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Tras haberlo pensado hasta el cansancio, Chanie terminó por rechazar la propuesta que el presidente Yoon amablemente le había ofrecido. La chica era consciente de que estaba desaprovechando una muy buena oportunidad para deshacerse finalmente de sus prestamistas, pero la verdad era que la castaña prefería matarse trabajando en otra clase de empleos, a estar en un mismo espacio con Jeon Jungkook.

Chanmi realmente esperaba que la insistencia del presidente Yoon terminara en el momento en que abandonó su oficina, pero su sorpresa fue enorme cuando lo encontró en el club nocturno donde ella trabajaba como mesera. Una de las tantas cosas que la castaña trataba de evitar a toda costa era el estar mucho tiempo en un mismo espacio con personas alcoholizadas, esto debido a malas experiencias de su pasado; con mucho esfuerzo lo había hecho bien pasando de esta clase de cosas, hasta ahora.

Pese a poner su trabajo como excusa, Chanmi acabó siendo arrastrada contra su voluntad a una reunión totalmente pagada con el dinero del presidente Yoon. En un primer momento, la joven intentó marcharse. Estar en una habitación bastante pequeña y con tantas personas, la ponían sumamente nerviosa, pero antes de siquiera poder hacerlo, una hermosa chica llamada Yewon la detuvo en el proceso.

—Chanmi… —Escuchó la atropellada voz de uno de los chicos llamándola. Un hombre castaño se lanzó sobre ella, pasando uno de sus brazos por sus hombros. Antes de que pudiera pedirle que se apartara, el hombre puso una botella de cerveza en su boca.— ¿Quieres beber un poco de esto, preciosa?

—No quiero ser una irrespetuosa, pero no hace falta. La verdad es que no puedo tolerar el alcohol —Respondió Chanmi con una sonrisa nerviosa, intentando quitarse el pesado brazo de encima.— Me encuentro bien bebiendo de la botella de agua.

El hombre entrecerró los ojos en un intento de enfocar su vista, cuando supo que Chanmi no tenía intenciones de beber la cerveza que había traído especialmente para ella, se marchó con el resto sin decir nada más. Para ese momento, ya todos se encontraban demasiado tomados; así que no fue una sorpresa cuando comenzaron a hacer toda clase de tonterías. Chanmi incluso estuvo tentada a cubrir sus oídos en el momento en que todos comenzaron a cantar toda clase de canciones de los ochenta. Al verlos, lo único que pudo pensar era en que quería marcharse de esa habitación lo antes posible, todo el escándalo estaba trayendo nuevamente esos malos recuerdos. La chica se abrazo a sí misma cuando comenzó a sentir que le faltaba el aliento.

La música ensordecedora que retumbaba en las bocinas, se fue haciendo cada vez más silenciosa que Chanmi incluso pensó que se había quedado sorda. Un fuerte estruendo le hizo dar un salto sobre su asiento, solo para darse cuenta que se encontraba completamente sola en una sala bastante conocida. Lentamente, la chica se levantó de su asiento y caminó por el enorme pasillo hasta que pudo ver esa endemoniada puerta de cristal. Con una de sus manos temblorosas, Chanmi se aferro a la manija de la puerta. Al abrirla, la chica pudo apreciar varias botellas de cerveza sobre una de las mesas, y las miradas burlonas de aquellos hombres. 

Aterrada de escucharlos reír, Chanmi trató de abandonar la habitación lo más rápido que pudo, pero antes de que siquiera pudiera poner un pie fuera de la habitación, la mano de uno de ellos se aferró a su cuello para después darle un empujón que la hizo caer sobre la mesa. Un gemido de dolor brotó de sus labios cuando sintió los pequeños fragmentos de vidrio se clavaron en su espalda.

—Chanmi, mí dulce cervatillo… —Escuchó como pronunciaba su nombre con su sucia boca, su mano comenzó a acariciarle el rostro, y Chanmi sintió que estaba a punto de vomitar.— Vamos a ser todo lo posible para tratarte como tú te mereces, espero que puedas cooperar con nosotros, amor mío.

Una cálida mano se posó sobre el hombro de Chanmi, nuevamente estaba en la sala con los demás. Cuando miró a su izquierda, Yewon la estaba mirando bastante preocupada. Incluso se atrevió a limpiarle el sudor que estaba corriendo por su frente.

—¿Chanie?

—Yewon… creo que necesito ir al baño un momento.

—Espera, estás temblando y te ves demasiado pálida. ¿Te encuentras bien, querida?

Chanmi caminó apresuradamente hasta los sanitarios sin darle una respuesta a Yewon. En los baños, se aferró al lavamanos después de echarse agua en la cara. “¿Sería demasiado descortés marcharse sin siquiera avisarles a los demás?” Pensó la chica admirándose en el espejo. El presidente Yoon se había marchado desde hacía rato, y probablemente los demás no se darían cuenta por el estado alcoholizado en el que todos se encontraban. Con ese pensamiento, Chanmi caminó hacia la salida de la sala VIP donde se encontró con Jungkook devorándole la boca a una chica a la que sólo podía verle la espalda. 

Ahora que lo pensaba bien, Jeon Jungkook había estado toda la noche evitándola como si fuera la peste y haciéndole caras que no pasaban desapercibidas por los demás. Chanmi era consciente de su desprecio hacia ella por haberle roto el corazón, pero creía que incluso él era capaz de aparentar lo contrario mientras pasaban el tiempo con los demás.

—¿Qué estás mirando? —La voz de Jungkook la hizo salir de sus pensamientos, Chanmi levantó la mirada dándose cuenta de que ambos la estaban mirando con el ceño fruncido.— Si has terminado de espiarnos como una rata, deberías continuar con tu camino.

—¿Disculpa? —Molesta, Chanmi caminó hasta donde estaban escondidos, importándole muy poco que la chica estuviera presente, Chanmi lo enfrentó.— ¿Quién te crees que eres para hablarme de esa forma?

—¿Entonces cómo debería llamarle a una persona que espía a los demás?

—No los estaba espiando. Con una mierda, Jeon. Se un poco maduro y no actúes como si fueras un maldito niño. ¿Tan complicado es olvidarte de lo que sucedió hace once años?

Jungkook la miró molesto, apartándose de la chica que estaba besando, tomó bruscamente a Chanmi de la muñeca para llevarla hacia uno de las habitaciones vacías en el pasillo, sin siquiera importarle que la estaba lastimando. Chanmi soltó un gemido de dolor cuando Jungkook la empujó contra la pared.

—Aclaremos la cosas, Bambi… —Dijo él llevando su cabello hacia atrás, mirándola furioso.— Lo que sucedió hace unos años, mis sentimientos, todo eso quedó en el pasado desde que me despedí de la maldita preparatoria. Todo lo que necesito es que permanezcas fuera de mi vista, es tan molesto verte siquiera por un momento, me pones de mal humor.

•••
 

Después de su enfrentamiento con Jeon, la chica había vuelto a su labor, aún le quedaban dos horas para que terminara su turno y no podía estar perdiendo el tiempo. Con sumo cuidado la chica puso varias botellas de whisky sobre la mesa, su mirada se posó en las manos del hombre que manoseaba descaradamente los senos de Soohee, quien era una de sus compañeras. El club donde ella trabaja como mesera, resultaba ser bastante popular entre las personas con un alto estatus social, por lo que era bastante común ver a chicas tan necesitadas como ella sirviendo como acompañantes de toda clase de hombres, haciendo cualquier cosa que estos demandaran por unos cuantos billetes extras.

Tratando de no armar un alboroto, Chanmi se despidió con una reverencia y abandonó la habitación para chocarse de frente con tres hombres que le cubrían el paso.

—¿Se encuentra todo en orden, caballeros? —Cuestionó la castaña amablemente.— ¿Puedo ofrecerles mi ayuda?

—No podemos hacerlo, ella está bajo el cuidado del señor Min —Susurró uno de ellos al resto, impidiéndole a Chanmi escuchar sus palabras.— Si se entera de que lo hemos hecho, nos matará a todos, sabes bien que ese hombre es un psicópata cuando se lo propone.

—¿Cliente?

Chanmi había sido descuidada al no percatarse de las oscuras intenciones de las personas que la acechaban. Antes de siquiera tener la oportunidad de escapar, los tres hombres la sujetaron de los brazos para llevarla violentamente a una de las habitaciones desocupadas de la sala VIP. La castaña hizo todo lo que estuvo en sus manos para tratar de detenerlos, pero le resultó imposible frenarlos cuando se abrieron paso y la derribaron contra el suelo.

—Sostenla con fuerza —Pronunció uno de ellos sacando algo de sus bolsillos, la castaña se retorció entre los brazos de los hombres sin obtener resultados. Un quejido de dolor brotó de los labios de la chica cuando estrujaron sus mejillas obligándola a tomar pastillas que reconocía a la perfección.— Tranquila, te sentirás mejor después de que esto haga efecto.

Chanmi no deseaba pasar nuevamente por esta clase de situación, no cuando había luchado tanto para borrarla de su sistema durante todos estos once años de maldición. Chanmi quería defenderse, quería  hacerlo de la misma manera en que lo había hecho en aquella ocasión. Pero justo ahora su cuerpo parecía no querer responder a lo que le dictaba su mente; cuando la chica estuvo preparada para lo peor, fue imposible no pensar en ese hombre intimidante al que tanto daño le había causado.

  

Un fuerte empujón fue lo que hizo que la cerveza de Jungkook se derramara sobre su camisa, listo para armarle una bronca al culpable, se encontró con un sexy chica viéndolo enfurecida.

—¿Dónde demonios estabas, Kook? —Gruñó Yewon atacando su pecho con sus diminutos puños. Jungkook intentó no reír al verla, le causaba mucha gracia que ella pensara que realmente le estaba haciendo daño.— Te he estado buscando desde hace media hora.

—¿En serio? —Jungkook se aferró a su cintura para estrellarla contra su fuerte pecho. Yewon era tan pequeña que cuando tenían sexo, siempre estaba nervioso de que pudiera romperla cada vez que era brusco con ella.— ¿Puedo saber la razón de que te veas tan desesperada?

—No estoy para tus bromas, necesito que en este momento vayas detrás de Chanmi —Jungkook se apartó de Yewon ante la mención de ese nombre.— Salió de la habitación casi corriendo y me temo que no se encuentra bien. Su turno terminaba hasta la una, así que posiblemente todavía se encuentre en el club, ¿puedes buscarla y verificar que se encuentra bien?

—Estás bromeando, ¿cierto?

—No es una broma, estoy hablando en serio.

Jungkook se mantuvo en silencio. ¿Qué no se encontraba bien? Vaya mierda, si lo estuviera, no le habría hablado de tal forma, fue lo que pensó el azabache. Jeon había sido bastante claro al decir que no quería tener nada que ver con ella, pero al ver la desesperación en el rostro de Yewon, no le quedó de otra más que hacer lo que le estaba pidiendo.

Durante todos esos once años, Jungkook se puso a pensar en un par de ocasiones en cómo estaba viviendo la chica. Mientras estaba en la universidad, y debido a unos chicos que asistían a su misma preparatoria en Busan, Jungkook supo que Chanmi se encontraba pasando por un muy mal momento. Cuando había intentado preguntar la razón, el chico se limitó a responder que se trataba de un escándalo demasiado fuerte del que prefería no hablar.

—No… no quiero.

Jungkook olvidó lo que estaba pensando cuando escuchó la voz atropellada de Chanmi desde el interior de una de las habitaciones al final del pasillo. Dudoso, caminó en silencio para descubrir que la puerta estaba entreabierta.

Nuevamente, las súplicas de Chanmi alertaron al hombre quien caminando dentro de la habitación se encontró con algo que lo descolocó por completo. Con la blusa rota dejando a la vista su sostén, y las lágrimas rodando por sus mejillas, Kim Chanmi se encontraba siendo sometida por tres hombres en uno de los sillones de cuero negro. En cuanto se percataron de su presencia, los sujetos se pusieron en alerta pero sin tener la intención de soltarla. Con una voz calmada, Jungkook pronunció:

—¿Qué creen que están haciendo?

Chanmi por un momento pensó que quizás estaba alucinando, pero cuando vio a Jungkook de pie frente a ellos, la ansiedad que había estado creciendo dentro de su pecho se hizo cada vez menos notoria. Por su parte, los tres hombres que mantenían a Chanmi retenida de brazos y piernas, se miraron los unos a los otros después de las palabras de Jungkook, pensando qué era lo que debían hacer ante la presencia inoportuna del imponente hombre que los miraba sin ninguna clase de emoción en el rostro.

—Yewon me mandó a buscarte, ella estaba preocupada por la manera en que saliste de la habitación sin siquiera despedirte de los demás. Eres una maleducada, Bambi —Comentó Jeon cruzándose de brazos. Chanmi hizo el intento de soltarse de sus captores para esconderse detrás de él, pero le fue imposible. El actor continuó:— Para que lo sepas, solo he venido porque ella me lo pidió. Aunque no lo parezca, Yewon puede ser como una patada en el culo cuando se lo propone.

—Lamento mucho… haber huido de esa forma, tenía muchos pendientes y no podía quedarme más tiempo —Respondió Chanmi tratando de contener el llanto que amenazaba con estallar frente a todos.— No era mi intención causarte un inconveniente al hacerte venir hasta acá. Podrías…

Después de ese intercambio de palabras, toda la habitación fue reinada por un incómodo silencio. Chanmi no podía creer que Jungkook estuviera actuando tan extrañamente tranquilo, cuando frente a él, se encontraba una vulnerable chica que había estado cerca de ser abusada.

¿Tanto así era el desprecio que sentía hacia ella como para no querer ayudarla?

¿Sería capaz de simplemente abandonarla a su suerte?

La verdad es que Chanmi no podía siquiera culparlo, ella misma incluso comenzó a pensar que el ser abusada era una especie de Karma que estaría pagando por todo el daño que le había causado a terceros; personas como a sus padres, Jungkook, y Chowon… Los hombres que sostenían a Chanmi, temblaron asustados cuando Jungkook se puso frente a ellos, posando sus manos sobre sus rodillas mientras inclinaba levemente la cabeza.

—¿Ustedes… cuánto tiempo más piensan permanecer en este lugar escuchando la conversación de los demás? Puedo entender que unos bastardos como ustedes no conozcan lo que son los buenos modales. Pero estoy convencido de que no son tan estúpidos como para no entender mis palabras, ¿cierto?

—Esto no es de tu maldita incumbencia —Tratando de verse rudo, uno de ellos lo enfrentó con un tono amenazante.— Tenemos asuntos con esta chica, por tu propio bien deberías aceptar nuestra amabilidad e irte a la mierda. De lo contrario, tendrás serios problemas con nosotros tres, y definitivamente no quieres eso.

Jungkook no tuvo siquiera la intención de prestar atención a sus palabras, en cambio, puso su mirada sobre Chanmi, quien no podía hacer otra cosa más que llorar mientras lo miraba suplicante.

—¿Sabes qué cara estás poniendo en este momento, Bambi? —Dijo Jungkook  mirando a la chica con diversión.— Una cara que me dice lo mucho que me necesitas, lo mucho que deseas aferrarte a mí, lo mucho que deseas que te salve del infierno en que se ha convertido tu vida. Ciertamente, me importa una mierda lo que estos bastardos puedan hacerte, puedo marcharme a casa en este momento y ellos pueden follarte hasta el cansancio si así lo prefieren. Entonces, ¿qué debería hacer ahora?

—Ayúdame… —Susurró Chanmi al borde del llanto mientras extendía su mano temblorosa hacia él. El efecto de las drogas que le habían dado estaba dando resultados. Se sentía mareada y como su cuerpo se ponía cada vez más pesado.— Haré cualquier cosa que me pidas. Firmaré ese contrato, todo lo que pidas, solo… sálvame.

—Espero no te arrepientas de tus palabras después de esto —En un rápido movimiento Jungkook apartó a la chica de los hombres, quienes rápidamente, se pusieron de pie temerosos de lo que estaba por suceder. El intento de valentía de los hombres quedó solo en eso, un intento. Sus rostros se deformaron con una mueca que irradiaba pánico, pánico ante la criatura de hombros anchos que les sacaba más de una cabeza de altura. La mirada aterradora que tenía Jungkook en el rostro, fue reemplazada por una muy amable sonrisa que terminó por descolocarlos a todos.— Adelante, te escucho, parece que no has terminado de amenazarme, así que yo también seré amable y te daré una oportunidad. Pero deberías darte prisa, la verdad es que no soy una persona a la que se le considere paciente.

Al no obtener una respuesta, Jungkook se abalanzó sobre los tres hombres. Lejos de que el actor se viese intimidado por aquellos malnacidos, dio fuertes golpes y patadas haciéndolos caer uno por uno.

—¿Quién carajos se creen que son para ponerle sus sucias manos encima?

Gruñó Jungkook conectando su puño contra el magullado rostro de uno de los masculinos que se retorcía debajo de él. La habitación se llenó de los gritos del hombre cuando Jungkook lo tomó de la mano, quebrando cada uno de sus huesos.

—Lo lamento… no era mi intención meternos con tu chica —Chanmi miró con sorpresa cómo ahora el hombre  ahora estaba sollozando y suplicando por clemencia.— Solo estábamos tratando de divertirnos.

—Espera un momento, ¿piensas que nosotros dos estamos saliendo? —Se burló Jungkook ante la sola idea de estar relacionado sentimentalmente con la chica que había arruinado su vida.— Creo que se están haciendo una idea equivocada. Es verdad que también tengo varios asuntos con ella, pero eso no les interesa a unos bastardos como ustedes.

 
•••

Chanmi había notado a Jungkook por primera vez tres meses después de haber comenzado su último año de preparatoria. Para ese momento, la joven de tan solo diecisiete años, era bien conocida por ser una cualquiera que se acostaba con todo hombre. Aunque la realidad era completamente distinta a todo lo que se murmuraba por los pasillos de la escuela. Kim Chanmi era una virgen, y lo había sido hasta que cumplió veintiuno. Todos los rumores que la rodeaban por donde quiera que fuera, comenzaron después de haber rechazado a un compañero de clase, quien molesto por no ser correspondido mintió ante todos diciendo: “Kim Chanmi es una zorra, aceptará acostarse contigo incluso si le ofreces un dólar.”

Chanmi nunca hizo el intento de decir lo contrario, la joven era consciente de que nada cambiaría incluso si trataba de negar tales rumores. Fue debido a esto que la chica no hizo más que restarle importancia a lo que las personas pudieran pensar de ella, solo hasta que un día, su balón de fútbol se estrelló sobre las rosas de Jeon Jungkook. Chanmi todavía mantenía el recuerdo de como se veía su rostro en esa ocasión. Sus regordetas mejillas cubiertas de tierra y su pequeña nariz enrojecida le daban un toque demasiado tierno.

—¿En serio estás llorando como un mocoso porque asesiné a tus rosas? —Cuestionó Chanmi mientras veía a Jungkook sorberse la nariz.— Me reportarás con el perfecto, ¿no es cierto?

—No estaba pensando en reportarte, es más que evidente que fue un accidente, y tampoco estoy llorando por una razón tan tonta como esa. El polen de la maleza me provoca alergia, es por eso que luzco de esta forma.

—¿Las personas de verdad pueden ser alérgicas a la maleza? Nunca antes había escuchado sobre eso —Comentó Chanmi arqueando las cejas. Negando con la cabeza, se giró hacia el grupo de chicos que llamaban su nombre desesperados, después de decirles unas cuantas cosas, la chica pateó el balón hacia donde se encontraban sus compañeros de clase haciendo deportes.— Muévete un poco, te daré una mano antes de que tu cara explote, ¿no deberías ir a la enfermería?

—Estaré bien siempre y cuando tome mis medicamentos —Respondió Jungkook después de que fuera lanzado a un lado. El chico observó a Chanmi arrancar la maleza con sus manos desnudas mientras tarareaba una canción que él desconocía.— ¿Por qué me estás ayudando?

—Ya estaba un poco cansada de los idiotas de mis compañeros. No puedo estar tranquila un minuto sin que uno de ellos me esté diciendo y mirando de forma asquerosa. Y las chicas de mi clase tampoco me quieren cerca, ellas me odian por ser una zorra que se acuesta con sus novios. Espero que no te moleste la compañía de una chica tan desagradable como yo.

—Puedo ver que eres una chica fuerte por soportar todas lo que dicen de ti, pero no deberías permitir que las personas mientan de esa forma para dañarte. Eres una persona extraordinaria, cualquier persona tendría mucha suerte de tener a una chica como tú en sus vidas —Chanmi se detuvo en seco cuando su mano se posicionó sobre su cabeza, provocando que su corazón latiera fuertemente contra su pecho ante sus palabras.—  Eres mucho más valiosa que cualquiera de las piedras preciosas… Así que deberías comenzar a creértelo.

Con mucho esfuerzo, Chanie intentó enfocar su vista en todo lo que la rodeaba. Lo primero que pudo apreciar fue que se encontraba en una habitación que definitivamente no le pertenecía, la chica tenía muchas preguntas: ¿Por qué se sentía de esta forma? ¿Dónde estaba? ¿Qué había sucedido con aquellos hombres? ¿Por qué el hombre sentado frente a ella tenía esa misma sonrisa cálida que durante mucho tiempo la había torturado?

—No te alteres, te acabo de decir que todo se encuentra en orden. La he llevado a casa sana y salva como me lo pediste —Chanmi se sentía bastante extraña, era como si su corazón fuera a explotar en cualquier momento, su vista se encontraba borrosa y tenía demasiado calor.— Ten cuidado al volver a casa, dulzura.

Chanmi observó detenidamente como Jungkook se levantaba de la cama para tomar su chaqueta, que se encontraba sobre una de las sillas junto a la ventana.

—¿Despertaste? Estamos en un hotel. Puedes quedarte aquí hasta que pasen los efectos de las drogas que esos tipos te dieron.

—¿Solo te marcharás? No me siento bien, yo… —Pronunció Chanmi entre gimoteos, su mano temblorosa se aferró a la muñeca del azabache con desesperación.— No me abandones, estoy asustada.

—¿Por qué debería hacer lo que me pides? Ya he tenido suficiente de ti por esta noche —Con evidente fastidio, el hombre se soltó bruscamente de su agarre. Suspirando, Jungkook camino hacia una de las mesas para tomar unos documentos que después arrojó a la cama donde Chanmi descansaba.— Espero que recuerdes bien todo lo que me dijiste en esa habitación, Bambi. Este es un contrato exclusivo entre nosotros dos, preséntate en el estudio a primera hora de la mañana.

Chanmi tomo el contrato entre sus manos temblorosas, un mueca se formó en su rostro ante lo escrito en dicho documento. Cuando trató de negarse a cumplir con ello, se dio cuenta de que ahora estaba sola en la habitación de hotel. Chanmi cubrió su rostro con sus manos mientras sentía las lágrimas recorrer sus mejillas. Jeon Jungkook le había puesto una cadena, una de la cual no podría liberarse fácilmente.

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