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06

Después de un año de amistad con Namjoon, decidió invitarlo a su casa para hacer tareas juntos, aunque el pelinegro iba un año delante.

El rubio estaba muy emocionado porque por fin podría invitar a alguien a su casa, más que todo porque ese día su madre no estaría.

Que equivocado estaba.

Seokjin dejó pasar a Namjoon a su casa, pero grande fue su sorpresa cuando encontró latas de cerveza tiradas en todo el suelo de la cocina, se supone que su madre no estaría ahí, un sentimiento de miedo e incomodidad invadió su pecho.

ㅡ¡Seokjin! ㅡgritó la mujer desde la cocinaㅡ. ¿Por qué vienes tan tarde?

ㅡMamá... Pensé que no estarías. ㅡdijo con nerviosismo viendo a su madre que estaba hecha un desastre.

ㅡPues resulta que si estoy, niño estúpido. ㅡescupe con odio la mujer.

Seokjin no podía sentir más vergüenza, Namjoon estaba presenciando toda la escena, las ganas de llorar aparecieron, pero tenía que ser fuerte.

ㅡTraje a un amigo... ㅡdijo con voz suave el rubio.

ㅡSí sí, como sea. ㅡespetó haciendo un gesto con su mano de desinterésㅡ. Iré a dormir, limpia todo esto y no me molestes, detesto escuchar tu voz. ㅡla mujer se levantó dejando basura en todos lados, encaminándose a su habitación con una botella de alcohol en sus manos.

Namjoon estaba perplejo, nunca imaginó que la madre de su amigo lo tratara de esa manera, quiso hacer algo al respecto pero sentía miedo de meterse en donde no le habían llamado.

ㅡOye... si quieres puedes subir a mi habitación, es la segunda al subir las escaleras, subiré en un momento. ㅡle dijo a Namjoon con una sonrisa, como si no pasara nada.

Luego de eso, agarró una bolsa plástica color rojo y empezó a limpiar la cocina, recogiendo cada cosa que había en el suelo y en la mesa del comedor, todo era muy desastroso, incluso había una montaña de platos sin lavar.

Namjoon dobló las mangas de su camisa de su uniforme, dejó su mochila a un lado y se dirigió al lava trastes.

ㅡNo es necesario que lo hagas, ya casi termino de limpiar para hacer eso. ㅡdijo Seokjin con un poco de vergüenza.

ㅡNo te preocupes, hago esto en casa todos los días. ㅡle sonríe al menor con amabilidad.

De alguna forma, Namjoon quiso mostrarle apoyo, le parecía increíble que su amigo a sus cortos trece años su mamá lo tratara de esa forma, totalmente contrario a él que su madre le daba mucho amor.

Por eso se propuso a estar para él cada día de su vida, para darle el cariño que no recibía en su familia.

Al terminar de limpiar todo, ambos subieron a la habitación del rubio con comida chatarra en sus manos, Namjoon se acomodó en la cama, mientras que Seokjin simplemente se quedó parado frente a la puerta, tratando de retener la tristeza que estaba sintiendo.

ㅡJin, ¿vienes? ㅡdijo Namjoon palmeando el espacio vacío a su ladoㅡ. Tu habitación es realmente bonita, limpia y ordenada. No como la mía, es un desastre. ㅡríe el pelinegro.

Seokjin se gira hacia su amigo y ríe junto a él, sintiéndose un poco más calmado.

Se quitó sus zapatos y se sentó junto a Namjoon que ya se encontraba comiendo unos dulces. Estuvieron en silencio por un tiempo, simplemente escuchando música del reproductor del rubio.

Namjoon aún se sentía mal por su amigo, así que pensó en una mejor manera para animarlo.

ㅡ¡Guerra de almohadas! ㅡgritó el pelinegro, golpeando el delgado cuerpo de Seokjin con una de sus almohadas.

ㅡ¡Oye! ㅡse quejó el menor, tomando otra almohada y golpeando al otro de la misma manera.

Ambos iniciaron a golpearse con las almohadas, riendo por el desorden que estaban haciendo.

En un momento, Namjoon logró posicionarse sobre el menor con ambas piernas a los lados de su cuerpo, sosteniendo la almohada sobre su cabeza para dejarle ir un golpe al menor que se encontraba totalmente acorralado, justo cuando iba a dejar ir la almohada, escuchó el llanto de menor, asustándolo totalmente, haciendo que tirará la almohada a algún punto de la habitación.

ㅡJinnie, ¿estás bien? ¿te hice daño? ㅡpreguntó el pelinegro con preocupación mientras tocaba la cara del menor en busca de algún rasguño.

ㅡNo. ㅡlogra decir el menor con la voz quebrada por el llantoㅡ. Ya no quiero vivir aquí. ㅡsuelta sin más, viendo como los ojos de Namjoon se entristecieron por sus palabras.

El pelinegro no supo qué hacer, limpió las lágrimas de su amigo con sus pulgares, sin pensarlo mucho, se recostó poniendo su cabeza en el hueco del cuello del menor, abrazándolo con fuerza.

Seokjin rodeó con sus brazos el cuerpo de Namjoon y empezó a llorar con más fuerza, agarrando la camisa de su amigo con sus puños.

Desde ese día Namjoon prometió estar para él, cuidarlo y hacerlo feliz. Pero no sabía que dos años después rompería esa promesa al alejarse.


Esa noche en específico estaba siendo muy movida, era obvio, el viernes en la noche es cuando más personas llegaban al club.

Seokjin necesitaba un descanso, estaba agradeciendo mentalmente porque ese hombre frente a él era su último cliente.

ㅡGuapo, ven aquí. ㅡdijo el hombre con una sonrisa que para el rubio fue aterradora.

Obedientemente se acercó con su mejor sonrisa aunque por dentro moría de asco, odiaba cuando hombres así llegaban, hombres con demasiada edad y con caras pervertidas, se les notaba que pensaban en mucho más cuando lo veían, lo notaban en sus erecciones.

Seokjin tomó asiento en donde el hombre le había señalado, al principio simplemente le estaba coqueteando, pero en un pequeño descuido, el hombre puso su mano en la pierna de Seokjin, sobándole con descaro.

Sus sentidos se alarmaron, no tenía por qué estarlo tocando con sus sucias manos.

ㅡSeñor, no está permitido tocarme de esta manera sin que yo se lo permita. ㅡdijo con amabilidad, quitando la mano del hombre de su pierna.

ㅡNos podemos divertir de esta manera, precioso. ㅡle susurró de manera perversa.

Seokjin se sentía acorralado, el hombre se acercaba cada vez más a él, tocando sus piernas con descaro hasta que llegó al trasero del menor, haciéndolo sentir miedo y asco.

ㅡ¡Suélteme! ㅡgritó con fuerza el rubio, alejándose del hombreㅡ. ¡Maldito viejo asqueroso! ㅡvolvió a gritar antes de desaparecer por la puerta.

El guardia de seguridad lo vio confundido por salir antes de tiempo, Seokjin iba hecho furia, entró a la habitación asignada para él en donde se preparaba, al cerrar la puerta se dejó caer al suelo, llorando con impotencia, sintiéndose asqueado por la forma en la que el hombre lo había tocado.

Rápidamente cambió sus ropas, jurando no volver a ese lugar, estaba harto, no era la primera vez que le pasaba, no iba a aguantar más de eso. Se percató de la hora en su celular, eran las dos de la mañana.

Salió del club y tomó un taxi, yendo directamente hacia el apartamento de Namjoon con las lágrimas mojando sus mejillas.

Al llegar ya no podía simplemente regresar.

Tocó varias veces la puerta, no le importó la hora, ni siquiera sabía si iba a abrirle, pero estaba desesperado.

Luego de tocar varias veces por fin la puerta se abrió, dejando ver a un muy adormilado, despeinado y guapo Namjoon sin camisa que se frotaba los ojos para aclarar su visión, al ver al rubio rápidamente se sintió confundido.

ㅡ¿Hola? ㅡsaludó el mayor con el entrecejo fruncido.

ㅡ¿Está tu compañero de piso?

ㅡVivo solo.

ㅡPerfecto. ㅡdijo Seokjin, haciendo a un lado a Namjoon para adentrarse en su hogar sin siquiera pedir permiso.

Namjoon cerró la puerta a sus espaldas, notando que Seokjin parecía ansioso por algo, era extraño que llegara a buscarlo.

ㅡ¿Por qué estás aquí a plenas dos y media de la mañana? ㅡdijo Namjoon revisando la hora en el reloj de la salaㅡ. ¿No deberías de estar trabajando?

ㅡTócame. ㅡpidió el menor con voz dura, confundiendo aún más al pelinegro.

ㅡ¿Viniste hasta aquí para eso? ㅡpreguntó enarcando una ceja.

ㅡHaces demasiadas preguntas, Kim. ㅡdijo Seokjin acercándose a él.

ㅡSi bueno, no todos los días apareces a esta hora para que te toque.

ㅡDios... ㅡdijo en un susurro el menor, tomando las manos del mayor, posicionándolas en su traseroㅡ. ¡Solo hazlo!

Namjoon estaba sorprendido, no sabía qué mierdas le pasaba al rubio que estaba tan desesperado porque lo tocara. Si, era extraño, pero no iba a quejarse.

Con ambas manos presionó el trasero contrario, acercándolo más hacia su cuerpo, escuchando un suspiro por parte del menor.

ㅡ¿Así?

Seokjin logra asentir, pasando sus labios por el pecho descubierto del pelinegro. Namjoon inclinó su cabeza hacia atrás, dejándose tocar con los suaves labios del menor en su cuerpo.

Seokjin guió a Namjoon hacia el sofá, sentándose sobre su entrepierna. A estas alturas ambos no dejaban de emitir sonidos de placer. Las manos del mayor se posicionaron en la cintura del menor, metiéndose sigilosamente dentro de la camisa de este.

La mirada de Seokjin chocó con la de Namjoon, sintiendo sus ojos cristalizarse, no se sentía bien, se estaba forzando a quitarse el mal rato con aquel hombre, no niega que Namjoon es caliente, pero solo necesitaba dejar de sentirse tan sucio por un momento.

Pero su más grande problema es que es demasiado sensible, y sin darse cuenta pequeñas lágrimas habían abandonado sus ojos, sintiendo los dedos de Namjoon limpiarlas sin siquiera preguntarle y estaba agradecido por eso, no quería hablar de lo sucedido.

Namjoon sabía que algo le pasaba, no iba a molestarlo. Se levantó con Seokjin prácticamente enganchado a él, con la cara del menor recostada en su hombro. Lo acomodó en la cama y se acostó junto a él en total silencio, esperando a que el menor pudiera dormir.

ㅡRenuncié a mi trabajo. ㅡsoltó Seokjin viendo el techo en la oscuridad de la habitación.

ㅡ¿Quieres hablar de eso? ㅡpreguntó Namjoon con suavidad.

ㅡNo. ㅡrespondió rápidamenteㅡ. Solo... Perdón por todo esto.

ㅡEstá bien. Hay que dormir, es tarde. ㅡdijo el pelinegro acomodándose entre las sábanas.

Pasaron en un largo silencio en el que evidentemente ninguno pudo pegar ojo. El rubio estaba muy inquieto, tal vez la hora le estaba afectando, ya saben lo que dicen, nada bueno pasa después de las dos de la mañana.

ㅡNamjoon... ¿estás dormido?

ㅡ¿Necesitas algo?

ㅡ¿Me darías... un beso? ㅡpreguntó. No sabía de donde había salido eso, solo sintió la necesidad de pedirlo, tampoco sabía si eran sus ganas o era algo más.

Silencio.

Seokjin no recibió respuesta alguna, suspiró sonoramente, sintiendo la vergüenza llenarlo totalmente por preguntarle algo como eso, lo cual es raro ya que con otros chicos nunca era de esa manera.

Estuvo a punto de girarse cuando sintió la cálida respiración de Namjoon en sus labios, sintiéndolo tan cerca que su corazón se aceleró con nerviosismo, quedándose quieto sin ser capaz de hacer algún otro movimiento.

Namjoon pasó su mano por la mejilla de Seokjin, acariciándolo con ternura, dejándose llevar por la confusión en él.

Segundos después, unió sus labios con los del menor, siendo al principio un beso simple, con sus labios quietos, Namjoon se separó un poco, viéndolo a los ojos casi pidiendo permiso para volver a hacerlo, pero esta vez fue Seokjin el que los volvió a unir, siendo ese beso un poco más profundo, moviendo sus labios casi al compás del otro, aunque el rubio lo hacía torpemente, regañándose mentalmente por parecer un total novato.

No había sido un beso tan hambriento como Seokjin suele tener con otros chicos, ese era diferente, fue tierno, amable, tranquilo, sintiéndose un poco adicto a eso.

El pelinegro volvió a separarse para que ambos pudieran calmar sus respiraciones, Seokjin lo miró a los ojos, preguntándose qué había sido todo eso y por qué le había gustado tanto.

Namjoon se alejó totalmente de él, tomando lugar a su lado, sintiendo la sensación de los labios del menor en los suyos.

ㅡDeberíamos dormir. ㅡhabló Seokjin luego de unos segundos.

Namjoon se limitó a hacer un sonido de aprobación, acomodándose frente a Seokjin, quedando ambos totalmente dormidos, sintiendo el deseo ardiendo en ellos, los dos confundidos con lo que estaban sintiendo.

¿Podrá Seokjin aceptar nuevamente lo que siente por Namjoon a pesar de que éste aún tenga cosas pendientes con su exnovio?

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