Úɴɪᴄᴏ
𝗛𝗮𝗰𝗲 𝟭𝟬 𝗮𝗻̃𝗼𝘀
El viento y la música, una definitiva combinación excelente para el robo en la discoteca más famosa de todo Busan, el robo de la gema más preciosa que existia
— RM a Suga, puedes entrar, el guardia de fue, ahora ubica al príncipe y usa tus técnicas, te me cuidas, adentro está el rey.
— Suga a RM, gracias.
Escabullirse, muy fácil
Llego a la fiesta, miles de parejas en la pista, algunos omegas y betas cantando a todo pulmón las canciones que ponían, su mirada buscaba al principe, hasta que dio con él, se acercó a él para invitarlo a bailar pero observó cómo otro alfa con traje finísimo lo saco a bailar, ese era uno de los causantes de su más grande desgracia.
Maldito alfita riquillo
No, esta vez no iba a perder la oportunidad de robar esa joya y de humillar al alfa que le destrozó la vida, en ello se refería a que por culpa de ese alfa su familia se rompió en pedazos, su madre se murió de tristeza seguida de su esposo y la madre del alfita suplanto a su madre y lo desterro de su ciudad, su amada Daegu, en las manos de Jeon Somi y Jeon JungKook, los que lastimaron a su madre, ¿Su padre? Ja, no le importaba, ese alfa también la lastimo engañandola con Somi, pero iban a pagar esa noche.
Sea como sea iba a quitarles algo que de verdad les importa, ese era... Park JiMin
Por fin solo
Su padre lo había obligado a comprometerse con el príncipe de Daegu, no había escapatoria, según los rumores de decían que la reina de Daegu desterro al príncipe legítimo, no creía en eso, bueno al menos no del todo, solo esperaba salir de ese compromiso, esa era su prioridad, si era posible escapar de Busan.
Sus ojos conectaron con los de un alfa pelimorado, aquel alfa tenía los ojos morados
La conexión de sus ojos fue tan mágica e indescriptible.
Él conocía ese rostro, de eso estaba seguro, pero ¿De dónde? En un anuncio de recompensas, lo recordo por fin, el alfa era Min YoonGi uno de los ladrones más buscados, aún así por alguna extraña razón su omega sentía seguridad cuando el alfa se le acercó y le pregunto si podían bailar, respondiendo afirmativamente.
Ambos estaban en la pista de baile sonando Gee, una canción muy conocida pues todos empezaron a bailar, la canción termino dándole paso a la siguiente que era una canción más relajada.
El cabello del omega se ondeaba con el viento haciendolo ver más angelical de lo que era y ese aroma tan calmante, poco a poco perdió la noción del tiempo contándole algunas cosas suyas al omega
Se dio cuenta que el omega sabía de sus intenciones, ya que lo llevo de la mano hasta una pequeña banca en el jardín y le entregó su pequeña tiara con un diamante, si esa era la joya, pero eso no fue lo que le sorprendio, sino las palabras del omega.
— Sé que buscas esto - dijo dándole la joya en sus manos - quiero que contesto me recuerdes y me vengas a rescatar, me van a hacer casar con el príncipe de Daegu, juramé que vendrás por mi, eres el indicado mi lobo me lo dice, también mi corazón - dijo abrazándolo con fuerza para después darle un beso, lento y tierno, los olores relajados de ambos mostraban lo felices que estaban, pero esa felicidad se esfumó de pronto cuando un guardia agarró a YoonGi y lo tiró al piso mientras que otro agarraba a JiMin para prohibirle defenderlo
— Te lo juró - dijo
Uno de los guadias tiro al alfa a la calle dejándole adolorido en el frío pavimento
— ¡Déjenme! No me conocen - gritó JiMin haciendo que el guardia lo soltará, busco su corona pero no estaba y recordó aquel la respuesta del alfa, estaba seguro que vendría por él.
Impactado, así quedó tras esa escena, el dolor del impacto no lo sentía y ni le importaba, salió corriendo buscando el coche rojo donde estaba su compañero, se subió al coche y le mostró la corona, su amigo lo felicitaba mientras él seguía en un trance, no podía negarlo, en unas cuantas horas se había enamorado de aquel omega de cabellos plateados.
Él haría lo posible para salvarlo.
Actualidad
La brisa y la música de la discoteca no lo dejaban en paz, su mente llena de recuerdos de una fiesta parecida, empezaba a odiar esa fiesta, cada maldito año, la misma tortura.
La espera era larga, quizás ya debía resignarse a su suerte, a vivir en Busan y ayudar a su marido, a vivir infeliz por el resto de sus días, quizás siempre miraba la ventana con anhelo de ver al alfa.
A sus 32 años, seguía luciendo igual de joven salvo por su apariencia triste.
Aún recordaba su boda, tan monótona, sin emoción ni ilusión que eras las emociones de alguien que se casa, pero en su caso no era si, de echo era un tristeza más para él.
Su omega se iba muriendo de la tristeza lentamente, su cuerpo se volvía pesado y sus mejillas perdían el rubor natural.
Y ahí lo supo moriría de tristeza de no haber podido reencontrarse con su pareja destinada.
Y piso por fin aquel suelo, el suelo de Busan, después de años creando una forma de salvarlo, por fin lo había logrado, la forma ideal de sacarlo de ahi.
Namjoon lo había recogido del aeropuerto de Busan, hasta que llegó a su casa y acaricio todo nostálgico.
Esa noche iba a marcar a todo Busan.
Se vistió después de bañarse, con algo elegante pero a la vez simple, iba ingresar a la fiesta anual después de 10 años.
Sin duda lo más importante de esa noche fue ver al príncipe cantando, la mirada del omega se movía buscando a un alfa hasta que dio con él, de pronto de sus ojos salieron unas pequeñas lágrimas que nadie noto, acabando la canción para después salir corriendo a su encuentro, abrazándolo muy fuerte, los guardias se hicieron presentes, por la orden del actual rey, sacando a YoonGi a patadas
— No esta vez - susurró limpiando la sangre que resbala de las comisuras de su labio se levantó e ingreso de nuevo golpeando a los guadias.
Rápidamente jaló a JiMin de la muñeca y empezó a correr de los guadias con el peligris hasta que vieron las puertas abiertas saliendo por aquellas puertas con los guardias que no dudaron en seguirlos hasta el auto rojo donde los esperaba su compañero de robos y mejor amigo, ambos subieron al auto que arrancó, los guadias seguían tras de ellos pero ya estaban lejos, habían salido de Busan y se dirigían...
¿Quien sabe para dónde? Talvez hacia Daegu, talvez hacia Jeju, o hacia Seúl, no lo sabían pero había algo que si estabas seguros.
Que el amor y la libertad se habían juntado esa noche.
Si hay errores ortográficos disculpen, estaba escribiendo de madrugada,y aparte mi perrito se cree constructor y me asustaba pensando que eran mis padres y casi me caigo de mi cama.
La imagen y el separador son míos
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