(imagen referencial: créditos en la foto)

—Pero ¿qué haces? —se acerca agarrándole las nalgas—. ¡Mierda! —mordiéndose el labio.

—Pues, hago la cena, ¿por qué? —se movía por la cocina.

—Se para detrás de Jimin, pegándose a su espalda y le dice al oído—. ¿Era necesario que te pusieras esa vestimenta básica, pero tan sexy, bebé? —le decía sensual al oído y acariciándole el vientre.

—Se ríe— Bueno, es que se me quedaron las pijamas —«Sobre todo», en sus pensamientos, y se ríe— Mmmm, además, es rico estar así, ¿no crees? Cenita, ropita sexy...

—Eres un torturador, te ríes, malo —se ríe—. No te preocupes, te voy a creer, Mimi, pero no le digas a nadie, ¡eh! Porque yo mismo fui quien empacó como más de 10 pj's, así que no me engañas, ¡lo hiciste adrede, mmmm, pero qué rico! —se muerde el labio— Mmmm, y qué es lo que huele tan rico, además del melocotón que se huele por ahí, ¿ah? —se refería al aroma de Jimin— Mañana podemos ir a disfrutar desde tempranito, bebé, porque ya yo arreglé todo —besos en el cuello; Jimin estaba viendo la carne.

—Riéndose—. ¿YO? Yo soy buenito —más risas—, yo jamás hago esas cosas —tratando de seguir con la cena—, mmmm, déjame cocinar, pues haré carne asada al hornito. Usted espere; verá lo rico que cocinaré —se ríe—. ¿Arreglaste todo?

El alfa mafioso no es de reírse, pero cuando hace esa risa fanfarrona y con su omega, es porque está también muy travieso y con ganas de casería.

—Uff, eres bueno solo de rico que estás, de lo demás, eres un travieso, mmmm que me encanta eso de ti también —besos, no lo dejaba cocinar— huele rico, quiero ya cenar con el omega que me gusta mucho —mirándolo y se aleja para dejarlo cocinar— Sí Mimi, ya arreglé todo, ya la Torre tendrá libre mañana, so que el jueves temprano comienzo de nuevo a la carga, además, que el viernes te vas conmigo a Victoria, no sé si quedarnos, pero si nos quedamos, el sábado nos vamos de compras y de yate, ¿ok?

—Sonríe con todo y sus ojitos, feliz—. ¿Tienes vino? —revisando la vajilla que usará—. Como tú digas Koo-Koo..., pero será rico ir a disfrutar —le daba besos.

—Claro, mi amor, vamos a disfrutarnos todos estos días, mañana, el viernes, sábado, domingo y cuidado que sigamos por ahí —sonríe y besos—. Mmmmm, ya quiero disfrutarme la cena —levanta la ceja—. ¿Tú crees que no tendría vino en la casa? ¿Y qué hay ahí? —le señalaba una vitrina en la misma encimera que tenía diferentes clases—. Y si no quieres de esos, hay más abajo en el club —le guiña el ojo—. ¿Puedo ayudarte en algo, omega sabroso? —le pasaba la mano en las nalgas.

—Mmmm, cuidado que sigamos por ahí —riéndose y miraba—. Hay vinos, pero busco que encuentres el mejor para hoy —besos—. Sí, ¿me puedes ayudar en que te sientas allá en la sala de estar y me dejes de provocar? —riéndose.

—Necesito que me cortes las manos, ¡no puedo! —se ríe y se mordía el labio—. Mejor voy de nuevo a mi oficina; terminaré algo antes de cenar. Espero que no tenga que hacer nada el fin de semana, ya sabes de qué —mirándolo—. Por cierto, Mimi, encontrarás el mejor vino, te lo aseguro; los mejores están en esa vitrina abajo. Mmmm, te veo en unos minutos, mi amor...

Y en ese momento, Jimin se bajó a buscar en la vitrina un vino, pero a ese alfa no se le escapó la acción y sus ojos fueron a la retaguardia de su omega. De esa forma no le dejaba nada a la imaginación y simplemente se prendió. Su entrepierna se despertó y la cena debía de esperar. No podía él solo con su pequeño problema.

De la nada Jimin siente que lo agarran fuerte del cabello; iba a protestar, pero rápido entendió cuando vio la entrepierna de Jungkook: solo llevaba bóxer.

—¡Arrodíllate! —Ordena el alfa y el omega obedece.

Cuando Jimin estaba arrodillado con la boca abierta esperando que el miembro del alfa mafioso alcanzara su boca, él agachó su cabeza para mirarlo. Jimin era un despampanante Omega, tal y como le gustaban, pero no había encontrado ese perfecto buen trasero y garganta alegre.

Ahora lo tiene y es suyo.

Agarró su cabeza y embistió fuerte; era lo que quería; una buena mamada de esa boca; la que solo Jimin sabe usar y muy bien.

Embistió tan fuerte que el Omega estuvo a punto de atragantarse con su pene. Eso al alfa lo ponía excitado al sentir que su pene era tan grande y grueso que podía atragantarlo. Después de darle unos segundos para que respirara, empezó de nuevo. Jimin volvió a chupar su pene como si de una paleta se tratara, a la vez que con la mano libre empezó a masturbarse.

—¡Joder...! ¿Quién te ha dicho que puedes tocarte? —preguntó con una sonrisa fanfarrona y mordiéndose el labio, mirando a Jimin a los ojos.

—Nadie, mi pene es mío y mis dedos también; no tengo que pedir permiso a nadie —contestó, riéndose—. Además, este grueso pene me pone caliente y es mío también —enfatizó, para volver a chupar y a lamer.

Jungkook abrió la boca para decirle que era su alfa y era quien decidía si podía tocarse o no, pero no salió una palabra, porque de solo ver la imagen hizo que se derramara tan fuerte que de su boca salieron chorros de semen.

Agarró su barbilla y clavó su mirada en los ojos azules del Omega.

—¡Traga! —ordenó, sin perder su mirada.

—¿Todo en orden, señor Jeon? —preguntó, mientras se lamía los labios coquetos.

Jimin se tragó todo su semen, pero al Jungkook escuchar su pregunta, su pene se puso duro de nuevo, y decidió meter su enorme pene en su agujero favorito.

El aroma a melocotón del Omega hizo que el Alfa se acercara más a su cuerpo; era un olor embriagante. Tocó su cabello negro y despeinado, pasó su mano por su mejilla de Jimin y lo miró de nuevo; no sabía de dónde cojones se permitió tener un poco de delicadeza, con lo caliente que estaba.

—PONTE en cuatro, Omega —ordenó.

Cuando Jungkook se quitó el bóxer y se giró, ya Jimin estaba en la posición que le ordenó, con las manos agarrando sus nalgas y abriéndolas para su alfa. Muy ricamente lubricado, su agujero apretado brillaba por ese líquido con olor a melocotón.

Jungkook amaba también la suavidad de la piel de su Omega.

—¡Mételo ya, joder! —pidió Jimin, girando su cabeza hacia su alfa para mirarlo.

—Cierra la boca, aquí el alfa soy yo, así que soy yo quien decide cuándo meterla —respondió, a la vez que empezó a meter su pene por el agujero.

El Omega tenía un agujero estrecho y el Alfa su pene muy grueso. El mafioso, de solo sentir cómo encajó, se quiso derramar de nuevo.

Siguió embistiendo fuerte, con sus manos en cada lateral del culo de su Omega, y por unos segundos se permitió soñar que no existía Dimitri, el capo de la mafia rusa, que afuera no había un montón de balas que llevaban su nombre, que la vida podía ser hermosa y no la cascada de humo en la que llevaba viviendo algunos años.

Cuando estuvo a punto de derramarse, Jimin se quitó, tardó un nanosegundo para meter de nuevo el pene de Jungkook en su boca, empezó a cogerlo esa vez por la boca hasta que sintió como las venas de su pene se inflaron y cuando creyó haberlo visto todo, el Omega quitó su boca sustituyéndola por sus manos, dejando caer todo su líquido en su perfecta cara, sin dejar de mirarlo a los ojos.

Jimin, entre risas, se fue al baño que estaba en la cocina, lavó su cara y solo escuchó a su alfa quejarse. Se rió más fuerte, porque no se escuchaba enojado, más bien frustrado.

—¿Quién cojones le ha dicho que puede irse? —refunfuñando.

—¿Qué le pasa, amor? Estaba quitándome la mascarilla de colageno —ríe y pasa por su lado para verificar la carne.

—Bah, mejor me voy, eres un aguasexo —acomodando su pene en el bóxer.

—Más risas—. Ok, mi amor, ve —besos—. Termina todo, que este fin de semana eres solo mío, ¡eh!

—Bueno, mi amor, cuando esté todo listo, me avisas —besos—. Estaré en la oficina —se va.

Pasó media hora más o menos, ya Jimin había terminado la cena, ya la mesa estaba lista, con la comida, el vino y aperitivos. Le tomó una foto y la subió al Instagram, diciendo...

Ellos se sentaron a cenar y formaron una conversación como si fueran pareja de años, como si fueran novios oficiales, y era un año más juntos.

—Mmmm, ¿se le puede llamar a esto una cena romántica de pre-navidad, mi amor? —mirándolo y sonríe—. Nunca había tenido una cena así, ¡gracias! —cortó un pedazo de carne llevándolo a su boca—. Uhhhlala, pero qué deliciosa, suave, jugosa carne, para chuparse los dedos —le da un beso.

—Podemos decir que sí, nuestra primera cena romántica —se ríe, comiendo— De nada, mi amor, y siempre hay una primera vez para todo —sonríe— Te lo dije, cocino rico.

—Tomaba vino—. Está deliciosa la cena. Ya no quiero que nadie me cocine, solo tú —sonríe—. Sí, siempre hay una primera vez y, la verdad, estoy feliz de que sea con el Omega que me gustó desde el primer día que lo vi —sonriendo— y tú, ¿la habías tenido? ¿Cómo fueron esas cenas?

—Gracias, mi amor, fue con mucho cariño —sonríe—, mmmm, nunca tuve cena romántica en casa, todo tenía que ser restaurante y ya.

—Sonríe— Quiero que durante la semana me hagas mi cenita y mi desayuno, y ya los fines de semana nos vamos a comer fuera, ¿sí? —con cara de gatito de Shrek— así las betas que solo se dediquen a limpiar y a servir cuando es necesario, ¿ok? —cenaba— entonces, es la primera cena romántica en la casa, es bueno saberlo, ¿al menos el Chanyeol ese te hizo cenita romántica alguna vez?

—Ok, mi amor, entonces hagamos un trato; yo entro a trabajar a las 8:00 am y salgo a las 4:00 pm para así llegar, cocinar y cuando llegues esté la comida. —mirándolo— Mira, con ese tipo citas románticas no tuvimos, porque estudiábamos y eso era comer todos en casa y hacer tareas...

—Mirándolo—, ¿seguro entrarás a las 8:00 a. m.? —con la ceja levantada—. Eso ni tú mismo te lo crees, bebé —se ríe—, pero me encantaría que yo llegara a casita y tenga a mi Omega bañadito, en una tanguita y con la comidita hecha, un vinito y, mmmm, listo para darme besos.

—Se ríe—. ¡Déjame! Haría ese sacrificio —más risas—. Oh, ya hiciste el recuento —comía—. Cuando tenías a tus parejas. ¿Qué hacías?

—Se ríe y se muerde el labio—. Es rico imaginar, más rico sería que se hiciera realidad, ¿no crees? Qué rico recuento, así como un spoiler de lo que me gustaría —ríe—. ¿Harías un sacrificio por mí, y eso por qué? —mirándolo, en realidad no quería hablar de su vida de pareja—. Con mis parejas, solo era sexo, bebidas, salíamos a clubes, casi ni hablamos y menos nos decíamos si era importante estar juntos o no; quizás un te quiero salía esporádico y no en todas las ocasiones.

—Mmmm, bueno, si tú me complaces en mis cosas, entonces te complazco... —mirándolo—. ¿Qué sucedería si quedara embarazado, cómo sería un cambio en nosotros? ¿O cuándo tú crees que para ti es adecuado ser padres?

—Mirándolo— ¿Ser padres?? Mmmm, creo que es una palabra fuerte y un compromiso, responsabilidad más grande todavía; creo que por algunos años no sería adecuado, no por dinero, quizás por otras cosas, pero quizás en un futuro, ¿por qué? —piensa.

—Mmmm, entonces no te gustaría ser papá por ahora, ¿y entonces cuando? —mirándolo y comía— porque todo siempre es responsabilidad hasta el enamorarse...

—Sí, yo sé que TODO es responsabilidad, desde que estás con alguien por un rato, hasta cuando estás enamorado completamente, pero yo creo que para ser papá es una preparación física y mental, muy diferente a enamorarse. No sé cómo explicarte, pero no es que no quiera que pase, pero ahora no estoy listo. ¿Y tú, estás listo? —mirándolo y seguía comiendo.

—Exacto, todo es responsabilidad, pero ¿qué preparación física y mental, Jungkook? No entiendo eso —mirándolo—; siempre he sido sincero...

—Mirándolo con la boca llena de comida— Ahora mismo estoy siendo responsable en todo el sentido, comportándome contigo bien y respetuosamente, y tenerte bien en todo el sentido, ¿o no? Jimin, es sencillo de entender, tengo que ver si tengo paciencia, que si se despierta en la madrugada no me moleste, que si tengo que quedarme con él no me dé un ataque; no sé qué es ser padre ni tío, no sé nada de bebés, necesito un manual de instrucciones —seguía mirándolo.

—Sí, si lo estás haciendo responsablemente —mirándolo—, no existe ningún manual que yo sepa... pero tranquilo, no te preocupes, haz de cuenta que NO pregunté nada —triste—. Tú me gustas, creo que eso sí lo he dicho —resopla—. Quizás de mañana llevarte a mi casa sea un error...

—UN ERROR, Jimin, ¿cómo que un error? No entiendo cuál es tu error, pero si no quieres que vaya, NO voy y YA, no entiendo nada —serio—. Jimin, yo solo quiero ver que estás seguro de estar con alguien como yo, mayor, imbécil, cabrón, mafioso y la peor persona, ¿me entiendes? Esa es la fucking seguridad que necesito —mirándolo— Y tú, ¿me contestaste lo de ser madre? No vi tu respuesta, ¡eh!

—Bueno, como no sabes si tienes paciencia, de seguro mi amor pequeño te sacará bien por el techo —mirándolo—. CARAJO te dije que solo quiero ver que esto no es un juego, que no nos vamos a dañar mutuamente, o que salga perjudicado yo, ¿entiendes? Y no hablo de lo que hagas, hablo de nosotros. ¿Para qué carajo voy a contestar eso? Te dije que hicieras como si no hubiera preguntado nada —enojado.

—¿Ahora me hablas así? Cuando modifiqué lo más que pude tratarte con sutileza y cariño, vaya, qué bien, se te agradecen las malas palabras y todas las flores que me echas, ¡eh! —mirándolo—. A ver, ¿tengo cara de hijo de puta, de que no tengo corazón, ni quiero a nadie a mi lado? ¡DIME! Si te estoy diciendo hace días que quiero conocer a tu sobrino y que salga con nosotros, NO es para ahorcarlo, ¡eh! —serio—. ¿Un juego? ¡HA! Un juego, qué cosa brutal —resopla—. Quiero que me contestes, no voy a hacer que no me lo dijiste, lo dijiste, así que contesta Jimin.

—No pretendo discutir, la verdad, y no cuando me esmere por una maldita cena romántica contigo y perdón por preguntar cosas tan estúpidas —se levantó de la mesa y se fue al cuarto, tirando la puerta.

Jungkook tiró su servilleta de tela encima de la mesa y se levantó caminando a la habitación.

—¿Qué es lo que pasa, Jimin? ¿Por qué te levantas así de la mesa? Cuando dije YO que preguntaste cosas estúpidas, ¿ah? —mirándolo—. Jimin, mírame, ¡por favor!

Jimin estaba tirado en la cama, boca abajo, con la cabeza metida en la almohada. Le dolió realmente esa conversación y las respuestas de Jungkook.

—¡Quiero estar solo, gracias!

—¿Quieres estar solo? ¿Ya se acabó el romanticismo? Jimin, no es para que te pongas así —se sienta a su lado y trata de ponerlo de lado para que lo mirara.

—Ok, no es para tanto...

—Quieres que me vaya, o que te obligue a levantarte de ahí para estar conmigo, ¡tú decides! Jimin, por favor, no quiero que estemos mal, ¡caray! Era una noche romántica. No es para que terminara así. —Jungkook, lo levantó de donde estaba acostado, lo puso en sus piernas y hacía que lo mirara—. ¿Estás con ganas de llorar? —le acaricia la cara y ahí es cuando llora, en serio.

—No, qué va, no tengo ganas de llorar, JAMÁS en la vida... —giró su cara, tratando que Jungkook no lo vea y se le bajaban las lágrimas.

—Oh, ya entiendo, soy yo el que ya te está dañando —lo pone delicado en la cama—. ¡Lo siento! —El mafioso pidió disculpas, casi imposible, pero lo abrazó superfuerte y el corazón del alfa se sentía latir fuerte—. Descansa, estaré en otro lugar; cualquier cosa me avisa —resopla.

—Ok... —Se acomodó y cerró sus ojos.

—¡Mimi, que descanses! —sale de la habitación.

En cuanto Jungkook cierra la puerta, Jimin se gira mirando el techo; se le bajaban aún las lágrimas; estaba algo triste.

«Esperabas mucho, Jimin... esperabas mucho de alguien que apenas dice que quiere cambiar su vida...». Dice Jimin, en sus pensamientos.

Jimin seguía pensando sin moverse de donde estaba, y poco tiempo después se quedó dormido, por llorar tanto.

Una hora después, Jungkook entró a la habitación, lo arropó bien, le acarició el cabello y salió de la habitación. Fue directo al club, en donde tomó algunos tragos y se quedó dormido en el sofá.

Era miércoles, diciembre 25, 2024. DÍA DE NAVIDAD.

En la mañana, nadie hacía aguaje de despertar. Como, a eso de las 10:00 a. m., suena el celular de Jimin, era SeokJin.

—¡Hola! —soñoliento.

—¡Hola! Minnie, ¿todavía duermes? ¿A qué hora te vas para Nueva Gales? ¿Pasaste linda noche con tu Sr. Jeon?

—Sí, todavía estaba dormido —responde— por la luna, ni me he levantado, gracias por llamar. Y no, no fue la mejor noche, después hablamos de eso.

—Mmmm, de la forma que lo dices, creo en serio que no fue la mejor, ¡lo siento, peque! Entonces, ¿te busco para ir o vas con Jungkook? Ya comienza todo desde las 11:00 a. m., me dijo tu mamá.

—No, no, ve tu primero, tranquilo... allá nos vemos, ¿sí?

—¿Seguro, Jimin? ¡No te escuchas bien! —piensa—. Bueno, cualquier cosa me llamas, ¿sí? ¡Feliz Navidad, peque!

—Sí, estoy seguro. Te llamo cualquier cosa, igual para ti, piojis, chaito —colgando.

Jimin se levanta, estirándose un poco y suspirando.

El Omega no escucha a nadie por toda la casa; va al baño, se lava la boca, después sale de la habitación. Va por el pasillo y no había nadie, por lo que imaginaba que Jungkook se había ido, pero cuando miró afuera, ahí estaban los guardaespaldas y su auto, por lo que en algún lugar debiera de estar.

Jimin buscaba a Jungkook, pero no lo encontraba. Cuando entró en el club, allí estaba con una botella de "Garioch Glen" que es uno de los más antiguos whiskys de destilerías en Escocia, que se remonta a 1797... y dormido. Asumió que estuvo tomando como de mente.

—¿Jungkook? —Lo movía un poco.

—Uhmmm —se movía, pero no abrió los ojos—. ¿Qué pasó? —Se estiraba un poco.

—¿Qué haces aquí? ¿Estuviste toda la noche bebiendo?

—¿Quién? —se levantó de golpe, se sintió mareado y comenzó a vomitar, todo lo que se comió el día anterior y no paraba—. No, yo no tomé nada —volvió a vomitar.

—No, qué va, hueles al alcohol y estás vomitando. ¡Lindo comienzo de día contigo! —fue a buscar toallas y volvió poniéndolas encima del vómito.

—¡Me siento mareado! —volvió a vomitar encima de las toallas—. Por la luna, dame agua, por favor, —se agarraba la cabeza—. ¿Qué hora es? ¿Ya es de día? —mirando a Jimin con los ojos un poco abiertos.

—Son las 10:25 am. —Busca agua y se la daba—, vas a tener que tomarte algo para que se te quite, quédate ahí...

Jimin buscó más toallas y las ponía en el mismo lugar nuevamente; luego iba a la cocina a hacer algo de frutas y vegetales, como batida, e iba donde Jungkook, luego.

—Tomate esto...

—¿Qué es esto? —mirándolo—. ¡Huele a vegetales! —pone caras raras—. ¿A las 11:00 am no tenemos que estar en Nueva Gales? Mmmm, ¿por qué me dejaste tomar tanto?

—¡Tómatelo! Que sé yo que estabas tomando; yo me acabo de despertar.

Jungkook se pone de pie e hizo para vomitar, es ahí entonces cuando recuerda que ellos no estaban bien la noche anterior.

—¿Cómo te sientes hoy? ¿Aún vez un error en llevarme a la fiesta? —mirándolo—. Si quieres, ve con Jin, yo me quedo aquí en la casa —resopla.

—Jin, ya se fue. Y ya quedamos en ir, así que vamos a ir. Luego de eso, te bañas con agua fría.

—Mirándolo— Dices cualquier cosa, Jimin, pero no quiero ser el peor error que cometas, ¡eh! —se intentaba levantar y ni podía, lo hizo poco a poco—. Bañarme con agua fría, en tus sueños; estás loco —caminaba despacio y se aguantaba de las cosas.

—Es de la manera en que te sentirás mejor, Jungkook.

—Lo hago, si te bañas conmigo, apoyo moral, ¿no? —mirándolo y seguía caminando—. Mmmm, tengo hambre, aunque siento el estómago como una mierda. Que carajo me tome anoche, ¡caray!

—Yo me bañé ya. Te prepararé el desayuno suave, a lo que te bañas...

—¿Estás molesto conmigo por lo de la cena de anoche? ¿Todavía no me perdonas? —mirándolo.

—No es eso, Jungkook, pero la verdad, y te hablaré sinceramente. Me encanta, me fascina, me gusta estar contigo, podría decir que te tengo un cariño, pero hay cosas que quizás no cambies... y ese será mi miedo e inseguridad siempre... —mirándolo— Ve a bañarte... —Se iba a la cocina.

—¿Cosas que yo nunca cambie? —piensa—. ¿Ese será tu miedo e inseguridad? ¡Vaya! —Hasta hablando solo lo tenía Jimin, resopla y se va a bañar.

Jungkook iba directo al baño y se metió debajo de aquella agua fría solo a ver si se le iba la ebriedad. Se terminó de bañar al poco rato, buscó un bóxer, un swim short, se puso sus tenis y una camisa sin mangas saliendo a la cocina.

—¡Estoy listo! —mirándolo—. ¿Estarás triste en todo el día? —se le acerca y lo abraza—. ¡Feliz Navidad, ojitos camaleones! —no lo dejaba de abrazar.

—¡Feliz Navidad para ti! —lo abrazó—. Ahí está tu desayuno. —Jimin terminaba de hacer el suyo y se sentó a comer.

—No le gustó que fuera así tan seco. —¡Gracias! —se sienta a desayunar mirándolo—. ¡Buen, provecho! —comenzaba a comer frutas y no lo dejaba de mirar—, mmmm, ¿todavía te gustó en serio? ¡Quisiera que no te acuerdes de nada!

—De nada, e igual para ti —desayunaba—. Las cosas no cambian por un problema, Jungkook, me gustas y si fuera otro me hubiera ido, dejándote ahí, borracho... —Tomando café.

—Yo no me acuerdo de cómo llegue al club y comencé a beber como un anormal, no sé qué tome y porque me puse así, pero soy de los que creo que por un problema las cosas cambian y para mal o para bien, Jimin, ¡por eso pregunto! —tomaba café y comió de su cereal— Tú también me gustas demasiado y yo no quiero que estés lejos de mí —mirándolo.

—Bueno, tú crees de esa manera, yo no lo creo así... —seguía desayunando.

—Mirándolo—. ¿Y qué debo hacer para que sonrías? ¿Sabes? Yo no te cambiaría por nada —le toma la mano—. Lo siento, no quería hacerte llorar...

—No te preocupes. Yo solo me creé ilusiones de más, muy rápido... —Terminando de desayunar.

—Jimin, no es rápido. Si fuera así, yo me enamoré de ti muy rápido. ¡Ash! —se le soltó la lengua—. No te hiciste ilusiones, solo yo no supe contestar a nada —resopla, termina de desayunar, se levanta recogiendo lo de ambos—. ¿A qué hora nos vamos a Nueva Gales?

Jimin ahora se sentía más confundido por lo que dijo. Jungkook estaba enamorado de él.

—Lo miraba—. Ya debemos ir saliendo. —Se levantó a tomar agua.

—¡Ok, ya yo estoy listo! Cuando termines, me avisas, iré a la oficina a hacer una llamada —mirándolo y se alejó caminando.

Jimin se quedó con el vaso de agua en la mano e hiperventilando.

«Realmente estás bien confundido, Jimin... o te decides a seguir así pese a todo, o acabas ahora las cosas, aunque no quieras...». Dice Jimin en sus pensamientos.

Jimin, para darle tiempo a Jungkook, comenzó a lavar lo que utilizaron y Jungkook necesitaba hablar con alguien, por lo que llamó a su "escucha todo", Namjoon.

—¡Hola! ¡Feliz Navidad! Y ese milagro, tú llamas, ¿para qué soy bueno?

—Cabrón, necesito ayuda, aconséjame, soy bruto, lo hice llorar.

—Pendejo, pero ¿por qué lo hiciste llorar? ¿Estás loco? ¿Qué es lo que te pasa, para eso quieres estar con él? Hellooo pendejo, es el ÚNICO omega, que te gusta, que lo quieres, que estás enamorado, idiota, que quieres, ¿qué te dé una beca para el psiquiatra? Vas a perderlo y después no lo vengas a secuestrar, ¡eh!

—Ay, cabrón, mira, ayer, él hizo una cena romántica, bien bonito, todo. La cosa es que empezamos con preguntas, obviamente, de conocernos. Pues, qué sucede, él me pregunta por qué sigo preguntando cosas de Chanyeol y luego me preguntó que si quería tener hijos, la cual, de verdad, no le respondí de la mejor manera. Cabrón, pero es que ni yo mismo sé si puedo ser buen padre. O sea, le dije prácticamente que no es el momento y que necesitaba un manual para eso. Que de la parte de él quería y necesitaba seguridad y no lo estaba viendo, porque solo me decía que le gustaba estar conmigo. Jimin me dijo que solo quería ver que no era un juego esto... Me emborrache como un cabrón y ahora él me dio algo para la resaca, me preparó el desayuno y antes de eso, me dijo que yo le gustaba y que podría decir que me tiene un cariño. Pero que él entiende que habrá cosas que yo ni cambiaré... y que ese es su miedo e inseguridad...

—Ay JK, JK, JK —resopla—. Se ve que nunca te has enamorado en serio, ¡ANIMAL! A ver, ¿por qué coño le sigues preguntando del tal Chanyeol ese? Es lo primero que te voy a preguntar, porque si ya lo mandaste a la puñeta, ¿cuál es el uso de seguir con la cantaleta? O sea, Zorro tuvo que defenderlo del tipo, ¡no seas animal! Lo de los hijos, puedo entenderte, no es fácil la cosa, pero ANTES de contestar, BUSCA la manera. Ya viste que Jimin es sensible a las cosas y YO sé que tú eres una bestia, no tienes tacto con NADIE, deberías comprarte un perrito o algún animal o tal vez cuidar juntos a su sobrino a ver si te nace la vena paternal. Ya sabes que Jimin sí quiere ser madre, ¡imbécil! —piensa—. Es obvio, JK, todo el mundo necesita seguridad para estar con una persona; estabilidad es lo primordial. Él seguramente te quiere, no quiere alejarse de ti, AÚN así por lo que eres y las cosas que haces. Sabiendo qué clase de persona eres tú, no es que eres mala persona, pero pues, tú sabes lo que eres. No por nada estudié psicología humana en Harvard, ¡eh!

—Porque quiero saber si siente algo por Chanyeol, que, si piensa en él, que sé yo, Nam —resoplando—. Sí, lo sé que es sensible al tema. Y de seguro hoy lo veré con su sobrino, que veo que lo adora más de la cuenta. Cabrón, yo no tengo vena paternal; de verdad, creo que no seré un buen papá. Sí, yo sé lo que soy y él me lo dijo, que no estaba aquí por lo que realmente era; es por cómo soy, en cuestión de persona.

—JK, pendejuelo, no es que Jimin sea sensible al tema; lo que pasa es que él cree que con la persona que está se casará, tendrán cachorros y serán felices para siempre. Recuerda que él viene de un círculo en donde lo primordial es amar, ser amado y la familia, ¡eh! ¡Métete eso en la cabeza! Mira a ver de dónde puedes sacar lo paternal; práctícalo con el sobrino, te será de mucha ayuda. Serás un buen papá, con tus bestialidades, pero lo serás, ¡ya verás! Ya ves, imbécil, Jimin no solo te quiere por lo que eres y cómo eres, sino por lo que siente y disfruta cuando está contigo. Y deja ya de joder con Chanyeol, él solo quiere estar contigo y solo te quiere a ti, IDIOTA.

—Cabrón, pero yo no me veo así —resoplando—. Me veo siempre disfrutando la cabrona vida —se agarraba del cabello—. Voy a ver cómo me va con el sobrino. ¿Y por qué, carajo, Jimin no me puede decir que quiere estar conmigo y me quiere? ¡Sería más fácil!

—Se ríe—. ¡Ay, JK, vuelves loco a cualquiera! Es que con Jimin puedes disfrutar la cabrona vida, pendejo, ¿no te has puesto a pensar en eso? No es que tengas cachorros AHORA, imbécil, pero si quieres un futuro con Jimin, así es que debe de ser, ¿o lo quieres perder? JK, mira, dile que te diga las cosas con calma. Él dijo que le gustas y que le gusta estar contigo. No jodas tanto, las cosas se dan SOLAS.

—NO, cabrón, no lo quiero perder. Me siento bien, pendejo, ¡lo admito! —resoplando—. Nam, si le acabo de admitir que estoy enamorado de él, lo dejé más aturdido, ¡soy una bestia!

—Ah, ya ves, admites que te sientes bien con Jimin y no lo quieres perder, pues ponte para tu número y NO arruines las cenas románticas, ¡pendejo! Es tu verdad, JK; estás enamorado de él como un adolescente, por eso te comportas peor que ellos, ¡eh! Así que, con calma, trata de que cuando te vayas para casa de los suegros, ya la tengas feliz. Solo eres un poco bestia, ¡lo admito!

—Ay Nam, ahora de seguro no me va a querer hacer ni una puta comida romántica por mis pendejadas, coño... traté de ponerlo feliz, pero ni eso me dio la feliz Navidad más seco que un palo. Por cierto, ¡feliz Navidad, cabrón!

—Después de 100 h me dices feliz Navidad, menos mal, ¡gracias, pendejo! Dale tiempo a que pase un rato; ya verás que él mismo irá a donde ti para que le des cariños. Los omegas son así, mientras están enojados, ni te le acerques, ¡eh! Entonces, se le pasará y te hará otra cena, pero NO SE VALE METER LA PATA DOBLE, ¡eh!

—Cabrón, perdón, es que ando trastornado por esto —se ríe un poco—. Sí, lo sé, no se vale meter la pata —resopla—. Pues, te dejaré saber qué sucede, ¿ok?

—Se ríe—, Cabrón, me gusta verte así, ¿sabes por qué? Porque siempre fuiste la jodienda, te creías como He-Man, con el poder de grayskull, yo tengo el poder y ahora terminaste jodido, enamorado hasta el culo, ¡BUENO QUE TE PASE! Siempre hay la primera vez de ser uno el más enamorado y te llegó la HORA, ¡YAY! —Nam, se disfrutaba ver a JK así— No metas más la pata, ¡no JODAS TANTO! Espero que tengas buen día y ya sabes, mantenlo FELIZ y demuéstrale con su sobrino que lo que dijiste, lo dejaste por decirlo, ¿ok?

—Se empieza a reír—. ¡Nam, eres un cabrón! Espero que me salga todo bien, si no te vuelvo a llamar.

—Se ríe—. Voy a tener que comenzar a cobrarte las consultas, ¡eh! Espero que pases un lindo día con tu Omega y NO jodas, coño, JK un día, SOLAMENTE. Nos vemos... Hey, ¿cómo van las cosas con Taemin?

—Infeliz —más risas—. Gracias, Nam, te aviso cualquier cosa. Espero que vayan bien ahora. Te dejaré saber.

—Ve a dónde, Jimin, y antes de irse, hazle el amor, ¡seguro verás una sonrisa! —se ríe—. Suerte, JK, y relajado, que la vida es bella, es una bendición —comenzaba a cantar—; me llamas cualquier cosa.

—Ajá, jura que me dejara tocarlo; me mandará a la mierda antes de nada —más risas—. Gracias, Nam, por todo, te llamo —Jungkook, se ríe y cuelga.

Jungkook resopló y salió de su oficina.

Jimin estaba en la sala leyendo un libro. El alfa fue a donde él; se acercó, se sentó a su lado y le daba besitos en el hombro.

—¡Hola! ¿Por qué no me habías avisado que estabas listo? ¿Nos vamos? —Con ternura.

—Porque escuché que estabas hablando y no te iba a interrumpir. Sí, vamos... —Dejaba el libro en la mesa de la sala y se levantaba buscando su bolso.

—Se levanta y agarra a Jimin de la mano, atrayéndolo a él y dándole besos—. ¿Bebé, no me darás besitos, aunque sea? ¿No te gusta la idea de pasar este día juntos? —tomaba la bolsa de él, cargándola como "los omegas" lo hacen.

—Te queda muy bien la bolsa, ¡eh! —mirándolo—, vámonos, por favor, Min-Tae debe estar desesperado por verme.

—¡Gracias! —mirándolo— Sí, ya vamos a llegar, pero... —Lo pega a la pared de la antesala para salir, comienza a besarlo como solo sabía, con lujuria total, tocándolo por todas partes.

Hicieron el amor en reconciliación, porque sí, aunque ellos estaban distanciados por la situación de la noche anterior, eso no significaba que no pensara en el otro.

Después de una rica sección de sexo en la antesala de la casa y con todo el mundo ahí, recuperan respiraciones, tumbados en el piso y Jimin descansando encima del pecho de Jungkook.

—UFF, qué rico, mi omega me pone MAL. Nos besamos y me descontrolo, ¿qué es lo que pasa? —sonríe—. Van a decir que la leona de mi casa se enojó —se ríe recordando que Jimin le arañó la espalda y le da un piquito después.

—No sé, pero esta mezcla de enojo, lujuria y no sé qué más me tiene mal... —dándole besitos—, se supone que debemos estar de camino...

—Creo que debemos irnos, ¿ya ves las cosas que nos provoca la lujuria? ¡No se puede! Mimi, no quiero que te alejes de mí, te quiero conmigo, me gustas mucho —más besos y se sentaba junto con él—. ¿Nos vamos?

—Se ríe—. Sí, mejor vámonos. ¿Acaso quiero alejarme de ti? —mirándolo.

—Vamos y espero que no te alejes, ¡eh! —medio sonríe.

Después de ambos vestirse y arreglarse de nuevo, fueron rumbo a casa de los papás de Jimin en Nueva Gales del Sur [New South Wales]; después de 1 h/47 min de viaje, al fin llegaron a la finca de los Park.

Todo se veía extraño y no parecía estar pasando una fiesta.

Jungkook y Jimin se bajan del auto, pero Taemin viene corriendo y golpea al alfa. Rabioso, le gritaba, lo golpeaba más fuerte. Ellos no sabían qué pasaba, pero Jimin trataba de quitar a Taemin. Pedía ayuda, pero nadie salía.

—AMENÁZAME CON LO QUE QUIERAS, ERES UN INFELIZ, SOY TÚ AMIGO, ¿POR QUÉ JUEGAS ASÍ CONMIGO? DEVUÉLVEME A MI HIJO, ¿POR QUÉ LO SECUESTRASTE? ¿QUÉ TE HICE? —golpeaba a Jungkook, con furia.

—¡BASTA! —limpiándose la sangre de su labio roto—. Yo no he secuestrado a nadie; jamás, me metería con un niño. TÚ ME CONOCES, ¿TE VOLVISTE LOCO? ¡YO NO FUI, MALDICIÓN!

Jimin corrió dentro de la casa; esperaba que fuera una mentira, pero se habían llevado a Min-Tae del patio de la casa, en donde estaba jugando en la piscina.

El Omega se derrumbó y cuando Jungkook se acercó, lo golpeó, porque también creía que era su culpa; estaba cegado por eso y solo quería que su sobrino esté de vuelta.

Jungkook se mantuvo al margen y hablando con sus guardaespaldas, para ver qué podían hacer. Hicieron una llamada y Yoongi llegó a su rescate con equipo de rastreo e interceptación de llamadas. Debían esperar esa llamada del secuestrador, porque ya estaba cavando su propia tumba.

Pasaron horas angustiantes, hasta que por fin entró esa llamada que esperaban. Era el secuestrador del pequeño Min-Tae; interceptan la llamada y rápido dan con el lugar, la persona.

Eran unos enemigos de Taemin quienes secuestraron a su hijo, por arreglo de cuentas.

Pedían 10, 000, 000 de dólares en billetes sin marcar.

Los hombres de Jungkook iban a ir por el niño, pero antes, JKBOSS, grabó un video para el secuestrador.

«Me conoces, ¿no es así? Soy JKBOSS. 10 millones de dólares en billetes sin marcar cómo pediste. Pero no podrás acercarte al dinero; nunca verás un dólar de este dinero, porque nunca se pagará el rescate por Min-Tae. Ofrezco este dinero como recompensa por tu cabeza, vivo o muerto, eso da igual. Así que felicidades, de secuestrador a víctima, pero las probabilidades son mejores. ¿Conoces a alguien que no te entregaría por 10 millones de dólares? Creo que no. Si regresas a Min-Tae vivo, ileso, retiraré la oferta. Si no lo haces, que la luna te acompañe, porque nadie en esta tierra lo hará.»

Grabó todo con un semblante frío, calculador y muy molesto. Una de las cosas que odia es meterse con omegas, con cachorros, discapacitados y personas de la tercera edad. Esto no era aceptable; su omega, su amigo y toda la familia estaban devastados por el secuestro de la felicidad de la casa.

Le dolió a Jungkook que pensaran que fue él, que lo hizo por venganza a Taemin por no dejarlo estar con Jimin, pero él jamás haría algo así, por más hijo de puta que sea.

Se mantuvo alejado, mientras sus hombres iban a su misión. Por sobre todas las cosas, quería al niño vivo y en la casa de los Park antes de medianoche, y a los desgraciados que se lo llevaron, 5 pies bajo tierra.

5 horas después.

JKBOSS fue informado de que el operativo fue un éxito; que traían al niño con vida y a todos los secuestradores muertos. Se sintió tranquilo, sonrió y, aun así, se quedó lejos. No sabía si irse, se sentía que sobraba.

Era mafioso, mataba, todo lo malo lo tenía él, pero era ser humano, tenía sentimientos y dos de las personas más importantes para él desconfiaron de él y creyeron que era un verdugo de lo peor, con un niño que iba a ser muy cercano a él.

Este es el precio de ser lo que es, el BOSS DE LA MAFIA, BLACK MAMBA.

Sin más, se montó en el auto, se aseguró de esperar que llegaran las camionetas en donde estaba Min-Tae y se fue. No era parte de esa felicidad, era parte de la oscuridad que lo caracterizaba.

Solo esperaba que Jimin le pidiera una disculpa. Aunque fuera pequeña, la iba a necesitar tanto.

Con su semblante serio, solo arrancó el auto y salió de aquella finca sin mirar atrás. 

¡Hola Roommates!

Espero que todo esté bien y la estén pasando felices ʕ • ́؈ • ̀)

Aquí tenemos un nuevo capítulo, delen mucho amor, espero que lo disfruten y no se olviden regalarme ★'s y comentar que tal les pareció.

¡Hasta el próximo capítulo!ＸＯＸＯ♥ ᒍOᗩᑎ