ᑕᗩᑭí丅ᑌᒪᗝ #17
—¿Mimi? —se le acercó—. ¿Por qué te fuiste así? —lo abrazó.
Jimin realmente se sintió ofendido por su hermano y avergonzado en frente de Jungkook.
—Él siempre me trata como si fuera un cualquiera y eso me enoja demasiado. Si yo fuera otro, correría a donde mi padre a decirle las cosas que hace su hijo predilecto.
—No pienses así, Mimi, ¿sí? Quizás es que está celoso que yo esté contigo y soy su amigo; no lo estoy justificando, porque lo que dijo no debió de hacerlo, pero esas cosas pasan, te lo dije, era lo que me temía —lo abraza fuerte—, pero ¿por qué él te trata como un cualquiera?
—¿En qué cosas pienso entonces, Jungkook? Siempre él me ha tratado así desde que me fui a Corea. Yo no sé por qué me trata así al final de cuentas, pero parece que él se creía que haría toda mi vida lo que él dijera.
—¿Quieres que lo golpee para que te deje en paz? No te preocupes, que yo lo voy a matar tan pronto suba, me tiene bien molesto. Pero, por favor, no lo hagas por él, te lo pido por mí, no le digas a tu papá lo que él hace, ¿sí? —mirándolo y le acaricia la carita—. ¿Quieres irte a la casa? —besitos.
—¡Bah! Como si le fuera a importar —resoplando—. No, no me quiero ir a casa, hay cosas que sacar y poner en orden. Tú hablas con él a lo que hago esas cosas —trata de tranquilizarse—, por eso me aguanto en decirle a papá, Koo-Koo, por ti, no por él.
—Mirándolo y lo vuelve a abrazar—. Él sabe cómo le va la fiesta conmigo, que NO me entere por otras personas de que te está jodiendo mientras yo no estoy, así que me dirás las cosas que te haga, ¿ok? ¿Seguro que no quieres irte, mi amor? —besos—. Yo iré a hablar con él; tú ve a la oficina y no le hagas caso a las idioteces de los demás. Y gracias por hacerlo por mí, hermoso.
—Está bien —resoplando—, no, que no me quiero ir, ¡caray! —besos y lo miraba—. ¡Vamos!
—Pues, vamos, mi amor —caminando—. Mira, pasa antes por la oficina de SeokJin y pídele que te haga el informe de los últimos embarques de materiales desde Inglaterra hasta Australia y sus certificados, ¿ok? —besos—. Te veo en un momento, bebé.
—Ok, yo le pido eso ahora. Ve a la oficina, que voy rápido —le sonrió a su alfa.
—Yo te espero muy ansioso, mi amor —sonríe y deja que Jimin se vaya primero.
Jungkook fue a hablar con Taemin, mientras que Jimin fue a hablar con Seokjin.
JKBOSS entra a la oficina de ACE, muy molesto.
—¿Qué pasó, Jungkook? —mirándolo.
—AHORA, soy JKBOSS, NO soy Jungkook —con seriedad—. ¿Cómo que qué pasó? —Lo miraba con estas ganas de sacar la pistola y volarle la cabeza allí mismo—. TÚ, tú eres un imbécil de la mierda. ¿Cómo es posible que lo trates así, cabrón? Si Jimin fuera otro, iba a dónde tu padre a decirle lo que eres y hechas las cosas abajo, bueno, a mí no, pero tú te hundes completito y te jodes, ¡imbécil! Jamás pensé que podías tratar a un Omega así, eres un hijo de puta. Pensé que yo era peor, pero tú me superas, infeliz.
El alfa mafioso trató de controlarse; ya estaba actuando como un alfa protector con su omega; sentía que su alfa lo dominaba en cualquier momento y le arrancaba el pellejo con los dientes, pero resopló y le sacó las reglas de la mafia de una vez.
—Escúchame bien, ACE. TÚ, más que nadie, SABES las normas de conducta de BLACK MAMBA. Aquí NO te estoy hablando como mi amigo. SOY TÚ BOSS, ¿ok? Estás incumpliendo la NÚMERO UNO; RESPETAME. Métete bien en la cabeza ese número tres, estúpido, NO DEBES MIRAR O TOCAR A LOS OMEGAS DE OTROS ALFAS DE HONOR, NO TE METAS CON JIMIN, ¿ESCUCHASTE? —estaba muy molesto, seguía controlándose—. Y te lo advierto, ACE, así como te hice entrar a la mafia, así mismo te puedo sacar y no me va a importar lo que pase contigo, ¿entendiste? Y que NO me entere de que le estás diciendo cosas, porque acabo contigo, Taemin, te lo advierto desde ya.
—Las normas también dicen que no debes usar la violencia con un miembro de la propia familia —desafiándolo el Underboss.
—El jefe puede incurrir a la violencia, e incluso al asesinato contra otro miembro de la familia, para tu información. —JKBOSS, lo miraba ya con sus ojos amarillos, estaba furioso.
—Se te olvida que es MI hermano, no cualquiera de la calle JK, ¡eh! —mirándolo—. A ver, a ver, ¿qué te traes TÚ con él? —serio—. ¿Por qué tanta amenaza? ¿Por qué estás desafiándome? Pero, COÑO me estás diciendo de sacarme de la mafia, que SACAMOS adelante juntos, aunque sea tuya, ¿estás bien de la cabeza?
—Eso te digo yo a ti, cabron, si es tu hermano, trátalo como tal y no como un cualquiera —eso para golpearlo, pero se aguantó— ¿Qué te importa lo que me traigo con tu hermano? —se cruzó de brazos frente a él— No te desafío, más bien te ADVIERTO, y conmigo no juegues a ser el valiente, ¿entendiste? —frunce el ceño— Y no, discúlpame Taemin, yo te entre a MI mafia, es distinto, no hicimos nada juntos.
—Yo no lo trato como cualquiera, tú y él tienen un concepto erróneo de las cosas, ¿ok? Yo lo amo y lo protejo de cualquiera —mirándolo—. No me estoy haciendo el valiente JK, solo me extraña que estés hablándome así, ¡eh! Y si me importa lo que te traes con Minnie, al menos, no sé, dime algo, ¿no? ¡HA! Ya sabía yo que ibas a decir que no compongo nada, tardaste mucho, con todo lo que me jodo.
—¿No? Eres un cabrón, tampoco lo admites —puso los ojos en blanco; ya no están amarillos—. El amor y la protección NO son de esa manera, Taemin, ¿qué tipo de amor y protección es ese? No te diré nada de lo que pase entre Jimin y yo, se queda entre nosotros —serio—. Pues, te jodes, porque para eso te pago y lo suficiente, así que mejor cállate y que no se repita esto, ¿entendiste?
—Mirándolo—. Estás exagerando las cosas, JK. Lo amo y es mi hermanito, ¡eh! Claro, no me digas lo que es obvio. Con razón lo tienes en tu oficina; con razón se desaparece. Con razón, contestó tu celular a las 8:00 am, ¿no? —seguía mirándolo—. Por supuesto, no volverá a ocurrir, jefe.
—No veo ese amor que dices. Vuelvo a repetirte: lo que suceda, es nuestro asunto —sale de la oficina de Taemin, azotando la puerta.
Mientras en otro lado, Jimin todavía se desahogaba con Seokjin en la oficina de todo lo que había pasado; luego le explicó lo que tenía que hacer para Jungkook.
—Ay, Minnie, no sé qué rayos le pasa a tu bro, cualquiera diría que está enamorado de ti, caray. Hizo un espectáculo en frente del jefe —piensa—. Oye, Minnie, esto que es para el jefe, cómo se debe hacer esto, en la computadora, ¿cómo? ¡Para no fallar! —mirándolo—. Mmmm, y ¿a dónde te llevó el jefe? ¿Sientes algo más por él?
—Se comporta como imbécil —pone los ojos en blanco y lo mira—, Jin, los documentos son formales, por la luna, son en computadora, en papel color crema con el sello y en porfolio de color negro y micado. Mmmm, me llevó a su casa y allá nos quedamos —sonríe—. Puedo decir que, si siento algo más, algo así...
—Es que a veces no entiendo el porqué Taemin es así, ¡me asusta! Yo lo digo, él se cree tu alfa —mirándolo—, mmmm, ok, todo en computadora, papel color crema, en un porfolio, micas. ¿También con el sello? —piensa—. ¿Te quedarás siempre con él de ahora en adelante? ¿Puedes decir? —se ríe—. Dime, ¡caray!
—Para el jefe es con el sello; sin sello es para la anormal de Rochelle —Harto de odio cada vez que la menciona— Mmmm, pues quizás siempre me quedé con él —riéndose— si me gusta Jin, lo admito, me encanta, me fascina y siento algo por él —piensa—, pero no quiero decir nada hasta que vea las cosas seguras. En fin, termina eso, por favor, para que yo pueda hacer mi trabajo.
—A ti, como que no te cae muy bien, Rochelle, ¿verdad? —se ríe—. Es el enemigo, ¿o no? —más risas—. Ok, con sello para el jefe y sin sello para la secretaria. —piensa—, eso quiere decir, ¿qué la casa es mía ya? —ríe—. ¿Para qué engañarte? Creo que el jefe te va a enamorar en un 3, 2, 1. Mmmm, ¿qué te tiene en dudas? —mirándolo—. ¿Quién busca esto, o yo lo tengo que llevar?
—Esa Omega me tiene más vigilado que Zorro —riéndose—, así que es enemigo en todo, ¡caray! Y sí, Jin, prácticamente la casa es tuya y mi carro también —más risas—. ¡Cállate, Jin! Nada de enamorado. No sé, tengo dudas de que, si todo es cierto o simplemente para que no se lo diga a papá, ¿entiendes? Lo llevas a la oficina del jefe.
—Si te vigila, es que le gusta el jefe más de la cuenta, te lo quiere robar —risas—. Woot, woot, tengo casita y carrito, ¿no me vas a cobrar algo? —piensa—. Si me mandas a callar, es porque te enamora —ríe— y bueno, ojalá que Jeon sea sincero contigo, así sería lindo, porque te puedes enamorar de él.
—Sí, de seguro le gusta, pero Jungkook dijo que no le gusta. Eso es lo que quiero estar seguro —piensa—. No, ¿cómo crees, Jin? No te voy a cobrar, tonto —le dio un golpe en la cabeza—. Exacto, si fuera más sincero el jefe, sería más fácil, pero bueno, no podemos hablar mucho; aquí las paredes oyen —se ríe—. Te veo allá cuando me lleves las cosas.
—Creo que estás en la de comprobar si todo lo que te dice Jungkook es cierto, aunque la tal Rochelle no es fea, ¡ya veremos! —se ríe—. Bueno, si te compran un carro y una casa, sabes que yo recibo todo, estoy muy a gusto en la casa y con el carro —sonríe y piensa—. ¿Sabes? Yo sé que es sincero, ya verás, toda la suerte del mundo. ¿Te imaginas que te diga que es mafioso? Ya eso es mucho, ¡eh! —mirándolo, sonríe y comienza a hacer todo—. ¿No dijo hora de entrega?
—¡Exacto! Estoy de inspector Gadget —ríe— y es lo que le dije a Kook, que no es fea, pero dice que no —piensa y obvia la pregunta del mafioso—. No, no me dijo hora, pero si lo puedes hacer rápido, es lo mejor. Te dejo para que lo hagas, ¡adiós! —sonríe y se va.
Jimin camina con mucho estilo y delicadeza a su nueva oficina frente a su jefe y amante.
Mientras que Seokjin sigue su trabajo.
Cuando Jimin llegó a la oficina, había alguien más. Supuso que era alfa por el aroma. No le agradaba mucho, pero por la cercanía, pensó que era un amigo de Jungkook.
—¡Por la luna! —sonríe, pero fue que se deslumbró inevitablemente por Jimin; es demasiado hermoso.
—Bebé, ven un momento, ¿sí? —sonríe—. Quiero presentarte a alguien. Me imagino que en la fiesta de la casa en la isla lo viste, ¿no? —Se levanta de su silla, va a donde Jimin y lo trae de la mano.
—Mirándolo—, sí, creo haberlo visto antes —sonríe.
—Mucho gusto, soy Nam, muy amigo de JK desde la infancia. Yo recuerdo haberte visto siendo un niño y jugando en el patio de juegos de tu casa —sonríe.
—Bebé, él también es amigo de Taemin, aunque más cercano a mí, por decirlo así —sonríe y le da un suave beso en los labios.
—Ah, todos me recuerdan, menos yo a ustedes —se ríe—. ¡Mucho gusto, Nam! ¿Estaban hablando de algo importante? —miraba a Jungkook—. Jin dijo que ya te traía lo que le pediste.
—Se ríe—. Porque no nos mirabas, bebé, ¡qué te vas a acordar! Solo que soy un rompe cunas, ¿no?
—No te preocupes, Jimin, de hecho, ya me iba, solo pasé a saludar a JK —sonríe.
—Sí, muy bien, así me gusta que el Jin sea eficiente. Por cierto, bebé, ya hablé con tu imbécil hermano —indirectamente, JK estaba botando a Nam de la oficina.
—Se ríe—. No eres rompe cuna, ¿o sí? —piensa y se ríe—. Ah, bueno, pues fue un placer conocerte, Nam —sonríe—. ¿Sí? ¿Qué te dijo Taemin? —mirándolo—. Jin dice que Taemin parece enamorado de mí —movía la cabeza en negación.
—Mejor me voy, nos vemos, JK, nos vemos, Jimin —sale.
Namjoon se fue y Romeo con Julieta ni cuenta se dieron; ellos estaban en su burbuja.
—¿No soy rompe cunas? Mmmm, cumplo 29 años, ¿tú crees que no? —besos—. Taemin me dijo mil cosas y también me preguntó que traía contigo. Yo le dije que eso no le importaba, que se limitara a no joderte y hacer su trabajo, eso es todo. Espero que deje su espectáculo. Mmmm, y ¿por qué dices que no? —mirándolo.
—Para mí no eres un rompe cunas, rompe bola, a veces... —besos—. Digo que no a lo que dijo Jin de Taemin —se ríe—. Mmmm, tengo trabajo que hacer, baby.
—¿Y por qué para ti no? ¡Dime! —besos—. ¿Y qué dijo Jin de Taemin? Sabes que no me gusta que me digas las cosas a medias, ¡eh! ¿Qué trabajito? Si aquí yo soy el jefe.
—Pues, a mí no me importa la edad, me importa lo que tenga para mí —mirándolo—. Jin dijo que está loco, y que parece que está enamorado de mí, en vez de ser mi hermano. —Sonríe—, tengo que sacar unos documentos que usted me había ordenado —besos.
—Mmmm, me alegra que no te importe la edad, porque a mí tampoco. Para mí, tú eres un Omega hecho y derecho —besos—. Si supieras todo lo que tengo para ti, uff, te casas mañana conmigo —se ríe—. ¿Enamorado de ti? ¿Es en serio? Yo lo mando a matar en serio —extrañado—, pero dicen que madres y hermanos suelen sentir un amor tan inmenso que se obsesionan. ¿Puede ser eso posible que Taemin lo esté? —mirándolo—; esos papelitos ya no me están gustando, ¡eh! —entre besos y toqueteos.
—Exacto, así me gusta —besos—. Eso es más interesante aún —se mordía el labio—. No digas eso, ¡caray! —mirándolo—. A veces, he pensado que Taemin y yo no somos hermanos, la verdad. Pero no, no creo que esté obsesionado, bueno, no sé —piensa—. Ya, tú me los diste, así que, a trabajar, que yo tengo trabajo, bebé —un último beso, se alejaba de Jungkook y se iba a su escritorio, riéndose.
—Tú vete, que después yo me las cobro, ¡eh! —se mordía el labio, yéndose a sentar—. Que Taemin y tú no son hermanos de verdad, ¿por qué lo dices? —no entendía—. Explícame eso —mirándolo y sacando unos papeles—. ¿Bebé, te gustaría un auto nuevo, o una camioneta? —prendiendo la laptop.
—No sé, nunca nos hemos llevado bien —mirando los papeles—, es como si la sangre no llamara —piensa, se ríe y luego lo mira—. ¿De qué hablas? ¿Cómo que una camioneta nueva?
—Mirándolo y piensa—. Eso sí es raro, por lo menos yo veo que tiene parecido con tu papá, pero no sé, tú no te pareces a ninguno, ¿o sí? —piensa—. Eso de que la sangre no llama es preocupante. ¿Tú no lo quieres o no te importa él? Pues, mi amor, ya te compré una casa nueva, ahora quiero comprarte una camioneta nueva y BUENA —sonríe.
—Bueno, yo tengo un mix entre papá y mamá —piensa—. Sí, Koo-Koo, lo quiero, bueno, lo quiero como mi hermano, obvio. ¡Pero ni idea! Ok, espera, pero pensé que no me dejarías usar nada —se ríe—, ya que no puedo hacer ejercicios afuera, ¡JUM!
—Sí, por eso lo digo, Taemin tiene ojos oscuros; es el único en tu familia —piensa—. Claro, debes quererlo como tu hermano; yo lo quiero como mi amigo también —mirándolo—. Es que no es que usaras la camioneta cuando quieras, ¡eh! Solo la usarás cuando yo te diga que puedes. Y NO, no harás ejercicios a fuera, solo dentro, y está hablado. Además, que no sepa que estás relacionándote con alguien que yo no conozco y MENOS vas a ir a lugares solo, ¿entendiste?
—Mi mamá tiene un poco los ojos oscuros, ¿y si soy yo el adoptado? —piensa—. Ah, pues, ¿para qué me darás la camioneta? —serio—. Bah, eres mando puro, ¡JUM!
—¿Tú crees? Ay, bebé, si Min-Ki te ADORA, si lo eres, ¿te lo han demostrado? —mirándolo—. ¿Qué importa si eres adoptado, mi amor? Si ellos te aman, no pienses en eso, los dos son hermanos y ustedes ahí odiándose, ¡caray! Porque me da la gana comprártela, ¿algún problema? ¿Quién es mando puro, ah? —medio bipolar, el mafioso—. Usted aceptó que eso fuera así, ¿no se acuerda?
—Pues, por eso, me adoran, mi amor —se ríe—, porque soy adoptado y, obvio, me aman, aunque igual aman a Taemin... pero no sé... no es algo que a estas alturas me importa, la verdad. Usted es el mando puro, shhh; estoy trabajando.
—Ay, Jimin, no eres adoptado, nah. No hablemos de eso que tus papás te aman —sonríe—. Ya Taemin aceptará que yo esté contigo; si no, ya él sabe lo que le pasará —mirándolo—. Tú sabes lo que yo de mando duro, ¿no? —se ríe.
En esos que Jimin iba a contestarle a Jungkook, tocan la puerta, pero entran sin pedir permiso. Era Rochelle.
—Jefe, necesito una consulta.
Rochelle le vira la cara a Jimin y sigue a donde Jungkook, parándose a su lado.
—Se supone que debes esperar a que yo diga que entres, para que lo hagas, Rochelle —mirándola—. Dígame.
—Las miradas no matan, Rochelle, compórtate como adulta y no como una niña —Jimin, sin pelos en la lengua y sin importarle nada.
—Nunca lo he hecho así, jefe, no me pidas que cambie las cosas porque hay ALGUIEN más aquí, ¡eh! —mirándolos—. No sé a qué te refieres, Sr. Abogado, ¡eh! Y en este caso, estoy hablando con el jefe. Bueno, tiene en agenda dos juntas para mañana, a la misma hora, ¿qué hará? Tiene un viaje programado para Victoria en dos días, ¿le saco el pasaje? Y necesito saber si no hay trabajo mañana.
—Pues, de ahora adelante, cuando yo diga qué pases, entonces usted pasa y las cosas cambian porque a mí me da la puta gana, no porque tú me vas a dar órdenes A MÍ —mirándole serio—. Y si Jimin te habla, USTED hágale caso, porque al final es su jefe igual, así que usted decide si no quiere que le cambie de lugar de trabajo —directo como siempre el JKBOSS—. Sí, hay trabajo mañana, ¿por qué no habrá? Ese viaje será programado, así que programa el vuelo para dos personas —mirándole—. ¿Alguna otra cosa más?
—Y la hormiga se cree cucaracha... —seguía tirando indirectas Jimin.
—La Omega solo quería matar a Jimin—. No hay problema, Sr. Jeon, aquí se hace lo que usted diga —sería—. Él es mi jefe, pero ¿no es solo su abogado? —mirándolo—. ¿Cuál de las dos juntas irá, Sr. Jeon, ¿la de los acreedores, o la de las finanzas de la compañía?... Sr. Jeon, mañana es Navidad —mirándolo—. Ok, serán dos personas para el viaje, ¿algo más que se le ofrezca a usted o algún cambio?
—Muy bien, que lo entienda. Sí, porque si Jimin necesita algo, TÚ se lo vas a dar, ni modo que seré yo su secretaria —serio—. Ah, disculpe, mañana es Navidad, pues trabajaremos hasta las 12 del mediodía, ¿ok? Iré a la junta con los acreedores, primero, y si me da tiempo, voy a la de finanzas. Y no, ningún cambio...
—¿Puedes traerme un americano? —mira a Rochelle y sonríe.
—Resopla—. No se preocupe, Sr. Jeon, así será, seré también su secretaria —mirándolo muy seria—. Ok, enviaré un memo a todo el mundo para informar que se trabajará hasta las 12, ¿pagará doble? Ok, anotaré que asistirá a las 2, si es posible. Jefe, para el viaje a Victoria, ¿se va en su avión o en uno particular? —mirando a Jimin—, ok, señor abogado —con ganas de patearlo.
—Si lo pago doble, lo verán en su cheque; no diré nada —mirándole—. No, no, mejor me voy en mi avión, di que ese día habrá vuelo. Y que sean dos americanos.
—Ok, jefe, ya vengo con los americanos... permiso, señor abogado, ya regreso —muy molesta, salió.
—Resopla—. No sé qué parte; ella no entiende —seguía en su trabajo.
Al poco rato, Rochelle regresó con el americano para ambos y salió de inmediato.
Como a eso de la 1:00 pm, Jeon y Park salieron a almorzar fuera de la torre.
Cuando estaban de regreso, Min-Ki llamó a Jimin a su celular.
—¡Hola, papito!
—¡Hola, mi amor! ¿Cómo estás, Minnie? No te he visto hoy, ¿ya almorzaste?
—Es que mi oficina ahora está en la de Jungkook. Sí, acabo de almorzar. Estoy bien, y ¿tu papito?
—Sí, eso me acaban de contar y me dijeron que también estás saliendo con Jungkook, ¿eso es cierto? ¿Te sientes cómodo en la misma oficina con él? Qué bueno que estés bien, mi amor. Estoy bien, aquí con algo de trabajo, pero a partir de mañana tengo libre hasta el lunes.
—Uhmmm, bueno... de estar, de estar y de estar, pues será dependiendo de lo que digas tú —se ríe—. Y sí, papito, me siento cómodo con Jungkook, no me molesta. Ya que tienes libre mañana, entonces quiero verte y estar contigo un ratito.
—¿Depende de lo que diga yo? Pero si no me has dicho, si andas con él o no, mi amor. Es lo que dicen en la torre, que mi hija anda con su jefe y vive con él. A ver, ¿me cuentas un poco, mi príncipe? Mmmm, qué bueno que te sientes cómodo a su lado, eso es lo que importa. Claro, Minnie, si me quieres ver, podemos vernos, ¿por qué no? Pensaba en que nos reuniéramos por la Navidad, ¿qué te parece?
—Mmmm, no vivo con él, papá, yo estoy en mi casa aparte, eso tú lo sabes, pero desde antes de entrar aquí, estoy conociéndolo desde la fiesta donde me presentaron, y nada, todo va poco a poco, ¿entiendes? Podemos reunirnos, mmmm, pero ¿puedo invitar a Jungkook? Digo, si me das ese permiso...
—Mi amor, yo sé que vives aparte, pero yo te pregunto por lo que están hablando en los pasillos, ¿entiendes? Yo no me opongo a que estés con Jungkook, solo lo que quiero es que no sufras y te haga daño, ¿ok? Ve poco a poco y conócelo bien, ¿sí? JK no es una mala persona, de eso estoy seguro, pero siempre hay que tener un poco de cuidado. Yo sé que no eres de enamorarte rápido, pero también sé que si son de lo mejor contigo, llegas a hacerlo —piensa—. Claro, invítalo, no hay ningún problema. Entonces, ¿los veo mañana en la casa?
—Lo sé, papito, pero tú sabes que cómo soy yo, ¿entiendes? Pero iremos poco a poco. Nos veremos mañana en la casa para disfrutar del día, papito. ¡Te amo, sabes!
—Yo también te amo, mi omeguita hermoso. Por favor, ve poco a poco, con pasos firmes, ¿sí? Y si logras amarlo, pues que sea con seguridad. Y sé que tu Taemin está celoso, pero no le hagas caso, se le pasará. Quizás nunca pensó que Jungkook llegara a verte con ojos de alfa. Nos vemos mañana, ya yo me voy ahora. Los espero. Por favor, haz ese rico pie de almendras que sabes hacer, ¿sí?
—Poco a poco, papito, no te preocupes. Sí, Taemin está jodiendo mucho y le di un bloqueo del celular, porque se pasa diciéndome cosas. Está loco, ese idiota —se ríe, porque no le queda de otra—. Sí, cuando salga de aquí compraré las cosas y lo haré para mañana, ¿ok?
—Ya yo hablé con él, le dije que no jodiera tanto, que ya tú eras un Omega mayor, no el niñito aquel que corría con aquella colita por todos lados, ¿ok? Así que espero que se lleven mejor. Y si vuelve a decirte cosas, me avisas. Bueno, los espero mañana y saludos a Jungkook. Te amo, mi príncipe; eres muy importante para mí —Él es tan dulce con su hijo.
—Se empieza a reír—. ¡Ay, papito! Claro, espero llevarnos mejor. Yo le doy tus saludos a Jungkook. Te amo, te veo mañana.
—Nos vemos, mi princesa, ¡te amo! —Cuelga.
Jungkook se había hecho el sordo toda la llamada, según estaba trabajando en cosas de la mafia.
—Era tu papá, mi amor, ¿ya se enteró? —mirándolo.
—Sí —mirándolo—, y bueno, irás conmigo a pasar la Navidad con mi familia. No espero un NO de respuesta, ya lo sabes, Sr. Jeon.
—El alfa, mirándolo y con la ceja levantada—. TENGO que ir, TENGO, y eso, ¿por qué? Se supone que el mandón soy yo, ¡eh! —serio—. Tu hermano puede matarme. ¿Qué hay que llevar? Cuéntame, ¿qué dijo de estar juntos?
—Porque TIENES y ya —con el ceño fruncido— y lo de mandón, cambiamos de papel; ahora soy yo, ¡JUM! Antes de ir a la casa debemos parar en el supermercado para hacer un pie de almendra —sonríe—. Digo, yo lo hago —se ríe—. A mi hermano lo sentenciaron de nuevo, así que no te hará nada —más risas—. Nada, papá, dijo que fuéramos paso a paso y que no se estaba oponiendo.
—¿En serio no se opone? ¡Qué genial! Así que te seguiré teniendo secuestrado, ¡eh! —mirándolo y sonriendo—. Mmmm, sí, vamos paso a paso, ¿no? Taemin está celoso de mí, lo sé —se ríe—. Y tú, ¿qué sabes de hacer pie de almendras? —con la ceja levantada—. ¿Qué más hay que llevar a la fiesta, mi amor? Usted no manda nada, yo soy quien mando, solo yo hago ALGUNAS cosas de las que me dices, ¡eh! ¿La cosa será en la piscina, o qué?
—No, él no se opone —se ríe—. Oye, si sé hacerlo y muy bueno —sonríe—, ya probarás mi famoso pie de almendras. Pues, de seguro, haremos todo en la piscina y compartimos en casita con Min-Tae, que, por cierto, debo hacerle un pie todo para él.
—Desde que salimos, no me has dado ningún beso —mirándolo y levantando la ceja—. Me alegra que el padre no se oponga, el hermano que no joda y ya —no le importa el Taemin—. Mmmm, ya quiero probar el pie de almendras, entonces, ¿por qué a mí no me haces uno, así solito para mí? Entonces, ¿conoceré a Min-Tae? —piensa—. A mí no me cae muy bien Mirella, la omega de Taemin.
—Ni usted a mí, ¡JUM! —se cruzaba de brazos—. Pues debes llevarme al mercado para comprar todo lo que necesito para hacerlos. Awww sí, conocerás a mi amor pequeño —se ríe—. ¿Y por qué no te cae bien? —mirándolo.
—No se me enoje —lo agarra de la mano, atrayéndolo para dándole besos—. Cómeme a besos y ya, no espere por mí —sonríe—. No te preocupes, mi amor. Cuando salgamos vamos al mercado. ¿Puedo ayudarte, o me mandarás para mi casa? —mirándolo de reojo—. Es un pequeño glotón, tu amor pequeño —risas—. Me cae mal, porque es una odiosa, arrogante y se cree que se lo merece todo. La suerte tiene de estar en donde está; la tiene viviendo bien, ¡no la soporto! ¿A ti te cae bien?
—Le respondió los besos—. Negativo, usted dijo que se quedará conmigo, ¡eh! —Jimin, tiene intenciones negras de que no fuera al trabajo—. Sí, mi pequeño amor es muy glotón —se ríe— y verás que no me dejará tranquilo ni 5 minutos —más risas—. No me cae, pero como mínimo hablo con ella, no me importa.
—Mmmm, ¿yo dije que me iba a quedar con usted? ¿Cuándo fue eso, estaba ebrio, o no? —se ríe y más besos—. Ese pequeño glotónimo, creo que lo voy a querer para mí. Jugaremos con él, no hay problema, que él sepa que soy tío JK, le enseñaré —ríe, él se cree que el nene es un bebé y ya tiene 5 y habla peor que los loros—. Mmmm, ella se lleva menos conmigo. Mirella dice que yo daño a Taemin.
—No sé, pero yo digo que usted se quedará conmigo —risas—. ¿Sabes que NO es un bebé, mi sobrino?
—¿Nos vamos para dónde, bebé? —besitos y le muerde el labio—. Eres un sonsacador; hay que trabajar.
—Se le sentaba encima—. A la casa, conmigo —besos—. Es más, no vamos a la torre, vamos al mercado, vamos a la casita, nos ponemos cómodos, cocino, horneo el pie y luego no sé... Te hago unos masajitos para que te relajes, mi amorcito.
—¿Ya ves? Como así te puedo decir que no lo haré, o sea, no puedo decirte que no, ni resistirme, POR LA LUNA —besos—. Mmmm, vamos a la casa, baby, yo me voy contigo a donde quieras que vayas —Jimin, la verdad, lo vuelve loco.
—Besos—. Exacto, todo será rico, así entre dos, y si estás en mi casita que es más cerradita o vamos a la tuya que es muy abierta, y dan ganas de todo —riéndose.
—Mmmm, quieres ir a mi casita para hacerlo con esa excitación de que nos vean, mi amor, sí que eres picarón, ¡eh! Allá hay aceitito para pasártelo rico en tu cuerpito —besos, ya iban al mercado—. Llamaré a la torre, ¿ok?
—Exactamente, es lo que quiero, pero no tengo ropa —besos—, pero igual vamos a tu casita.
—Jimin, no crees que ya es hora de que tengas ropa en mi casa, ¿ah? —con la ceja levantada—. Así que cuando vayamos al centro comercial, quiero que compres ROPA solo para mi casa, ¡eh! De todas, deportiva, casual, formal, en fin —cambian de rumbo—, primero al mercado —busca su celular.
—¿No cree usted que no me ha dicho de eso, o me llevarás a comprar ropa, ¿ah? —Levantando la ceja.
—Pues, yo lo llevo a comprar ropa ahora mismo, porque no vamos a ir a Surfer Paradice ahora, vamos ahora a Pacific Fair Shopping Centre, después al mercado, ¿ok? —mordiéndole el labio—. ¿Dónde está mi celular? —buscándolo.
—Ah, vio, no me llevarás allá —riéndose—, pero y ¿por qué no vamos a mi anterior casa? —buscaba—. Toma, mi amor...
—¿No quieres comprar nada, mi amor? Si quieres, vamos allá; además, todo lo que hay en tu anterior casa, tienes que llevarlas a Surfer Paradise, ¡eh! Déjame llamar a tu amiga favorita —se ríe y le marca a Rochelle.
—¡Hola, buenas tardes, "JP Billiton"!
—Rochelle, no voy a poder llegar a la torre ahora. Cualquier cosa URGENTE me llamas al celular, ¿ok?
—¿No vas a llegar, Jungkook, digo, jefe? Es que hay dos personas esperando, ¿qué les digo? Que no vuelvan hasta la semana que viene, ¿o qué? Usted no me informó eso antes, jefe.
—Me surgió un inconveniente, por lo tanto, no voy a poder llegar —resopla— y dígale que vayan a pasar mañana, ¿sí? Por favor. Mañana no me quiero sobrecargar de cosas. Pero se lo estoy informando ahora, Rochelle.
—¡Bueno, jefe! Mañana es Navidad; el pasado puedes recibirlos, porque el viernes sale de viaje a Victoria. Debería de dejar libre a todo el mundo, mañana, jefe —seguía insistiendo—. Y su abogado, ¿tampoco podrá llegar? Entonces, le digo a estos hombres, ¿qué el jueves vengan?
—Rochelle, ha habido alguna Navidad que no hemos trabajado, ¿dime? Sí, salgo de viaje, eso lo tengo claro. No, Jimin no podrá llegar. Que vengan el jueves en la mañana.
—Por algo se lo digo, debiera de tener un poco de consideración y, AL MENOS, darnos una Navidad libre, a ver si el 2024 le da un poco de corazón, Sr. Jeon. Fíjate, me puedo imaginar que no llegará tampoco el abogado, pero bueno, ya les informé qué pasen el jueves en la mañana. ¿Necesita un hotel en Victoria, Sr. Jeon, o no? —Tiene una facilidad de joder.
Jimin le dijo al oído a Jungkook que diera el día libre, ya que era mejor para ellos, todo esto mientras que le mordió el lóbulo de la oreja y tenía la facilidad de desequilibrar al alfa mafioso.
—OK, Rochelle. Voy a dejarlos libres a todos. Pues sí, fíjese muy bien, porque no llegará. No te preocupes tanto por Jimin; preocúpate y enderézate por mis cosas. Como sepa que le haces algo, Rochelle estás sentenciada a salir por la puerta de atrás de mi empresa, ¿entendiste? No sé lo del hotel; eso lo consultaré con la persona que iré de viaje y le dejo saber.
—¿Ay, nos vas a dejar libres? ¿A todos? ¡SE VA A ACABAR EL MUNDO! POR LA LUNA, ¿lo anuncio en toda la compañía? Bueno, debiera de ser con paga, ¡eh! Ay, no se preocupe tanto, jefe, él es bastante grande y se defiende solo. Además, me va a botar cuando sabe muy bien que he sido la mejor secretaria que pudiste tener. Me avisa, sobre el hotel, para los DOS.
—Sí, lo haré. Y hágalo, anúncielo. Mira, Rochelle, estás exigiéndome mucho y les dejé el día libre, porque me dijeron que lo hiciera, no porque usted me está diciendo, así que ya está bueno. Sí, Jimin es bastante grande y se defiende solo, pero mientras no me entere de que le estés haciendo algo, estamos con las cuentas claras. Y me habla de usted, porque no le he dado el permiso para que me hable de tú a tú. ¡Hablamos después!
—Al comenzar a trabajar con USTED, me dijo que lo tratara de Jungkook y ahora me dice que no, quién te entiende, jefe. Mire, no le haré nada a su omega, no se preocupe. Yo anuncio el día libre; hablamos DESPUÉS —estaba molesta—. Oiga, ¿al tal Seokjin también se lo va a traer a su oficina?
—Pues sabe por qué le digo, ahora, el respeto, porque se cree omega mía, cosa que no es; por lo tanto, haga lo que se le indique y ya. Mire, Rochelle, mejor callese si no quiere la carta de despido hoy mismo.
—Mejor hablamos después, de usted se puede esperar cualquier cosa —cuelga.
—Solo necesito una puta excusa para botarla, ¡POR LA LUNA! —resopla; ella lo saca por el techo.
—Shhhh deja eso...es nuestro momento ahora... —Se rió y lo besaba.
—Hey, te estás burlando de mí, ¡eh! —se ríe—. Mmmm, qué rico saber que es nuestro momento, ¡al fin! —besos.
—Es que te me desconcentras y no, ¡JUM! —se ríe—. ¡Yay, gané!
—Ella me saca de quicio, mejor dicho —resopla e iban directo a Main Beach en donde está la casa anterior de Jimin—. Mmmm, y mi nene, hoy quiere estar siempre encima de sí... ¿Qué soy para ti? —besos—. ¿Haremos cena o salimos?
—Mmmm —besos— Claro que sí quiero seguir encima de mi mmm, a ver —piensa— mi nene... y no, haré cena yo.
—Mm, tu nene, eso me gusta, me gusta que me veas como tu nene —besos—. ¿Harás cena tú? Eso quiero verlo yo, ¡eh! —llegan—. Llegamos, bebé, tráete ropa, bastante, ¿te ayudo?
—Mmmm, eres mi nene, no importa qué —se ríe— y sí, haré cenita yo, ¡yay! —besos y se bajaban—. ¿Si me puedes ayudar?
—Soy tu nene completito —besos y entraron a la casa.
Ambos entraron a la casa de Jimin; allá se dieron un poco de cariño; después recogieron bastante ropa, zapatos, accesorios y otras cosas para que el Omega se llevara.
Al poco rato, fueron al Southport Park Shopping Centre; allí fueron al Target para hacer la compra de víveres.
De allí, fueron directo a la casa de Jungkook.
Se dieron un baño. Él estaba contestando unos correos en su despacho, mientras que Jimin se puso a hacer la cena.
Cuando el alfa entró en la cocina, el omega tenía un atuendo sexy.
¡Hola Roommates!
Espero que todo esté bien y la estén pasando felices ʕ • ́؈ • ̀)
Aquí tenemos un nuevo capítulo, delen mucho amor, espero que lo disfruten y no se olviden regalarme ★'s y comentar que tal les pareció.
¡Hasta el próximo capítulo!XOXO♥ ᒍOᗩᑎ
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro