía que te gustaría-le sonrió, para después comenzar a comer.

Comieron en silencio por un rato, disfrutando de la comida. De vez en cuando, sus miradas se encontraban, y cada vez que sucedía, SeokJin sentía esa chispa de tensión entre ellos.

Cuando llegó el postre, Ken apoyó los codos sobre la mesa y lo miró fijamente.

-Dime algo a lo que temías de niño.

SeokJin parpadeó desconcertado-¿Por qué?

-Te lo dije, quiero conocerte más...

SeokJin jugueteó con su cuchara, pensativo. Desconfiaba de esa pregunta, sin embargo, no pudo evitar preguntarse lo mismo.

-Cuando era niño, tenía miedo de la oscuridad. No podía dormir sin una luz encendida-confesó.

Ken sonrió, sintiéndo ternura al imaginarse al rubio de pequeño-Eso es tierno. ¿Y ahora?

-Aún me incomoda un poco, pero ya no tanto.

Ken asintió lentamente, para luego comenzar a jugar con su copa de vino-Yo solía tener miedo de decepcionar a las personas. Crecí rodeado de expectativas, así que... fue una carga demasiado grande para un pequeño...

SeokJin lo miró con atención, sintiéndo empatía por el pelinegro-¿Aún... te sientes así?

Ken sostuvo su mirada antes de responder.-Sí, todo el tiempo... a excepción de este instante... -le regaló una leve sonrisa-. Yo sé que es un restaurante muy elegante y que puede ser incómodo estar a la vista de personas que creen que están mejor vestidas, sin embargo, nunca en mi vida me había sentido tan desinteresado ante las miradas. Por primera vez no me importa lo que digan, porque estoy con el Omega más hermoso del planeta...

SeokJin sintió que su corazón se detenía por un segundo. No sabía cómo responder a eso, así que simplemente bebió un sorbo de agua, tratando de calmarse. Y Ken tampoco lo presionó para recibir alguna respuesta, solamente buscaba hacerle saber lo especial que era para él aquel momento...

Cuando terminaron de cenar, Ken pagó la cuenta sin siquiera mirar el total. SeokJin sintió una opresión en su pecho, ya que él si había observado el total de reojo. Sintió que le iba a dar un infarto...

-Espero que te haya gustado la cena -le dijo Ken mientras salían del restaurante.

-Lo hice... -admitió SeokJin en voz baja.

Ken sonrió y extendió una mano-Ven, que aún no ha terminado la noche...

-¿Hablas en serio?

-¿Realmente creíste que solamente te invitaría a cenar? ¡Por supuesto que no!-le hizo saber, manteniéndose entusiasmado.

Cuando salieron del restaurante, el aire nocturno los envolvió con una brisa fresca y ligera. SeokJin se abrazó a sí mismo instintivamente debido al cambio tan brusco de temperatura; fue así que Ken, sin decir una palabra, se quitó la chaqueta y la colocó sobre sus hombros.

-No tienes que hacer eso -murmuró SeokJin, sintiendo como el calor residual de Ken en la prenda lo calentaba poco a poco.

-No quiero que tengas frío -respondió Ken con naturalidad.

SeokJin bajó la mirada y, en lugar de devolver la chaqueta, se la acomodó mejor para deleitarse con aquel embriagador aroma a vino tinto y chocolate amargo que parecía nublarle sus sentidos...

Caminaron juntos hasta el auto de Ken, y antes de entrar, SeokJin observó la ciudad iluminada a su alrededor. La velada había sido más intensa de lo que esperaba. Ken era persistente, pero no agobiante. Directo, pero no invasivo. Y eso era lo que más lo desconcertaba...

-¿A dónde vamos ahora? -preguntó SeokJin una vez que estuvieron dentro del auto.

Ken arrancó el motor y le lanzó una mirada cómplice.

-Es una sorpresa.

El Omega lo miró con desconfianza, pero no insistió, tal vez Ken no quería secuestrarlo realmente.

Tal vez, sólo tal vez, era una cita de verdad...

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