Universo alternó de The Umbrella Academy
Shipp principal: Fiveya
Universo creado por: Gominizei

La yuki-onna miraba a aquel extraño que caminaba en su territorio como si de ir de compras al mercado se tratase; sentía una sensación extraña al mirarlo desde lejos sin que se percatara de su presencia, lo habría atacado si no hubiera reconocido aquel emblema de magos. Pero no era cualquier mago, al parecer era uno de los 42 chicos con dotes especiales; había escuchado que aquellos tenían dones que ningún otro mago podía tener.

Era raro, pero en vez de estar acechando lo; ella estaba siguiéndolo para tener más respuestas de como había muerto, parecía tonto pero verlo le daba recuerdos vagos antes de que ella dejará de respirar.

—¿Vas a salir de tú escondite?. —Él joven había notado su presencia apesar de que ella estuviera lo más alejada posible para que no se percatara de que no estaba solo.

—Bien, me atrapaste niño. —La fémina salió de su escondite y de un momento para otro ya estaba frente al niño, cuando lo miró bien notó que había fruncido su seño; era obvio que estaba molesto y la causa era la palabra "niño". —Déjame adivinar, te molesta que te llamen niño cuando eres en realidad un viejo cascarrabias.

—Pues éste "niño" podría golpearte si sigues bromeando.

—¿Qué haces aquí?. —La chica finalmente fue al grano, mientras más pronto se fuera él chico, más pronto disfrutaría de la soledad; él niño puso un rostro sereno y habló.

—Eh venido desde un lugar lejano hasta aquí, ya que yo e notado que la magia aquí está debilitándose considerablemente. —Él chico camino entre la nieve siendo seguido por la mirada de la contraria. —Sin embargo, eso no es todo. —Él niño dió una pausa para después de unos segundos proseguir. —También en otros lugares está desapareciendo la magia y eso es grave ya que pod-

—Podría matar a aquellos que viven de está. —La chica interrumpió al contrario que la miró expectante.

—¿ Cuál es su nombre?. —Pregunto con un tono interesado confundiendo a la chica.

—Mí nombre es Vanya.

—Bien Vanya, ahora me ayudaras a buscar respuestas.

La chica al escuchar aquello no pudo evitar formular una pregunta en su mente, ¿en qué se había metido ella?.

La tormenta de nieve era demasiado fuerte, afortunadamente habían encontrado una casa en una cueva y no mostraba rastro de que alguien habitará en ella, eso lo hacía parecer extraño.

—Tengamos un trato. —Él chico habló llamando la atención de la fantasma. —Tú me ayudaras a encontrar una respuesta a esto y la forma de detenerlo a cambio de que yo te ayudé a recuperar tus recuerdos antes de que murieras.

La oferta era tentadora para ella, pero, ¿realmente quería recordar?; esa era una interesante pregunta pero finalmente aceptó.

—Bien... ¿Cinco? —la chica había leído esas palabras en su uniforme— tenemos un trato.

—Perfecto.

Unos días habían pasado y tenían más preguntas que respuestas pero por el momento no iban contra reloj; era de noche, una noche más fría que otras y uno de ellos estaba dormido mientras que su contrario no podía parar de mirarlo.

—Un día más sin recordar nada. —Dió un suspiro frustrada, era siempre lo mismo cada día; le frustraba no recordar nada. Como distracción admiró aquel rostro tan joven.

Tenía un déjà-vu que le confundía, sentía que ya se habían conocido en un sueño o es que acaso ¿fue así?. No tenía idea, pero tenía la sensación de haberlo visto antes; todo era tan confuso y sus deseos de querer saber eso no ayudaban.

—¿Acaso nos conocemos chico de ojos tristes?. —Susurro para finalmente cerrar los ojos para ver una completa oscuridad.