03
– Volveré pronto. –besó la coronilla de su cabeza y tocó su barbilla dándole suaves mimos con sus manos.
– Yoonnie, no quiero que te pase nada malo. –respondió el omega preocupado, mientras tocaba su vientre de ya nueve meses.
— No pasará nada Minnie, estaré bien, solo cuida de mi bebé y de ti. —dejó de darle mimos y se aproximó hacia un escritorio donde Jimin hacia sus tareas, tomó su placa policial y la gorra, el cual puso sobre su cabeza.
Jimin suspiró y solamente asintió viendo como su Alfa se iba de su hogar dejandole solo en el vacío lugar.
Miró hacia el techo y su siguió dando leves movimientos sobre su vientre, su ahora Alfa no era muy expresivo y le encantaba su trabajo, no paraba de salir y atrapar criminales, eso lo ponía nervioso cada vez más al omega.
Se acostó entre las cobijas y tomó la almohada de su Alfa abrazándola y poniendo su nariz de botóncito sobre ella, aspirando el suave olor a pan caliente.
[Pov. Yoongi]
– ¿Cuál es el nuevo caso? –habló desde su radio manejando hacia la dirección que le indicaban.
Pase mi vista por la ciudad, algo dentro de mí, me decía que volviera a casa y ese era nada más ni menos, que mi lobo.
– Tenemos un 3315 en el banco, al parecer tienen rehenes y el banco está repleto de gente armada. –sonó la radio respondiendole.
Apretó el acelerador y prendió las sirenas rápidamente llendo hacia el banco de la ciudad.
Cuando estuve frente al banco suspiré y baje rápidamente tomando un arma y lleno hacia varios otros agentes.
Mi jefe se acercó y saludo dándome un abrazo.
– Yoongi, que bueno que llegaste... Sabes que eres el mejor en esto, así que necesitamos que entres y-
No tarde en contestar y solté un «Sí». Mi jefe sonrió y solo dio pequeños golpes en mi espalda.
– Entrará un equipo detrás de ti, así que el área es toda tuya, confiamos en ti.
Asentí y me incline haciendo una reverencia frente al mayor, miré hacía el frente caminando, mietras hacía algunas señas al equipo o mejor dicho gente parte del ejército.
Todos armados se aproximaron hacia a mi siguiéndome por detrás.
— Entraremos del lado derecho, no disparen, solo manténganse al margen de que no pase nada a los réhenes. –comenté y todos a sintieron rápidamente.
Caminamos hasta llegar hacia una bodega en el lado derecho del banco, varios agentes especiales tiraron la puerta y todos entraron empezando la dichosa operación.
Iba por delante así que mi corazón latía rápidamente, jamás había estado en alguna operación al mando así que era mi primera vez.
Me puse detrás de una pared y vi como los armados empezaban a buscar el fuerte sonido de la puerta siendo golpeada, calle al equipo y apunte con mi arma.
Camine hacia el frente pasando hacía la sala de recepción del banco encontrando varias mujeres atadas mientras lloraban asustadas.
Me agache y empece a quitar sus ataduras mientras con mi otra mano trataba de que guardarán silencio.
– Okay, por favor, guarden silencio, ya estamos aquí. –calmé y la mujer asintió saliendo lentamente de ahí para ser acogida por el ejército.
Me levante y pude sentir un dolor sobre mi espalda.
Gruñi y toque sobre el chaleco hasta que subí mi mano y la dirigí hacia mi espalda volviendo a traer mis dedos hacia enfrente percatandome que tenía una herida saliendo sangre de ahí.
Mi cabeza empezó a dar vueltas por todo el lugar, mis piernas flaquearon y eso hizo que mi mano se recargara contra el respaldar, pero el dolor más fuerte que pude haber sentido era el saber que Jimin en aquel mismo momento me necesitaba.
– ¡Dios! Gracias por llegar Namjoon. –apretó su mano y gimió de dolor.
Su mano disponible se mantenía sobre su vientre, respiró erráticamente, pues le empezaba a faltar el aire.
– ¿Puede algún doctor atendernos? –habló el mayor diciendo hacia una enfermera la cual rapidamente corrió y empezó a llamar a otros doctores.
– Calma Jiminnie, ya vendrán, vas a tener a tu bebé. –ánimo y el omega sonrió por lo bajo.
Nunca imagino vivir ese momento y ahora que lo vivía, a sus 19 años de edad, era magnífico.
Las enfermeras se acercaron y le tomaron por los hombros para así llevarlo hacia una silla de ruedas.
Jimin sintió paz por un momento, hasta que unos gritos de fuera se hicieron presentes, su lobo gruñó dentro de él y razgo, el dolor se volvió más bestial haciéndolo flaquear sus piernas y llorar.
Por otro lado, Namjoon puso una mano sobre su boca viendo como su hermano era metido sobre una camilla rápidamente a una habitación.
– Y-yoongi... –el omega habló y sus manos reposaron sobre el respaldar de la silla de ruedas tratando de levantarse–, T-tengo q-que ir con mi a-a-alfa. –habló y las enfermeras rápidamente lo calmaron.
Namjoon volvió a posar su vista sobre el menor y se agachó hacia su altura.
– Minnie, él estara bien, confía en mí, solo por favor mantén la calma, mi sobrino está por nacer, su bebé va a conocerlos a ambos.
Era difícil, pero al final fue metido hacia una habitación y tuvo a su bebé.
Un bebé sano y regordete, con labios delgados y piel pálida, tan parecido a Yoongi.
Solo hacía falta algo y era su padre.
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