
ᑕᗩᑭí丅ᑌᒪᗝ #46
—¿Dónde quedó el paseo? —sonríe quitándose sus zapatos.
—Claro, mi amor, ¿a dónde quieres ir? —sonriendo—. ¿Estás cansado? —mirándolo—. ¿Te gustó la noche y la cena?
—Estoy cansado de zapatos formales —se ríe y se sienta encima de las piernas de su alfa, dándole la espalda—. Mmmm, me encantó la comida, y la noche, nada, si aún comienza.
—Mmmm, me encanta cuando mi omega se despoja de la ropa, ¡qué rico! —se mordió el labio y se carcajeó—. Uff, la noche comienza, pero ¿a dónde vamos a pasear? No me has dicho —estaban por llegar a la casa.
—Quiero ir por ahí, quiero ver las estrellas, ¡mi amor! —le dijo con ternura.
Jimin se estrujaba contra JK y apoyaba su cabeza en el hombro de su alfa, mirándolo de reojo.
Llegaron a la casa y JK estacionó el auto lo más rápido que pudo. Los guardaespaldas se estacionaron detrás.
—Mmmm, quieres ver las estrellas, eso quiere decir que mi omega quiere ir en el yate, ¿o me equivoco? —le da besos en el cuello a su omega, sonríe y lo gira de frente a él—. ¿Te llevo en brazos? —se muerde el labio.
—El yate suena buena idea —besitos—, yo puedo caminar solito —se ríe.
Besaba a su alfa muy apasionado y, entre tantos besos, lo acariciaba por todos lados, hasta llegar a ese potente miembro que ya estaba creciendo dentro de los pantalones del alfa y luego le mordió el labio.
—Mmmm, ¿me deseas, Koo-Koo? —Le pasaba la lengua en los labios—. Búscame —se ríe travieso y sale corriendo del auto para el yate.
—¡HEYYY! ¿A dónde vas, caray? —se ríe y sale corriendo detrás de su omega—. ¿A dónde vas sin mí? —subiendo al yate y lo agarra de la cintura—. ¡Te agarré! Ahora sí, ¿qué sí te deseo? UFF, tú sabes que te tengo demasiadas ganas, omega rico —lo gira de frente, besándolo apasionado, jalándole el cabello y todo.
—Enreda las piernas en la cintura de su alfa—. Mmmm, hazme el amor... como hace más de 40 días que no me lo haces —seguía besándolo apasionadamente y entrelazaba sus dedos en los cabellos azabaches de su hombre.
Llegó el momento que por más de un mes estuvieron esperando; aquí no importaba si había o no condones; sentirse y amarse era lo que les importaba a ellos.
Comenzaron por ese beso que extrañaban, largo, sexual y apasionado; se dejaron llevar y fue así como de la nada ya estaban mucho más cerca y con las manos en la masa. Jimin tenía un aroma delicioso, a melocotón en almíbar y, más que el lugar, daba esa sensación: olía a sexo, olía a placer, olía a unas ganas insaciables de estar solo los dos.
No había tiempo de buscar condones, no había tiempo del inhibidor del día después; aquí se valía todo, si quedaba, es porque así debía de ser.
Lo que siguió fue, para ellos, un aprendizaje de un sexo suave, lento, meticulosamente intenso, parte por parte. Jungkook acarició a Jimin con dedicación desde los pies a la cabeza, haciéndole sentir los placeres ocultos en cada parte de su cuerpo. Estuvo varios minutos apoyado contra su espalda, acariciándole mientras besaba su nuca y lamía sus orejas. Todo era como una miel de caricias sabiamente dadas y, cada vez que el omega quería apurarse, el alfa lo abrazaba y le decía que disfrutara, que dejara que el placer lo penetrara.
Tardó largos minutos antes de tocar los pezones de su omega, lamerlos, acariciar su ano, lamerlo, meterle sus dedos juguetones, recorrer su cuerpo con su lengua, besarlo mientras jugaba con sus pezones. Jimin volaba entre nubes y tuvo dos orgasmos. En cada uno, JK lo abrazó y volvió a decirle que los disfrute, que permita que su cuerpo los sienta en toda su intensidad.
En un momento lo acostó y puso sus brazos a los lados. Jimin pasó a darle besos y caricias y terminó bajando a lamer su pene (que era maravilloso para él) mientras JK le acariciaba la espalda, la cola y la cabeza.
—¡Me encantas, mi Mimi! Tienes una sensualidad hermosa.
Al rato lo llevó a ponerse ahorcajadas sobre él y le hizo cabalgarlo con un vaivén que hacía rozar su pene en su ano hasta que no pudo más. Lo tomó con la mano y lo llevó a la puerta de su agujero. Lentamente, fue bajando hasta tenerlo todo dentro, mientras Jungkook se quedaba mirándolo y lo dejaba hacer. Jimin puso sus manos en su pecho y empezó a moverme y disfrutarlo.
—Qué lindo eres, omega. Me encanta verte cabalgarme.
En silencio siguió JK moviéndose libremente, llevando su pene a acariciar a su omega mientras rozaba su cola contra él. Entretanto, el alfa le acariciaba a su omega los muslos y las piernas, lo tomaba de las nalgas y jugaba con sus pezones. El orgasmo le llegó a Jimin de golpe; jadeó, gritó y gimió mientras los brazos de Jungkook lo sostenían y después el omega se derrumbó sobre su cuerpo.
Jungkook lo abrazó y empezó a acariciar la cabeza y la espalda de su Mimi suavemente, un largo rato, hasta que se repuso.
—¡Gracias! —le dijo a su alfa.
—¿Por qué, amor?
—Porque te preocupas en que yo disfrute de mis orgasmos, me acompañas. No sé, me encanta, disfruto más.
Jungkook le dio un beso y lo volvió a abrazar.
Al rato le tomó la cola a Jimin y lo hizo mover suavemente para volver a parar su pene que aún estaba dentro suyo. Le preguntó si había acabado y le dijo que no, pero que había disfrutado enormemente de él y pensaba seguir haciéndolo si le permitía. Jimin sonrió, lo besó y fue a chupar ese pene hermoso y le dijo que podía disfrutarlo como quisiera.
El alfa lo acostó de espaldas y lo penetró, subiéndose muy arriba de Jimin, lo que obligó al omega a abrir bien las piernas e hizo que su pene penetrara profundo hasta casi el cuello de su útero. Y allí lo dejó, apenas moviéndolo mientras apretaba su cola con su entrepierna, mientras al oído le decía que tenía un hoyito hermoso, que era un placer estar dentro suyo, que le enloquecía su cola y que era un omega divino para coger, que quería cogerlo mucho y eso siguió hasta que apretó el omega sus piernas contra su cuerpo, se tensó, gimió y le gritó ni idea qué cosas en medio de un orgasmo que lo sacudió entero. Jungkook se quedó contra Jimin, besando su cuello mientras duraba su acabada.
El omega Jeon todavía jadeaba intentando respirar cuando el alfa Jeon salió de su cola. Después de besos, de nuevo lo puso boca abajo y empezó a pasarle los dedos para activar el lubricante natural en su ano, acariciándolo suavemente un largo rato hasta que su dedo entró y pudo jugar en su colita. Se subió a su espalda, apoyó la punta de su pene y su cola hambrienta se fue abriendo para comerlo entero.
Y lo cogió por la cola, poniendo todo su pene hasta el fondo y moviéndolo suavemente mientras volvía a hablarle a su Mimi al oído y le decía que tenía un culito hermoso, que se lo iba a llenar de leche, que era un placer cogerlo y que le encantaba tener una preciosura como él, tan sensual y bueno en la cama. Lo recalentó y volvió a acabar ya casi sin fuerzas.
Jimin no había terminado de recobrar su aliento cuando sintió que Jungkook comenzó a penetrarlo profundamente, gemir ahogadamente y temblar mientras decía un sinnúmero de frases para su omega, y un "¡Por la luna!", largo, que terminó en un quejido. Después se derrumbó contra él y al rato se dejó caer a su lado, llevándoselo con él.
Su primer encuentro después de más de un mes fue muy diferente a lo que ellos mismos esperaban, porque fue más lindo amarse suavemente que de la manera habitual.
Allí mismo, acostados en cubierta, mientras estaba el atardecer en el horizonte y una aura romántica en el ambiente, surgió una pregunta que el alfa procuró que Jimin escuchara bien.
—Mimi, ¿cómo van las cosas de la boda? —mirándolo mientras le acaricia el cabello.
—Ya tengo el planificador, mi amor; espero que me busque los lugares.
—Sí, mi amor, yo sé que tienes un planificador, pero ¿cómo va todo? ¿Qué está listo y qué no? No me has contado.
—Baby, me dijo que en cuanto tuviera las ideas me llamaría, y eso espero, porque fui muy exigente —riéndose—, hasta para el traje de novio.
—Es que, si le vas a pagar los miles que piden, que nos sorprenda, porque mucha gente importante irá —mirándolo—. ¿Cuándo fue la última vez en que te celebraron tu cumpleaños, bebé?
—Ay, baby, ¿el último? A los 18 años —se ríe—, ¿por qué? —mirándolo—. Sí, Koo-Koo, se lo dije, quiero sorpresas que vayan más allá de mi mente.
—A los 18 años, pero ¿por qué no te gusta celebrar? —sonríe y piensa—. Estoy haciendo mis averiguaciones, por eso pregunto —pensando, tiene una brillante idea—, ¿y cómo te gustan los cumpleaños? —mirándolo—. Exacto, mi amor, espero que nos sorprenda el planner ese. Esa boda debe ser la mejor.
—Koo-Koo, estaba en Corea —se ríe—. Mmmm, me gusta cómo las bodas, con muchas flores. Vamos a tener la mejor boda, amor. —Besos.
—Y allá, ¿no tenías amigos que te lo celebran, o tu ex, el tatujo? —pone los ojos en blanco—. Sí, ¿te gustan mucho las flores, mi amor? ¿Y qué colores?
—Ah, sí, pero era de un pastel y vámonos de fiesta —se ríe—. Me gustan mucho y más si son amarillas o de colores pasteles —sonríe.
—Frunce el ceño—. ¿Ibas mucho de fiesta y parranda con tus amigos allá en Corea? —piensa—. ¿Y de qué color mandaste hacer la boda? —mirándolo y pensando en lo de su cumpleaños.
—No siempre, había fines de semana enclaustrado por exámenes —se ríe—. La boda será blanca, y con muchas flores, más un toque de color oro.
—Muerto de risa con lo que su omega dijo—. Mmmm, me hubiera gustado tenerte cerca cuando estaba en la Universidad, quizás mis días universitarios hubieran sido divertidos —sonríe—. Bellos esos colores; esa boda con tus gustos, mi amor, será con mucho glamour, lo que te mereces. —Besos.
Ya Jungkook estaba imaginando cómo hará el primer cumpleaños de su omega, porque él se lo merece.
Entre la conversación se fueron a la cocina del yate, para buscar vino y algunas cosas de comer, para su noche de vista a las estrellas.
Pero antes Jungkook fue a mover el yate para estar en mar abierto, para que cuando se acuesten mirando al cielo y comiencen a ver constelaciones, estrellas, planetas, la Luna, satélites de otros planetas y hasta la Vía Láctea sea posible.
Mientras Jimin comenzó a subir todo a cubierta para pasar una gran velada romántica y con mucho amor integrado.
Después de moverlo al mar, él subió y Jimin estaba acostada con la copa de vino y sin ropa. Volvieron a amarse con mucha más intensidad que la primera vez de la noche.
Después del amor, se arroparon, tomaron su copa de vino y el alfa comenzó con sus temas extraños.
—Mañana vamos a donde te dije y el domingo podemos ir a ver a Min-Tae, ¿no? —Jimin todavía sin creer tal cosa.
—¿Hablas en serio lo de ver a Min el domingo? O sea, la fiebre amarilla te cambió o viviste algo, ¿o la pérdida de nuestro bebé te hizo cambiar?
—Sí, mi amor, el domingo vamos a ir a ver a Min y sabes que me gustaría llevarlo a Disney World —sonríe—. Creo que lo que más me cambió fue la pérdida de nuestro bebé. Me dolió mucho y quizás si me hubieras dicho: "Baby, estoy embarazado", hubiera sido feliz. ¡Te amo! —Más besos.
—Es que yo no sabía que estaba embarazado. En mi cabeza jamás pasó eso, ¿entiendes?
—Mi amor, yo no estoy diciendo que sabías o que se te iba a pasar por la cabeza, pero ya tú sabes por qué ahora quiero estar con Min-Tae; él me llena de alegría paternal, ¿entiendes?
—¿En serio? —Jimin lo miraba incrédulo—. ¿Me hablas en serio, de verdad?
—¡Mi amor, es en serio! —mirándolo—. ¿Tan sórdido soy? ¿Tan poco paternal soy? ¿No me porté bien con Min-Tae en el viaje a Cains? —indignado—. Te estoy hablando con el corazón en la mano, extraño mucho al nene.
—¿Recuerdas que una de nuestras peleas fue por los bebés? —mirándolo—. Y verte hablar así me emocionó. —Puchero.
—Sí, mi amor, recuerdo que una de nuestras peleas fue por los bebés, pero quiero que te emociones, porque es parte de mi cambio y quizás el estar casi a ley de morir me hace valorar más mi vida. Ahora papá me trata como su hijo, me dice: «Te amo y eres importante para mí». El tener cerca a mi familia me ha ayudado, el tenerte a ti, ¿no crees que es un avance? ¿No ves mi cambio, mi amor? —mirándolo.
—¡AHHHH, QUÉ BELLOOOO! —le brinca encima dándole besos—. ¡Te amo! Gracias por querer hacer el cambio, te amo, te amo...
—Yo soy bello, porque me haces mejor persona, Mimi —besos—. Lo hago por ti y por mi familia; además, nos casaremos pronto y vamos a tener bebés, ¿o no? —mirándolo—. Mañana vamos a Moreton Island National Park y el domingo a ver a nuestro sobrino —piensa—. ¿Baby, sabes qué? Me gustaría ir a Hidden Beach, Puerto Vallarta, México. ¿Qué dices? ¿Vamos de luna de miel?
—Estaba muy feliz—. Por supuesto, vamos a tener a nuestra familia —sonríe—. Me gusta la idea para la luna de miel: sol, playa, arena, amor, tú y yo —besos.
—Sonríe—. Que no se hable más...
Jungkook y Jimin pasaron una linda velada juntos, después de más de 40 días sin darse amor del que solo ellos saben, pero lo recompensaron muy bien y mejor aún, porque ese es solo el comienzo.
Era sábado, 19 de abril de 2025. Los Jeon, después de desayunar, se fueron en su yate personal a "Moreton Island National Park", que se encuentra a unos 40 km de Brisbane, pero a excepción de época de vacaciones escolares, se siente en la isla una calma total. La isla mide 38 km de longitud y tiene un extremo en ángulo. Salvo por tres pequeños poblados, donde se encuentran los servicios para turistas, el resto forma parte del parque nacional que incluye ríos, lagos, playas y crestas rocosas. El parque preserva plantas y animales nativos, paisajes naturales y sitios arqueológicos e históricos.
Era domingo, 20 de abril de 2025. Muy temprano fueron para ver a Min-Tae, quien se puso muy contento por ver a sus tíos. Estuvieron todo el día con él.
Así siguieron pasando los días.
Jungkook se sentía cada vez mejor; fue a una última cita médica, en donde le indicaron que estaba recuperado. También Jimin aprovechó y fue a verificarse para estar seguro de que estaba muy bien después de su aborto. Todo estaba marchando bien y ni tan siquiera pidió algún anticonceptivo.
Más días pasaron.
Pasó mayo y llegó junio, de vuelta a la torre.
Era lunes, 2 de junio de 2025. Jungkook regresa a su vida laboral; Rosalía les hizo el desayuno y ya a las 9:00 a. m. estaban de camino a la torre. Llegan los dos juntos y tomados de la mano. Entraron a su oficina y no tardó mucho en entrar Rochelle.
Y, como siempre, la Rochelle metiéndose en lo que no le importa, hizo enojar a Jimin y tuvo que escuchar el discurso que le iba a dar, ahorrándose la cárcel, porque le iba a vaciar su pistola en la cabeza. Lo tenía bastante harto ya.
—Te diré una cosa: yo de ahora en adelante no aguantaré tus insultos, por lo que me tragas o me tragas. Aquí tienes que comerte que papá, Chin-Hwa y Paolee sean los jefes cuando no esté Jungkook. Yo no estoy para que me veas como el puto de la película que viene a llevarse al millonario, porque su dinero no me interesa —muy serio y seguro de sí mismo—. Y si me comprometieron es porque así él decidió; yo no tengo que convencer a nadie para que esté conmigo, porque yo no mendigo amor por las esquinas —frunce el ceño—. Por tanto, de ahora en adelante te aguantas y te callas la boca o seré yo el que te pondré la carta de despido en este mismo instante. Así que me bajas los humos de airosa, jefa, y la manda más, que tú no eres cacique de esta aldea.
Jimin mencionó lo del cacique y la aldea, ya que, al llegar, ella dijo que en la torre había muchos caciques y pocos indios, y parece que ella no sabe qué, por querer mandar en la aldea equivocada, y por eso se llevó su merecido.
Jungkook estaba a punto de reírse, pero debía ser correcto para que ella entendiera que no estaban de bromas, pero sí le daba risa la cara de Rochelle mientras Jimin le decía sus verdades.
—¡Oh! —Jungkook con cara de nene bueno—. Creo que quedó claro —dándole una nalgada en son de que lo hizo bien.
Rochelle sale de la vista de los Jeon muy enojada. Ellos ven lo que tienen que hacer para comenzar a trabajar. Se ponen mano a la obra y quedan en irse a casa a la 1:00 p. m. Jimin sale de la oficina hacia la de Rochelle.
—Necesito que hable con Taemin y que envíe un informe detallado de unos negocios específicos, que él sabe cuáles son, y que me los lleve personalmente. Y, por favor, que te apures con todo lo que necesita el señor Jeon, gracias —sale.
Cuando Jimin sale de la oficina de Rochelle, fue por el café para Jungkook y cuando va a la cafetería, ve a una chica tomando café que se parece a Cecilia, pero creía que eran alucinaciones suyas, por lo que fue a la fila y se encuentra a Jin, quien le confirma que es ella. Y para perturbar su paz, ella se acercó para decirle sandeces a Jimin como siempre.
—¡Hola, Jimin! ¿Cómo estás? ¿Cómo sigue el bello? —sonríe Cecilia acercándose a él.
—Jimin la mira indiferente—. Está muy bien, gracias a la madre luna. ¿Y qué haces aquí? Se supone que tu entrada no es permitida —serio.
—No es permitida si no vengo a cosas de negocios, pero esta vez vengo a hablar de cosas importantes, que al chico hermoso le interesan —se ríe—. Y fuiste al ginecólogo, ¿qué te dijo, que no puedes tener más hijos? —burlándose—. Y si lo pierdes, es porque se perdió conmigo, ¡no te preocupes! —se refiere a Jungkook.
—Sí, Cecilia, fíjate, se perderá tanto que volverá con la loca que le mató a su hijo de 4 meses. Y para tu información, porque sé que te importa, estoy tan y tan bien que estamos buscando un bebé y habrá boda, así que bájate de la nube. Y no hagas que te saquen de aquí, porque no estás permitida por ningún motivo. Mi chico no tendrá ningún negocio contigo; pierdes tu tiempo. ¡Bonito día! —Jimin camina ignorándola.
—¡Ja! ¡Ja! ¡Ja! —imita una risa burlona—. ¿Están buscando un bebé? No me hagan reír. Kook jamás tendrá un bebé con nadie; bájate de la nube. TÚ —caminaba junto a Jimin y ya el guardaespaldas estaba acercándose—. NO tienes por qué meterte en cosas de negocios, eso no es tu problema, ¿ok? Y si yo maté o no a nuestro hijo, no es tu problema tampoco. Y una cosa que te aclaro: ese bebé SÍ era deseado; el tuyo ya será un blah, uno más.
—Oh, sí, deseado por ti, no por él —el omega Jeon trataba de no perder la poca paciencia que tenía—. Cecilia, en serio, gasta saliva, ¿y sabes qué? De negocios se habla en la mesa con todos, porque somos socios. Y si Jungkook ha de tomar una decisión, lo hará conmigo, que soy su prometido —serio—; mejor cállate y lárgate de la torre ahora.
—Mirándolo y se reía como foca—. ¿Tienes miedo de que hable con él a solas? ¡Es solo negocios, tranquilo! Él quería a nuestro bebé, por eso se afectó, estúpido, pregúntale —le dice con seriedad.
—¿Pasa algo, omega Jeon? —se acercó el guardaespaldas de Jimin.
—¿Omega Jeon? —Muerta de risa.
—Por favor, saque a esta señora de la torre. Y a los de seguridad de la torre que suban inmediatamente a la oficina del señor Jeon. —Jimin dice firme y sin rodeos.
—Yo puedo salir sola, además, deberías aprender a no dañarle los negocios a tu alfa, omega estúpido —camina—. ¡Me volverás a ver de nuevo! —se va Cecilia molesta.
El guardaespaldas de Jimin escoltó a Cecilia hasta la salida.
Jimin subió con el café a la oficina del CEO y le contó lo sucedido. Cuando el jefe de los de seguridad llegó a la oficina de Jungkook, las cosas no pintaban muy bien para él.
—¡Buen día, jefe! ¿Cómo sigue?
—Pregunta que te hago, ¿qué les dije yo de la entrada de Cecilia a la torre?
—Que no tenía concedida la entrada, señor, pero ella dijo que venía a hablar con usted sobre negocios, por eso pasó, pero yo no la dejé pasar, fue uno del nuevo personal, ¡perdone, señor! —mirándolo.
—Ajá, ella indicó eso, ¿y qué debían de haber hecho ustedes?
—Señor, llamarlo a usted o a algún personal primero, pero es que, como le digo, no estuve ahí para indicarle que tiene prohibida la entrada, me disculpo por ellos —mirándolo nervioso—. ¿Nuevas instrucciones, señor?
—Nuevas instrucciones, quiero que MUEVAS de LUGAR a esa persona y notifiques que NADIE LA DEJE ENTRAR, ASÍ DIGA QUE ES POR NEGOCIOS, ¿ENTENDISTE? —alterado.
—No hay problema, señor, seguiré sus instrucciones, no va a haber más inconvenientes. No quiero que se altere, usted viene de estar muy mal y no quiero que pase malos ratos, ¿algo más? Pregunta que le hago: ¿cuántos guardaespaldas van a venir con usted, señor?
—Bueno, entonces esté más al pendiente, no quiero que ocurra otro incidente así. Siempre vendrán de 4 a 6, y si sucede algo, 8, ¿por qué? —le extrañó la pregunta a JK.
—No ocurrirá más ningún otro inconveniente, señor, yo mismo se lo aseguro. Ok, entonces yo estaré pendiente; es que quiero indicarles a los de seguridad quiénes son los guardaespaldas de usted para no tener problemas. ¿Algo más que necesita, señor?
—Más vale, Coleman. Ok, cuando los tenga a todos, siempre los presentaremos; además, ellos se distinguen, y ustedes siempre los han visto. Y no quiero ningún otro suceso —serio.
—No, señor, no pasará más, eso se lo aseguro a usted. Antes de entrar alguien que no está en las listas, ¿se llamará a Rochelle o a usted? Claro, señor, estaremos pendientes de sus guardaespaldas. ¡Me retiro, señor! —mirándolo—. Omega Jeon, ¿está usted bien? Espero que no haya tenido problemas con la presencia de Cecilia —dirigiéndose con respeto a Jimin.
—No, me llamará a mí, si es por Rochelle, ella entra —mirándolo—. Espero que así sea; confío en usted.
—Todo bien, gracias a la luna no estaba solo —responde Jimin, amable.
—Gracias por su confianza, jefe, no volverá a pasar y siempre llamaré a usted. Lo siento, Omega Jeon, cuidaremos de usted. ¡Me retiro, buenas tardes! —sale.
Jungkook comienza una conversación con Jimin; siempre terminan como perros y gatos por la sobreprotección del alfa. El Omega quiere trabajar con normalidad y él pretende que Jimin delegue su trabajo en Jin para que haga menos. Jimin está en negación.
Mientras el alfa mafioso termina unos asuntos en su laptop, suena su celular. Era un ID desconocido; lo que le estuvo raro era la insistencia. Se concentró en terminar el trabajo porque, a las 11:00 a. m., tenían una junta con un asegurador y después se iban a casa. Todo iba bien, como para contestar llamadas sin identificación.
La insistencia era tan grande que tuvo que mandar a averiguar la identidad del número desconocido. Su personal secreto de la mafia, rápido dio con el número. Era Cecilia. Cuando Jungkook le contestó, habló 20 cosas que no tenían nada de importancia, las mismas quejas de siempre.
—Mira, Cecilia, te digo que desde ahora no voy a hacer negocios contigo, ¿ok?
—Yo estoy hablando de un negocio real, Kook, no pretendo estar a tu lado y menos molestar a tu omega. Hablo sobre una venta de diamantes para una línea de joyería que quiero abrir. Yo no solo llamo para hablar de cosas que no vienen al caso y que otro en 5 meses ocupó mi lugar.
—Ajá, ¿una venta de diamantes para tu línea de joyería? Debo consultarlo, no haré negocios hasta que no lo hable, ¡lo siento! Ahora no solo yo estoy en esto —resopla—. Lo tuyo y lo mío ya pasó, ¿ok? Así que haz borrón y cuenta nueva, porque me canso de tener que hablar lo mismo de varias maneras —llenándose de más paciencia.
—Resopla—. Ok, debes consultarlo. Pensé en ti, primeramente, pero creo que de verdad nunca se me hará realidad mi joyería. Si espero por ti, muero en el intento. No te pido que me regales nada, ni pienso interrumpir tu labor y mucho menos quiero deberte nada; solo pido una venta de ellos. Pero nada, si no quieres negocios conmigo, no te preocupes, voy a comprarlos a otro lugar. ¡Buen día, Jeon Jungkook!
—Ok, entonces hablamos en caso de decidirme.
Cecilia colgó el celular y Jungkook no pudo evitar reírse. Jimin, quien había escuchado la conversación porque su alfa lo tenía en altavoz, analizó lo que decía esa loca, pero pensó que el negocio era realmente bueno, ya que por de trabajar con joyería, podría haber más negocios relacionados en el futuro.
Pero, por otro lado, el omega Jeon tenía sus dudas y se lo hizo saber a Jungkook. Serenamente le dijo a su alfa que consultara con Min-Ki y Chin-Hwa sobre el negocio; ellos tienen más experiencia y, si ellos le dan luz verde, que alguien más se encargue de hacer el negocio con la loca esquizofrénica.
Jungkook, después de recoger sus papeles y su iPad, se fue a su junta. Ya iba un minuto tarde, por andar besando la boca sabrosa de Jimin. Y para colmo se lo llevó con los belfos hinchados para que lo acompañara, Jeon siendo Jeon como siempre.
Jungkook y Jimin entraron al salón de conferencias para la junta, estuvieron allí una hora y media y quedaron en un buen plan con el proveedor. Salieron de la junta y fueron directo a almorzar; luego fueron a la casa y allá se dieron mucho amor del bueno. Más tarde, Jimin hizo la comida y cenaron muy románticamente.
Así siguieron pasando los días; todo estaba marchando muy bien en la torre, en la mafia y en la vida de ellos. La relación entre familias espectaculares: siempre se reunían los fines de semana cada vez que podían.
Así pasaron junio, julio y agosto, un invierno espectacular, aunque un poco frío.
Llegó septiembre y con él la primavera y el cumpleaños 29 de Jungkook. Estaba ya el frío mermando y la vida era más fácil; con frío no se puede hacer mucho, por lo que la celebración fue en la casa de los papás del alfa, con una decoración magnífica de Ironman, a petición del alfa mafioso, que últimamente estaba volviéndose niño.
Llegó octubre. Jungkook estaba nervioso porque le quedaban solo 13 días para planificar el mejor cumpleaños para Jimin. Cuando su omega se fue al baño a darse una ducha, aprovechó en llamar a Jin para que le salvara la vida.
—¡Hola!
—¡Hola, Jin! ¿Cómo estás? ¿Estás ocupado? ¡Necesito hablar contigo urgente!
—Estoy bien, gracias, y no, no estoy ocupado. Dime, ¿qué pasó? ¿Está todo bien?
—¡No te preocupes, todo bien! Mimi está bañándose, ya que vamos a salir. Quiero preguntarte algo: es que quiero que le celebremos a Mimi los 24 años, pero quiero que sea algo hermoso y lejos de aquí, ¿tendrás alguna sugerencia? ¿Qué es lo que le gusta? ¿Estará bien en MANDALAY HOUSE?
—¿En serio se lo quieres celebrar? Se va a emocionar —se ríe—. Pues mira, algo así, omegirly, porque tú sabes que él es así. Para variar las cosas, hazle una fiesta con muchas flores, porque le gustan colores pasteles, amarillo, rosa, azul o blanco.
—Se ríe—. Sí, se lo quiero celebrar; él me dijo que nadie se lo celebraba desde los 18 años. ¿Tú crees que se vaya a emocionar? Sí, pues Jimin me había dicho que le gustaban las flores, que así le había dicho al wedding planner. Perfecto, ¿tú me ayudarías con eso?
—Sí, yo sé que se emocionará mucho; hace mucho que no lo celebra así con todo el mundo —sonríe—. Es perfecto que sea en la isla, no te preocupes, coordinaré todo con una persona que conozco para que todo salga como Minnie se lo merece.
—Esa es la intención, que se emocione, que vea que lo amo con todo mi corazón. Ojalá y me ayudes, te lo agradeceré mucho, ya sabes, lo mejor, cueste lo que cueste, ¿ok?
Jungkook estaba ya tranquilo, ya que sabía que el cumpleaños que sueña para su omega se hará realidad con la ayuda de Jin.
Jungkook y Jimin fueron a salir juntos como todos los fines de semana.
Así siguieron pasando los días.
Jin contactó a un coordinador de eventos, quien le iba a ayudar en hacerle un hermoso cumpleaños a Jimin. Todo estaba tranquilo con el pasar de los días.
Era lunes, 13 de octubre de 2025. CUMPLEAÑOS #24 DE JIMIN, en la mañana, mientras todos se estaban alistando para llegar hasta The Whitsundays, en donde iba a darse el evento en la MANDALAY HOUSE. La decoración era hermosa, en flores de colores suaves, todo estaba a puro glamour. Como a eso de las 3:00 p. m., comenzaron a llegar invitados de diferentes partes de Australia; el homenajeado arribó a la isla a eso de las 5:00 p. m. con los ojos cerrados, cuando se llevó una gran sorpresa al ver su fiesta, la decoración y la cantidad de invitados que allí había. Fue todo un éxito.
Pasaron octubre, noviembre, y llegó diciembre...
Siguen pasando los días, y en este mes estaba a punto de haber otro acontecimiento.
La boda.
Era martes, 30 de diciembre de 2025. Fue la preparación para la preboda en una playa de Sunshine Beach, fue todo muy hermoso y allí estaban los más allegados, un éxito.
EL GRAN DÍA LLEGÓ... LA BODA.
Era miércoles, 31 de diciembre de 2025. Jungkook y Jimin, después de mucho tiempo, estaban durmiendo separados y el alfa, como a eso de las 7:00 a. m., llama a Jimin protestando.
—¡Hola, mi alfa casi oficial! ¿Qué haces? Te extraño.
—¡Hola! ¿Tú estás desierto ya? A ver, ¿puedo hacerte una pregunta? ¿Cómo es que puedes estar tan lejos de mí? Que no se me acerque el que inventó que durmiéramos separados desde ayer. ¡No he podido pegar un ojo! —Irritado.
—Sí, estoy despierto, tampoco pude dormir —se ríe escuchando sus berrinches—. Es tradición no vernos antes de la boda, pero nos vamos a ver dentro de unas horitas para darte muchos besos.
—¿Ya ves? Ahora estarás en la boda con ojeras, mi amor, ¿quién inventó esa estúpida tradición? No me GUSTA un carajo, ¡eh! ¿Y a qué hora es la boda? Nadie me ha dicho a qué hora tengo que llegar —se ríe, pero estaba perdido—. Mmmm, ¿sabes a dónde quiero llegar yo?
—Miiiraaa, Jeon, más te vale que llegues, que tú sabes la hora —tono enojado—. Mmmm, no, no sé a dónde quieres llegar, pero puedes decirme.
—Se ríe—. Tranquilo, ¿por qué te pones así, no confías en mí? —piensa—. Mi amor, quiero llegar a nuestra luna de miel a Hidden Beach, Puerto Vallarta, México. Necesito hacerte el amor por una semana, ya que con solo no hacerte nada hace dos días, me pones en penitencia —exagerando—. ¿Y qué haces, baby? ¿Están todos contigo ya?
—Mmmm, sí, pero más te vale que llegues, Jeon —se escuchan voces—. Están aquí todos, estamos listos para irnos de spa y relajarnos un ratito, luego a maquillarnos. ¿Y tú?
—¡Voy a llegar, Jimin, por la luna! Con lo eufórico que estoy, ¿tú crees que no llegaré? ¡NUNCA! Mmmm, todas estas semanitas, lejos de Oceanía, Europa, por allá por América, relajarnos, solitos y hacernos el amor, nuestra luna de miel será maravillosa.
En ese momento a Jimin le entra una llamada; era personal encargado de la decoración de la boda. Le mandó muchos besos a Jungkook y terminó su llamada.
—¡Hola!
—¡Hola! Jimin, soy Victoria Camero, la wedding planner . Lo llamé porque surgió un problema y estoy algo nerviosa, por eso, no sé si fue accidente o intencional lo que pasó.
—¿Qué sucedió? —alterado.
—Ayer trajimos todas las flores en una nevera para conservarlas para hoy; eran 13 neveras, 5 de ellas amanecieron apagadas y las flores están muertas. No sé qué hacer, estoy preocupada por no poder conseguir las mismas. Lo siento, pero no fue mi culpa, señor, ¡creo que esto es sabotaje! Estoy moviendo mis contactos para conseguir esas flores y terminar la decoración.
—¿Sabotaje, por qué? Mire, sean cuales sean las flores, las quiero blancas, NO de otro color, blancas.
—Señor, es sabotaje, porque cuido bien mi trabajo y yo sé que no puede cometer una brutalidad en dejar apagadas las neveras, ¿me entiende? Estoy tratando de conseguir las mismas flores y el mismo color; las voy a mandar a buscar a donde sea, ¿ok? —sorprendida—. No puedo creer que esté tranquilo y la histérica sea yo.
—Con ponerme histórico, no haré nada, pero asegúrate de que me pondré así si no consigo NADA. Quiero que me llames cuando ya las tengas.
—Lo siento mucho, señor, lo llamaré con buenas noticias. ¡Chao! —cuelga.
Cuando le contó a Jungkook, se puso más histórico que todo el personal de que trabajaba para que la boda fuera inolvidable. Pero como la luna estaba alineada para ellos, decidieron tomar el acontecimiento con calma y dejaron que eso se encargaran otros; estaban dispuestos a casarse hasta sin las benditas flores.
Jimin y Jungkook se fueron cada uno a hacer sus últimos preparativos para el gran momento.
5 horas después, hubo cambio de planes muy drásticos, pero se logró hacer la decoración más bella que la que Jimin había escogido. Era su flor favorita y jamás la vio tan bella como hoy... el GRAN MOMENTO. Jungkook y Jimin, al fin, juraron amor eterno en una ceremonia con más de 400 personas, entre ellas personas importantes de todo Australia, para luego ir a una fiesta en donde festejaron su unión, con una decoración espectacular y superglamurosa.
Jungkook y Jimin lucían espectaculares. El omega luego se cambió su hermoso traje por uno más sencillo, pero sin quitar su glamour. Cuando dieron las 12 de la medianoche, todos juntos con los novios despidieron el 2025 y recibieron el 2026 con todas las bendiciones que se decían unos con los otros, realmente superemotivo.
Era jueves 1 de enero de 2026. Muy temprano partieron en su avión privado rumbo a México. Después de 24 horas de viaje y 2 paradas, llegaron a Puerto Vallarta, Jalisco.
Era viernes, 2 de enero de 2026. A eso de la 1:00 p. m., luego fueron directo a su hotel, en donde descansaron un poco y fueron a cenar más tarde.
Al día siguiente, después de desayunar, fueron a su primer día de diversión. Fueron a Hidden Beach, Puerto Vallarta, para la famosa "Playa Escondida", un día maravilloso. Todos los días los pasaban genial, con diversión, mucho amor, aunque Jimin siempre se quejó de dolor en la espalda casi todos los días.
Así pasaron los días.
Después de 25 días de luna de miel regresaron a Australia...
Después de 3 días de puro descanso y de que todo estaba tranquilo. Hicieron una fiesta familiar en la casa de la isla, pero Jimin fue al baño porque comenzó a sentirse mal. Creía que tenía muchas ganas de ir al baño, pero le comenzó un dolor fuerte. Vio un charco de agua y otro líquido que no podía distinguir, trató de gritar, pero por la música nadie hacía caso, hasta que cayó al piso sobre sus rodillas y logró llamar a Jungkook a su celular.
¡Hola Roommates!
Espero que todo esté bien y la estén pasando felices ʕ • ́؈ • ̀)
Aquí tenemos un nuevo capítulo, delen mucho amor, espero que lo disfruten y no se olviden regalarme ★'s y comentar que tal les pareció.
¡Hasta el próximo capítulo!
XOXO♥
ᒍOᗩᑎ
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