—¡Buenas, Jimin! Me dicen que eres hijo de Min-Ki, mucho gusto; soy Chin-Hwa, padre de Jungkook —le extiende la mano.

—¡Hola, Hayley! Soy la mamá de Jungkook, me llamo Eileen, mucho gusto. Recuerdo haberte visto muy chiquito. ¿Es tu omega hijo? —mirando a ambos.

—¡Hola! Mucho gusto a ambos, encantado de conocerlos —sonríe y les extendió la mano a ambos— y sí, soy el hijo de Min-Ki y Alexis.

—Sí, es mi Omega...

—Es una buena persona tu mamá —sonríe Eileen a Jimin—. Hace mucho no la veo.

—Qué bien, conocido, al menos, ¿a qué se dedica en la compañía, hijo? ¿Y desde cuándo son pareja? Vine el martes y no me dijiste nada —mirándolo—. ¿Qué edad tienes, Jimin?

No trabaja ya en la torre, ni en la mafia, ni nada, pero siempre viene a supervisar, lo que no le importa.

—Bueno, tú solo viniste a hablar de las cosas de empresa y no me preguntaste por mi vida personal —mirando a su papá— y somos pareja, es mi omega.

—Sí, mi mamá es muy buena persona, señora Eileen —Jimin le sonríe— y señor Jeon, para su información, soy abogado personal de Jungkook y tengo 23 años, ¿por qué?

Jimin mirándolo muy serio. Se le acercó a Jungkook y le ponía su brazo atrás en su espalda, casi llegando a la cintura.

—Hijo, así es que le haces ver a tu Omega, ¿la relación que tienes con tu padre? —mirándolo—. Y usted Jimin, uno no contesta con otra pregunta. Me imagino que todo el mundo debe saber quién es tu padre y cómo es, ¿no? Soy el peor, el que solo le importa tu empresa y no tu vida personal, ¿cierto? Si fuera de esa forma también reclamarías, ¡qué bien es todo!

—Ya, Chin-Hwa, no tienes por qué hablar así; mejor vamos si las cosas no van a estar bien —mirándolo— ¡mejor vamos!

Jimin se molestó por cómo son los padres más desinteresados de su hijo, pero una cosa descomunal.

—¿Saben algo? Y perdona que me meta en algo que para ustedes NO es mi asunto. Jungkook pudo compartir con mi familia. Pese a nuestros problemas familiares, no llegamos a estos extremos y siempre hablamos. Aquí TODOS conocen a mis padres, saben cómo son con sus hijos. En este caso, Jungkook vio el trato que me dan de príncipe en mi casa. ¿Y sabes otra cosa? Con Jungkook hemos tenido miles de roces, porque aquí no veo ningún afecto ni cariño de su parte hacia él. En vez de alegrarse, porque su hijo está con alguien que intenta lidiar con el duro y estricto carácter y directrices, o como le llaman, educación y crianza... Vino usted prácticamente hasta para interrogar mi edad; a mí no me está malo darle mi folleto de vida; tengo 23 años, estudié leyes en Corea y me gradué con honores, mi porfolio disponible —entregándoselo— y no tengo mala reputación. Tampoco vengo a estar con su hijo por dinero, no lo necesito y ni me interesa, porque tengo el mío. No me sorprende nada de esto, señor Jeon, esto me lo esperaba, porque ayer no vi ni una sola llamada de ustedes para decirle a su hijo feliz día de Navidad, ni por cortesía. Eso sería un gran cambio y pobre de Paolee, que le pide perdón a su hermano, porque le han dado más cariño a ella que a su propio hijo... Qué triste es ver esto en estos tiempos; ahora no se queje, si algún día logra tener nieto y no lo ame, ni lo quieran por la dura actitud que tiene usted de macho, de que los alfas no lloran, no son débiles o que son los fuertes. Usted demuestra el desinterés que tiene en la vida personal de su hijo increíblemente, como si él pudiera morirse hoy y mínimo importarle o al menos brotar una lágrima. Ahora le digo una cosa: piensa las cosas antes de que sea demasiado tarde. Es increíble que yo en tan poco tiempo haya tenido más conocimiento de su hijo, que busca ayuda para sobrellevar toda esta situación. Ah y de paso, de nosotros no espere un nieto o nieta, porque usted se ha encargado de crearle a Jungkook que es incapaz de ser un buen padre —demasiado serio y con 23 años analizó todo en pocos minutos— Si me disculpan, un placer en conocerlos y en vez de irse, siéntense a dialogar como familia, esa que dicen ser —le daba un tierno beso en los labios a Jungkook— Esperaré afuera, Koo-Koo.

Jimin miró a Jungkook y le acarició la cara, le sonríe, vuelve a darle un beso... Pero él le tomó la mano y pidió que se quedara.

—Muy inteligente para tener 23 años y recopila información muy rápidamente. ¡Me alegra! —Chin-Hwa le aplaude a Jimin, con una sonrisa macabra—. Me alegro de que te hayas aprendido la vida de Jungkook en estas semanas que lo conoces, ¡bravooo! En esta familia no es que NO se hable, no es que no nos comuniquemos, solamente somos diferentes a la tuya. Primero, de la manera como se cría a un alfa en mi familia, son con reglas diferentes y eso debe respetarse. Aquí no es que NO se ame, que no nos preocupemos, pero así somos. La forma de dar afecto y cariño es diferente, ¿algo más? Yo me alegro de todo lo que hace mi hijo, de sus logros y de sus fracasos. Lo apoyo, ¿qué más quieres? En ningún momento me opuse a su relación, nunca me opongo, solo pregunto lo necesario. Si le incomodo, ¡lo siento! No acostumbramos a ver esta temporada navideña como una festiva. Es un día normal como todo, pero si se fijó, venimos a verlo hoy, ¿o no se fijó? Paolee, es una omega a quien hay que protegerla más, eso es obvio; aquí no se siente más amor entre uno y otro, lo que cambia es la protección. Tengo mis creencias en cómo criar un alfa, si no le parece, lo siento mucho, pero por eso Jungkook está en donde está y es lo que es, ¡eh! No sé a qué se refiere, pero creo que hay cosas que no debo porque contestarle. No entiende lo que es una crianza por generaciones; eso es costumbre familiar —serio mirando a ese Omega, pareja de su hijo, que lo estaba enojando de sobremanera. Por eso no le gustan mucho los omegas dominantes.

—Ajá, ¿y usted cree que a su hijo eso le gustó? No recibir un te amo de su padre, o al menos que SU padre se sentara a jugar un videojuego con él o lo que fuera —Jimin estaba molesto y no tenía intensiones de callarse—, sino que tenía que venir a reuniones empresariales por el solo hecho de que tenía que ser el dueño de esta empresa, o aprender a matar para ser el BOSS de una mafia, ¿esa es la forma de criar a los hijos? Discúlpeme, pero qué horror ha cometido —se le acercaba al señor y Jungkook lo agarraba de la cintura—. Cuando se llega, se da un beso y un abrazo, y se pregunta: ¿HIJO, CÓMO ESTÁS? ¿Qué ha pasado con tu vida, algún cambio? ¿Tienes Omega? Vamos a conocerlo, vamos a compartir más. Prefieren vivir a 4 horas de lejanía a tener 4 minutos de cercanía.

Jungkook tuvo que agarrar fuerte a Jimin; sabía que su papá en cualquier momento podría golpearlo y si lo hacía, las cosas no iban a terminar bien; después se arrepentiría toda su vida.

Jimin seguía diciéndole de cosas a ese arrogante viejo Jeon.

—Ah, y no era necesario preguntar mi edad, qué hago o dejo de hacer. Es necesario preguntarle a quién le debe importar y decirle: ¿HIJO, te hace feliz? ¿Te sientes bien con él? ¿Te llena? ¿Te entiende? ¿Te escucha? —mirándolo y seguía tirándole todo el veneno que tenía dentro; después de todo es un Black Mamba—. Esas son las preguntas indicadas; ya luego se averigua el resto. Yo soy omega, dominante, pero omega y como a ella —señalando a Eileen— me criaron de manera protectora, pero así me enseñaron a defenderme, a ser fuerte, pero nunca me negaron un abrazo, un beso, un ¿Cómo estás, hijo? ¿Está todo bien? ¿Necesitas algo? ¿Quieres que hablemos? —sin dejar de mirarlo—. Usted tiene su creencia de cómo criar un alfa y sepa que si yo tuviera un hijo y fuera alfa, asegura que con usted no lo dejaría ni 3 segundos, porque sería el alfa más hijo de puta de la vida, sin ver los sentimientos ajenos o la carencia de cariño y amor.

Jungkook quería parar a Jimin, pero sabía que si lo hacía se iba a enojar con él. Lo dejó porque estaba en lo correcto, decía la verdad y era justo lo que él quería decirle. Su omega, hermoso, estaba siendo su ángel guardián en ese momento.

—Sí, yo sé lo que es crianza de generación y más, porque me vivo día a día la crianza de un sobrino, la cual, pese a mis estudios, me tenía 2 horas en una iPad para compartir con él, aunque fuera en un juego de Mario Kart en línea. Un nene, que, sin conocer, su hijo rescató de un secuestro por su mierda de mafia, como si lo conociera de toda la vida y lo hizo sentir bien. Aquí no se trata de crianza por siglos, se trata de marcar la diferencia de generación en generación. Las costumbres familiares a estas alturas valen mierda cuando de amor se trata; discúlpeme, señor Jeon, pero hay cosas mucho más importantes y que usted se ha perdido increíblemente. Triste demostrarle a usted una cosa, cuando realmente yo no lo sé, pero más triste es usted, señora Jeon, que ni tan siquiera le da un beso a su hijo, solo por el marido que tiene —mirando a la señora—. La diferencia es esa, NO dar más amor a un hijo que al otro, porque por eso los hijos salen rebeldes y luego se preguntan los padres qué hicieron mal. A los dos hijos se les tiene que amar por igual, se les cría por igual y se les da amor por igual, para que NINGUNO se sienta más ni menos que el otro. Su familia tiene un mal concepto de cariño, amor, afecto, crianza y directrices.

Jimin se cruzó de brazos, mirando a los señores Jeon muy serio, y con sus ojos ya con un violeta brillante, estaba muy enojado. Jungkook no le soltaba la cintura.

—¿Terminó? ¿Terminó de decirme cómo debí criar a mi hijo y cómo debo de ser con él? —mirando a Jimin con ganas de arrancarle las tripas—. Gracias por sus concejos. Hijo, nos vemos en año nuevo, me dio gusto en verte —se levanta—. ¡Eileen, vamos!

Chi-Hwa le toma la mano a su Omega Eileen. Jimin se quedó en shock y miraba a Jungkook sin decir una palabra.

—No se moleste en viajar 4 horas para nada, ¡eh! —dijo Jungkook luego de reaccionar—. Tranquilos, yo me lo pasaré como todos los años.

—¿De verdad se van a ir? —Jimin estaba atónito.

—Mirándolos—. Vamos a venir en año nuevo, así que no nos molestará viajar 4 h. Sí, nos retiramos, Jimin. ¡Cuídense!

—Espera Chin-Hwa. A mí me tocó el corazón lo que ese chico dijo, ¡eh! —dice la mamá de Jungkook con los ojos cristalinos.

Eileen suelta la mano de Chin-Hwa y camina hacia Jungkook. Le dio un beso en la frente, como cuando era niño, lo abrazó con muchas ganas. Ese abrazo que hace mucho tiempo no le daba, le dio la bendición de la madre Luna, saliendo de la mano del señor Jeon, poco después.

Jungkook sacó todo el aire retenido tan pronto sus padres cerraron la puerta.

—Bueno, bebé, ¿qué tenemos que hacer hoy?

El alfa mafioso sonríe como si nada hubiera pasado. Ya él sabe cómo actuar en estas situaciones.

Mientras que ese omega dominante levantaba la ceja por no creer que no le afectaba nada, lo conoce muy bien ya.

—Conmigo, no te hagas, ¡eh! —mirándolo—. Yo no dije todo esto por chiste, Jungkook, lo dije porque de verdad vi que te afectó cómo te recibieron, pero si no me quieres decir nada, OK. Sé que para eso tiene a Namjoon —busca los papeles que tenía encima del escritorio, cambiando por completo el tema—. Tienes que leer estos papeles; aquí están los del permiso, de lo que te dijo Rochelle; debes firmarlos para que estén también en escrito. Y bueno, lo demás es mío, no hay problema. Jungkook, si vas a hacer el cambio de Rochelle, piensa a quién vas a poner en su lugar, para que le explique ella todo lo que tiene que hacer la otra persona, y no se te hará fácil...

—Espera, espera, espera, espera —mirándolo—, ya, lo admito y no te miento, me dolió como me recibieron, como se despidieron y así será todo el tiempo, ¿dime mi amor que debo hacer? Tengo 28 años, ¿tú crees que ese afecto cambiará? Yo solo necesito que me abraces, yo solo quiero ir a la casa.

Era una realidad; Jungkook ahora sí que estaba triste; se quitó la coraza de mafioso, frío y sin corazón.

Jimin, sin preguntar nada, solo fue a donde su alfa para abrazarlo con todas sus fuerzas.

—Si seguimos así, Jungkook, no... no habrá ningún cambio y esto seguirá afectándote año tras año —mirándolo—. Sabes que no vas a pasar el año nuevo solo y menos si será un año nuevo más de lo mismo. Te irás con mi familia y conmigo a pasarlo juntos, ¿ok?

Es un mafioso, es un matón, es un hijo de puta, pero tiene corazón, le bombea sangre y fue un niño, adolescente, es un hijo. Todas estas cosas no le deberían pasar ni tan siquiera a un asesino en serie. Tiene derecho a ser amado, a que lo arrullen, a que le digan que todo va a estar bien.

Es duro, se aguanta todo, pero Jungkook no pudo parar las lágrimas que por sí solas bajaban por su perfecto rostro afligido por lo sucedido.

En otros tiempos seguro no le hubiera importado nada; ahora que conoce el amor, sus sentimientos estaban ahí, claro, en donde siempre, pero libres.

—Gracias por abrazarme, mi amor —sorbe por la nariz—. Me gustaría que, aunque sea, en mi último minuto de vida, mi papá me diga que me ama, no solo que está orgulloso de lo que soy. Cuánto daría estar muriendo para que me lo diga —mirándolo— año tras año que he aguantado estar solo. Yo voy ahora a donde quiera que tú vayas —resopla y trata de hacer su papel de serio—. Bueno, debo terminar todo esto para poder irnos a Victoria. ¿Qué es lo que debo leer y firmar, por favor? ¡Y no sé qué haré con Rochelle, la verdad!

—Jimin hace que se siente y le daba muchos besos reconfortantes—. Koo-Koo, quizás cambie, quizás no, yo no lo sé, pero a tu mamá, al menos, le tocaron mis palabras —sonríe—. Quizás luego cambie también. Debemos terminar esto si nos vamos a Victoria, bebé, es ahora, hoy —besos—. Mira, Koo-Koo, son estos papeles —se los ponía de frente—, pero léelos, ¡eh! —piensa lo de mover a Rochelle—, bueno, debes saber que para no dejar esto sin nadie.

Jungkook estaba cansado mentalmente por muchas cosas que han pasado estos días, que se supone que son festivos, familiares, hogareños. Y con todo esto, sin contar las mierdas de la mafia, que estaba un poco alejado de su deber, por ser precisamente Navidad, ya resolverá los asuntos de la mafia. Para eso tiene underboss y caporegime en su mafia, ¿o no?

Ahora existe Jimin, ahora hay motivos para vacaciones y tiempo de relajación.

El alfa resopla y revisa los papeles, leyendo los permisos de la explotación de la mina para firmar.

—Bueno, que sea lo que la madre Luna quiera, mientras pasa algo contrario con mi familia, yo igual me voy a disfrutar el estar contigo y con tu familia, ¿ok? —le sonríe un poco a su Omega y piensa en su madre— Mamá me besó y me abrazó como nunca en mi vida creo, me gustó mucho que lo hiciera, yo los amo, sabes, ni un solo odio le tengo —piensa y lee— Sí, mi amor, a primera hora nos vamos a Victoria, tengo algunas juntas allá —mirándolo— Baby, tú no crees que buscar una secretaria que sepa todo como la loca de Rochelle podremos entrenarla y no solo eso, la confianza, es difícil con tan poco tiempo. Mmmm, ¿qué piensas?, ¿la dejamos y le movemos la oficina? ¿Así tenga que venir a traer lo que sea?

—Claro, y verás que la pasaremos muy bien —sonríe dándole besos—. Por eso le dije a tus papás, porque sé que los amas y no los odias, amor —mirándolo—. La mueves de oficina, así tenga que traer todo, yo me encargo de ella...

—Besos— Toma, mi omega, ya están aquí firmados los papeles, verifica que esté todo bien; tienen que explotar esa mina a más tardar mañana, ¿ok? —resopla—. Mimi, gracias por entenderme y por tenerme paciencia. Bueno, la voy a mover de oficina y que camine. Es más, la pondré en la última oficina vacía que hay aquí, después de la de Taemin —se ríe y más besos.

—Ok —revisaba los documentos, que no faltara una firma—, perfecto amor, daré el visto bueno para la explotación —le da besos—. Muy bien, lejos, en donde no la vea —sonríe y guarda los papeles—. Bueno, dile a Rochelle lo que decidiste, para seguir trabajando.

—Mmmm, déjame llamar a Rochelle, para que ella haga lo de la mina rápido. Y lo de los papeles, dile a Jin que me haga ese informe rápido también, no quiero fallas, ¿ok? —besos—. Hacemos un buen equipo, Mimi —sonríe.

Tomaba su celular para llamar a Rochelle.

—¡Hola! —sentida, todavía.

—Voy a ser directo. Me haces el favor, coges tus cosas, vas a la oficina que está después de Taemin, ahí te instalas, ¿entendiste? Y que no se repita lo de hoy, pero jamás en tu vida.

—¿Gracias, Sr. Jeon, pero no crees que estoy muy lejos para lo mucho que me pides? —piensa que está bien jodida—. Será difícil, Sr. Jeon, yo creo. No volverá a pasar, ¡lo juro! —responde.

—Es mi última decisión, Rochelle. Si no le gusta, lo siento. Entonces, la muevo de piso...

—No, no, ¿cómo me va a mover de piso, Sr. Jeon? No, no, disculpe, yo me instalo hoy mismo en donde me indico, no se preocupe —resopla—. ¿Hizo los papeles de la explotación? El abogado Seokjin debe hacer el informe y adjuntarlo a sus papeles.

—¡Ok! Y sí, ya los hice, con eso no hay problema y se los pasaré a SeokJin. Además, él sabe qué tiene que hacer. Rochelle, deja de darme instrucciones.

—Yo no estoy dándole instrucciones, Sr. Jeon, solo estoy indicando lo que necesita y hace falta hacer, como recordatorio; es mi trabajo y lo que usted siempre dice que haga —resopla—. ¿Algo más que necesite, Sr. Jeon? Ya que estaré lejos de usted.

—Y yo le digo a usted que el abogado sabe lo que tiene que hacer. Así que no necesito recordatorio alguno en esos casos. No, no necesito nada más.

—Lo siento, Sr. Jeon. Cualquier cosa, avíseme —cuelga.

—Esto de ahora tener corazón, no se puede —resopla y mira a Jimin—. Tengo que reservar el hotel en Victoria; trataré de hacerlo en el mismo en donde será la junta —revisaba en su laptop.

—Está bien, mi amor, le llevaré esto a Jin, ¿ok? —dándole besos—. ¿Te veo ahora? —sonríe.

—Ve, mi amor, pero no me dejes mucho solo, ¡eh! —sonríe y besa.

Jimin salió con el cartapacio con los papeles en la mano para llevárselos a Seokjin.

Pero, para mala suerte de Rochelle, se la encontró en pleno pasillo y aprendió mucho con Namjoon cuando lo estaba entrenando para defensa personal y tiro. No era un experto; estaba todavía en la etapa 1, según RM, pero lo de ser parte de la mafia se le estaba subiendo a la cabeza.

Así que caminó hacia ella, como una leona en casería, para obtener comida para su manada, que la agarró a traición del cabello, metiéndola a una oficina, en donde había otros empleados, pero no se percató.

Ya cuando se dio cuenta, era tarde, por lo que siguió con su plan.

—Maldita infeliz, te dije que no te metieras conmigo, tengo mi mecha corta —aprieta más su mano en el cabello de esa omega—, aléjate de mi alfa y jamás en tu vida lo vuelvas a tocar, a mirar o desear, ¡MALDICIÓN! —De los cabellos, la sienta en una silla, mirándola, tantea su espalda y saca su arma detrás de su pantalón.

—No me mires con esa cara, sabes muy bien que desde el primer día que nos vimos me trataste mal, pero ahora no voy a permitirte ninguna mierda —la señala con la pistola— y no me creo más por ser el omega del señor Jeon, me sé defender solo, pero defiendo también lo que es mío, deja de joder y solo trabaja, ¿me entiendes?

Jimin le iba a dar con la culata de la pistola, pero decidió darle una cachetada. Ella gritó, y todos los presentes también. Eso alertó a Jungkook, quien salió corriendo de la oficina y detrás de él más personas. Habían escuchado "pistola", y llegó hasta seguridad.

—¡JIMIN! Amor, hey, baja eso, guárdala, ven, dime qué pasó —trataba de que todo estuviera en calma. Jimin sonríe fanfarrón a Rochelle y se gira a donde Jungkook.

—Hizo el mejor puchero del mundo y comenzó a llorar, de mentiras—. Amor, ella me dijo de cosas, me cacheteó, me hizo doler y yo no le dije nada —se pega a su pecho a hacer que llorar—. Vámonos, no le hagas nada, está loca y aprendió su lección.

—¡Vamos! —miró muy serio a su secretaria y salió con su omega.

Se hizo la víctima, y todos los presentes ese día vieron que ese lindo omega tiene a Jungkook en la palma de su mano...

Después del papelón que se formó en el piso del CEO.

Jungkook deja a Jimin frente a la oficina de Jin. Y lo sigue para una reunión.

Cuando el omega entró, Jin estaba asustado, que, con solo abrir la puerta, lo asustó.

Jimin comenzó a reírse. Sabía que había escuchado todo.

¡Hola Roommates!

Espero que todo esté bien y la estén pasando felices ʕ • ́؈ • ̀)

Aquí tenemos un nuevo capítulo, delen mucho amor, espero que lo disfruten y no se olviden regalarme ★'s y comentar que tal les pareció.

¡Hasta el próximo capítulo!ＸＯＸＯ♥ ᒍOᗩᑎ